La Naturaleza del Islam
Por Dr. David R. Reagan
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La Naturaleza Intolerante y Militante del Islam
Uno de los temas más controvertidos con respecto al islam se refiere a si es o no una religión militante. Los musulmanes en Occidente argumentan que es amante de la paz. Los occidentales que lo han experimentado en el mundo musulmán argumentan que es intrínsecamente intolerante y militante.
El Corán mismo predica la intolerancia hacia otras religiones. Sura 5 contiene la siguiente orden:
No toméis a judíos y cristianos por amigos . . . El que entre vosotros los tome por amigos es uno de ellos. . . No escojáis por guardianes tales a aquellos que recibieron la Escritura antes que vosotros [judíos y cristianos] . . . Pero mantengan su deber para con Alá . . . (versículos 51 y 57, Pickthall).
La intolerancia extrema es ordenada en Sura 5:33 —
De hecho, el castigo para aquellos que hacen la guerra contra Alá y Su Mensajero y se esfuerzan en la tierra [para causar] corrupción no es más que sean asesinados o crucificados o que sus manos y pies sean cortados de lados opuestos o que sean exiliados de la tierra (Sahih).
El Corán también expresa una actitud intolerante hacia cualquier persona que decida rechazar la fe islámica o convertirse a otra religión. Tales personas deben ser ejecutadas (Sura 9:12). En el Hadiz (la tradición oral de los dichos de Mahoma) hay esta cita: “Quien cambie de religión, mátalo” (Hadiz 9:57). Estos mandatos se practican en todos los países fundamentalistas islámicos hoy en día.
Con respecto a la militancia, el Corán la aprueba y la ordena:
Se os ha prescrito combatir, aunque os sea odioso, pero puede que os disguste algo que sea un bien para vosotros y que améis algo que es un mal. Alá sabe y vosotros no sabéis (Sura 2:216; Sahih)
Luchen y maten a los paganos dondequiera que los encuentren, y captúrenlos, sítienlos y acéchenlos en cada estratagema de guerra (Sura 9: 5, Ali).
Combatid en el camino de Alá. . . y matadlos [a los incrédulos] dondequiera que los encuentren y expulsadlos. . . y luchen contra ellos hasta que no haya más oposición, y la religión debe ser sólo para Alá (Sura 2:190-193, Shakir).
Mahoma es citado en el Hadiz diciendo: “La espada es la llave del cielo y del infierno. Una gota de sangre por la causa de Alá — una noche pasada en armas [guerra] — vale más que dos meses de ayuno y oración. Cualquiera que caiga en batalla, sus pecados le son perdonados, y en el día del juicio, sus miembros serán suplidos por las alas de ángeles y querubines”.
Propaganda Musulmana
Los musulmanes que viven en las democracias occidentales tratan de defender su religión citando la Sura 2:256 que dice: “No hay compulsión en la religión” (Shakir).
Al evaluar este versículo tan solitario en el Corán, primero debe tener en cuenta que fue escrito antes de que Mahoma fuera rechazado por judíos, cristianos y sus compañeros árabes, antes de que huyera a Medina y comenzara a responder con odio a todos sus detractores. Pero aún más importante es el hecho de que los propios maestros islámicos argumentan que este versículo fue abrogado más tarde, ya sea por las palabras o acciones de Mahoma.
Algunos argumentan que el versículo fue abrogado por las órdenes posteriores de Mahoma para que sus tropas lucharan hasta que los incrédulos se vieran obligados a rendirse al islam.
Otros argumentan que fue abrogado por Sura 9:73 que dice: “¡Oh Profeta! Lucha contra los incrédulos y los hipócritas. Sé duro con ellos” (Pickthall).
Un tercer grupo argumenta que las palabras del versículo no significan lo que parecen decir. Argumentan que las palabras significan que la religión no puede usarse para obligar a alguien a hacer algo malo, pero obligar a las personas a aceptar la verdad de Alá es un deber religioso.
Un cuarto grupo de clérigos islámicos acepta que las palabras significan lo que dicen, pero argumentan que eran parte de la estrategia de Alá para promover el islam. Mientras los musulmanes eran débiles, Alá habló a través de Mahoma y les dijo que toleraran a los infieles. Pero cuando los musulmanes se hicieron fuertes, Alá les ordenó que dejaran de ser tolerantes y atacaran y sometieran a los infieles.
La conclusión es que, independientemente de la explicación, el resultado es el mismo: el versículo ha sido abrogado y los infieles deben abrazar el islam o enfrentar la muerte.
La Defensa Musulmana
Los musulmanes a veces responden señalando la intolerancia y la violencia que han caracterizado tanto a judíos como a cristianos en ciertos momentos de sus historias. Señalan la matanza de los cananeos cuando los judíos tomaron la Tierra Prometida bajo el liderazgo de Josué. Y, por supuesto, apuntan a las Cruzadas cristianas en la Edad Media. Usando estos ejemplos, acusan a judíos y cristianos de ser hipócritas al atacar la intolerancia y la violencia del islam hoy.
Con respecto a los judíos, este argumento ignora el hecho de que Dios los usó como un instrumento de Su juicio contra las tribus que vivían en Canaán, tal como más tarde usó a los asirios y caldeos para juzgar a los judíos. Dios nunca les dijo a los judíos que conquistaran el mundo para Él.
También proporcionó al pueblo judío instrucciones precisas sobre cómo debían tratar a los extranjeros que pudieran desear vivir entre ellos. Debían ser tratados con dignidad y debían ser provistos de justicia (Levítico 19:33 y Deuteronomio 27:19). Aún más, a los judíos se les ordenó amar a su prójimo como se amaban a sí mismos (Levítico 19:18).
Con respecto a las Cruzadas cristianas, fueron una aberración en la historia cristiana basada en la doctrina católica pervertida y no en ningún mandato bíblico. En contraste, la intolerancia y la violencia que han caracterizado al islam a lo largo de su historia están firmemente arraigadas en el Corán.
Qué contraste tienen todos los espantosos mandamientos de Mahoma con las palabras amorosas de Jesús, quien les dijo a los cristianos:
- “Amen a sus enemigos y oren por los que les persiguen” (Mateo 5:44).
- “A cualquiera que te golpea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra” (Mateo 5:39).
- “No juzguen, para que no sean juzgados” (Mateo 7:1).
- “Así que, todo lo que quieran que hagan los hombres por ustedes, así también hagan por ellos” (Mateo 7:12).
- “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39).
- “Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado” (Juan 15:12).
- “Nadie tiene mayor amor que este: que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13).
Qué contraste hay entre la admonición de Mahoma de conquistar para Alá con la espada, y la exhortación de Jesús a salir en paz y apelar a los corazones de las personas a través de la predicación del Evangelio, confiando en el poder persuasivo del Espíritu Santo de Dios.
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Traducido por Donald Dolmus
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