martes, 17 de marzo de 2020

¿Fue Predicho el Coronavirus en la Biblia?

Por Tim Moore



El mundo está lidiando actualmente con una amenaza que ha sido discutida y temida durante mucho tiempo — el brote de una enfermedad que tiene el potencial de convertirse en una pandemia global.

Epidemias generalizadas han ocurrido a lo largo de la historia humana. El Antiguo Testamento registró un brote de enfermedad como una de las diez plagas que azotaron Egipto — tanto en el ganado como en las personas (Génesis 9). Los filisteos experimentaron una erupción de llagas repugnantes, cuando capturaron el Arca del Pacto de Israel (1 Samuel 5-6). E Israel mismo fue infligido como castigo por el censo pecaminoso del Rey David (2 Samuel 24). Sólo cuando ofreció un sacrificio fue que el Señor cedió.

En la Edad Media, un brote de la peste en Europa condujo a la persecución generalizada de los judíos, quienes fueron culpados de la epidemia porque parecían misteriosamente inmunes a los estragos de la enfermedad. A los gentiles antisemitas no se les ocurrió que las leyes judías sobre la dieta y la higiene ayudaron a aislarlos de parte de la propagación del contagio.

En años más recientes, el mundo occidental experimentó un brote devastador de Gripe Española durante la Primera Guerra Mundial, que ocasionó 40 millones de muertes. El elevado número de muertes se debió al hecho de que las personas que contrajeron la gripe eran altamente susceptibles a la neumonía — casi una década antes del descubrimiento de la penicilina en 1928. Irónicamente, lo que ahora se denomina gripe H1N1, fue especialmente letal para hombres jóvenes sanos y mujeres embarazadas. Casi la mitad de las muertes en EE.UU. fueron jóvenes adultos de 20 a 40 años.

A medida que los científicos médicos han llegado a comprender la naturaleza de las enfermedades virales y bacterianas, han logrado avances increíbles en la prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas. Las vacunas y los tratamientos son capaces de mitigar la mayor parte de la amenaza para las sociedades modernas.

Pero, tanto los doctores como los científicos y los líderes gubernamentales, se han dado cuenta de que las nuevas cepas podrían eludir a nuestras vacunas y ser fácilmente transmisibles de persona a persona. Dada nuestra economía global, y la facilidad y frecuencia de los viajes internacionales, el potencial de un brote explosivo de una enfermedad mortal está bien documentado.

Una Amenaza Renovada

A finales de 2019, un nuevo tipo de virus, oficialmente conocido como Covid-19, surgió en la provincia china de Wuhan. Los medios han dedicado mucha atención a especular sobre la naturaleza de su origen, pero es probable que un virus animal mutara en una forma que podría transmitirse y amenazar a los humanos. Una vez que esa nueva cepa comenzó a infectar a la población local, sólo era cuestión de tiempo antes de que se extendiera por toda China y el mundo.

Para fines de febrero de 2020, los expertos médicos están advirtiendo de que este brote de Coronavirus podría convertirse en la pandemia global que se ha temido durante muchos años. Uno incluso advirtió que podría “cambiar la vida diaria tal como la conocemos”. Los mercados económicos ya han experimentado caídas significativas a medida que el flujo de bienes se ha visto obstaculizado, y es probable que se produzca más agitación. Varios países han restringido severamente la inmigración y pueden estar inclinados a ser aún más draconianos si la amenaza crece exponencialmente, como algunos proyectan. 

Importancia para la Profecía Bíblica

¿Cuál es la importancia de este acontecimiento para la profecía bíblica? ¿Por qué es digno de comentarse? Porque la Biblia enseña que la maldición por la que la Creación ha estado gimiendo desde la caída del hombre será aún más pronunciada antes del regreso de Jesús. Los desastres naturales ocurrirán con mayor severidad y frecuencia a medida que se acerque el Día del Señor.

Es posible que millones o miles de millones de personas encuentren interrumpida su vida diaria. Llegarán a reconocer la insignificancia de la mayoría de lo que clama por la atención del mundo. Muchas personas lidiarán con su propia mortalidad y lo que la Biblia describe como la precariedad de esta vida (Salmos 144:4; Santiago 4:14). Cuando lo hacen,  es nuestra gran esperanza que muchos se vuelvan a Jesucristo y lo abracen como Salvador y Señor.

