miércoles, 24 de mayo de 2017

El Ministerio de los Ángeles — Parte 1 de 2

Pasado, Presente y Futuro


"La Palabra de Dios", por William Hallmark (williamhallmark.com)


El Ministerio Cordero y León tuvo cuatro fundadores en 1980. Uno suplió la fe; otro, el liderazgo; un tercero, el dinero. El cuarto fue a quien Dios le dio la visión del ministerio — un hombre llamado Dudley Head —.

Dudley es uno de los hombres más piadosos que alguna vez haya conocido. Desde que lo conocí en la década de los 70, él ha tenido una relación íntima con el Señor, lo que ha producido muchas experiencias espirituales especiales en su vida.

Por ejemplo, recuerdo el día que me llamó muy emocionado para contarme acerca de algo que le había pasado en su patio. “Estaba meditando en el Señor”, dijo, “cuando sentí Su presencia. En voz baja dije, ‘Señor, por favor manifiéstame tu presencia en alguna forma especial’”.

Dudley dijo que las palabras apenas habían salido de su boca, cuando una mariposa monarca apareció de repente, lo rodeó unas cuantas veces y luego aterrizó en la palma abierta de su mano derecha. “Nos sentamos ahí y nos miramos el uno el otro por un largo tiempo”, dijo Dudley.

En 1963, Dudley estaba sirviendo como el predicador laico de una pequeña iglesia en Dakota del Sur y necesitaba desesperadamente ánimo. Un día recibió una llamada telefónica de un extraño. “¿Cree usted en ayudar a las personas?”, preguntó el hombre.

 “Sí lo creo”, respondió Dudley

“¿Aun si son judíos?”.

“Sí”, respondió Dudley.

El hombre entonces explicó que él era un judío que estaba varado en la ciudad y necesitaba ayuda. Dijo que estaba en una gasolinera en la calle principal que atravesaba la ciudad.

Dudley manejó hasta allá y lo recogió. Era un hombre joven como de 30 años. Dijo que había estado viajando al raid desde California.

Dudley lo llevó a casa, y su esposa preparó la cena para él. Después de la cena, Dudley le preguntó al hombre si le gustaría ir al estudio bíblico de miércoles por la noche de su iglesia. El hombre accedió.

Estaban estudiando el Antiguo Testamento, algo con lo que ninguno de los miembros de la iglesia estaba familiarizado, incluyendo a Dudley. Mientras comenzaban su estudio esa noche, el extraño judío pronto tomó la palabra y empezó a explicar el significado de las Escrituras. Dudley estaba asombrado, iluminado y alentado.

Dudley encontró un lugar para que el hombre pasara esa noche y pagó por su alojamiento. A la mañana siguiente, había desaparecido sin dejar rastro.

Hasta este día Dudley cree que el hombre era un ángel enviado por Dios para animarlo y para hacer que se interesara en las profecías contenidas en las Escrituras hebreas. Y desde esa extraña experiencia hace más de 40 años, Dudley le ha enfatizado Hebreos 13:2 a todos: “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”.

Sí, la Biblia enseña la realidad de los ángeles, y enseña que a veces toman forma humana con el fin de ministrar a aquellos que están en el proceso de ser salvos (Hebreos 1:14).

¿Qué son los ángeles? ¿De dónde provienen? ¿Cuál es su propósito? ¿Tienen un ministerio hoy? ¿Cómo se relacionan con los tiempos del fin?

El Origen de los Ángeles

Los ángeles son seres espirituales (Hebreos 1:14) que fueron creados por Dios (Génesis 2:1 y Colosenses 1:16). Exactamente cuándo fueron creados no está claro, pero ellos preceden a la creación del universo material, ya que las Escrituras dicen que fueron testigos de la creación y se regocijaron de ella (Job 38:4-7).

Uno de los mitos más grandes con respecto a los ángeles corresponde a su origen. Muchas personas están convencidas que cuando una persona salva se va al Cielo, se convierte en un ángel. No existe ninguna base bíblica para esta creencia. Los ángeles y los humanos son dos entidades separadas. La Biblia dice que el hombre es ligeramente menor que los ángeles (Hebreos 2:5-7), pero la Biblia también enseña que, a través de la redención, el Hombre se vuelve superior a los ángeles y que los salvos un día juzgarán a los ángeles — muy probablemente a los ángeles caídos (1 Corintios 6:3) —.

"La Nueva Era de los Ángeles. El 69% de los estadounidenses cree que existen. ¿Qué está sucediendo?".

Jesús habló de dos clases de ángeles — los “ángeles del Cielo” (Mateo 22:30) y “el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41) —. Estos últimos parecen haberse originado de la rebelión de Satanás contra Dios.

Satanás originalmente fue uno de los ángeles más gloriosos de Dios, “lleno de sabiduría y perfecto en hermosura” (Ezequiel 28:12). Pero su corazón se enalteció por causa de su belleza (Ezequiel 28:17), y su orgullo lo motivó a intentar apoderarse del trono de Dios (Isaías 14:12-14). Debido a su rebelión, fue expulsado del Cielo, hacia la tierra, y un tercio de los ángeles fueron expulsados con él debido a que se unieron a su rebelión (Apocalipsis 12:4).

La Biblia no nos dice cuándo se llevó a cabo esta revuelta, pero fue muy probablemente después del final de la semana de la creación, porque al final de esa semana Dios pronunció que toda Su creación era “buena” (Génesis 1:31).

Creo que estos ángeles caídos son los demonios que están mencionados tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Satanás, de hecho, es llamado el “príncipe de los demonios” (Mateo 9:34).

En tres lugares de las Escrituras hebreas se nos dice que las personas sacrificaban a los demonios (Levítico 17:7; Deuteronomio 32:17 y Salmo 106.37). Con la apertura del Nuevo Testamento, hay una explosión de actividad demoníaca, indudablemente en respuesta a la Primera Venida del Mesías. Jesús fue confrontado a menudo por demonios que reconocieron quién era Él (Marcos 3:11) y gran parte de Su ministerio de sanidad estaba dirigido a expulsar demonios de la gente (Mateo 8:16).

La Biblia enseña que algunos de estos ángeles caídos no guardaron su dominio asignado adecuadamente (Judas 6) y fueron destinados, por lo tanto, a un lugar llamado Tártaro, probablemente un compartimento en Hades, posiblemente incluso el abismo o cisma que existe en Hades (Lucas 16:26). Lo que se entiende por “no guardaron su propio dominio” no está claro. Algunos creen que esto es una referencia a Génesis 6 donde se nos dice que “los hijos de Dios” tuvieron relaciones sexuales con “las hijas de los hombres” y que su unión produjo una raza de gigantes conocidos como los Nefilim (Génesis. 6:1-4).

La Naturaleza de los Ángeles

Los ángeles son seres espirituales creados (Nehemías 9:6 y Hebreos 1:14). Sin embargo, la Biblia claramente enseña que ellos pueden tomar forma humana y aparecer a las personas. En el Antiguo Testamento hay registradas apariciones de ángeles a Abraham, Agar, Lot, Moisés, Josué, Gedeón, David, Daniel y muchos otros. El Nuevo Testamento abre con una serie completa de apariciones angelicales relacionadas con el nacimiento del Mesías. Después de la muerte de Jesús, los ángeles aparecieron en Su tumba y en Su ascensión. Pedro, Juan, Felipe y Pablo tuvieron encuentros angelicales en sus ministerios.

En sus apariciones bíblicas los ángeles siempre se manifiestan a sí mismos como hombres. No se menciona que tengan alas. La idea de que los ángeles tienen alas está arraigada en la descripción de la Biblia de algunos seres angelicales especiales llamados Serafines y Querubines, que residen en la sala del trono de Dios en el Cielo. Los serafines son descritos como teniendo seis alas (Isaías 6:2). Los querubines son representados con cuatro alas (Ezequiel 1:5-6). 

