martes, 26 de enero de 2021

Folleto: Aguardando el Reinado de Jesucristo (pdf)

 Por Tim Moore

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Tabla de Contenidos

Introducción

Parte 1: Vocabulario Profético

Parte 2: Cómo se Desarrollaron las Diversos Puntos de Vista

Parte 3: Expectativas Premileniales

Parte 4: Falacias Amileniales y Postmileniales

Parte 5: Quién, Qué, Cuándo, Dónde, Cómo, Por qué

Parte 6: Aplicación

Referencias 

Acerca del Autor


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domingo, 24 de enero de 2021

Libro: ¿América la Hermosa – Epílogo

Por Dr. David R. Reagan



Mientras veo hoy el futuro de nuestra nación, debo admitir que tengo sentimientos encontrados. Estoy extremadamente triste y, sin embargo, estoy lleno de una gozosa expectativa.

Siento un profundo sentido de tristeza mientras veo el Gran Experimento Estadounidense en el gobierno representativo llegar a su fin. Hemos sido bendecidos abundantemente por Dios durante los últimos 200 años, y hemos servido como un canal de Sus bendiciones a otras naciones, tanto como un proclamador del Evangelio y como un campeón de los derechos humanos.

Claves de Nuestro Éxito

Uno de los secretos de nuestro gran éxito fue nuestro compromiso a los principios judeo-cristianos revelados en la Palabra de Dios. Esos principios sirvieron como el fundamento de nuestros sistemas de gobierno, educación y economía.

Una razón aún mayor para nuestro éxito fenomenal fue nuestro compromiso al Evangelio del Señor Jesucristo. Nuestros ancestros vinieron a este continente en busca de libertad para proclamar el Evangelio. Nuestra nación fue establecida como una nación cristiana. Nuestras relaciones estaban gobernadas por principios cristianos. Nuestras leyes estaban basadas en los mandamientos de Dios. La Iglesia, fuera católica o protestante, nos proporcionaba nuestra razón de ser.

Nuestro Historial

Estábamos lejos de ser perfectos. Batallamos con asuntos difíciles como relaciones raciales, derechos de las mujeres y el balance entre los obreros y la administración. Pero nuestros corazones estaban en el lugar correcto, debido a los principios cristianos que nos impulsaban en la dirección correcta. Gradualmente progresamos en todas estas áreas difíciles, y en muchas otras.

A lo largo del siglo XIX, buscamos evangelizar el continente americano, y enviamos misioneros a las partes más remotas de la tierra.

En la primera mitad del siglo XX, nos remontamos a grandes alturas mientras llegamos al rescate del mundo en dos guerras mundiales. En ambos casos, entramos a estos conflictos internacionales por propósitos desinteresados — no para ganar territorio, sino para “hacer al mundo seguro para la democracia”.

Nuestro Punto de Tropiezo

Pero, en la cúspide de nuestra gloria y poder, después de nuestra victoria en la II Guerra Mundial, comenzamos a darle la espalda Dios. Quitamos nuestros ojos de Aquél que nos había bendecido tan abundantemente, y comenzamos a enfocarnos en nosotros mismos. Le entregamos nuestros corazones al materialismo.

En el proceso, comenzamos a divorciar a Dios de nuestras vidas — sacándole de nuestras escuelas y separándole de nuestros procesos de gobierno. La secularización de nuestra sociedad se convirtió en nuestra pasión, y el resultado fue el creciente paganismo en cada aspecto de la vida.

Nuestra Rebelión Persistente

Nos hemos burlado de Dios. Le hemos dado nuestros corazones a los ídolos. Nos hemos olvidado de la fuente de nuestras bendiciones. Hemos puesto oídos sordos a las voces proféticas que Dios ha levantado para llamarnos al arrepentimiento. Hemos ignorado los juicios correctivos que Él ha colocado sobre nosotros, descartándolos como coincidencia.

Ahora debemos enfrentar las consecuencias de nuestra rebelión. Dios ha retrocedido y ha bajado nuestra barrera de protección. Él está permitiendo que la maldad se multiplique. La codicia está destruyendo nuestra economía. La descortesía está destrozando nuestra estructura social.

  • El dinero se ha convertido en nuestro dios.
  • La creencia en el hombre se ha convertido en nuestra religión.
  • La búsqueda del placer se ha convertido en nuestro estilo de vida.
  • Y la recompensa es el nihilismo. Nos estamos revolcando en la desesperación.