Si estás leyendo esto porque estás esperando esta epidemia, por favor sepa que la Luz de la verdad de Dios está brillando incluso en este momento oscuro. Todas las señales de los tiempos que estamos presenciando fueron predichas por la profecía bíblica. La Palabra de Dios nos recuerda:
  • Reconocer que el Señor nos dijo que el mundo se deteriorará.
  • Darnos cuenta que el momento de Su regreso será perfecto en el flujo de la historia humana.
  • Recibir con alegría la oportunidad de testificar a nuestro Salvador y Señor, incluso en “un momento como éste”.

La Esperanza Cristiana

Los cristianos no somos pesimistas. No somos optimistas. Somos personas de esperanza, y no sólo la esperanza como una idea o un deseo inalcanzable como: “Espero obtener un poni para mi cumpleaños”. Nuestra esperanza se basa en nada menos que Jesucristo — nuestra viva y personal Esperanza Bienaventurada. 

En el Ministerio Cordero y León, nuestra misión es testificar con osadía de la Luz en medio de las tinieblas, al decirle a la gente que Jesucristo vendrá pronto.

El viejo adagio dice que es “más oscuro antes del amanecer”. De hecho, se oscurecerá antes de que el Señor declare una vez más, “¡Qué se haga la Luz!”, e irrumpa del Cielo en un radiante resplandor.

Al darse cuenta de que su tiempo en la tierra estaba llegando a su fin, el apóstol Pablo escribió:

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida (2 Timoteo 4:7-8).

Una Oportunidad para la Perspectiva Eterna

¿Amas la aparición de Cristo? ¿Esperas con ansias el Rapto (cuando los creyentes en Jesús son arrebatados al Cielo para estar con Jesús) y Su glorioso regreso? Si es así, reconocerás que este brote actual de miedo que desciende sobre el mundo es una oportunidad para proclamar a Jesucristo.

Si aún no conoces a Jesucristo como tu Salvador y Señor, no te demores otro día u hora. Deposita tu confianza en Jesucristo. Acepta Su oferta de perdón y Su promesa de vida eterna con Dios. Simplemente ora:

Señor Jesús, creo que naciste sin pecado y viviste una vida perfecta; que sufriste y moriste por mis pecados; que fuiste sepultado y resucitado a la vida; y que ascendiste al Cielo para prepara un lugar para los que depositan su confianza en ti. Confieso mi pecaminosidad contra ti y te pido que me perdones y me atraigas hacia ti. Te doy la bienvenida a mi vida y te pido que cambies mi corazón. Me comprometo a seguirte en obediencia y esperar con ansias Tu glorioso regreso. Amén.

Si has creído en el Señor Jesucristo, tu salvación es segura. Te convertirás en un dador de frutos para el Señor. Luego, cuando llegue la tormenta, el hambre, o la guerra o la pestilencia, tu canción puede ser:

Cuando Él venga con el sonido de la trompeta, ¡Oh, que sea yo hallado en Él!
Vestido con su justicia sola, impecable para estar delante del trono.
Estribillo:
En Cristo, la Roca sólida, estoy de pie,
Todo otro suelo es arena que se hunde, yodo otro suelo es arena que se hunde.

“Amén. Ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).




Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 

lunes, 16 de marzo de 2020

¿Por qué la Salvación por Señorío es tan Popular?




Una pregunta que suele hacer quienes sostienen la posición de la Gracia Gratuita es, ¿Por qué la Salvación por Señorío es tan popular? La posición de la Gracia Gratuita enseña la salvación por gracia sólo a través de la fe en Cristo solo, lo que significa que una persona no salva, además de creer, no puede hacer nada o hacer ningún compromiso (como someterse a Jesús como el Señor de la vida de uno) para ser salvo, y que creer significa estar convencido o persuadido de la verdad del evangelio. El punto de vista del Señorío se opone a la posición de la Gracia Gratuita al enseñar que una persona no salva debe creer en Jesucristo como Salvador y someterse a Él como Señor (o Amo) de su vida. Ellos enseñan que creer incluye sumisión, compromiso y obediencia. Aunque se podrían dar respuestas bíblicas específicas (vea Apuntes de Gracia anteriores), aquí simplemente vamos a decir algunas de las razones por las que la Salvación por Señorío es tan popular.