Cuando los ángeles toman forma humana, aparecen como cualquier persona normal (Génesis 18:2 y Génesis 19:1-17). Cuando se manifiestan a sí mismos en su forma espiritual, tienden a aparecer como una luz deslumbrante (Mateo 28:1-4).

Los ángeles tienen emociones. Se regocijaron por la creación del universo (Job 38:7) y se nos dice que “hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente” (Lucas 15:10).

Los ángeles no se casan o procrean (Mateo 22:30). No envejecen ni tampoco están sujetos a la muerte (Lucas 20:36). Por lo tanto, su número permanece constante. El número exacto no está revelado, pero es muy grande. Diez mil ángeles se le aparecieron a Moisés en el Monte Sinaí (Deuteronomio 33:2). David vio 20,000 en una ocasión (Salmo 68:17). Cuando Juan fue arrebatado a la sala del trono de Dios, vio diez veces diez mil (King James Version) o, como lo dice la Versión Reina Valera de 1977: “miríadas de miríadas, y millares de millares” (Apocalipsis 5:11). El libro de Hebreos dice que hay “incontables miríadas” (Hebreos 12:22).

Los ángeles tienen gran conocimiento, pero no son omniscientes. Jesús dijo, por ejemplo, que los ángeles no saben cuándo se llevará a cabo Su Segunda Venida (Marcos 13:32). Los ángeles son muy poderosos (2 Tesalonicenses 1:7 y 2 Pedro 2:11), pero no son omnipotentes. Son siervos obedientes de su Creador (Salmo 103.2). Se pueden trasladar rápidamente, pero no son omnipresentes. En resumen, los ángeles no son dioses y, por lo tanto, no deben ser adorados (Colosenses 2:18 y Apocalipsis 22:8-9). No hay ningún pasaje bíblico que diga que los ángeles deben comer para mantenerse con vida, pero la Biblia los describe comiendo cuando toman la forma humana (Génesis 18:1-8 y 19:1-3). También, Salmo 78:25 se refiere al maná que Dios proveyó para alimentar a los hijos de Israel en el desierto como “el pan de los ángeles”.

De igual forma, la Biblia nunca dice específicamente que los ángeles cantan, pero su canto está implicado de dos maneras. En primer lugar, sus palabras son expresadas a menudo en forma poética (Lucas 2:14;  Apocalipsis 4:8, 11; 5:9-10, 12-13). En segundo lugar, la música es una forma universal de adoración y los ángeles son representados adorando al Señor sin cesar (Salmo 148:1-2 y Apocalipsis 4 y 5).

Cuando los ángeles le hablan a una persona, siempre usan el lenguaje nativo de esa persona. Pero la Biblia indica que los ángeles tienen su propio lenguaje que usan entre ellos mismos (1 Corintios 13:1).

Los Tipos de Ángeles

Existe una gran variedad de ángeles, además de los regulares y los caídos.

La Biblia indica que Satanás pudo haber sido originalmente el ángel supremo. Antes de su caída, él es llamado “el querubín ungido” (Ezequiel 28:14). Es descrito además como “el sello de la perfección, lleno de sabiduría y perfecto en belleza” (Ezequiel 28:12-13). Después de la caída de Satanás, un ángel llamado Miguel se convirtió en el jefe de las huestes celestiales de Dios. Él es el único ángel al que se hace referencia en la Biblia como un “arcángel” (Judas 9).

Las Escrituras hebreas retratan a Miguel como “el gran príncipe que vela sobre los hijos de tu pueblo” [los judíos] (Daniel 12:1). El libro de Apocalipsis describe a Miguel como el comandante en jefe de los ejércitos de Dios y, en esta capacidad, hace guerra  contra Satanás en la mitad de la Tribulación, cuando Satanás intenta por última vez tomar el trono de Dios (Apocalipsis 12:7-9). Tan poderoso e importante es Miguel, que algunos grupos sectarios, como los Testigos de Jehová y los Adventistas del Séptimo Día, lo han identificado incorrectamente con Jesús.

"El Canto de los Ángeles" (1881), una pintura de un artista francés llamado William-Adolphe Bouguereau (1825-1905).

En 1 Tesalonicenses 4:16 se nos dice que cuando Jesús aparezca para el Rapto de la Iglesia, el evento será anunciado por el grito de un arcángel. Dado que Miguel es el único ángel identificado en las Escrituras con este título, es muy probable que será él quien pronunciará el grito.

Otro ángel muy importante es Gabriel. Él emerge en las Escrituras como el mensajero principal de Dios. Él se le apareció dos veces a Daniel, primero para interpretar una visión concerniente al Anticristo (Daniel 8:15-26) y segundo, para presentar la profecía de las 70 Semanas de Años (Daniel 9:20-27).

En el Nuevo Testamento, Gabriel sirve como un ángel de anunciación. Él fue el que le proclamó a Zacarías que su esposa daría a luz a un profeta llamado Juan (Lucas 1:8-20). Y él es el ángel que le dijo a María que ella sería la madre del Mesías (Lucas 1:26-33).

Hay dos grupos misteriosos de ángeles que ocupan la sala del trono de Dios. Son llamados serafines y querubines. Los serafines son representados sólo una vez en las Escrituras, en Isaías 6:1-3. En este pasaje se le da a Isaías un vistazo de la sala del trono de Dios en el Cielo. Él mira criaturas angelicales llamadas serafines flotando sobre el trono de Dios. Son descritos teniendo seis alas cada uno. Parecen ser líderes de adoración ya que ellos exclaman, “Santo, santo, santo, es el Señor de los ejércitos, toda la tierra está llena de Su gloria”.

Los querubines son mencionados por primera vez en Génesis 3:24. Después de la caída de Adán y Eva y su expulsión del Jardín del Edén, Dios puso querubines con espadas en llamas “para guardar el camino al árbol de la vida”. A continuación son mencionados en Éxodo 25, donde Dios le dijo a Moisés que colocara imágenes de dos querubines en el asiento de misericordia (la cubierta) del Arca del Pacto (Éxodo 25:18-20).  

Cuando el Rey Salomón construyó su magnífico templo, colocó dos imágenes gigantescas de querubines en el Lugar Santísimo. Sus alas extendidas se cernían sobre toda la cámara, incluyendo al Arca del Pacto con sus querubines más pequeños (2 Crónicas 3:8-14). Estos usos simbólicos de los símbolos de querubines indican que los querubines son guardianes especiales de las cosas de Dios. 



La descripción más detallada de estas enigmáticas criaturas celestiales se puede encontrar en el capítulo uno de la profecía de Ezequiel. Él era un prisionero en Caldea junto al río Quebar, cuando tuvo una visión de una tormenta proveniente del Norte con figuras brillantes en las nubes (Ezequiel 1:1-4). Los describió como “cuatros seres vivientes” que tenían “forma humana”, pero cada uno de ellos tenía cuatro caras y cuatro alas (Ezequiel 1:4-6). Brillaban como bronce bruñido (Ezequiel 1:7). Cada una de estas criaturas tenía la cara de un hombre, la cara de un león, la cara de un toro y la cara de un águila — que aparentemente representan toda la creación de Dios (Ezequiel 1:10) —.

Tres de las cuatro caras de un querubín

Ezequiel más tarde identifica a estas criaturas como querubines (Ezequiel 10:15), cuando los encuentra por segunda vez. El segundo encuentro es triste. Ocurrió cuando Dios decidió retirar su gloria del Lugar Santísimo, en preparación para la destrucción de Jerusalén por los caldeos. Mientras la gloria del Señor (lo que los judíos llamaban “la Shekiná”) se iba, Ezequiel fue testigo de los querubines que la acompañaban al Cielo (Ezequiel 10:1-22).