Estamos destinados a la destrucción. Pero, aun cuando soy testigo de la desintegración de todo lo que aprecio, mi corazón está lleno de gozosa expectativa, porque las señales de los tiempos literalmente están gritando que toda la historia está a punto de llegar a su consumación con el regreso de Jesús.

Un Recordatorio Bíblico

Mis sentimientos mezclados me recuerdan a Jeremías, después de que su amada ciudad y su amado templo habían sido destruidos por los babilonios y su nación había sido llevada al cautiverio. Él escribió un lamento fúnebre llamado Lamentaciones, en el que ventiló la agonía de su corazón. Pero, justo a la mitad de él, en un gran acto de fe, repentinamente se detuvo e hizo una de las declaraciones más esperanzadoras que puedan hallarse en la Palabra de Dios (Lamentaciones 3:21-24):

"Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré".

Al igual que Jeremías, aun cuando soy testigo de la destrucción de todo lo que amo a mi alrededor, puedo mirar hacia el futuro con gran esperanza y gozosa expectativa debido a las maravillosas promesas sobre el futuro que están contenidas en la Palabra profética de Dios.

Algunas Certezas

Basado en esas promesas, sé con absoluta seguridad:

Que Jesús vuelve pronto.

Que Él derrotará a todos los enemigos de Dios.

Que Él establecerá un reinado mundial que traerá paz, rectitud y justicia a todas las naciones.

Y que, a todos nosotros que somos creyentes, nos será dada la increíble bendición de gobernar con Él.

Difícilmente puedo esperar. Todo dentro de mí anhela el día glorioso muy pronto cuando Jesús irrumpirá de los cielos.

El Nuevo Mundo en el Horizonte

El sistema mundial corrupto que actualmente domina a este mundo está destinado a ser destruido. Un nuevo mundo se acerca donde no habrá desamparados, pobres, ni hambre. La justicia prevalecerá. La justicia y la equidad abundarán.

Las naciones de ese mundo estarán comprometidas con el Señor, y las bendiciones del Señor cubrirán la tierra como las aguas cubren el mar.

No es de extrañar que el apóstol Pablo escribió: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Romanos 8:18).

En los días tenebrosos que tenemos por delante, tengamos en cuenta que Dios está en Su trono, aún escucha las oraciones, aún responde las oraciones y tiene la sabiduría y el poder para orquestar toda la maldad de Satanás y del hombre para el triunfo de Jesús. También tenga en cuenta que:

“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9).

Pero Dios nos ha revelado estas cosas en Su Palabra. Aférrese a estas revelaciones en los días venideros. Aférrese a Sus promesas gloriosas y usted será sostenido.

"!Oh Señor, Señor nuestro, cuán majestuoso es tu Nombre en toda la tierra!" (Salmos 8:1).

Nota del traductor: Este artículo está tomado del Epílogo de la tercera edición del libro del Dr. Reagan, America the Beautiful? The United States in Bible Prophecy (disponible sólo en inglés).

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

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martes, 19 de enero de 2021

Folleto: Los Tres Tiempos de la Salvación (pdf)

 Por Dr. Dennis Rokser 

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¿Alguna vez alguien le ha preguntado ¿“es usted salvo”? Si ha oído esta pregunta, y nunca ha confiado en Jesucristo como su Salvador, es probable que haya contestado, “no sé”, “espero que sí”, o tal vez dijo que “definitivamente no”. Pero, si ha confiado en Jesucristo y Su obra completa en la cruz, y si ha recibido el don de la vida eterna, usted debería tener la capacidad de responder enfáticamente con un rotundo “Sí” a esta pregunta importante. Pero, ¿se da cuenta de que si usted ha creído en Cristo como su Salvador y ha entendido claramente la enseñanza de las Escrituras, se puede responder a esta pregunta con la triple respuesta: "Sí, he sido salvado; sí, yo estoy siendo salvado; y sí, yo seré salvo"? ¿Confundido? Voy a explicar, mientras estudiamos y escudriñamos juntos las Escrituras, acerca de la salvación en tres tiempos.

