Días Oscuros por Delante
Por Dr. David R. Reagan
La respuesta a mi pregunta del título desde el punto de vista de la política mundial es un enfático “¡No!”. Y las razones son dolorosamente obvias:
- Israel es un pequeño país del tamaño de Nueva Jersey, con una población judía de sólo 7 millones. Está rodeado por 22 países árabes con una población superior a los 350 millones, casi todos los cuales están dedicados a la aniquilación de Israel.
- Las fuerzas militares árabes adyacentes a Israel ahora tienen misiles sofisticados, que están dispuestos a usar indiscriminadamente.
- Irán (un vecino no árabe) tiene misiles capaces de alcanzar a Israel y está desarrollando capacidad nuclear. Sus líderes han anunciado repetidamente que, tan pronto como produzcan una bomba nuclear, la usarán para aniquilar a Israel.
- Las principales organizaciones internacionales del mundo (las Naciones Unidas, la Unión Europea y el Vaticano) están comprometidas a obligar a Israel a entregar su zona central a los árabes, dejando al país con sólo 19 millas de ancho en su punto más estrecho.
- Las mismas organizaciones exigen que Israel entregue la totalidad o la mitad de su capital, Jerusalén.
- Las dos superpotencias del mundo, Estados Unidos y Rusia, se han unido al resto del mundo para exigir la creación de un Estado palestino en el corazón de Israel, un Estado que se convertiría en una plataforma de lanzamiento terrorista para tomar el control de todo Israel.
- El pueblo de Israel se ha cansado de la guerra después de 74 años de hostilidades interminables.
- Muchos de los líderes actuales de Israel se han corrompido y han perdido la visión sionista. Y algunos de los más corruptos son los líderes religiosos que venderán sus almas por un shekel.
- La secularización de la sociedad israelí ha producido una pérdida de fe en Dios y en las verdades de su religión, lo que, a su vez, ha generado una actitud de derrotismo.
- Tanto el pueblo de Israel como sus líderes han adoptado una política de apaciguamiento que sólo abre el apetito de los árabes, y los alienta a presionar más para lograr más y más capitulaciones israelíes.
- Y así, comprensiblemente, desde el punto de vista del mundo, la aniquilación de Israel es sólo una cuestión de tiempo.
La Protección de Dios
Pero hay un Poder de Protección sobrenatural en acción aquí que el mundo no reconoce ni entiende. Deberían, porque ese Poder, nuestro Dios Creador, se ha manifestado en nombre del pueblo judío a lo largo de la historia.
En la Biblia, leemos imperio tras imperio viniendo contra Israel: los hititas, los asirios, los babilonios, los griegos y los romanos. Sin embargo, ¿dónde están estos imperios hoy? Todos están en el basurero de la historia; mientras que los judíos están de vuelta en su patria con su propio estado-nación.
Del mismo modo, en los tiempos modernos, desde el restablecimiento del Estado de Israel, los enemigos de los judíos han venido contra ellos una y otra vez en un esfuerzo por destruirlos. De hecho, el Estado judío ha librado al menos una docena de guerras desde 1948, y los períodos entre las guerras han sido tiempos de extrema tensión debido a los interminables ataques terroristas.
Sin embargo, a pesar de toda esta violencia incesante, Israel ha sobrevivido. La razón, por supuesto, es que la Biblia dice: “He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel” (Salmos 121:4).
La Pregunta Crucial
Pero, ¿qué pasa con el futuro? ¿Tiene Israel alguna esperanza? Una vez más, el mundo respondería con un rotundo “¡No!”. Pero, ¿qué dice la Biblia?
Bueno, mis amigos, dice justo lo contrario. La Biblia retrata algunos días oscuros por delante para Israel, pero también afirma que Israel saldrá victorioso de esos días. Echemos un vistazo a los días oscuros que se están profetizados.
Días Oscuros por Delante
1) La Guerra de Exterminación
El Salmo 83 declara que los vecinos inmediatos de Israel lanzarán una guerra con el propósito de “aniquilar a Israel como nación” (versículo 4). Las naciones descritas como parte de este esfuerzo nefasto son aquellas con una frontera común con Israel hoy (versículos 6–8): Líbano, Siria, Jordania, Egipto y Gaza.
La segunda mitad del salmo es una oración por la victoria de Israel (versículos 9–18). El resultado de la guerra no se declara específicamente, pero sabemos por otras escrituras que Israel saldrá victorioso.
Por ejemplo, Zacarías 12:6 dice que, en los tiempos del fin, Israel será como “brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor...”.
Continuando, el profeta afirma además (Zacarías 12:8–9):
En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén.
El estudioso de la profecía, Bill Salus, cree que esta guerra de aniquilación será un bumerán sobre los árabes y resultará en su abrumadora derrota, lo que producirá una gran expansión territorial y mayores recursos nacionales para Israel. También producirá la seguridad de la que se habla en Ezequiel 38, donde dice que antes de la Guerra de Gog y Magog, Israel vivirá en seguridad. Por cierto, es durante esta guerra que Israel probablemente destruirá Damasco, en cumplimiento de las profecías de Isaías 17 y Jeremías 49.