Cuando el apóstol Juan fue arrebatado al Cielo desde la isla de Patmos, vio criaturas similares delante del trono de Dios. Como Ezequiel, se refirió a ellos como “cuatro criaturas vivientes” (Apocalipsis 4:6). Lo que él vio era muy similar, pero no exactamente igual. Él no menciona que cada una tenga cuatro caras, y dice que tenían seis alas en lugar de cuatro. Pero sí afirma que cada una tenía una cara diferente, y las caras mencionadas son las mismas que Ezequiel vio — león, buey, hombre, y águila —.

"La Escena del Trono Esmeralda", por Pat Marvenko Smith (revelationillustrated.com)

El único otro ángel especial mencionado en las Escrituras es uno muy especial de hecho. Él es quien a lo largo de todo el Antiguo Testamento es referido como “El Ángel del Señor”. Creo que Él no es otro que Jesús haciendo apariciones pre-encarnadas. 

En el segundo y último segmento de nuestro estudio, veremos el ministerio que llevan a cabo los ángeles y el papel que ocuparán en los tiempos del fin. 

Artículo recomendado:
»» Estudio Bíblico Mesiánico: La Trinidad (pdf)

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Ministry of Angels

martes, 23 de mayo de 2017

Película: La Luz del Mundo

Presenta a Jesucristo como Creador, Redentor y Rey de reyes




En esta película, La Luz del Mundo, Jack Chick usa el talento que Dios le ha dado para entregar el evangelio en una forma  convincente y dramática.

La verdad como nunca antes la ha visto

Esta película de 78 minutos de duración lo lleva en un viaje inolvidable, mostrando el relato bíblico de la creación del hombre y la entrada del pecado en el mundo. Vea por qué Jesucristo vino al mundo y cómo resolvió el problema del pecado de una vez y para siempre.  Siga la vida del Señor, desde su milagroso nacimiento hasta la agonía de la crucifixión y su gloriosa resurrección. Los inconversos se darán cuenta del terrible precio que Cristo pagó por los pecados de ellos, y comprenderán por qué él es el único camino al cielo.

La Biblia cobra vida

Gracias a más de 360 óleos impresionantes, le parecerá estar realmente allí, observando cómo se desarrolla la historia bíblica. Se emocionará al escuchar la conmovedora narración de José Caballero, teniendo como trasfondo musical la magnífica obra original del compositor John Campbell. A esto añada los inolvidables efectos de sonido y experimentará el mensaje de la Biblia como nunca antes. Muchas personas, al presenciar proyecciones de esta película, han derramado lágrimas. 

La historia real

En estos tiempos cuando muchos cristianos están produciendo películas con un mensaje moderado, para no "ofender" a algunas personas, La Luz del Mundo provee exactamente lo que usted esperaría de Jack Chick: una presentación del evangelio que es clara, bíblicamente exacta, directa y con un emotivo llamado a la salvación.

¿Conoce a personas inconversas que ven televisión?

Millones de personas son adictas a la televisión, por lo que este es un gran medio para alcanzarlos con el evangelio. Invite a su hogar a familiares, amigos, vecinos y otras personas que no son salvas para que vean la película. O présteles la película para que la vean cuando tengan tiempo. De una u otra manera, recibirán el evangelio en una forma que nunca olvidarán. También puede mostrarla si hay personas inconversas en una clase de escuela dominical, en el grupo de jóvenes y el de adultos, en estudios bíblicos o células en hogares.

¿Desea creer en Cristo ahora mismo?

Lo más resaltante de la película es la conmovedora invitación a creer en Cristo. Después de ver lo que dice la Biblia -que el cielo o el infierno será su hogar eterno-, y mientras su corazón está aún sensible, las personas tienen la oportunidad de orar para recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador personal.

Fuente: Publicaciones Chick

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Más estadounidenses ahora creen que la Biblia es un libro de fábulas, no la Palabra de Dios literal

Una mujer lee el libro de Josué durante el 27mo Maratón Anual de la Lectura de la Biblia en Washington, el 2 de mayo de 2016.


Más estadounidenses ahora creen que la Biblia es un libro de fábulas e historia que aquellos que creen que es la Palabra de Dios literal, revela una encuesta de Gallup publicada el lunes de esta semana, e incluso menos de un tercio de los cristianos dicen que debe tomarse literalmente.

“En las últimas tres décadas, la opinión de los estadounidenses de la Biblia como la Palabra de Dios literal ha estado declinando, mientras que su visión de que la Biblia es una colección de fábulas, mitos e historia registrada por el hombre ha ido aumentando”, Gallup observó acerca de la encuesta, la que se llevó a cabo entre 1,011 adultos estadounidenses entre el 3 y al 7 de mayo, con un margen de error de muestreo de más o menos 4 puntos porcentuales, con un nivel de confianza del 95 por ciento.

Entre todos los estadounidenses de la muestra, menos de uno de cada cuatro, de 24 por ciento en total, dijo que la Biblia es “la verdadera Palabra de Dios, y debe tomarse literalmente, palabra por palabra”.

Un poco más alto, un 26 por ciento dijo que la Biblia es “un libro de fábulas, leyendas, historia y preceptos morales registrados por el hombre”.

Mientras que otro 47 por ciento dijo que creen que la Biblia es “inspirada por Dios, pero no todo debe tomarse literalmente”, Gallup dijo que es la primera vez en sus observaciones de cuatro décadas que el literalismo bíblico no ha superado al escepticismo bíblico.

La creencia en la Biblia como la Palabra de Dios literal fue la menor entre los jóvenes de 18 a 29 años de edad, con el 12 por ciento apoyando tal punto de vista y el más alto entre los de 50 a 64 años de edad, con un 31 por ciento.

Cuando se trata de cristianos, Gallup registró que el 30 por ciento en total está de acuerdo en que la Biblia es la Palabra de Dios literal, el 54 por ciento dijo que fue inspirada por Dios, y el 14 por ciento dijo que era un libro de fábulas.

La encuesta dividió la categoría cristiana sólo en dos agrupaciones  católicos romanos, 21 por ciento de los cuales respaldaron la postura literal, y “protestantes/otros cristianos”, con un 35 por ciento .

“Los estadounidenses en todos los grupos de edad aún aceptan en gran medida la Biblia como un documento santo, pero la mayoría de ellos minimizan el papel directo de Dios en él. Eso podría significar que la gente está más dispuesta que en el pasado a creer que está abierta a la interpretación — si el hombre, no Dios, escribió la Biblia, más puede ser cuestionado analizó Gallup.

“Y eso, a su vez, puede tener consecuencias para los estadounidenses que se enfrentan a una serie de problemas moralmente oscurecidos”, añadió.

“El país puede estar viendo esto en la creciente aceptación pública de una variedad de comportamientos que una vez fueron en gran medida mal vistos desde una perspectiva cristiana — desde el matrimonio homosexual y el sexo premarital hasta los nacimientos fuera del matrimonio y el suicidio asistido por médicos” .

LifeWay Research publicó otra encuesta nacional sobre la Biblia en abril, y encontró que sólo el 20 por ciento de los estadounidenses han leído la Biblia en su totalidad, aunque la mayoría tenía sentimientos positivos hacia ella.

La encuesta mostró que el 10 por ciento de los encuestados no había leído para nada la Biblia en lo absoluto; 13 por ciento sólo unos pocos; 30 por ciento varios pasajes o historias; 15 por ciento por lo menos la mitad de la Biblia; 12 por ciento casi todo, y sólo el 20 por ciento dijo que había leído toda la Biblia.

