martes, 6 de agosto de 2019

Audio: Los Judíos en la Profecía – Donald Dolmus


En esta edición de "Orientaciones", analizo a la luz de las Escrituras algunas profecías acerca del pueblo judío. Algunas de ellas son pasadas; otras se están cumpliendo actualmente; y otras se cumplirán en el futuro. Conozca cuáles son. 

Este programa se transmitió el día 31 de julio en Radio Ondas de Luz.

jueves, 1 de agosto de 2019

La Divinidad de Jesús (parte 2)

¿Mito o Realidad?



La Evidencia Bíblica

En 1 Pedro 3:15 se exhorta a los creyentes a estar preparados para presentar defensa de su fe y esperanza. Por consiguiente, los cristianos necesitan estar familiarizados con la evidencia bíblica de la divinidad de Jesús. Considerémosla. 

A. El Testimonio de la Profecía Bíblica

1) Génesis 3:15 — Dios le dice a Adán y Eva que la salvación para la humanidad vendrá a través de “la simiente de la mujer”, indicando que el Mesías tendrá un nacimiento milagroso.

2) Salmos 2:7 — David declara que Dios ha declarado a Su Hijo que ha sido engendrado y que algún día gobernará sobre todo el mundo. Ésta es una declaración clara de que el Mesías será de la misma naturaleza que Dios (engendrado del Padre), y se relacionará con el Padre como Su Hijo. También indica que el Hijo existió antes de encarnarse.

3) Salmos 16:10 — David declara que el “santo” de Dios no verá “corrupción”. Ésta es una profecía que el Mesías será resucitado de entre los muertos. Y la referencia al Mesías como el “santo” de Dios es una indicación de Su divinidad.

4) Salmos 45:6-7 — En este notable pasaje, Dios el Padre se refiere a Su Hijo como Dios: “Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo…”. El escritor de Hebreos cita este pasaje para establecer la deidad de Jesús (Hebreos 1:9).

5) Salmos 110:1 — David dice que Dios el Padre habla a “mi Señor” y dice, “Siéntate a mi diestra…”. Ésta es una profecía que el Mesías será glorificado por el Padre al sentarse en Su trono a Su diestra. Observe que el Mesías es referido por David como “mi Señor”, un término que David usa sólo en referencia a la deidad. 

6) Isaías 6:1 — Isaías dice que fue al Templo y tuvo una visión en la que vio a Yahveh (el Padre) “sentado sobre un trono alto y sublime”. En Juan 12:41 se nos dice que lo que Isaías realmente vio fue a Jesús en aparición pre-encarnada.

7) Isaías 7:14 — El profeta dice que una joven dará a luz un hijo cuyo nombre será llamado “Emanuel”. Mateo dice que un ángel del Señor se le apareció a José y le dijo que esta profecía se cumpliría en el nacimiento virginal de Jesús (Mateo 1:18-23). El nombre, Emanuel, significa, “Dios con nosotros”. 

8) Isaías 9:6 — En una de las afirmaciones más acentuadas de la deidad del Mesías, Isaías dice que el Mesías será llamado “Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. También añade que algún día tomará el trono de David y gobernará “para siempre” (versículo 7).

9) Daniel 7:13-14 — Al profeta se le da una visión del Mesías viniendo delante de Dios el Padre y siéndole presentadas todas las naciones de la tierra como Su reino. Se declara que Su dominio es “eterno”. Y el título mesiánico conferido al Mesías es el “Hijo del Hombre”. Este título indica que el Mesías será Dios en la carne.

10) Miqueas 5:2 — En esta famosa profecía, Miqueas declara que el Mesías nacerá en Belén. Pero lo que a menudo se pasa por alto es el hecho de que él declara que el Mesías será “desde los días de la eternidad”, lo que indica que será divino.

11) Lucas 1:32 — El ángel Gabriel le profetizó a María que su hijo sería el “Hijo del Altísimo”.


B. El Testimonio de la Trinidad

1) Génesis 1:1-3 — Estos tres versículos presentan la Creación como la obra de Dios el Padre y el Espíritu de Dios a través de la palabra hablada de Dios. En el Evangelio de Juan, Jesús se revela como “el Verbo”. Y se nos dice en Hebreos 1:2 que Dios creó el mundo a través de Jesús.