Escritura mal interpretada. Si no se distingue entre los pasajes de la Biblia que se refieren a la salvación y los que se refieren a vida cristiana (o discipulado) guía a muchos al punto de vista del Señorío. Confunden los asuntos de justificación y santificación, lo que hace que el “evangelio” del Señorío incluya muchas condiciones de compromiso y obediencia. Desafortunadamente, esto añade mérito humano al evangelio. Predicar estos textos como condiciones para la salvación puede producir más compromiso externo, pro también induce a la culpa y la duda.

La Ley vs. la Gracia. La teología del Señorío a menudo proviene de confundir la Ley y la gracia. Transferir las leyes morales de la Ley Mosaica a la era de la gracia después de que Jesucristo ha cumplido la Ley hace que el cumplimiento de la Ley sea una parte importante para la salvación — si no al inicio como una condición para la salvación, entonces al final como prueba de la salvación. Los partidarios del Señorío creen que los que son verdaderamente salvos mantendrán las Leyes morales del Antiguo y del Nuevo Testamentos, demostrando que Jesús es el Amo de sus vidas. Pero este punto de vista no sólo ignora el cambio de dispensaciones entre Ley y la Gracia, es decir, la diferencia entre el programa de Dios para Israel y Su programa para la Iglesia, también ignora la realidad de que nadie puede guardar todas las leyes perfectamente.

Nuevo-viejo Calvinismo. Ha habido un gran resurgimiento de un fuerte calvinismo determinista, especialmente entre los jóvenes adultos. La teología del Señorío es un resultado necesario de esta teología porque, en este punto de vista, Dios elige a algunos para la salvación y les da la fe para creer. Ese regalo divino de fe no puede fallar, por lo tanto, garantiza una vida perseverante de sumisión a Jesús como Señor, si uno es verdaderamente salvo. Esta visión del cristianismo predica la necesidad de un total compromiso a Jesucristo, lo cual es encomiable en sí mismo, pero no si se usa como una prueba de la salvación. La predicación del compromiso atrae a muchos jóvenes adultos, quienes responden a tales desafíos. Desafortunadamente, es muy probable que muchos de estos calvinistas “jóvenes, inquietos y Reformados” no entiendan el paquete completo que hace del compromiso una condición para la salvación.

Una visión poco realista del pecado. Una renuencia a admitir que los cristianos pecan severa o continuamente, guía a muchos a un punto de vista del Señorío, porque no están dispuestos a admitir que dichas personas son salvas, ya que no han hecho a Jesús su Señor. Si bien es doloroso cuando los cristianos pecan, un enfoque más bíblico es reconocer que esta realidad se refleja en toda la Biblia. La gracia les da a las personas la libertad de servir a Dios o a sus propios deseos egoístas. Desafortunadamente, no todos escogen servir a Dios, pero la solución no es hacer que el evangelio sea más difícil con condiciones adicionales. Etiquetar a estas personas como no salvas ignora o no toma en cuenta las enseñanzas de la Biblia acerca de la disciplina de Dios y la disciplina de la iglesia para los cristianos pecadores y su pérdida de recompensas temporales y eternas. También es posible que, para empezar, nunca entendieran realmente el evangelio simple y no son salvos.

Una cura para la mundanalidad. Una sincera y legítima preocupación acerca de la mundanalidad de los cristianos modernos también causa que muchos adopten la posición del Señorío. Ellos concluyen que la mundanalidad es el resultado de un evangelio que hace la salvación sea  demasiado “fácil”. Creen que si la salvación está disponible sólo para los que están totalmente comprometidos con el señorío de Cristo, entonces la piedad está garantizada. Para ellos, creer no es una condición suficiente para la salvación; debe ser creer y someterse o creer y comprometerse. Desafortunadamente, esto cambia la condición del evangelio de la fe sola a la fe más algo que el pecador debe hacer.

La naturaleza humana. Nuestra aversión humana natural a la gracia alimenta la visión del Señorío. Desde la creación, los humanos han querido contribuir a su salvación a su propia manera. Esto apacigua al ego que desea importancia, incluso si esto es sólo el sentimiento de “yo ayudé' o “estoy totalmente comprometido”, por lo tanto, soy salvo. Esto apela a la sutil tendencia pecaminosa de toda la humana hacia el legalismo: la auto-inflada actitud de que puedo hacer algo por mí mismo para ser aceptable delante de Dios. El legalismo predominante en casi todos los sistemas religiosos le da la bienvenida a esta teología del Señorío.