Sin embargo, más de la mitad de los encuestados, o 52 por ciento, la llamó una “buena fuente de moral”. Un poco más de un tercio más lo describió como un “relato histórico”, “útil hoy”, “verdadera” y “que cambia la vida”.

“La mayoría de los estadounidenses no conocen de primera mano la historia general de la Biblia, porque rara vez la agarran”, dijo Scott McConnell, director ejecutivo de LifeWay Research en un informe anterior.

“Incluso entre los asistentes a la adoración, menos de la mitad leen la Biblia diariamente. La única vez que la mayoría de los estadounidenses escuchan de la Biblia es cuando alguien más la está leyendo”.

Traducido por:

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»» La Biblia

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lunes, 22 de mayo de 2017

El Pecado que Nadie Confiesa

Por William MacDonald


“Sin embargo, grande ganancia es la piedad con contentamiento.  Porque nada trajimos a este mundo, y es evidente que nada podremos sacar. Así que, teniendo el sustento y con qué cubrirnos estaremos contentos con esto.  Porque los que desean enriquecerse caen en tentación y trampa, y en muchas pasiones insensatas y dañinas que hunden a los hombres en ruina y perdición.  Porque el amor al dinero es raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, fueron descarriados de la fe y se traspasaron a sí mismos con muchos dolores”.


“A los ricos de la edad presente manda que no sean altivos ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas sino en Dios quien nos provee todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 8 Que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, que sean generosos y dispuestos a compartir,  atesorando para sí buen fundamento para el porvenir para que echen mano de la vida verdadera”.

1 Timoteo 6:6-10; 17-19 (RVA-2015)


En 1 Timoteo 6:3-5, Pablo le advierte a Timoteo sobre ciertos líderes cristianos que creen que el ministerio cristiano es una forma de enriquecerse. Estos nombres suponen que la piedad profesional es una forma fácil de llenarse de oro los bolsillos. Sus descendientes aún están con nosotros (celebridades de radio y televisión que han elevado la captación de recursos a la categoría de arte y la han reducido a una ciencia). A través del uso de ciertas estrategias psicológicas y astutas, manipulan a algunos creyentes que son fácilmente impresionables. Siempre tienen algún nuevo proyecto para agregarle a su vasto imperio. Ellos viven en casas lujosas, construyen carteras de inversión bastante abultadas, visten ropas y joyas muy elegantes, y exhiben un peinado realizado por el coiffure de moda. Y todo esto lo hacen en nombre de nuestro Amigo de Nazareth, el cual no tenía ni un centavo. 

El apóstol advierte a Timoteo que se aleje de estos traficantes religiosos, y por implicación de sus prácticas. La combinación ideal es tener piedad con contentamiento. Una persona piadosa que tenga contentamiento, que sea rica en carácter y rica en las pocas cosas que desea, tiene algo que el dinero no puede comprar.

Malcolm Muggeridge testificó que los momentos más felices de su vida fueron aquellos en los que disfrutó de la sencillez y la austeridad (una pequeña cabaña, una mesa, una silla, un poco de arroz sobre una hoja verde). Estas cosas, dijo, conllevan su cuota de entusiasmo. 

Nada hemos traído a este mundo y ciertamente nada nos llevaremos del mismo. Las manos de un recién nacido están cerradas con firmeza pero no tienen nada en ellas. Cuando la persona muere más adelante, sus manos están abiertas y vacías. Alejandro Magno dejó instrucciones para que cuando muriera, sus manos quedaran visibles con sus palmas vacías. Había conquistado al mundo pero había muerto con las manos vacías. 

El Dr. James Dobson aprendió esta lección al jugar un juego con su familia. Dejaremos que él nos cuente la historia. 

Shirley y yo nos casamos en 1960 y no tuvimos ninguna especie de problema financiero debido a que no teníamos finanzas. A partir de allí el Señor nos bendijo, y hemos probado un poco lo que el mundo piensa que debes tener para ser feliz, como una casa, un auto, y otras cosas. Pero estoy aprendiendo más y más que la felicidad no se encuentra en las posesiones materiales. El Señor me ha estado enseñando sobre el vacío del materialismo, incluso ha usado un juego para trasmitirme el mensaje. 

Recientemente con mi familia jugamos Monopolio, haciendo que volviera a jugarlo por primera vez luego de más de quince años. Unos momentos después de empezar, volví a sentir aquel entusiasmo y pasión, especialmente cuando comencé a ganar. Todo me salía bien y llegué a ser el maestro de la partida. Ya era dueño del Boardwalk y del Park Place, y tenía casas y hoteles por todos lados. Mi familia estaba ofuscada, y yo colocaba billetes de 500 dólares en mis bolsillos, debajo del juego y en el asiento. Repentinamente el juego terminó. Yo había ganado. Shirley y los chicos fueron a la cama y yo puse todo de nuevo en la caja. Entonces me impactó un sentimiento de vacío. Todo el entusiasmo y la pasión que había sentido anteriormente no tenían fundamento. No poseía a nadie más que aquellos a quienes había derrotado. ¡Todo lo demás tuvo que volver a la caja!

El Señor me mostró que debía aprender una lección más allá del juego del Monopolio. Reconocí que también estaba siendo testigo del juego de la vida. Luchamos para acumular y comprar y poseer y refinanciar, y repentinamente llegamos al final de nuestras vidas y tenemos que colocar todo nuevamente en la caja. No podemos llevar ni un sólo centavo. No hay compañías de transporte que nos acompañen a través del Valle de Sombra de Muerte. Ahora entiendo por qué la Escritura nos dice: "La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee".

En algunos países atrapan a los monos colocando arroz en un recipiente lo suficientemente grande como para que el animal logre hacer entrar su mano vacía. Cuando obtiene el arroz y cierra su puño ya no la puede quitar. Pero no suelta el arroz. Por lo cual queda atrapado. Atrapado por su propia codicia.

Anteriormente Pablo sobre habló sobre el contentamiento. Ahora el versículo 8 lo define como una satisfacción provocada por la comida y la vestimenta. La palabra que usa para "abrigo " no sólo se refiere a la ropa sino también a un techo sobre nuestra cabeza. Así que se refiere a lo básico de la vida. Nos hemos familiarizado tanto con este versículo que dejamos de darnos cuenta lo radical que es. 

Quizá nos ayude si recordamos cuan pocos creyentes que conocemos quedan satisfechos con la comida, la ropa y la casa. Para una mayoría de la cristiandad sería muy bueno si este versículo no estuviera en la Biblia. 

En el versículo 9 el apóstol continúa hablando y se refiere a aquellos que desean hacerse ricos. Esto incluye a todos, tanto a los ricos, como a los pobres. Incluye a todo aquel que sea avaro. La avaricia es la compulsión de obtener cada vez más, la determinación de obtener algo incluso si Dios no quiere que la persona lo tenga. Una persona codiciosa no puede disfrutar de algo a menos que lo posea o por lo menos que posea parte de ello. 

El pecado puede ser sexual (''No codiciarás la mujer de tu prójimo") o, como en el caso de 1 Timoteo 6, puede ser materialista. En todo caso, se trata de idolatría porque adora y sirve aquello que es creado en vez de al Creador.

El problema es que hemos tomado este pecado y lo hemos bautizado con el bautismo cristiano. Le hemos otorgado un respeto cristiano al llamarlo prudencia, sentido común, responsabilidad financiera, y previsión. Cuando preguntamos, "¿Cuánto vale aquel hombre?" queremos decir, "¿Cuánto dinero ha acumulado?" "Avanzar en el mundo" significa acumular cosas materiales. Llamamos a los codiciosos "la crema de la sociedad" y "la cresta de la ola". Algunos han señalado que la codicia fue la que vendió a Jesús por 30 piezas de plata. Una vez que Cristo fue vendido para ir a la cruz, la iglesia profesante comenzó a vender la cruz misma. Luego comenzó a vender la forma de llegar al cielo a través de las indulgencias, prometiendo la liberación del purgatorio. 

