martes, 5 de mayo de 2020

Nota de Duelo




Después de batallar varios años contra la diabetes, el día 24 de abril del año en curso, mi papá pasó a la presencia del Señor. 

El Señor nos dio la paz, el gozo y el consuelo en medio de dicha tribulación. Pudimos ver Su mano proveedora, a través de varias manos que nos ayudaron a cubrir los gastos de la vela y el funeral. 

Quiero agradecerles a todos aquellos de ustedes que, durante ese momento difícil, mostraron su amor hacia él y nosotros de diversas maneras.

Tal como lo afirma la Palabra de Dios, sé que está en un lugar mucho mejor. Por tal motivo, no le dijimos "¡Adiós!", sino "¡Hasta luego!".

Ahora tengo una razón más para desear más que nunca el pronto regreso de Jesús por nosotros. 





miércoles, 22 de abril de 2020

La Pandemia de Coronavirus (parte 2)

¿Qué Está Diciendo Dios?


¡Pandemia!


Volviendo a la Pregunta

Entonces, ¿qué tiene que ver todo esto con la pandemia mundial de hoy?

Desde mediados de la década de 1970, Dios ha estado levantando voces proféticas en todo el mundo, que han llamado a la gente al arrepentimiento. Además, ha estado enviando juicios correctivos para llamar la atención de la gente, para motivarlas al arrepentimiento.

Tomemos a nuestra nación por ejemplo. En mi libro, Voces Proféticas de Dios para Estados Unidos (2017), identifiqué 13 profetas que Dios ha levantado (cuatro en el pasado, y nueve en el presente) para llamar a nuestra nación al arrepentimiento, uno de los cuales era extranjero: Aleksandr Solzhenitsyn. Este gran autor ruso, fue expulsado de su tierra natal después de que revelara la persecución soviética del pueblo ruso en los campos de concentración del gulag, ubicados principalmente en Siberia.

Vino a los Estados Unidos y se estableció en Vermont. En 1978, la Universidad de Harvard lo invitó a ser su orador en la ceremonia de graduación. Llegó al campo como un héroe y se fue como un paria. En lugar de pronunciar un discurso que condenara al comunismo, se centró en los pecados de Estados Unidos, denunciando nuestro materialismo de forma tajante. Profetizó que, como los comunistas que habían sometido a Rusia a un auténtico infierno, nuestros líderes habían olvidado a Dios.

La intelectualidad de Harvard estaba indignada. Lo abuchearon y lo desestimaron como un “reaccionario zarista”.

Dios ha continuado enviándonos voces proféticas y, nosotros, como nación, hemos seguido haciendo oídos sordos a sus ruegos de arrepentimiento y sus advertencias de destrucción inminente. Dios también ha enviado juicios correctivos, como la Guerra de Vietnam, el Huracán Katrina, incendios forestales, líderes impíos y, ahora, la pandemia que está matando a la gente y devastando nuestra economía.

También se han producido juicios correctivos en todo el mundo. consideremos, por ejemplo, los incendios forestales en Australia, la invasión de langostas en África, la epidemia de terremotos a lo largo del “anillo de fuego”, y ahora la pandemia del virus.

Rebelión e Indiferencia Mundial

La rebelión contra Dios y Su Palabra también se ha convertido en una pandemia mundial. Esto es el cumplimiento de las profecías bíblicas sobre los tiempos del fin. Jesús mismo dijo que regresaría en un momento cuando la sociedad llegaría a ser tan malvada como lo era en los días de Noé (Mateo 24:37). Si lee Génesis 6, verá que las características fundamentales de la sociedad de Noé eran la violencia y la inmoralidad. Eso es exactamente lo que vemos en nuestra nación hoy y en todo el mundo. en resumen, hemos llegado.

Creo que Dios está hablándonos a través de la pandemia del virus — advirtiéndonos de Su ira inminente. Está gritando desde los cielos que estamos en el umbral de la Tribulación, cuando derramará Su ira sobre todas las personas y naciones rebeldes en la tierra.