Retórica engañosa. Los partidarios del Señorío han influenciado a muchos con su retórica despectiva y tergiversación del punto de vista de la Gracia Gratuita. Por ejemplo, la posición Gracia Gratuita a veces es llamada la posición del “no señorío,  aunque sus partidarios creen que el señorío de Jesucristo es esencial para Su provisión de salvación y santificación piadosa. La diferencia es que los partidarios de la Gracia Gratuita no piensan que el compromiso con Jesús como el Maestro de la vida de uno es el asunto de la salvación. El asunto es creer en Jesús como el Aquél que murió por los pecados de uno, resucitó, y garantiza la salvación eterna. El compromiso con Cristo como Amo es un asunto de santificación (es decir, la vida cristiana o el discipulado). Los partidarios del Señorío también acusan de “creencia fácil”, lo cual es engañoso, ya que nadie ha dicho que creer es fácil. Es simple, pero no necesariamente fácil. Otra acusación derogatoria es que el punto de vista de la Gracia Gratuita es “antinomiano” (sin ley) y les da a los creyentes una licencia para pecar. Si bien los partidarios de la Gracia Gratuita no creen que los cristianos estén bajo la Ley del Antiguo Testamento, sí reconocen los mandamientos del Nuevo Testamento, con el entendimiento de que estos mandamientos hacen que los cristianos sean más como Cristo, pero no traen ni prueban la salvación. La posición de la Gracia Gratuita enseña que las buenas obras y la santidad son el deseo de Dios para cada cristiano.

Rumores. Las personas tienden a repetir el lenguaje y la retórica que les transmiten sin evaluarlos teológica o bíblicamente. Dichos como “Recibe a Jesús como tu Señor y Salvador” y “Si Él no es el Señor de todo, no es Señor del todo”, se han convertido en parte de la jerga cristiana popular. Por lo general, se piensa poco acerca de estas frases antes de que sean usadas y repetidas. Usar semejante lenguaje no confirma a alguien como Señorío, pero ciertamente los inclina de esa manera.

Censura. Francamente, aquellos que sostienen una posición de Señorío, especialmente los Calvinistas Reformados, tienen mucha influencia. Esta posición domina la industria editorial y las instituciones académicas, y celebra grandes conferencias populares entre los jóvenes adultos. Tan feo como suena y es, ese control excluye deliberadamente a la perspectiva de la Gracia Gratuita de los foros, instituciones y publicaciones académicas y populares, por lo que la Salvación por Señorío florece. La llamada “libertad académica” no siempre es real.

Conclusión

Todas estas razones se pueden reducir a una: la incapacidad de comprender todas las riquezas del  don gratuito de la gracia de Dios lleva a muchos cristianos a la Salvación por Señorío. Su perspectiva implica que tal gracia es demasiado buena para ser verdad, por lo que requiere de la persona algún compromiso al Señorío de Jesucristo para ser salvo, permanecer salvo, o demostrar que alguna vez fue salvo. La Gracia Gratuita, por otro lado, acepta la sorprendente e inmerecida naturaleza de la gracia salvadora de Dios y, por lo tanto, enseña que la vida eterna sólo se puede recibir a través de la respuesta de la fe, aparte de cualquier mérito por parte del pecador.

Fuente:

viernes, 13 de marzo de 2020

Libro: Viviendo en Tiempo Prestado – Capítulo 10 (conclusión)

La Convulsión de la Naturaleza 

El mensaje de los desastres naturales


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Las Señales de la Naturaleza del Tiempo del Fin

En el Sermón de los Olivos de Jesús, pronunciado a Sus discípulos en el Monte de los Olivos durante la última semana de Su vida, Él habló específicamente de las señales de la naturaleza a observar en los tiempos del fin.

Mateo lo registró diciendo: “… y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares…” (Mateo 24:7). El relato de Lucas del mismo discurso es más detallado. Él cita a Jesús diciendo (Lucas 21:11,25):

…y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo. Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas.