Pero la seguridad proporcionada por la Guerra del Salmo 83 no durará, mucho porque las naciones árabes probablemente recurrirán a su aliado natural, Rusia, y clamarán por ayuda — lo que resultará en...
2) La Guerra de Gog y Magog
Ésta es la guerra de Ezequiel 38 y 39, donde Rusia se enfrenta a Israel con ciertos aliados musulmanes específicos. Creo que los rusos estarán encantados de responder al grito árabe de ayuda, porque siempre han soñado con tomar los campos petroleros del Medio Oriente. Por lo tanto, lanzarán una invasión con el propósito declarado de ayudar a los musulmanes a destruir a Israel. Sus aliados específicos involucrarán el anillo exterior de los estados musulmanes que rodean a Israel — con la excepción de Arabia Saudita.
Creo que la agenda no declarada de Rusia será usar la invitación árabe como una excusa para expandir su soberanía sobre todo el Medio Oriente. Este motivo oculto se menciona en Ezequiel 38:12, donde dice que los rusos vendrán “para arrebatar despojos y para tomar botín”.
Los ejércitos invasores serán destruidos sobrenaturalmente por Dios “sobre los montes de Israel” (Ezequiel 39:4). El Señor logrará esta destrucción a través de terremotos, peste, tormentas de granizo, fuego, azufre y confusión en el campo de batalla (Ezequiel 38:19–22). Incluso el pueblo judío reconocerá que la victoria pertenece a Dios, y muchos abrirán sus corazones a Él (Ezequiel 38:23).
El Momento de Gog y Magog
El mayor misterio con respecto a esta guerra es su momento. La mayoría lo ha colocado al comienzo de la Tribulación. Otros retrasan su inicio hasta la mitad de la Tribulación. Pero cada vez más, en los últimos años, la tendencia ha sido colocarlo antes del comienzo de la Tribulación.
La mejor discusión sobre el tiempo que se ha escrito se puede encontrar en el libro de Ron Rhodes, Northern Storm Rising (2008). Él concluye que es más probable que ocurra 3 años y medio antes de que comience la Tribulación.
Su conclusión se basa en el siguiente razonamiento. La Tribulación dura siete años. Ezequiel 39:9 dice que los judíos pasarán siete años quemando las armas que capturarán cuando Rusia y sus aliados sean destruidos en la Batalla de Gog y Magog (posiblemente combustible nuclear). Apocalipsis 12 dice que los judíos huirán de la tierra a Jordania 3 años y medio después de la Tribulación, cuando el Anticristo trate de erradicarlos. Por lo tanto, la única forma en que los judíos podrían pasar siete años quemando las armas es que la guerra comience 3 años y medio antes del comienzo de la Tribulación.
Pregunta Sobre el Rapto
Esto plantea una pregunta: ¿Significa esto que las guerras del Salmo 83 y Ezequiel 38 y 39 deben ocurrir antes del Rapto? Para nada. El Rapto podría ocurrir en cualquier momento antes, durante, o después de estas guerras.
Tenga en cuenta que el Rapto no es lo que marca el comienzo de la Tribulación. La Tribulación comenzará cuando el Anticristo firme un tratado de paz con Israel (Daniel 9:27). Podrían transcurrir varios años entre el Rapto y el comienzo de la Tribulación.
3) La Revelación del Anticristo
El próximo momento oscuro para el pueblo judío ocurrirá a la mitad de la Tribulación, cuando el Anticristo vaya a Jerusalén y se declare a sí mismo como Dios.
Hasta ese momento, los judíos habrán considerado a este hombre como su salvador político, porque iniciará el período de tiempo de la Tribulación garantizando la seguridad de Israel y permitiéndoles reconstruir su Templo. Pero, una vez que llegue a su Templo reconstruido y se declare a sí mismo como Dios, el pueblo judío lo rechazará totalmente, y él responderá con venganza.
Satanás lo inspirará a tratar una vez más de aniquilar al pueblo judío, retomando donde Hitler lo dejó. Muchos de los que están en Israel huirán a Jordania. El Anticristo los perseguirá, pero no se le permitirá entrar en Jordania, porque este remanente de los judíos recibirá protección sobrenatural de Dios.
El Anticristo luego lanzará un segundo Holocausto mundial, y en el proceso, logrará matar a dos tercios de los judíos que permanecen en Israel y en todo el mundo. Encontramos esta profecía en Zacarías 13:8–9:
“Y acontecerá en toda la tierra, dice el SEÑOR, que las dos partes serán exterminadas en ella y se perderán; pero una tercera parte quedará viva en ella. Y meteré a aquel tercio en el fuego; los fundiré como se funde la plata y los probaré como se prueba el oro. Ellos invocarán mi nombre y yo los escucharé…”.
Ésta es la razón por la que Jesús se refirió a la última mitad de la Tribulación como “la gran tribulación” — no porque esta mitad sea peor que la primera mitad, sino porque la ira de Satanás se centrará en los judíos.
Por lo tanto, el Anticristo tendrá mucho éxito en su guerra contra los judíos, pero fracasará en su objetivo final de aniquilarlos a todos. Porque se nos dice repetidamente a lo largo de las Escrituras que un gran remanente de los judíos vivirá hasta el final de la Tribulación, momento en el cual recibirán a Yeshúa como su Mesías.