El Dr. Rokser es el Pastor-Maestro de la Iglesia Bíblica de Duluth, Minnesota. Tiene los títulos de Maestría en Divinidad y Doctorado en Ministerio del Grace Biblical Seminary. 

jueves, 14 de enero de 2021

Libro: Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin – Prólogo

Lidiando con la Anarquía y la Apostasía

Por Dr. David R. Reagan

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Este libro trata sobre el paganismo secular y espiritual y cómo los cristianos deben responder a ambos. Al tratar con el paganismo espiritual, tengo algunas cosas duras que decir con respecto a los líderes cristianos como a las iglesias cristianas. No disfruto hacer tales declaraciones. Me he sentido obligado a hacerlas porque hay mucho en juego. Las almas están en peligro debido a la herejía y la apostasía generalizadas en la Iglesia de hoy. No creo que podamos permitirnos más el lujo de “caminar de puntillas entre los tulipanes”.

La Biblia dice que los tiempos del fin serán un período de gran engaño (Hechos 20:28-30; 1 Timoteo 4:1; 2 Timoteo 4:3-4). Siento que aquellos a quienes Dios ha llamado a ser atalayas en los muros (Isaías 62:6) deben ponerle rostro a la herejía y la apostasía al mencionar nombres. 

Respuestas a las Críticas

A lo largo de los años, he descubierto que cuando alguien identifica a líderes herejes o apóstatas en la Iglesia, siempre son condenados de una de cuatro maneras. La respuesta más común es que la gente cite el versículo que dice: “No toquéis a mis ungidos” (1 Crónicas 16:22). Lamentablemente, este versículo se ha convertido en un escudo para todo tipo de falsos profetas y maestros. El contexto del versículo deja en claro que está dirigido a líderes políticos que desean asesinar a los predicadores y profetas de Dios. No tiene nada que ver con la exposición pública de un falso maestro. Además, los falsos maestros no son ungidos por Dios.

Un segundo versículo que siempre es recitado en respuesta a las críticas es Mateo 18:15, que dice que cuando un hermano peca contra ti, debe reprenderlo en privado. Este versículo se aplica a los errores personales. Cuando denuncio públicamente a un falso maestro, no estoy respondiendo a alguien que me ha hecho daño personalmente. Más bien, estoy tratando con una persona que está dañando públicamente el cuerpo de Cristo, con falsas enseñanzas. Debe tratarse con esa persona públicamente, y si la persona siente que eso no es apropiado, entonces debería mantener la boca cerrada. Cuando hable en público, ya sea a través de un libro, un programa de radio, o un programa de televisión, debe esperar que se le haga responsable públicamente. 

Pablo practicó esto. Él confrontó públicamente a Pedro, cuando Pedro recurrió a jugar a la política con los judaizantes en la Iglesia primitiva (Gálatas 2:11-14). Pablo también mencionó nombres, cuando se trataba de lidiar con los falsos maestros. En dos ocasiones, advirtió a la Iglesia contra Himeneo, Fileto, y Alejandro, quienes estaban enseñando falsas doctrinas (1 Timoteo 1:20; 2 Timoteo 2:17).

Argumentos sobre Juzgar

La tercera forma en la que la gente reacciona a menudo a las críticas de los falsos maestros es citar Mateo 7:1  — “No juzguéis, para que no seáis juzgados”. Pero este versículo debe equilibrarse con el mandato de Jesús en Juan 7:24 — “Juzgad con justo juicio”. También debemos tener en cuenta que la Biblia nos dice repetidamente que debemos examinar lo que se nos enseña (Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21; 1 Juan 4:1; Apocalipsis 2:2). Simplemente no hay forma de evaluar lo que escuchamos sin sacar conclusiones de juicio.

Lo que no debemos juzgar son los motivos. Sólo Dios conoce los motivos de una persona. Además, no debemos juzgar basándonos en la apariencia (Juan 7:24). Pero ciertamente tenemos el derecho y la responsabilidad de juzgar las palabras y las acciones, al ponerlas a prueba contra la Palabra de Dios. 

La cuarta respuesta común a las críticas es de naturaleza más general. “No debemos criticar a los nuestros”. Esta actitud tiene sus raíces en el sentimiento de que los cristianos reciben suficientes críticas del mundo. Por lo tanto, deberíamos rodear los vagones y proteger a los nuestros, independientemente de cuán disparatados puedan estar. Bueno, los líderes cristianos que critico en este libro no son “de los nuestros”. Una persona que niega la resurrección de Jesús no es un cristiano, sin importa cómo se llame a sí mismo y sin importar qué posición eclesiástica pueda ocupar. Lo mismo ocurre con una persona que niegue que Jesús es Dios encarnado.

