¿Hay Alguna Esperanza Para Israel?
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Profecías que aún Deben Cumplirse
Esto nos lleva a las profecías que aún deben cumplirse para el pueblo judío.
Como verá, hay una horrible, seguida de varias gloriosas.
1) Otro Holocausto
La primera es un segundo Holocausto. Esto ocurrirá durante la segunda mitad de la Tribulación. Los judíos se convertirán en el foco de la ira del Anticristo, y él buscará aniquilarlos. Considere la siguiente profecía contenida en el capítulo 13 de Zacarías:
8) Y acontecerá en toda la tierra, dice el SEÑOR, que las dos partes serán exterminadas en ella y se perderán; pero una tercera parte quedará viva en ella.
9) Y meteré a aquel tercio en el fuego; los fundiré como se funde la plata y los probaré como se prueba el oro. Ellos invocarán mi nombre y yo los escucharé . . .
Dios no va a permitir que esto le suceda al pueblo judío porque los odia o los ha rechazado. Su propósito será llevarlos al final de sí mismos para que, en su total desesperación, finalmente se vuelvan a Él como su única esperanza y reciban a Su Hijo como su Mesías.
Una de las cosas asombrosas de Dios es que Él es tan misericordioso que, incluso cuando derrama Su ira, Su propósito fundamental no es castigar, sino llevar a las personas al arrepentimiento para que puedan ser salvas. Este punto se enfatiza en Isaías 26:9 donde el profeta observa que “cuando tus juicios se manifiestan en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia”,
2) Arrepentimiento
La segunda profecía que aún no se ha cumplido es el arrepentimiento del pueblo judío. El sufrimiento de la tribulación llevará al pueblo judío al punto en que se arrepentirá ante el Señor. Esta es una de las profecías más antiguas de la Biblia, pronunciada por Moisés cuando los Hijos de Israel se preparaban para entrar en su Tierra Prometida. Se puede encontrar en Deuteronomio 4:30:
Cuando estés en angustia y te sucedan todas estas cosas, volverás al SEÑOR tu Dios y obedecerás su voz.
3) Salvación
La tercera profecía futura que aún no se ha cumplido es la salvación de un gran remanente del pueblo judío. Como resultado de su arrepentimiento, este remanente aceptará a Jesús como su Mesías y será salvo. Zacarías describe este glorioso evento en las siguientes palabras que se encuentran en Zacarías 12:10:
Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de súplica. Mirarán al que traspasaron y harán duelo por él con duelo como por hijo único, afligiéndose por él como quien se aflige por un primogénito.
El clímax de este gran día se relata en el siguiente capítulo (Zacarías 13:1):
“En aquel día habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, a fin de limpiar el pecado y la impureza.
Jesús mismo declaró que no regresaría a esta tierra hasta que un remanente de los judíos estuviera listo para proclamar: “Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR”. Usted puede encontrar esa declaración en Mateo 23:
37) “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, así como la gallina junta a sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!
38) He aquí, su casa les es dejada desierta,
39) porque les digo que desde ahora no me verán más hasta que digan: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
4) Reunión en Incredulidad
La cuarta profecía que aún no se ha cumplido es la reunión del pueblo judío en fe. Están siendo reunidos ahora en incredulidad. Pero hay otra reunión en su futuro.
Cuando Jesús regrese, Él va a reunir en Israel a todos los judíos del planeta Tierra que han puesto su fe en Él. Esta reunión se menciona en varios lugares de las Escrituras hebreas. Aquí hay uno de la época de Moisés, que se encuentra en Deuteronomio 30:
1) Sucederá que cuando te hayan sobrevenido todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, si consideras en tu corazón, en medio de todas las naciones donde el SEÑOR tu Dios te haya dispersado;
2) si vuelves, tú con tus hijos, al SEÑOR tu Dios y obedeces su voz con todo tu corazón y con toda tu alma, conforme a todo lo que yo te mando hoy,
3) entonces el SEÑOR tu Dios también te restaurará de tu cautividad. Él tendrá misericordia de ti y volverá a reunirte de todos los pueblos a donde el SEÑOR tu Dios te haya dispersado.
4) Si eres arrojado hasta el extremo de los cielos, de allí te reunirá el SEÑOR tu Dios, y de allí te tomará.
5) Primacía
La quinta y última profecía que el Señor cumplirá para el pueblo judío ocurrirá cuando Él comience Su Reinado Milenial después de Su regreso a esta tierra. Será el establecimiento de Israel como la nación principal del mundo a través de la cual fluirán todas las bendiciones de Dios.
Jesús reinará desde Jerusalén como el Rey del Mundo. David, en su cuerpo glorificado, reinará como el Rey de Israel. Nosotros, en nuestros cuerpos glorificados, seremos esparcidos por toda la tierra para reinar con Jesús sobre las naciones gentiles.
Isaías dedica cuatro capítulos completos (del 60 al 63) a una descripción de las bendiciones que Dios derramará sobre el pueblo judío durante el Milenio. Proclama que Dios hará de “Jerusalén una alabanza en la tierra” (Is. 62:7).
Zacarías describe la gloria futura de la nación judía con estas palabras en Zacarías 8:
22) Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar al SEÑOR de los Ejércitos en Jerusalén, para implorar el favor del SEÑOR.
23) Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: Acontecerá en aquellos días que diez hombres de las naciones de todos los idiomas se asirán del manto de un judío y le dirán: ¡Déjennos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes!
¡Qué declaración tan increíble! Hoy en día, el pueblo judío es despreciado y perseguido. Pero durante el Reinado Milenial de Jesús, serán tratados con respeto y serán honrados como el pueblo de Dios.
Conclusión
Comencé este capítulo con la pregunta: “¿Hay alguna esperanza para el pueblo judío?”. Creo que el estudio de las Escrituras que he presentado prueba más allá de toda duda que Dios no ha rechazado al pueblo judío, que todavía lo ama, que está decidido a llevar a un gran remanente de ellos a la salvación, y que el pueblo judío tiene una gran esperanza más allá de lo que puedan imaginar.
Oh Israel, pon tu esperanza en el SEÑOR, porque en el SEÑOR hay misericordia y en él hay abundante redención. Él redimirá a Israel de todos sus pecados (Salmos 130:7-8)