Eso, a su vez, significa que el Rapto está a punto de ocurrir — el evento que se describe en detalle en 1 Tesalonicenses 4:13-18, cuando Jesús vendrá por Su Iglesia, tanto los vivos como los muertos, para librarlos del mundo antes de que la ira de Dios se derrame (1 Tesalonicenses 1:10).

¿Está alguien escuchando? ¿A alguien le importa? El mundo se burla de las voces proféticas y de los juicios correctivos.



La Actitud Estadounidense

Los estadounidenses están entre los peores. Hasta ahora, hemos respondido a voces proféticas como David Wilkerson con burlas, y a los juicios correctivos, como el 11/S con patriotismo. Pero Dios está llamando al arrepentimiento, no a expresiones de grandeza nacional. 

¿Cree que fue sólo una coincidencia que Dios permitió que los terroristas del 11/S atacaran los dos símbolos del orgullo estadounidense: las Torres Gemelas, en la ciudad de Nueva York, y el Pentágono? Las Torres Gemelas representaban nuestra riqueza, y el Pentágono, nuestro poder militar.

Personalmente, siempre he creído que el juicio final de Dios sobre nuestra nación sería la destrucción de nuestra economía. ¿Por qué? Porque el Todopoderoso Dólar se ha convertido en el verdadero dios de los Estados Unidos.

El verdadero Dios de este universo — el que era el Dios de los Estados Unidos hasta la década de 1960 — es un Dios celoso (Deuteronomio 4:24), que odia la idolatría (Éxodo 34:14) y no la tolerará. Nos hemos convertido en una sociedad completamente materialista con un dios falso, y creo que el Dios verdadero va a destruir a nuestro falso. 

Podemos estar agradecidos de que el Dios verdadero es muy paciente y lento para la ira. De lo contrario, nos habría destruido mucho antes. Considere las palabras del profeta hebreo, Nahúm, en el capítulo uno de su profecía:

2) Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos.

3) Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable…

Lea la parte 1 »»aquí

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

martes, 21 de abril de 2020

¿Prometen las Escrituras que "ningún virus puede tocar" tu casa como creyente?

Por George Lawson



Si crees en la interpretación literal de las Escrituras y, al mismo tiempo, también crees que siempre es la voluntad de Dios que seas físicamente saludable y financieramente rico, tienes que preguntarte, “¿me he perdido algo aquí?”… al menos un poco.

Si Jesús prometió a sus discípulos que resucitaría físicamente al tercer día y no lo hizo, ¿creeríamos en algo más de lo que dijo proféticamente? Y si un maestro religioso nos dice que puede proteger a Florida del Coronavirus, o que puede hacer desaparecer el Coronavirus, ¿deberíamos creer cualquier otra cosa que diga proféticamente?

Recientemente he visto videos de predicadores de “Palabra de Fe”, que han enseñado que “ningún coronavirus puede acercarse a usted o a su casa” e intentan basar su falsa enseñanza en las Escrituras. Escuché a un maestro, que usó el Salmo 91:10 para probar que Covid-19 no te afectará a ti, ni a nadie en tu casa.

No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada. Salmo 91:10

¿Nos promete el Salmo 91 que ningún virus puede entrar en nuestro hogar? ¿Nos enseñan las Escrituras que nunca sufriremos enfermedades, desastres, peligros o destrucción?

Permítanme darles al menos 4 razones por las que interpretar las Escrituras de esta manera, en la forma en que algunos maestros proponen que las interpretemos, no es fiel a las Escrituras o al Dios que las autorizó.

1. En primer lugar, no es históricamente cierto decir que los creyentes nunca experimentan enfermedades, desastres, peligros o destrucción.

2. No es contextualmente cierto decir que los creyentes nunca experimentan enfermedades, desastres, peligros o destrucción.

3. No tiene sentido lo que sabemos por el NT decir que los creyentes nunca experimentan enfermedades, desastres, peligros o destrucción.

4. Por último, no tendría sentido lo que sabemos contextualmente del Antiguo Testamento decir que los creyentes nunca experimentan enfermedades, desastres, peligros o destrucción.