Pablo escribió que cualquiera que niegue la resurrección no tiene esperanza (1 Corintios 15:12-19). No importa si la persona es pastor, obispo, o profesor de seminario. Si niega la resurrección de Jesús, esa persona no es cristiana. En cuanto a la identidad de Jesús, es el corazón del cristianismo. Si Él no era quien dijo que era — Dios encarnado — entonces no tenemos esperanza, porque nadie más podría morir por nuestros pecados. 

La Centralidad de Jesús

Con respecto a este tema, debemos tener en cuenta que toda la verdad es importante, pero no toda la verdad es igualmente importante. Una persona puede estar equivocada acerca de muchas cosas y aun así ser salva, pero si está equivocada acerca de Jesús, no hay esperanza para él.

No puedes ser salvo poniendo tu fe en un Jesús falso. Éste es el error de las sectas. El jesús de los testigos de Jehová es el Arcángel Miguel. El jesús de los mormones es el hermano de Lucifer, y se le considera uno de los miles de dioses creados por el súper-dios, Adán, un hombre exaltado. El jesús de los muchos grupos espiritistas es un médium de la sexta esfera de la astro-proyección (¡lo que sea que signifiquen esas galimatías!).

El jesús de los líderes cristianos liberales y apóstatas es el jesús del tema musical del musical de Broadway, Jesucristo Superestrella. Esa canción dice una y otra vez: “Él es un hombre, es sólo un hombre”. Es un falso salvador creado a su propia imagen, lleno de sus propias faltas. 

Muchos líderes apóstatas hoy afirman creer en un Jesús ortodoxo, pero niegan que Él es el único camino a Dios. En cambio, enseñan que Él es uno de muchos caminos a Dios. Argumentan que también se puede encontrar a Dios a través de Mahoma, Buda, el Dalai Lama, o un centenar de otros falsos líderes espirituales.

Lo que debemos tener en cuenta es que, cuando toman esta posición, están llamando a Jesús mentiroso, porque Él dijo claramente que no hay camino al Padre sino a través de Él (Juan 14:6). Las personas que llaman mentiroso a Jesús no están entre “los nuestros”. No son verdaderos cristianos. Son lobos vestidos de oveja (Mateo 7:15; Hechos 20:28-30).

Críticas a las Iglesias

Con respecto a las Iglesias, nombro denominaciones específicas cuando doy ejemplos de herejía y apostasía. Habría sido más fácil y ciertamente más diplomático haberse referido simplemente a “una denominación tradicional”, en lugar de nombrar una específicamente. Pero, nuevamente, siento la necesidad de ponerle un rostro a la apostasía que existe en la Iglesia hoy. Como dije antes, hay demasiado en juego para hacer lo contrario. Además, la lealtad denominacional a menudo nos hace estar ciegos sobre la apostasía. Podemos verla en otros grupos, pero no en el nuestro, a menos que alguien nos confronte. 

Pero lo principal que debe tener en cuenta al leer mis críticas a las denominaciones, es que la herejía y la apostasía existen hoy en todos los grupos denominacionales. La impureza doctrinal es una de las señales de los tiempos del fin (2 Timoteo 4:1-4). Personalmente he experimentado iglesias metodistas que eran apóstatas. También me he encontrado con iglesias metodistas que eran ortodoxas, pero que estaban muertas; y he experimentado iglesias metodistas que estaban vivas y bien. Lo mismo es cierto en todas las denominaciones. Hay iglesias bautistas apóstatas e iglesias bautistas que están ardiendo por el Señor. 

Durante 35 años, he tenido la bendición de predicar para un ministerio no denominacional que va a iglesias de todas las denominaciones. En el proceso, he descubierto que no se puede juzgar a una iglesia por su letrero o su afiliación denominacional. Una iglesia debe ser juzgada por lo que está sucediendo en su púlpito. ¿Se está predicando la Biblia como la Palabra de Dios y está Jesús siendo exaltado como la única esperanza para la humanidad? Si es así, la iglesia es buena, independientemente de su etiqueta denominacional.

Iglesias Locales Fieles

Muchas de nuestras denominaciones hoy son corruptas en la parte superior, en el sentido de que sus líderes nacionales son apóstatas que niegan los fundamentos de la fe. Pero muchas de las iglesias locales afiliadas a esas denominaciones son sólidas como una roca, se mantienen firmes en la Palabra y predican a Jesús.