La codicia niega el verdadero propósito de nuestra existencia. Se olvida que estamos aquí con una misión superior que la de hacer dinero o absolvernos a nosotros mismos. Se olvida que el mejor uso de nuestro dinero es para propósitos espirituales. Es engañosa. J.H. Jowett dijo,

Las riquezas pueden hacer que un hombre piense que crece en tamaño cuando en realidad está decreciendo. Considera su propio tamaño en base a sus ingresos y no en base a sus egresos por razones de beneficencia. Mientras sus ingresos se expanden, sus egresos se contraen. 

Es irracional. Luchamos por obtener cosas que no necesitamos para impresionar a gente que no nos cae bien. 

El hecho que amontonemos dinero que podría usarse en la propagación del evangelio frustra el plan de Dios en pro de la evangelización mundial. 

Descalifica a una persona del liderazgo de la iglesia, ya que un anciano debe ser "no codicioso" (1 Timoteo 3:3). Pero, peor que eso, excluye al hombre del reino de Dios (1 Corintios 6:10). 

Aquí en nuestro pasaje, Pablo advierte a Timoteo que el deseo de enriquecerse conduce a la tentación. Un hombre codicioso buscará medios ilegales para obtener lo que quiere. Esto lo conduce a una trampa. Es como aferrarse a un cable de electricidad pelado; no puede soltarlo. O como beber agua salada; produce más sed. 

Un hombre le dijo a un amigo, "Cuando tenía 500 dólares era feliz. Ahora tengo un millón y soy un miserable".

"No hay problema", dijo el amigo, "regala los 950.000". 

El millonario se quejó, "no puedo".

El deseo de enriquecerse lleva a "muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición ". Estas son expresiones fuertes. Pablo advierte que la codicia conduce a la ruina eterna. ¡Qué extraño, por lo tanto, que los creyentes aprueben aquello que Dios condena en forma tan fehaciente! 

El amor al dinero es la raíz de todos los males. Por ejemplo, es la raíz de las mentiras. J.H. Jowett cuenta que le pidió ayuda a un hombre acaudalado en Nueva York a favor de una causa extremadamente digna. 

Su rostro inmediatamente respondió mi apelación, y habló como si él fuera alguien al borde la miseria: "En realidad no puedo darte dinero. Con todo lo que está sucediendo no sé en qué vamos a terminar". Pocas semanas después murió y su testamento tenía más de 60 millones de dólares. Me pregunto, me pregunto si al final de su último día escuchó al mensajero del Señor diciéndole, "Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?".

El amor al dinero conduce a cometer fraudes, robos e incluso homicidios. Resquebraja matrimonios y arruina a los hijos. Causa perturbaciones nerviosas y emocionales, y ha conducido al suicidio. Las personas acaudaladas viven en el temor del robo, secuestro y extorsión. Se preocupan sobre la inflación y el colapso mercantil. Sufren de estrés, aburrimiento, insatisfacción y envidia. Algunas veces caen en la prisión y en la desgracia. Debido a que las Escrituras condenan todo ese estilo de vida, se apartan de la fe en lugar de lograr un verdadero cambio. Ellos tergiversan, cambian y reescriben la Biblia para justificar su afluencia. No sólo eso, son traspasados con muchos dolores. Cuando Howard Hughes murió, dejó un estimativo de unos 2.300 millones de dólares. Sin embargo una revista informó:

Paradójicamente, para todo el poder que poseía, vivió una vida sombría, sin alegría, media lunática fue prácticamente prisionero de sus propios temores y debilidades. Quien una vez fue una figura vibrante y dinámica, descuidó su apariencia y salud durante los últimos quince años, hasta que se convirtió en un espectro patético. Era adicto a las drogas. Su apariencia física era terrible. Si bien cuatro doctores rotaban para cuidarlo, su condición médica era muy pobre. Su principal entretenimiento era mirar películas. Vivía semana tras semana en base a una dieta que incluso una tienda de artículos a diez centavos habría despreciado, pero era muy meticuloso sobre la preparación de la misma. Comía una cucharada de sopa y entonces se interesaba en una película. La misma sopa era recalentada doce veces. 

Al terminar esta sección, Pablo le dice a Timoteo que se encargue de aquellos que son ricos en este mundo. Que no deberían ser orgullosos ni arrogantes, ni confiar en las riquezas inciertas. Más bien su confianza debía estar en el Dios vivo, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. Esta última expresión "el cual nos da abundantemente para que las disfrutemos" a menudo se ha usado para justificar la acumulación de riquezas. Pero el siguiente versículo lo explica todo muy bien. 

No disfrutamos el dinero cuando se apila en el banco, sino cuando lo usamos para hacer lo bueno, para distribuir a los necesitados, y para compartir con nuestros vecinos menos afortunados. De esa forma, amontonamos una gran recompensa en el mundo venidero y disfrutamos una vida que ciertamente es vida. 

¿Qué concluimos? Ronald Sider nos lo dice en su libro. Rich Christians in an Age of Hunger (Cristianos Ricos en una Época de Hambre). 

El rico necio es el epítome de la persona codiciosa. Él tiene una compulsión avara para adquirir más y más posesiones a pesar que no las necesita. Y este éxito fenomenal de apilar más y más posesiones conduce a la conclusión blasfema que las posesiones pueden satisfacer sus necesidades. Pero desde la perspectiva divina, esta actitud es una tremenda locura. Él no es más que un necio.

Acerca del autor: William MacDonald, por más de cincuenta años, abordó los temas cruciales del cristianismo, en términos claros y sencillos. Sus más de ochenta libros se caracterizan por una presentación enérgica y valiente de la verdad.

Tomado de:

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jueves, 18 de mayo de 2017

Libro: Confiando en Dios — Capítulo 7

Luchando con Dios 

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Aunque el trabajo que me habían ofrecido era excepcional, tenía algunas fuertes reservas sobre él. La universidad estaba relacionada con una denominación que tenía una reputación muy liberal. No podía entusiasmarme en recaudar dinero para para ayudar a la propagación del liberalismo teológico.

Planteé este punto al nuevo presidente de la universidad, que me había ofrecido el trabajo. Me aseguró que la escuela no compartía el punto de vista liberal de la denominación que la apoyaba. “Estamos ubicados en una zona conservadora”, señaló, “y debemos mantener una postura conservadora si queremos atraer el apoyo de las iglesias que nos rodean”.

Una Experiencia en el Desierto

Pronto iba a descubrir que, en religión, así como en la política, los términos “conservador” y “liberal” son altamente subjetivos. Rápidamente me di cuenta que lo que el presidente de la universidad consideraba “conservador”, no era para mí más que puro liberalismo.

Debido a que sospechaba desde el principio, me negué a trasladar a mi familia a Oklahoma. Decidí conseguir un apartamento y comprobar la situación. Durante los siguientes seis meses viví solo, viajando a Dallas los fines de semana.

No me di cuenta de ello en el momento, pero Dios me había maniobrado exactamente hasta el lugar donde Él me quería — solo y aislado —. Él estaba determinado a obtener toda mi atención. Él me había preparado para una experiencia en el desierto. 

Confundido Otra Vez

La desilusión con el nuevo trabajo se estableció casi en el momento en que llegué al campus. La escuela había sido completamente secularizada. Estaba relacionada con la iglesia sólo de nombre. Los profesores de religión se burlaban abiertamente de la Biblia. Los fundamentalistas eran ridiculizados. Mis peores sospechas demostraron ser ciertas.