Les animo a que lean el artículo completo »»aquí 

lunes, 20 de abril de 2020

La Pandemia de Coronavirus (parte 1)

¿Qué Está Diciendo Dios?


¡Pandemia!


Aclaremos una cosa desde el principio: Dios es soberano, y eso significa que el coronavirus actual fue soltado con Su permiso. Satanás puede haber sido el agente, pero no sería bíblico culpar a Satanás. La Biblia nunca culpa a Satanás por los desastres naturales.

Entonces, ¿qué está haciendo Dios? ¿Qué está tratando de decirnos? Creo que nos está advirtiendo de un juicio inminente y, por lo tanto, está llamando al mundo al arrepentimiento. La Biblia enseña que Dios nunca derrama Su ira sin advertencia, porque no desea que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento y la salvación (2 Pedro 3:9).


Cómo Advierte Dios

Dios advierte de dos maneras. Primero, levanta voces proféticas que identifican los pecados de las personas y les hacen un llamado para que se arrepientan. Luego, si desechan a los profetas y se niegan a arrepentirse, Dios enviará juicios correctivos — de nuevo, con el propósito de llamar a las personas al arrepentimiento.

Deuteronomio 28 contiene una lista detallada de los tipos de juicios correctivos que Dios pondrá en una nación que se vuelve rebelde contra Él y Su Palabra. Incluyen:
  1. Ciudades en caos (versículo 16)
  2. Fracasos en las cosechas (versículos 16-18,38-40,42)
  3. Pérdida de hijos (versículos 18,32,41)
  4. Confusión en todas las empresas (versículo 20)
  5. Pestilencia (versículos 21-22)
  6. Enfermedades (versículos 27,35)
  7. Locura (versículos 28-29,34)
  8. Sequía (versículo 24)
  9. Problemas matrimoniales (versículo 30)
  10. Derrota en guerras (versículo 25)
  11. Dominación extranjera (versículos 33,43-44)
Dios advirtió específicamente a la nación de Judá que, si ignoraban a Sus profetas y Sus juicios correctivos, el resultado final sería la destrucción de su nación y el exilio de su pueblo en todo el mundo.

El Ministerio de Jeremías

Uno de los profetas que Dios levantó para entregar Su mensaje de advertencia a Judá, fue un hombre llamado Jeremías. Dios le dijo que examinara a la nación y que compilara una lista de los pecados del pueblo. Dios estaba muy consciente de los pecados. Quería que Su profeta se diera cuenta de ellos. 

Jeremías reportó una increíble lista de pecados — increíble si se considera el hecho de que Dios había bendecido a Judá más que a cualquier nación que hubiera existido hasta ese momento. Les había dado grandes líderes como Josafat, Ezequías y Josías — el rey que gobernaba cuando Jeremías fue llamado. Sin embargo, el pueblo de Judá le había la espalda a su Creador y Sustentador, el mismo que era la fuente de todas sus bendiciones.

El informe de Jeremías contenía una lista muy sucia de pecados:
  1. Mentiras y blasfemia (5:2)
  2. Inmoralidad (5:7)
  3. Arrogancia (5:12-13)
  4. Injusticia social (5:25-28)
  5. Corrupción religiosa (5:30-31)
  6. Mentes cerradas (6:10)
  7. Avaricia (6:13)
Jeremías procedió a resumirlo todo en tres declaraciones impresionantes:
  • Endurecieron sus rostros más que la piedra” (5:3).
  • Tienen un corazón falso y rebelde” (5:23).
  • Ni aun saben tener vergüenza” (6:15).
Jeremías salió y comenzó a proclamar los pecados de su pueblo, mientras pedía su arrepentimiento. No hace falta decir que esto no lo convirtió en una persona popular. El pueblo de Judá se volvió contra él a lo grande, cuando comenzó a profetizar que, si se negaban a arrepentirse, Dios derramaría Su ira sobre ellos (6:22-26).


El pueblo acusó al profeta de ser “como viento” (5:13). Y se burlaban de él cantando: “Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová” (7:4). Lo que querían decir con esto era que no creían que Dios permitiría que Judá y Jerusalén fueran conquistadas y destruidas, porque Su Gloria Shejiná residía en el Templo.