Pienso en la Primera Iglesia Bautista en North East, Pennsylvania, un suburbio de Erie. Cuando fui contactado por esta iglesia en la década de 1980, estaba afiliada con la denominación Bautista del Norte, que es muy liberal. Cuando el pastro, Randy Elliott, me pidió que realizara una reunión para su iglesia, me sorprendí.

"¿No eres de una iglesia Bautista del Norte?", pregunté.

"Sí", respondió. "¿Por qué preguntas?".

"Bueno", respondí, "¿sabes de dónde vengo?".

“Oh, sí”, dijo, “escucho tu programa de radio todos los días. Nuestra iglesia se alinea con lo que predicas".

"¿Y todavía estás afiliado a los bautistas del norte?", pregunté con sorpresa.

"Sí, estamos aguantando con la esperanza de que podamos tener un impacto en nuestra denominación".

Esa historia es cierta para muchas iglesias locales en las denominaciones presbiteriana, metodista y luterana, así como para otras como los Discípulos de Cristo. Muchas iglesias locales que creen en la Biblia y exaltan a Cristo han conservado sus afiliaciones denominacionales porque esperan influir en sus líderes nacionales para que regresen a casa con el Señor. Saben que no tendrán ninguna influencia si se van y terminan afuera mirando hacia adentro.

Otros han mantenido su afiliación denominacional porque su sede central reclama la propiedad de todos sus terrenos y edificios. Ésta, por ejemplo, es la situación entre las iglesias episcopales. 

Mi Herencia Personal

Siento que debo añadir una palabra especial sobre un grupo del que hablo mucho en este libro — las Iglesias de Cristo que no usan instrumentos. Éste es el grupo en el que nací y crecí. Dejé el grupo en la década de 1960, pero estuve afiliado con ellos durante los primeros 30 años de mi vida.

Este grupo surgió de lo que se llama el Movimiento de la Restauración, un movimiento religioso que comenzó entre los presbiterianos a inicios de 1800. Los líderes, Barton W. Stone y Alexander Campbell, deseaban deshacerse del denominacionalismo y regresar a la Biblia como su único credo. Fue uno de los muchos movimientos de “Volver a la Biblia” que han caracterizado la escena estadounidense a lo largo de los años. 

El Movimiento de la Restauración finalmente generó tres grupos: los liberales Discípulos de Cristo; las intermedias Iglesias Cristianas Independientes; y las reaccionarias Iglesias de Cristo. Dado que muchas de las Iglesias Cristianas Independientes tomaron el nombre, Iglesia de Cristo, las Iglesias de Cristo comenzaron a referirse a sí mismas como “las Iglesias de Cristo sin instrumentos”. Usaron esta designación porque una de sus doctrinas distintivas es la condena de los instrumentos musicales en la adoración. Son estrictamente a capella. 

Son estrictos acerca de muchas otras cosas. Tan estrictos, de hecho, que se volvieron cada vez más legalistas a medida que pasaban los años. ¡Para la década de 1950, había más de 25 grupos de la Iglesia de Cristo que eran tan legalistas, sectarios y exclusivistas que no querían tener nada que ver entre sí!

Estaba el grupo que no tenía Escuela Dominical; el grupo que no tenía literatura humana; el grupo que no tenía cocina en la iglesia; el de una copa (que se oponía al uso de múltiples copas para la comunión), el grupo del vino antes del pan (que se oponía a los que partían el pan primero); y los premilenialistas (la mayoría de las Iglesias de Cristo son amileniales). 

Incluso había un grupo que era simplemente conocido como “Los Antis”. Se oponían a predicadores localizados, sociedades misioneras, hogares para huérfanos, y a una variedad de otras cosas. Un bromista los resumió diciendo: “¡Menciona algo, y se opondrán a ello!”.

Estaba, por supuesto, la “iglesia principal”, que era amilenial, de copas múltiples, pan antes del vino, y que tenía Escuela Dominical, ministros localizados, y cocinas en sus edificios. 

¿Denominación, Secta o Culto?

Las Iglesias de Cristo afirmaban ser no denominacionales, y esa afirmación era correcta en cierto sentido. Aunque eran un grupo claramente identificable como los bautistas y los metodistas, no se consideraban a sí mismos parte del cuerpo de Cristo, como las otras denominaciones. No, ¡se consideraban el cuerpo de Cristo! En otras palabras, se consideraban a sí mismos como la única verdadera.