Estaba desconcertado de nuevo. ¿Por qué Dios me había dirigido a este lugar? Estaba bordeando la desesperación, cuando decidí ponerme de rodillas. Comencé a orar con un celo que nunca antes había experimentado.

Cada noche derramaba mi corazón ante Dios. “Oh Señor, ¿por qué estoy aquí? Estoy tan solo, tan vacío, tan confundido. ¿Cuál es tu voluntad para mí? ¿Qué debo hacer para recibir la paz? Ten misericordia de mí, oh Señor. Ten misericordia. Muéstrame lo que quieres que haga. Estoy cansado de huir de Ti. Estoy agotado de estar fuera de Tu voluntad. Cierra todas las puertas que no quieres que pase. Deja abierta sólo la puerta por la que quieres que entre, y luego dame el valor y fe para pasar por ella. ¡Por favor, querido Dios, muéstrame Tu voluntad!”.

Noche tras noche continué orando y llorando delante del Señor. Finalmente, una noche, estaba tan exhausto que me callé y simplemente me arrodillé junto a mi cama en silencio. Fue entonces cuando escuché la voz de Dios — no audiblemente —. Era su Espíritu testificando al mío. El mensaje era claro y preciso: “Renuncia a tu trabajo. Abandónalo en fe y predica, ‘Jesús viene pronto’. Predica, ‘Huyan de la ira venidera’”.

Un Mensaje Desafiante

Era un mensaje de “buenas noticias, malas noticias para mí. La buena noticia era el llamado a predicar la pronta venida de Jesús. El Espíritu Santo me había conducido a un estudio intensivo de la profecía bíblica, que me había llevado a la conclusión de que estamos viviendo en la época del regreso del Señor. El mensaje era fuerte en mi corazón. De hecho, como Jeremías, estaba ardiendo en mi pecho (Jeremías 20:9). Era un mensaje que ardientemente quería proclamar. 

La mala noticia era que el Señor quería que lo hiciera por fe. Eso me mató del susto. Había enseñado mucho acerca de la fe y había predicado sobre la fe. Pero en realidad nunca había hecho algo por fe. Descubrí que hay un salto entre predicar y hacerlo. 

Así que, en vez de decir, como Isaías, “Heme aquí Señor, envíame”, comencé a poner excusas como lo hizo Moisés cuando dijo, “Heme aquí Señor, envía a Aarón”. Di rodeos por todo el lugar.

“Pero Señor”, dije, “¿cómo me voy a mantener? Todavía estoy pagando la deuda de mi negocio. Y tengo una hija que está a punto de comenzar la universidad. ¿Cómo pagaré su matrícula?”.

Las excusas siguieron una tras otra. Bombardeé al Señor con preguntas. La única respuesta que recibí fue la misma orden: “Renuncia a tu trabajo. Abandónalo en fe y predica, ‘Jesús viene pronto’. Predica ‘Huyan de la ira venidera’”.

El Señor no estaba interesado en mis preguntas. Su única preocupación era mi obediencia.

Continuando Resistiendo

Pero no estaba listo para obedecer. Quería luchar. Intenté mi viejo truco de un arreglo. “Está bien, Señor”, dije, “Te encontraré a medio camino. Hallaré una iglesia donde pueda predicar. De esa forma tendré un ingreso asegurado. Luego saldré durante la semana a otras Iglesias y proclamaré el pronto regreso de Tu Hijo”.

El Señor no estaba impresionado. Su única respuesta fue una pregunta: “¿Es eso fe?”. Sabía que no lo era. Pero no tenía la fe para hacer lo que Él quería que hiciera. Seguí luchando con Él. 

Cuando recuerdo la lucha y considero mi increíble terquedad y mi falta de fe, sólo puedo alabar a Dios por ser tan paciente y lleno de benignidad. En lugar de lavarse Sus manos de mí con disgusto, comenzó a darme una confirmación sobrenatural de Su voluntad para mi vida. Esa confirmación iba a cambiar radicalmente mi vida, al impulsarme al centro de Su voluntad.

Traducido por Donald Dolmus

Estimado lector: Sus contribuciones voluntarias serán de gran ayuda para que este libro sea traducido en su totalidad al español. Si siente de parte de Dios apoyar este proyecto, escríbame a mi correo electrónico, para indicarle cómo podrá hacerlo.

miércoles, 17 de mayo de 2017

La Pesadilla de Hitler (en pdf)

¿Podría suceder en Estados Unidos?


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Ahora quiero llamar su atención a otra importante voz profética que Dios ha llamado para advertir a nuestra nación — a saber, Erwin Lutzer, el pastor de La Iglesia Moody en Chicago, Illinois .

Él ha estado hablando con fuerza y valientemente durante varios años, sin temor de aquellos dedos que podría pisar.

Como ejemplos de lo que está diciendo a nuestra nación, me gustaría señalarle dos fuentes en particular. Una de ellas es un sermón suyo que puede encontrar en el sitio web de la iglesia. Se titula, “La Crisis Espiritual de Estados Unidos” (disponible sólo en inglés). La otra es un libro excepcional que fue publicado en 2010. Se titula, “Cuando una Nación se Olvida de Dios: 7 Lecciones que Debemos Aprender de la Alemania Nazi”.

La Curva Exponencial (en pdf)

¿Es una señal de que Jesús regresará pronto?


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¿Ha observado cómo casi todo en la vida parece estarse acelerando? El conocimiento ha explotado. Estamos viajando más rápido y más lejos que nunca antes. La comunicación instantánea y mundial se ha vuelto algo común. Y el poder a nuestra disposición es alucinante.

Una Señal de los Tiempos

La Biblia enseña que esta aceleración de la vida que estamos experimentando será una señal de los tiempos del fin — una señal que indicará el pronto regreso del Señor —.

Considere Daniel 12:4. En este versículo, el Señor le dice a Daniel que una de las señales de los tiempos del fin será una aceleración de los viajes y el conocimiento. Esto es lo que este verso dice en la paráfrasis de la Biblia Viviente: “Daniel, mantén esta profecía en secreto…Séllala, de modo que no será entendida hasta los tiempos del fin, cuando los viajes y la educación se incrementarán enormemente”.

El mismo concepto de la aceleración del tiempo del fin se halla en el Nuevo Testamento. Jesús habló acerca de él cuando habló con Sus discípulos acerca de las señales de los tiempos del fin que anunciarían Su regreso (Mateo 24:5 ss.). Él mencionó una gran variedad de señales — espirituales, de la naturaleza, de la sociedad y de la política mundial — y luego dijo que estas señales serían como “dolores de parto” (Mateo 24:8).

Toda madre sabe que a medida que el nacimiento de un bebé se acerca, los dolores de parto aumentan de dos formas. Ellos aumentan en frecuencia e intensidad. De este modo, Jesús estaba diciendo que entre más nos acerquemos al momento de Su regreso, más frecuentes e intensas se volverán las señales. Habrá más terremotos, y éstos serán más intensos. De igual forma, cosas como la hambruna, las pestilencias y las guerras aumentarán en frecuencia e intensidad.

El Concepto Matemático

En matemáticas, esta aceleración es llamada una “curva exponencial”. Este término proviene de lo que ocurre cuando un rápido crecimiento es trazado en un gráfico. Cuando graficamos el crecimiento o el declive de algo, la tasa de cambio se vuelve exponencial cuando ésta comienza a incrementarse o a decrecer tan rápido que la línea del trazado se hace vertical.

Ahora bien, el punto es que la Biblia indica que la curva exponencial será una de las señales de los tiempos del fin, y mi tesis es que estamos viviendo en medio de la curva exponencial. Por lo tanto, estamos viviendo en los tiempos del fin.