Pero la destrucción profetizada llegó a manos de los babilonios, que destruyeron completamente Jerusalén y el Templo, en el año 586 a.C. Todo lo cual llevó a la escritura de dos de los versículos más tristes que se encuentran en las Escrituras hebreas (2 Crónicas 36):

15) Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación.

16) Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.


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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

La Interpretación de la Profecía (parte 2 de 2)

¿Un ejercicio de la imaginación o la aplicación del sentido llano?



El Significado de los Símbolos

Pero, “¿qué pasa con los símbolos?”, preguntan algunos. Otra clave crucial es tener en cuenta que un símbolo representa algo, de lo contrario no sería un símbolo.

Jesús es llamado “la rosa de Sarón”. Él no es referido como “el cardo ruso de Texas”. La imagen que evoca una rosa es algo hermoso; un cardo ruso es feo. 

La Biblia es su propio mejor intérprete en cuanto al significado de los símbolos que usa. A veces, los símbolos son explicados claramente, como cuando Dios le revela a Ezequiel el significado de los símbolos en su visión del valle de los huesos secos (Ezequiel 37:11-14). De la misma manera, al apóstol Juan se le dijo el significado de ciertos símbolos que vio en su visión en Patmos del Señor glorificado (Apocalipsis 1:20).

En otras ocasiones, una simple búsqueda de las Escrituras revelará el significado de un símbolo. Considere la declaración en Apocalipsis 12:14, donde dice que el remanente judío escapará del Anticristo al desierto en “las dos alas de la gran águila”.

Una búsqueda en la concordancia mostrará que el mismo símbolo se usa en Éxodo 19:4, para describir la huida de los hijos de Israel cuando escaparon de Egipto. El símbolo, como Éxodo 19 deja en claro, es una referencia poética al cuidado amoroso de Dios. 

La Importancia del Contexto

Otra clave para entender la profecía es una que se aplica a la interpretación de toda la Escritura. Es el principio que el significado de las palabras está determinado por su contexto. 

Me encontré con un buen ejemplo de este problema recientemente en un libro en el que el autor estaba tratando de demostrar que Jesús nunca volverá a reinar sobre esta tierra. Tal posición, por supuesto, le exigía espiritualizar el capítulo 20 de Apocalipsis, donde dice seis veces que habrá un reinado del Señor que durará mil años.

En el intento desesperado de este autor para desestimar los mil años, se refirió a Salmos 50:10, donde dice que Dios es dueño “del ganado de mil colinas” (NTV). Luego preguntó, “¿Hay sólo mil colinas en el mundo?”. Él respondió a su pregunta: “¡Por supuesto que no!”. Luego procedió a explicar que el término se usa figurativamente. Pero luego dio un salto cuántico en la lógica, al proclamar: “Por lo tanto, el término, ‘mil’, siempre se usa simbólicamente”.

No es así. Depende del contexto. En Salmos 50, el término es claramente simbólico. Pero, en Apocalipsis 20, no es así. De nuevo, los mil años son mencionados seis veces. ¿Qué tendría que hacer el Señor para convencernos de que quiere decir mil años? ¿Ponerlo en el cielo con luces de neón? ¡Preste atención al contexto!

Reconciliando Pasajes

Una clave adicional para entender la profecía es una que se aplica a toda la Escritura. Es el principio de buscar todo lo que la Biblia tiene que decir sobre un punto en particular. 

Evite basar una doctrina en un versículo aislado. Todos los versículos sobre un tema particular deben ser buscados, comparados, y luego reconciliados. 

Déjeme darle un ejemplo profético. 2 Pedro 3:10 dice que, cuando el Señor regrese, “los cielos pasarán con grande estruendo…y la tierra y las obras que están en ella serán consumidas”. Ahora, si éste fuera el único versículo en la Biblia acerca de la Segunda Venida, podríamos concluir con seguridad que los cielos y la tierra se quemarán el día que Jesús regrese.