Es por eso, que al mirarlos hacia atrás, los considero lo que llamo una secta. No eran un culto porque tenían una visión ortodoxa de Jesús. Pero ciertamente no eran una denominación ya que no se consideraban a sí mismos como una parte denominada del cuerpo de Cristo. Eran el cuerpo de Cristo.

Las Iglesias de Cristo han recorrido un largo camino en los últimos 50 años, para ser más abiertas y aceptar a otras iglesias. Esto se ha debido principalmente al impacto de las librerías cristianas y a la radio y televisión cristianas.

Verá, ninguna de estas cosas existía antes de la década de 1960. Cuando era niño, no había librerías cristianas, la televisión no existía, y la radio cristiana consistía en la transmisión de servicios religiosos los domingos por la mañana. El resultado fue que era fácil mantener a la gente aislada e ignorante.

Cuando nuestros predicadores se levantaban y la emprendían contra los bautistas como “paganos”, fácilmente podíamos gritar “¡Amén!”. Después de todo, la mayoría de nosotros nunca había leído un libro escrito por un bautista, ni habíamos escuchado un sermón de un bautista o visitado una iglesia bautista. Los editores cristianos y los medios de comunicación cristianos han abierto todos los aspectos de la cristiandad para que todos puedan experimentarlos y, con esta apertura, ha llegado la comprensión de que el cuerpo de Cristo no puede limitarse a ningún grupo.

Siempre ha habido pequeños grupos dentro de las Iglesias de Cristo, que estaban orientados hacia la gracia, en particular el grupo que no tenía Escuela Dominical, y los premilenialistas. Pero hoy, las iglesias tradicionales se están moviendo más en la dirección de la apertura, como lo ejemplifica Max Lucado, uno de los escritores cristianos más populares en Estados Unidos hoy. Él es el ex ministro de predicación de una Iglesia de Cristo en San Antonio, Texas (las Iglesias de Cristo no creen en el uso del término pastor).

Herejía y Apostasía

Hablo mucho en este libro sobre la apostasía, así que creo que necesito definir a qué me refiero. Veo una diferencia entre herejía y apostasía. Para mí, la herejía consiste de doctrinas no bíblicas que no amenazan la salvación de uno. Impiden su santificación (su desarrollo a la imagen de Cristo), pero no impactan su justificación (su posición legal ante Dios como nacido de nuevo y, por lo tanto, perdonado de todos sus pecados).

La profecía es un buen ejemplo. Lo que crea sobre la profecía bíblica impactará la forma en la que vive aquí y ahora, y por eso es importante. Pero no impactará dónde pasará la eternidad, así que las líneas de compañerismo no deben trazarse sobre las diferencias en los puntos de vista proféticos. ¡El Cielo va a contener amilenialistas, premilenialistas, postmilenialistas, y personas que nunca supieron la diferencia entre un milenio y un milpiés!

La apostasía es un asunto más serio. La apostasía consiste en la negación de los fundamentos de la fe — asuntos que se relacionan con la identidad de Jesús y la eficacia de Su sacrificio en la Cruz. Éstos son temas que se relacionan con la salvación y, por lo tanto, con el destino eterno de uno. 

Un ejemplo de apostasía sería la negación del nacimiento virginal, porque si Jesús no nació de una virgen, entonces no era Dios encarnado. Lo mismo ocurre con la resurrección. Si Jesús no resucitó, entonces no era divino, y no es nuestro Salvador. 

Paganismo Secular

Dado que este libro trata de muchos temas que a menudo se consideran puramente políticos, creo que debería añadir un descargo de responsabilidad con respecto a la política.

En primer lugar, no soy ni republicano ni demócrata. Soy un monárquico. Y lo digo porque he dedicado mi vida a hacer todo lo posible para preparar el camino para la llegada del Rey de reyes y Señor de señores, quien reinará con una vara de hierro desde el Monte Sión en Jerusalén, y quien traerá paz, rectitud y justicia a toda la tierra. 

Así es como el comentarista social, Todd Starnes, lo expresó en uno de sus libros:1

No necesitamos más estadounidenses inclinándose ante el burro demócrata o el elefante republicano. Necesitamos más estadounidenses inclinándose ante el León de Judá.

Otro punto que me gustaría hacer es que muchos, si no la mayoría, de los problemas que la sociedad considera políticos son, en esencia, problemas morales y, por lo tanto, bíblicos.