2) Génesis 1:26 — El sexto día de la Creación, Dios dijo, “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…”. La redacción aquí claramente indica una pluralidad de personas que constituyen el único Dios.

3) Génesis 11:7 — Cuando Dios decidió derramar Su ira sobre Babel, Él dijo, “Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua…”. De nuevo, la redacción indica una pluralidad de personas que constituyen el único Dios. 

4) Éxodo 3:2-6 — El “Ángel de Jehová” se le apareció a Moisés en la zarza ardiente. Este término se usa a lo largo de las Escrituras hebreas para referirse a las apariciones pre-encarnadas de Jesús cuando se desempeñó como un mensajero de Dios el Padre. El punto, sin embargo, es que el Ángel le habla a Moisés y dice, “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob”. En Génesis 48:15-16, Jacob es descrito en su lecho de muerte refiriéndose al Ángel como “Dios”. Y en Jueces 13:18, el Ángel del Señor se le aparece a Manoa, el padre de Sansón, y dice que Su nombre es “Admirable” — el mismo nombre de la deidad que Isaías luego usa en Isaías 9:6.

5) Éxodo 3:14 — Cuando Moisés preguntó lo que diría cuando Faraón le preguntara quién lo había enviado, Dios respondió, “YO SOY me envió a vosotros”. Luego, en los Evangelios, Jesús aplica esta nombre divino a Sí mismo (vea, por ejemplo, Juan 8:58).

6) Deuteronomio 6:4 — Este pasaje presenta lo que se conoce como “El Shemá” — Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”. La redacción real en hebreo es “Yahveh nuestros Dioses es Yahveh una unidad”. La palabra para “uno” en este pasaje es echad, que se refiere a una unidad plural o compuesta. Por ejemplo, en Génesis 2:24 se nos dice que un esposo y una esposa se vuelven “una [echad] carne”. Y, en Números 13:23, se nos informa que dos de los espías que fueron enviados a Canaán regresaron con “un [echad] racimo de uvas”.

7) Isaías 43:11 — Dios habla y dice, “Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve”. Sin embargo, en el Nuevo Testamento se nos dice repetidamente que Jesús es el Salvador (vea, por ejemplo, 2 Pedro 1:1). Isaías dice que hay un Salvador y que es Dios. Pedro dice que Jesús es el Salvador. Las cosas iguales a la misma cosa son iguales entre sí; por lo tanto, Jesús es Dios.

8) Isaías 48:16 — Dios habla y dice: “…y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu”. En hebreo dice: “El Señor Yahveh (el Padre) me ha enviado y a Su Espíritu”. Ésta es una declaración clara de la Trinidad — Padre, Hijo y Espíritu Santo.

9) Isaías 63:8-10 — El profeta da un ejemplo de “las misericordias de Jehová(el Padre), al recordarles a los judíos que a menudo les ha enviado a Su Salvador, “el ángel de su faz” (Jesús), para salvarlos, pero que siempre “fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu”. Aquí nuevamente encontramos una mención del Padre, Hijo y Espíritu. 


10) Zacarías 12:10 — Hablando del día cuando el remanente judío será salvo, Dios profetiza: “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él [el Mesías] como quien se aflige por el primogénito”. Observe cómo Dios el Padre se identifica a Sí mismo con el Hijo — con Quien será “traspasado”.

11) Mateo 28:19 — Jesús les ordenó a Sus discípulos a bautizar “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

12) Juan 15:26 — Jesús es citado diciendo, “Pero cuando venga el Consolador [el Espíritu Santo], a quien yo os enviaré del Padre…él dará testimonio acerca de mí”.

13) 2 Corintios 13:14 — “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”.


Lea la parte 1 aquí 
Lea la parte 2 aquí 
Lea la parte 3 aquí 
Lea la parte 4 aquí 
Lea la parte 5 aquí 
Lea la parte 6 aquí
La la conclusión aquí 

Lea también: 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

martes, 30 de julio de 2019

La Divinidad de Jesús (parte 1)

¿Mito o Realidad?




La divinidad de Jesús es la verdad central de la Biblia. Es tan fundamental que el cristianismo se sostiene o cae sobre ella. Si Jesús no es Dios en la carne, entonces Su sacrificio por nuestros pecados fue insignificante, y no tenemos esperanza. 

Satanás está determinado a convencer a la humanidad de que Jesús era alguien que no era Dios en la carne. En la propia época de Jesús, Satanás creó dudas sobre su verdadera identidad.