Pero, hay muchos otros versículos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, que dejan muy en claro que el Señor reinará sobre toda la tierra antes de que sea consumida por el fuego. Esos versículos deben considerarse junto con el pasaje de 2 Pedro 3, con el fin de obtener la visión general correcta.

Problemas Especiales

Hay algunos problemas especiales relacionados con la interpretación profética. Uno es que la profecía a menudo se pre-cumple en un tipo simbólico, antes de que se cumpla por completo.

En este sentido, estoy seguro de que el pueblo judío debe haber sentido que Antíoco Epífanes (215-164 a.C.) cumplió las profecías de Daniel acerca de un líder tiránico que perseguiría severamente a los judíos. Pero, 200 años después de Antíoco, Jesús se refirió a esas profecías de Daniel y les dijo a Sus discípulos que aún debían cumplirse.

Otro ejemplo es la señal que Isaías le dio al rey Acaz, para asegurarle que la ciudad de Jerusalén no caería en manos de los asirios, que la tenían sitiada. La señal era que una joven daría a luz a un hijo, cuyo nombre sería llamado Emanuel (Isaías 7:1-19). El pasaje ciertamente implica que dicho niño nació en ese momento.


Pero, cientos de años después, Mateo, por inspiración del Espíritu Santo, se remontó a la profecía de Isaías y proclamó que su cumplimiento final se encontraba en el nacimiento virginal de Jesús (Mateo 1:22-23).

Tiempo Comprimido

Otra característica peculiar de la literatura profética es llamada “telescopía””. Esto ocurre cuando un profeta comprime el intervalo de tiempo entre dos eventos proféticos. Este fenómeno es muy común.

La razón de esto tiene que ver con la perspectiva del profeta. Mientras mira hacia el futuro y ve una serie de eventos proféticos, le parecen como si estuvieran en secuencia inmediata.

Es como vislumbrar una cordillera y ver tres picos, uno detrás del otro, cada uno secuencialmente más alto que el que está frente a él. Los picos parecen estar el uno contra el otro, debido a que la persona que los mira no puede ver los valles que lo separan.

En Zacarías 9:9-10, hay un pasaje con tres profecías que están comprimidas en dos versículos, pero que están ampliamente separadas en el tiempo. El versículo 9 dice que el Mesías vendrá humildemente en un burro. La primera parte del versículo 10 dice que el pueblo judío será apartado. La segunda parte del versículo 10 dice que el Mesías reinará sobre todas las naciones. 

Estos tres eventos — la Primera Venida, la puesta aparte de Israel, y el reinado de Cristo — parecen ocurrir en rápida sucesión, pero, en realidad, hubo 40 años entre los primeros dos eventos, y ha habido casi 2,000 años hasta ahora entre el segundo y el tercer evento. 

Otra forma de ver el fenómeno de la telescopía es centrarse en lo que se denominan “brechas proféticas”. Éstas son los períodos de tiempo entre los eventos proféticos representados por los picos de montaña.

Debido a que los rabinos del Antiguo Testamento no pudieron ver la brecha entre la Primera y la Segunda Venida del Mesías, algunos teorizaron que habría dos Mesías — un “Mesías hijo de José”, que sufriría; y un “Mesías hijo de David”, que conquistaría —. Desde nuestra perspectiva del Nuevo Testamento, podemos ver que los profetas del Antiguo Testamento  estaban hablando de un Mesías que vendría dos veces. Podemos ver la brecha entre las dos venidas.

Un Desafío

Le pregunto: ¿Cómo trata a Zacarías 14 — como hecho o como ficción? —. ¿Es culpable de jugar con la Palabra de Dios, para justificar tradiciones sagradas y doctrinas de hombres?

Lo desafío a interpretar la Palabra de Dios — toda ella — por su significado de sentido llano. Al hacerlo, es muy probable que se vea desafiado a descartar viejas doctrinas y adoptar nuevas. Éste será un proceso doloroso, pero será fructífero, porque será bendecido con la verdad de la Palabra de Dios.

Si ustedes permanecen en mi palabra serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31-32).

Lea la parte 1 »»aquí 

Recursos recomendados

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Interpretation of Prophecy
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