Estamos siendo testigos de todas estas cosas hoy alrededor del mundo. Parece que toda clase de calamidades climatológicas están pasando más frecuentemente y causando daños cada vez mayores: huracanes, tornados, terremotos, inundaciones e incendios forestales.

La hambruna sigue arrasando continúa en toda África, y en otras zonas del tercer mundo. Plagas como el SIDA y el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo  Grave) continúan desafiando y dejando perpleja a la ciencia médica. Un nuevo peligro es el regreso de enfermedades que se creían bajo control, debido al desarrollo de cepas resistentes a los antibióticos.

Y por primera vez en la historia, estamos viviendo en un tiempo donde podemos ver imágenes increíbles del espacio exterior gracias al telescopio espacial Hubble, a sondas espaciales que hemos enviado a otros planetas, y al aterrizaje del hombre en la Luna.

El Efecto de los Dolores de Parto

Con respecto a las calamidades naturales, algunos simplemente las desestiman de una forma arrogante al preguntarse, “¿qué más hay de nuevo?”. Pero, como he mencionado, Jesús dijo que las señales en los tiempos del fin serían como “dolores de parto” (Mateo 24:8), lo que significa que aumentarían en frecuencia e intensidad. Y esto es lo que ha estado pasando.

Tomemos a los terremotos como ejemplo. En la década de 1980, hubo un total de 1,085 terremotos en todo el mundo que alcanzaron o superaron el nivel 6 en magnitud. En la década de 1990 hubo 1,492. En los primeros 10 años de este siglo, el número se incrementó a 1,591. Con respecto a los terremotos monstruosos de 8,0 o más, en los ochenta hubo 4, en los noventa hubo 6 y en la primera década de este siglo, 13.18

Hay una mejor forma de ver los desastres naturales que considerarlos por categorías, como la frecuencia e intensidad de los tornados, ya que el número e intensidad pueden subir y bajar cada año, aunque muestran un incremento global durante un período de tiempo. La mejor manera de ver los desastres naturales es considerarlos a todos ellos agrupados. Cuando lo haces, las estadísticas muestran que están aumentando rápidamente, de un promedio de 300 al año en la década de 1980, a 490 por año en la década de 1990, a casi 1,000 por año en los primeros 10 años de este siglo.19

Curiosamente, una de las razones para considerar a los desastres naturales en conjunto por lugar de individualmente es porque un tipo de desastre natural puede restringir a los otros.

Permítanme ilustrar lo que quiero decir: En 2012, nuestra nación experimentó una de las peores sequías de la historia moderna — con más del 61% de EE.UU. afectado. Pero, uno de los efectos colaterales de la sequía es que hemos experimentado el número más bajo de tornados en 60 años — ya que, después de todo, no se puede tener tornados sin tormentas eléctricas. Lo mismo sucedió con las inundaciones.

Conclusión

Nosotros, como nación, nos hemos enfrentado a Dios. Lo estamos tentando para que nos mueva del juicio a la destrucción. Nuestro Dios es muy misericordioso. Él pacientemente nos está enviando una llamada de atención tras otra, porque nunca derrama Su ira sin advertencia.

Oremos para que nuestros ojos sean abiertos y nuestros corazones se derritan. Oremos por un gran avivamiento nacional. Oremos también por los corazones de nuestros gobernantes, para que sean abiertos a la importancia de los desastres naturales que están afectando implacablemente a nuestra nación.

Oremos para que la gente alrededor del mundo sea despertada a la realidad de que Dios está proclamando desde los cielos que Su Hijo está a punto de regresar y que estamos viviendo en tiempo prestado.

Lea la parte 1 »»aquí
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Traducido por Pablo Losa 
Editado por Donald Dolmus

jueves, 12 de marzo de 2020

Revista Llamada de Medianoche – Marzo 2020

La noche está avanzada y se acerca el día

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Temas incluidos en esta edición:

»» Negación de la historia judía de Jerusalén
»» La eficiencia de Israel es líder mundial
»» Israel: un pueblo muy especial
»» ¿Cada vez más control total en China
»» ¿Deberían los cristianos retirarse de la vida pública?

Entre otros.

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Si desea obtener materiales adicionales, visite la página web del Ministerio Llamada de Medianoche:

lunes, 9 de marzo de 2020

Los Ángeles de Apocalipsis (pdf)

Una Entrevista con Nathan Jones

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