Revista Llamada de Medianoche — Mayo 2017

¿El futuro himno nacional de Israel?

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Temas incluidos en esta edición: 

»» 2017: el año de la lucha palestina contra la Declaración Balfour
»» Estado Islámico sueña con atentados en Israel
»» UNESCO asesta otro golpe a Israel
»» La epístola a los filipenses
»» ¿Podía Saulo decidir por sí mismo?

Entre otros

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martes, 16 de mayo de 2017

Libro: Confiando en Dios - Capítulo 6

Descubriendo a Dios

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Dios había conseguido mi atención, pero todavía no me tenía. Durante mis años de huir del Señor, había desarrollado muchas actitudes, pensamientos y hábitos pecaminosos. Estaba en esclavitud al orgullo y la lujuria. Luchaba diariamente con un mal temperamento. Todavía soñaba con el éxito mundano. 

Todavía tenía un largo camino por recorrer, antes de que pudiera convertirme en un siervo útil del Señor. Tenía que conocer a Dios como un Dios personal, cariñoso y poderoso. Tenía que llegar a conocerme a mí mismo — a realmente conocerme — al afrontar honestamente mis faltas. Tuve que aprender cómo entregarme a la voluntad de Dios y, luego, cómo vivir en el poder de Su Espíritu más bien que en el poder de mi carne.

Viendo la Biblia de Manera Diferente

El Señor comenzó el proceso al darme un apetito insaciable por Su Palabra. Había crecido en una iglesia que creía en la Biblia. Teológicamente proclamábamos a la Biblia como la revelada Palabra de Dios, y permanecíamos bajo la autoridad de las Escrituras. Pero, en la práctica, poníamos nuestras tradiciones por encima de la Palabra. Jugábamos con la Escritura. 

Cuando la Palabra contradecía nuestras doctrinas, espiritualizábamos o dispensacionalizábamos el pasaje. La espiritualizábamos diciendo que el pasaje no significaba lo que decía. La dispensacionalizábamos argumentando que el pasaje había dejado de ser válido al final del Siglo I. 

También solíamos usar la Biblia como un manual de debate. En lugar de leerla para buscar la verdad o simplemente para permitir que el Espíritu Santo ministrara nuestros corazones, nos acercábamos a ella como si fuera el Código Anotado de Texas. Buscábamos por textos de prueba para justificar nuestras doctrinas y para demostrar que otros estaban equivocados. Cuando empecé a leer la Biblia de nuevo, el Espíritu me dirigió a leer de una manera diferente. En lugar de buscar por textos de prueba, me encontré leyendo por el puro placer de ello. Mientras leía, comencé a hacer algunos descubrimientos sorprendentes. Por ejemplo, la profecía comenzó a tener sentido, si sólo creía lo que decía. 

De hecho, toda la Biblia empezó a tener más sentido para mí, cuando comencé a aceptar que significaba lo que decía y como aplicable para mí hoy. Como un académico entrenado, siempre me había acercado a la Biblia como literatura para ser analizada, categorizada y teologizada. Ahora me daba cuenta que ella fue escrita para ser creída y obedecida.

Fue difícil, pero empecé a dejar de lado la racionalización, la espiritualización, y la dispensacionalización. Cuando lo hice, descubrí que la Palabra comenzó a transformarme. Por primera vez, mis ojos fueron abiertos a mis propios defectos en lugar de los defectos de los otros. Una y otra vez fui tuve que ponerme de rodillas en arrepentimiento. La Palabra se convirtió en un espejo espiritual que reflejaba mis insuficiencias comparadas con la perfección de Jesús.

Viendo a Dios de una Nueva Manera

También comencé a descubrir algunas cosas importantes acerca de Dios. La primera y la más importante fue la revelación de que Él es el mismo ayer, hoy y siempre (Malaquías 3:6 y Hebreos 13:8).

¡Qué descubrimiento fue para mí! ¡Dios no se había jubilado! Él está vivo. Él sigue siendo el mismo Dios revelado en la Biblia — a Dios que es soberano, personal, amoroso, cariñoso, poderoso y quien todavía interviene en la historia, en respuesta a la fe de aquellos que le buscan —. Apenas podía contener mi alegría. 

Saboreando la Disciplina del Señor 

La Palabra no fue mi único maestro durante esos días difíciles después de mi fracaso empresarial. También fui formado y moldeado por la disciplina del Señor. 

Después de que vendí todos los activos de mi negocio, aún le debía al banco $60,000. Negocié un acuerdo para pagar esa deuda al aceptar pagar al banco un mínimo de $1,000 al mes. Esa obligación significaba que mi familia y yo íbamos a tener que aprender a vivir con un ingreso muy reducido. Todo nuestro estilo de vida fue transformado casi de la noche a la mañana. 

Antes del fracaso del negocio, mis ingresos habían ido en aumento rápidamente casi cada año. Pero, como la mayoría de los estadounidenses cautivados por el materialismo, no importaba lo mucho que ganara, no era suficiente. Siempre necesitaba una casa más grande o un carro más amplio. De repente, teníamos que aprender a vivir con un estilo de vida frugal. La mayor parte de lo que ganaba cada mes era para pagar la deuda. Así que vivimos principalmente del ingreso de mi esposa como una maestra de primer grado. 

Era la disciplina del Señor. No era fácil, pero era otra experiencia espiritualmente transformadora. Fuimos liberados del materialismo. Aprendimos a vivir sencillamente, a cómo contar nuestras bendiciones, a cómo estar satisfechos con lo que teníamos. Comenzamos a aprender sobre cómo confiar en el Señor para proveer para nuestras necesidades básicas.

Jugando al Cristianismo

Pero todavía éramos más o menos lo que yo llamaría “cristianos culturales”. Con esto quiero decir que mi esposa y yo habíamos nacido en familias cristianas, criados en la Iglesia, y considerábamos a los valores cristianos como una parte integral de nuestras vidas. Íbamos a la iglesia regularmente y nos asegurábamos que nuestros hijos estuvieran involucrados en todas las actividades de la iglesia. En resumen, éramos una típica familia estadounidense que va a la iglesia. 

El problema con eso es que no éramos discípulos del Señor comprometidos. Como la mayoría de los cristianos, habíamos aceptado a Jesús como Salvador, pero no como Señor. Habíamos recibido Su Espíritu en nuestras vidas, pero nunca habíamos liberado el poder del Espíritu. Para mí, el Espíritu era un residente, pero no el presidente. Él residía, pero no presidía. Mi ego estaba en el trono de mi vida. 

Todavía necesitaba mucha disciplina del Señor. Comencé a saborearla cuando decidí dar un paso más en la dirección de la voluntad del Señor para mi vida. Había estado predicando a tiempo parcial los fines de semana para una iglesia en Irving, Texas. Cuando el negocio colapsó, me pidieron que me convirtiera en su pastor de tiempo completo. Estuve de acuerdo.

Moviéndome un Paso más Cerca

Por fin, había cedido a la voluntad del Señor para mi vida. Esperaba ser bendecido poderosamente. Esperaba recibir la paz interior que desesperadamente deseaba. Me esperaba una sorpresa.

Debía aprender que el Señor no podía ministrar efectivamente a través de mí porque todavía no me había rendido completamente a Él. Había renunciado a mi carrera, pero no a mí mismo. Todavía tenía mucho pecado en mi vida con el cual me negaba a lidiar. Todavía quería hacer las cosas a mi manera.

Traté de dirigir la iglesia como si dirigiera una universidad o un negocio. Fijé metas, organicé comités e intenté manipular a las personas para que hicieran lo que yo quería. Estaba involucrado en enfrentamientos constantes. 