Tomemos el aborto, por ejemplo. Hay políticos a los que les gustaría cerrar la boca de los líderes cristianos que están hablando contra el aborto, y lo hacen alegando que es un “asunto político” y, por lo tanto, fuera del alcance de los predicadores. Ciertamente es un tema que ha sido politizado, pero en esencia es un tema moral y, por lo tanto, es apropiado que los líderes espirituales hablen sobre él. Lo mismo puede decirse de la homosexualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo, los juegos de azar, el abuso de drogas e incluso nuestra deuda nacional fuera de control. 

Hay principios bíblicos para lidiar con todas estas cuestiones, y cuando los ignoramos, estamos buscando problemas. ¿Por qué, por ejemplo, deberíamos esperar que nuestra economía florezca si nuestra nación está viviendo en rebelión abierta contra Dios? Y, sin embargo, las encuestas de opinión pública muestran que el estadounidense promedio sólo está preocupado por la economía y tiene poco interés en los problemas morales que están destrozando a nuestra nación.

Conclusión

Este libro no trata solo de apostasía y herejía. Se trata principalmente de cómo desarrollar una relación profunda y significativa con Dios que, a su vez, lo protegerá del engaño espiritual y lo sostendrá en medio de la persecución secular. Tengo la esperanza de que su lectura de este libro lo lleve a una relación más profunda con el Señor de lo que alguna vez haya conocido. 


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

Estimados lectores: Gracias a las ofrendas de amor de nuestros colaboradores, podemos poner gratuitamente a su disposición este material exclusivo de nuestro Ministerio. Si siente de parte del Señor apoyar la labor que su servidor está llevando a cabo, visite nuestra sección Donativos, para descubrir cómo podrá hacerlo.

miércoles, 13 de enero de 2021

Libro: Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin – Prefacio

Lidiando con la Anarquía y la Apostasía

Por Dr. David R. Reagan

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Escribí la primera edición de este libro en 1999, y fue publicado en el año 2000.

A medida que nos acercábamos al comienzo del nuevo siglo, tuve un fuerte sentido de presentimiento. Estaba muy preocupado por dos acontecimientos que habían ocurrido en mi vida y que habían comenzado a acelerarse durante los últimos 30 años del siglo XX. Los dos acontecimientos eran la secularización de la sociedad y la corrupción de la iglesia — mejor resumidos en dos palabras: Anarquía y Apostasía.

Creciente Rebelión Civil

La anarquía puede parecer una palabra extrema, pero no lo es. Se define en el Diccionario Merriam-Webster como “un estado de desorden debido a la ausencia o al no reconocimiento de la autoridad”. Es lo que existía en Israel durante el tiempo de los Jueces cuando “cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21:25). Es lo que está aumentando en nuestra sociedad hoy, y alrededor del mundo.

Hemos expulsado a Dios de la vida de nuestra sociedad, y el resultado es una avalancha de violencia e inmoralidad indiscriminadas. Hemos perdido nuestro compás moral, y estamos criando una generación de pigmeos morales.

Creciente Error Espiritual

Lo mismo es cierto de la furiosa apostasía dentro de la Iglesia. El término, evangélico, ha perdido su significado, ya que algunos que dicen ser evangélicos están proclamando que hay muchos caminos al Cielo y que no hay Infierno.

Una Segunda Reforma está sucediendo en la Iglesia hoy, pero, a diferencia de la primera, que se basó en un llamado a regresar a la Biblia, esta nueva reforma está llamando a las personas a abandonar la Biblia a favor de sus propios sentimientos y creencias.

A medida que la Iglesia se debilita cada vez más por su podredumbre interna, la sociedad continúa sumiéndose en la oscuridad. 

Creciente Velocidad

Lo que me ha asombrado en los años transcurridos desde que escribí la primera edición de este libro, es la velocidad a la que la anarquía y la apostasía han aumentado. Ambas están en una curva exponencial.

Tampoco es sólo un fenómeno estadounidense. Vemos una creciente rebelión civil y apostasía espiritual en todo el mundo, que produce un nivel cada vez mayor de inmoralidad y violencia.

Y uno de los subproductos es una creciente intensidad de persecución, acoso, violencia y asesinato dirigido a los cristianos.