Unos pocos lo reconocieron como “el Profeta” o el Mesías que había sido profetizado por Moisés (Deuteronomio 18:15-18; Juan 6:14). Pero la mayoría fueron ambivalentes acerca de Su identidad. Algunos creyeron que era simplemente un hombre “bueno” (Juan 7:12). Otros creían que era la reencarnación de Juan el Bautista, Elías, Jeremías, “o alguno de los profetas” (Mateo 16:14). Algunos afirmaron que era un hijo ilegítimo “nacido de fornicación” (Juan 8:41). Unos cuantos lo descartaron como un “samaritano, que tiene un demonio” (Juan 8:48).

El Ataque Continuo

Nada ha cambiado después de 2,000 años. El ataque satánico continúa hasta este día. Los teólogos liberales tienden a desestimarlo como un buen hombre que se engañó a sí mismo o como un revolucionario que tuvo buenas intenciones pero que fracasó. 

Todas las sectas niegan Su divinidad suprema. Los mormones afirman que era el hermano de Lucifer, uno de miles de dios menores creados por el súper dios. Los Testigos de Jehová lo identifican como el Arcángel Miguel. Los grupos espiritistas como los Científicos de la Iglesia de Cristo y la Iglesia de la Unidad generalmente lo presentan en términos esotéricos de la Nueva Era, alegando que era un espíritu sin cuerpo o que era “un médium de la sexta esfera de la astroproyección”. Otros argumentan que era sólo un hombre que era capaz de manifestar completamente el espíritu de Cristo que está en todos nosotros. 

Hollywood lo presentó en la película, “La Última Tentación de Cristo”, como un alma engañada que luchaba con demonios internos. Y en, “Jesucristo Súper Estrella”, el escenario de Broadway presentó a una mujer enamorada de Él que cantaba una y otra vez: “Es un hombre, es sólo un hombre…”.

El más nuevo libro sobre Jesús, titulado, Los Misterios de Jesús”, ¡llega al extremo de afirmar que Él no era más que un mito! A pesar del hecho de que hay pocas personas en la historia antigua para las que hay más evidencia escrita y de testigos presenciales, estos hombres afirman que Jesús no fue más que un producto de la imaginación de Sus discípulos.1

Increíblemente, el libro fue respaldado por algunos líderes cristianos como el obispo episcopal John Spong de Nueva Jersey. 


Podemos estar seguros de que, a medida que nos acercamos al momento del regreso de Jesús, los ataques contra Él y Su identidad se intensificarán. Satanás conoce la profecía bíblica. Él puede ver las señales de los tiempos que claramente apuntan al regreso inminente del Señor. A medida que esas señales se intensificaron a lo largo del siglo XX, Satanás lanzó una campaña total para convencer al mundo de que Jesús es un fraude. Por ejemplo, reunió a un grupo de supuestos “eruditos del Nuevo Testamento”, quienes formaron un grupo de discusión conocido como “El Seminario Jesús”. Este grupo procedió a votar sobre la validez de todos los dichos de Jesús registrados en los Evangelios. Su reporte, llamado Los Cinco Evangelios, concluyó que sólo 15 declaraciones atribuidas a Jesús en los Evangelios fueron realmente pronunciadas por Él. El título de su informe proviene del hecho de que decidieron otorgar al apócrifo Evangelio de Tomás la misma posición que los cuatro Evangelios tradicionales.2

El Verdadero Mensaje de los Ataques

En realidad, hay una ironía en estos ataques, ya que son evidencia de que Jesús es realmente Dios en la carne. ¿Por qué más motivaría Satanás tales ataques?

No vemos ataques similares contra Mahoma, o Buda, o Krishna. Tampoco escuchamos que sus nombres sean usados como maldiciones. ¿Por qué es que a nivel mundial el nombre de Jesús es usado como una palabra de maldición? La única explicación que se me ocurre es una sobrenatural — es decir, Satanás está activamente involucrado en motivar un odio universal  hacia Jesús, porque sabe que Jesús es Dios.

Lea la parte 2 aquí 
Lea la parte 3 aquí 
Lea la parte 4 aquí 
Lea la parte 5 aquí 

Lea la parte 6 aquí
La la conclusión aquí 

Lea también: 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Observaciones del Editor: Nuestro Concepto de Jesús




Ésta es la edición más importante de nuestra serie Insights (Percepciones) que alguna vez hayamos publicado. Eso se debe al tema. 