No estaba lleno del Espíritu. No sabía nada acerca de los dones espirituales. Yo operaba en la carne. Era todo lo que sabía hacer. 

Dios, en Su misericordia, me bendijo de muchas maneras durante los tres caóticos años que serví a esa iglesia. Como dije antes, Él me sumergió en la Palabra. Él comenzó a abrir mis ojos a las cosas del Espíritu. Él comenzó a tratar con el pecado en mi vida. Por medio de todo el conflicto, Él me enseñó más acerca de Sí Mismo, de mí y de otras personas. 

Padeciendo una Crisis Familiar

Cerca del final de ese ministerio, probé la disciplina del Señor de nuevo en un evento traumático que involucró a nuestra hija menor. Ella se involucró con las drogas. Toda su personalidad cambió. Se volvió temperamental y tempestuosa. Su trabajo escolar decline. Las discusiones familiares se volvieron más frecuentes. 

Todos los signos de la participación en drogas estaban allí, pero no los reconocimos. No pudimos comenzar a concebir que una de nuestras hijas podría estar teniendo problemas con las drogas. Esa fue la clase de pesadilla que afligía a otras familias, no a la nuestra. Pero sí nos afligió. Un día culminó con nuestra hija huyendo de casa. Ella sólo tenía 16 años. Desapareció por completo. Durante tres meses no supimos si estaba viva o muerta.

Durante esos horribles días de espera y duda — días de llanto y de búsqueda — Satanás nos atacó con todo lo que podía usar. Fuimos abrumados por la autocondenación. Nos sentimos juzgados y censurados por algunos de nuestros amigos. Cada reportaje parecía contener una historia de horror acerca de la muerte por mutilación de alguien que se había fugado de casa. Un documental especial de la televisión indicó que la mayoría de las chicas terminaban como prostitutas.

Nos sentíamos totalmente impotentes. En nuestra impotencia, nos volvimos a Dios como nunca antes. Mi esposa y yo uníamos nuestras manos y nos poníamos de rodilla, y clamábamos a Dios por misericordia. Admitimos nuestra incapacidad para hacer frente a la situación y, como niños pequeños, clamábamos a nuestro Padre por ayuda.

Una Transformación Espiritual

Mientras nos vaciábamos de nosotros mismos y nos humillábamos delante del Señor, experimentamos la llenura de Su Espíritu. Recibimos una paz que estaba más allá de la comprensión humana. Teníamos la seguridad de que nuestra hija estaba en Sus manos y que todo saldría bien, si tan sólo nos apoyáramos en el poder de Su Espíritu y confiáramos en Su misericordia.

Mi esposa y yo estábamos más cerca uno del otro. Resentimientos prolongados se evaporaron. La mezquindad se disipó. El amor fue renovado. Dios estaba obrando poderosamente por medio de una tragedia para sanar nuestro matrimonio y para renovar y profundizar nuestra relación con Él. 

Nuestra hija fue encontrada vivita y coleando, viviendo y trabajando en una pequeña ciudad en Indiana. Habíamos camino por el valle de sombra de muerte y descubrimos que el Señor camina contigo cada paso del camino si tan sólo se lo permitimos. 

Sintiéndome Confundido

Mi experiencia con la llenura del Espíritu me motivó a iniciar un estudio intensivo del Espíritu Santo y de los dones espirituales. No me tomó mucho tiempo descubrir que yo no tenía los dones espirituales para ser pastor. No tenía el corazón de un pastor. No tenía el amor y la paciencia para pastorear un rebaño del pueblo de Dios.

Para cuando hice ese descubrimiento, ya estaba agotado por operar en la carne y terriblemente confundido. ¿Por qué Dios me había llamado al ministerio sin darme los dones para ser un ministro efectivo? Simplemente no podía entenderlo. Había huido del Señor tan rápido como pude correr durante casi 20 años. Entonces, cuando dejé de correr y cedí a Su voluntad, Él permitió que fallara de nuevo. ¿Era Él una especie de sadista cósmico?

Decidí abandonar todo el asunto. Renuncié con disgusto y regresé a mi carrera en la educación superior, y acepté una posición como vicepresidente de desarrollo de una universidad privada, relacionada con la iglesia en Oklahoma. 

Decidí que había malinterpretado a Dios. No lo había hecho. Dios simplemente había estado tratando de enseñarme algunas cosas que desesperadamente necesitaba saber si alguna vez iba a ser un siervo efectivo Suyo. 

Ahora Él me estaba preparando para ponerme a través de una experiencia del desierto, que estaba designada a moverme al centro de Su voluntad. 

Lea también:
»» Capítulo 5
»» Capítulo 7


Traducido por Donald Dolmus

Estimado lector: Sus contribuciones voluntarias serán de gran ayuda para que este libro sea traducido en su totalidad al español. Si siente de parte de Dios apoyar este proyecto, escríbame a mi correo electrónico, para indicarle cómo podrá hacerlo.

lunes, 15 de mayo de 2017

Programa de Colaboradores del Ministerio En Defensa de la Fe

Por Donald Dolmus — Fundador y Director del Ministerio En Defensa de la Fe



Estimados amigos: ¡Reciban un saludo fraternal en el nombre de Jesús, nuestra Esperanza Bienaventurada!

El Ministerio En Defensa de la Fe desea invitarlos a convertirse en nuestros colaboradores. Como muchos de ustedes ya sabrán, éste es un ministerio de fe basado en la Biblia, y Cristo-céntrico, dedicado a proclamar el cercano regreso de Jesús, y a edificar al cuerpo de Cristo a través del discernimiento certero y la hábil difusión las profecías bíblicas. Creemos firmemente que el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía, de acuerdo con Apocalipsis 19:10.

Sin exigir garantías de ningún tipo a la iglesia, su servidor recientemente tomó la decisión de estar dedicado a tiempo completo al ministerio (desde comienzos de abril de 2017), para vivir por fe, sabiendo que Dios siempre ha satisfecho todas mis necesidades. 

Una manera en la que usted puede ayudar:

Algunas veces, pastores, iglesias o individuos expresan el deseo de ayudarnos en la obra a la cual el Señor nos ha llamado. Y nos preguntarán acerca de cómo pueden ayudar. Por supuesto, nuestra mayor necesidad es que el pueblo de Dios ore por el ministerio. Ningún precio puede ser puesto sobre el invaluable recurso de la oración. Reconocemos plenamente que la oración ferviente y eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16).

Además, también hemos establecido un medio para que las personas se unan directamente al trabajo del Ministerio En Defensa de la Fe. Lo llamamos "Programa de Colaboradores del Ministerio En Defensa de la Fe". 

Para aquellos que participan en este programa contribuyendo con una cantidad voluntaria por mes, los inscribimos en este grupo especial que constituye la columna vertebral del apoyo financiero y de oración de este ministerio. 

Para mantener a nuestros colaboradores sintonizados con lo que el Señor está haciendo a través de En Defensa de la Fe, publicamos regularmente boletines electrónicos enviados automáticamente por correo electrónico, que incluyen artículos, videos de enseñanza, noticias de interés, y material exclusivo (como libros que son traducidos al idioma español por su servidor). 

El principal beneficio de esta colaboración es que su apoyo impactará a muchas vidas para Jesús. Es el apoyo financiero sacrificial y las oraciones fervientes de nuestros asociados que hacen posible que este ministerio contienda ardientemente por la fe que nos ha sido una vez dada.

Si siente que el Señor lo está dirigiendo a unirse al Programa de Asociados de En Defensa de la Fe, escríbanos a nuestro correo electrónico, o llámenos al teléfono (505)89803356, para indicarle cómo podrá unirse. 

¡Gracias de antemano por responder al llamado!
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