Creciente Preocupación

¿Cómo puede un cristiano lidiar con estos acontecimientos? La respuesta fundamental es que aquellos que profesan a Jesús mantengan sus ojos enfocados en Él. Pero esto es más fácil decirlo que hacerlo. Esperanzadamente, este libro provee algunas guías útiles. 

Puede que no haya mucha esperanza para el mundo, pero hay una gran esperanza para aquellos que son verdaderamente creyentes nacidos de nuevo en Jesús como su Señor y Salvador.

Y, de hecho, a medida que el mundo se vuelve cada más secularizado y paganizado, y que líderes cristianos apóstatas insisten en sustituir sus opiniones por la Palabra de Dios, aquellos de nosotros que somos cristianos creyentes en la Biblia, podemos estar seguros de que estamos viviendo en la época del regreso del Señor — porque la Biblia dice que Jesús regresará cuando el mundo vuelva a ser tan malo como lo era en los días de Noé (Mateo 24:37).

Creciente Gratitud

Como ahora estoy en los años del ocaso de mi vida, siento una gratitud cada vez mayor por la gracia y la misericordia del Señor hacia mí y mi familia. Estoy tan agradecido de que Él nunca se rindió conmigo durante los 20 años que huí de Su llamado a mi vida — una historia que se relata en mi libro, Confiando en Dios: Aprendiendo a Andar por Fe (1987, 3ra edición en 2015). Y estoy sumamente agradecido porque Él me ha guardado durante los años desde que me rendí a Él.

Quiero agradecer al personal excepcional del Ministerio Cordero y León, por todo el apoyo y aliento que me dieron durante la escritura de este libro. La única forma en la que puedo escribir es aislarme y enfocarme totalmente en la escritura. Cuando lo hago, esto pone una carga extra en todos los miembros de mi personal, ya que deben cubrir cartas, mensajes de correo electrónico, y llamadas telefónicas  que yo normalmente manejaría.

Hay dos miembros del personal que merecen un agradecimiento especial. Uno es Kay Bien, quien revisó el texto. El otro es director financiero del ministerio, George Collich, Jr., quien realizó el tedioso trabajo de verificar todas las referencias de la escritura.

Otra persona con la que estoy agradecido es Jim Fletcher, fundador y director de un ministerio llamado Prophecy Matters. Él fue quien vino con la idea del libro y me animó a escribirlo.

También quiero agradecerles a los fideicomisarios del Ministerio Cordero y León, quienes han sido tan solidarios y alentadores. Estoy particularmente en deuda con el actual presidente de nuestro consejo, James Hugg, por haberme insistido constantemente a lo largo de los años a escribir más.

También debo mucho a mi mentor de profecía bíblica, Tim LaHaye. Cuando me interesé por primera vez en profecía bíblica en 1967, su libro, Revelation Illustrated and Made Plain, fue el primer libro que leí acerca de la Palabra Profética de Dios. Después de comprometerme con el ministerio de tiempo completo en 1980, me familiaricé personalmente con Tim, y él ha servido como un aliento constante desde ese momento.

Quiero expresar mi agradecimiento a los miles de radioescuchas y televidentes que, a lo largo de los años, me han enviado una gran variedad de artículos, principalmente sobre la sociedad estadounidense, la Iglesia, e Israel. He usado muchos de éstos en mi programa, “Cristo en la Profecía”, y he incluido algunos de ellos en este libro. El único problema es que estos artículos son usualmente arrancados de una revista o cortados de un periódico y a menudo llegan sin ninguna indicación de su fuente o su fecha precisa. Donde esto demuestra ser el caso con una referencia en este libro, lo he indicado en las notas finales.

También debo mencionar que tengo una gran deuda de gratitud a Ann, mi esposa de más de 50 años. Ella es una gentil, cariñosa y de voz suave ex maestra de primer grado, ¡quién sabe cómo lidiar conmigo cuando actúo como un niño de primer grado! Alabo a Dios por su amor y compañía y por su constante aliento. Sobre todo, estoy en deuda con mi Señor y Salvador, Jesús de Nazaret, quien murió por los pecados del mundo para que aquellos que pongan su fe en Él puedan reconciliarse con Dios el Padre.

Y estoy agradecido más allá de las palabras suficientes que, cuando llegué al final de mí mismo, Jesús estaba allí, dispuesto a perdonar, y olvidar, y confiarme un ministerio. ¡Qué gracia! Lo alabo por Su misericordia.

Dave Reagan
Allen, Texas
Marzo de 2015


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

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