Este ministerio fue llamado a existir para proclamar el pronto regreso de Jesús. Ese mensaje es crítico porque las señales de los tiempos apuntan al inminente regreso del Señor. Pero, tan importante como es, no es tan importante como el mensaje de que Jesús es Dios en la carne y que Su sacrificio en la Cruz hizo posible que la humanidad se reconciliara con Dios el Padre.

La identidad de Jesús es tan importante que decidimos ampliar esta edición de las 12 páginas habituales a 16, para que podamos cubrir el tema en profundidad.  Espero y oro que será bendecido, iluminado y espiritualmente enriquecido. Yo ciertamente lo fui mientras hacía toda la investigación necesaria para producir el resumen bíblico de las Escrituras que encontrará en el artículo principal.

Retratando a Jesús

Uno de los desafíos que enfrenté mientras preparaba esta edición fue encontrar una imagen apropiada para la portada. Fue una experiencia muy frustrante. Inspeccioné literalmente cientos de dibujos y pinturas de Jesús antes de encontrar la que decidí presentar en nuestra portada.

El problema es que la mayoría de los artistas cristianos tienden a idealizar a Jesús, y el resultado es una imagen de ojos azules y cabeza rubia que se parece a Kevin Costner. Esta idealización es ciertamente comprensible, ya que los artistas cristianos aman al Señor y, por lo tanto, desean presentarlo como una figura fuerte y bella.

Pero creo que estas imágenes están lejos de la verdad. En primer lugar, hay que tener en cuenta que Jesús era judío. No era, por lo tanto, de ojos azules y rubio. En segundo lugar, la Biblia declara específicamente en Isaías 53 que el Mesías no sería una persona hermosa.

Curiosamente, no hay una descripción física de Jesús en el Nuevo Testamento. Pero, en el pasaje de Isaías 53 dice: “…no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos” (Isaías 53:2).

En otras palabras, el Mesías sería un judío de aspecto muy común que no atraería a las personas por Su apariencia. En cumplimiento de esta profecía, los escritores de los evangelios nos dicen que Jesús atraía a las personas por la autoridad de Sus palabras, el poder de Sus milagros y la calidad de Su vida.

Muchas de las imágenes más realistas de Jesús que encontré fueron las creadas por incrédulos que simplemente lo retrataron como el judío de aspecto común que era. Una de mis favoritas es la imagen que apareció en la portada de la revista Time el 6 de diciembre de 1999. Se reproduce en la página opuesta.

La imagen en la portada de esta edición es una pintura titulada, La Imagen de Cristo. Fue pintada por Heinrich Hofmann (1824-1911). Hofmann fue un artista alemán quien fue considerado como uno de los pintores más destacados de su época.

Seleccioné su pintura para nuestra portada por tres razones. En primer lugar, debido a su excelente calidad artística. Segundo, por evita retratar a Jesús como un gentil glamoroso. Tercero, y la más importante, es la expresión en Su rostro. Para mí, es como si estuviera contemplando la Cruz.


Imagen de la portada tomada de fineartamerica.com

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

domingo, 28 de julio de 2019

Libro: El Rapto: ¿Verdad o Ficción? – La Conclusión (pdf)

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Parte 4

La Conclusión


He establecido que Dios ha prometido que llegará un día cuando Él removerá a la Iglesia de este mundo en un evento llamado el Rapto. No hay “y”, “si” o “pero” sobre esta promesa. Es definitiva. El Rapto ha sido prometido, y ocurrirá. La pregunta principal es: “¿Cuándo?”. ¿Es un evento inminente que podría ocurrir en cualquier momento? ¿Es un evento separado y aparte de la Segunda Venida? ¿Ocurrirá antes, durante o después de la Tribulación?

He intentado demostrar que el Rapto es un evento inminente — uno que podría ocurrir en cualquier momento sin previo aviso — mientras que la Segunda Venida es un evento que será precedido por muchas señales. 

He tratado de demostrar que aunque el Rapto es una fase del regreso del Señor, es un evento que definitivamente es separado y aparte de la Segunda Venida.

También he intentado mostrar que el Rapto ocurrirá antes del derramamiento de la ira de Dios en la Tribulación, porque Dios ha prometido librar a la Iglesia de Su ira.


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