sábado, 27 de julio de 2019

Audio: Entrevista al Dr. Sammy Eppel – Hatzad Hasheni (parte 1)


En esta entrevista exclusiva, el Dr. Sammy Eppel,  Coordinador para América Latina del Foro Global para Combatir el Antisemitismo y Miembro del Ejecutivo de la organización Hatzad Hasheni, analiza el tema del antisemitismo y sus ramificaciones modernas. También nos habla acerca de las iniciativas que el Foro está llevando a cabo para combatir este mal mundial.

Esta entrevista se emitió el 19 de julio de 2019 en el programa Orientaciones, que se transmite a través de la radio cristiana nicaragüense Ondas de Luz.

Libro: El Rapto: ¿Verdad o Ficción? – La Conclusión (parte final)

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Parte 4

La Conclusión

¿Por qué Jesús?

La Palabra de Dios, la Biblia, dice que Jesús es Dios en la carne (Mateo 1:23; Juan 10:30; 1 Juan 5:20). También dice que vivió una vida perfecta y sin pecado (Hebreos 4:15; 2 Corintios 5:21). Eso significa que Él es la única persona que ha vivido que no merecía morir, porque “la paga del pecado es la muerte” (Romanos 6:23).

Por lo tanto, cuando Jesús fue voluntariamente a la cruz para sufrir y morir la muerte más horrible, lo hizo, no por Sus pecados, sino que por los suyos y los míos. Pablo lo expresó de esta manera en 1 Corintios 15:3: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras…”. Pedro afirmó esta declaración en 1 Pedro 3:18, cuando escribió: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”.

Esto significa que cuando Jesús estaba colgado en la cruz, cada pecado que usted y yo hemos cometido y que cometeremos fue colocado sobre Él, y Él recibió la ira de Dios, que usted y yo merecemos. Cuando usted acepta a Jesús como su Señor y Salvador, entra en el área donde la ira de Dios ya ha caído, y se vuelve inmune a esa ira.

Hay una canción cristiana contemporánea que expresa poderosamente esta verdad. Dice:54

Él pagó una deuda que no debía;
Yo debía una deuda que no podía pagar;
Necesitaba a alguien que lavara mis pecados.
Y, ahora, canto una nueva canción,
“Sublime Gracia”.
Cristo Jesús pagó una deuda que yo jamás podría pagar.

Otra Pregunta Crucial

Esto nos lleva a una pregunta clave: ¿Cómo apropiamos la sangre de Jesús a nuestras vidas, para que podamos recibir el perdón de los pecados, y la esperanza del Rapto y la vida eterna con Dios?

La respuesta de la Biblia es que la salvación es un don gratuito de la gracia de Dios que recibimos por medio de Jesús, al responderle en fe (Romanos 5:1-2). Así es cómo Pablo lo dice en Efesios 2:8 — “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”.

El plan de salvación de Dios siempre ha sido el mismo — la gracia por medio de la fe. Antes de la cruz, el punto focal de esa fe era Dios el Padre y Su promesa de un Mesías. Desde la cruz, el punto focal de la fe salvadora ha sido Dios el Hijo, Jesús el Mesías, quien murió por nuestros pecados.

La Fe que Salva

Observe que, en la oración anterior, usé el término, “fe salvadora”. Ese término fue cuidadosamente seleccionado porque la fe que salva es algo mucho más sustancial que la simple creencia de que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Después de todo, las Escrituras dicen que “incluso los demonios creen y tiemblan” (Santiago 2:19).

La fe salvadora produce confianza en Jesús como el Salvador de uno (Juan 3:16-17). La fe que salva también produce obediencia a la Palabra de Dios (1 Juan 5:13). Y la verdadera fe salvadora siempre se manifiesta en buenas obras (Efesios 2:10).

El último punto es una paradoja. No somos salvos por las buenas obras. Más bien, somos salvos para hacer buenas obras (Tito 2:14). No obramos para ser salvos. Obramos porque somos salvos. La verdadera fe siempre se manifestará en obras, “porque la fe sin obras está muerta” (Santiago 2:14-26). 

El Verdadero Significado de la Salvación

Esto nos lleva de regreso a la esencia de la salvación. Quiero enfatizar una vez más que es una relación con un Hombre y no la obediencia a un plan. Podemos ser salvos al poner nuestra confianza en una persona, y seguimos siendo salvos al continuar confiando en esa persona.

Esa persona, por supuesto, es Jesús de Nazaret, quien es Dios en la carne (Juan 1:1-14). Es por eso que Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Es también la razón por la que Jesús dijo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3).

La esencia del cristianismo es una relación con una persona. Uste entra en esa relación por un acto de fe, por medio del cual usted acepta a Jesús como su Señor y Salvador.

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).

Si usted nunca ha puesto su fe en Jesús como su Señor y Salvador, le invito a que lo haga ahora. Confiésele a Dios que es un pecador y pídale que le perdone sus pecados. Y luego reciba a Jesús como su Salvador.

Una vez que haya hecho esto, busque una iglesia que crea en la Biblia, donde Jesús sea exaltado como la única esperanza para el mundo. Vaya ante esa iglesia y confiese su fe y luego manifieste esa fe en el bautismo de agua. Luego, busque un grupo de oración y de estudio bíblico dentro de esa iglesia, donde pueda comenzar a crecer en su fe.

Habiendo hecho esto, estará listo para el regreso del Señor, y podrá unirse a mí y a muchos otros cristianos que reciben cada día con gran esperanza exclamando: “¡Maranatha! Ven pronto, Señor Jesús” (1 Corintios 16:22).

¿Qué Acerca de los Creyentes?

¿Qué pasa con aquellos de nosotros que ya hemos recibido a Jesús como Señor y Salvador? ¿Cómo debemos prepararnos para el Rapto de la Iglesia?

Esta pregunta es respondida por el apóstol Pablo en Tito 2:

11) Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,

12) enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,

13) aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

14) quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

En este pasaje, Pablo comienza en el versículo 11 refiriéndose a la Primera Venida de Jesús como una manifestación de “la gracia de Dios”, proporcionando salvación a un mundo que no la merecía. En los versículos 12 y 13, comienza a decirnos lo que nosotros, como creyentes, deberíamos estar haciendo mientras esperamos la “bienaventurada esperanza” — su término para el Rapto. Él dice que debemos:
  • Negar la impiedad.
  • Negar los deseos mundanos.
  • Vivir sensata, justa y piadosamente.
  • Y vivir con una perspectiva eterna, esperando diariamente la aparición en gloria de Jesús.
  • También debemos buscar hacer buenas obras, que traerán honor y gloria a Jesús.

El apóstol Juan enfatizó la importancia de vivir con una perspectiva eterna cuando escribió en 1 Juan 3:

2) Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

3) Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

En otras palabras, si los creyentes viven con una perspectiva eterna, anhelando la aparición de Jesús por Su Iglesia, experimentarán una creciente purificación espiritual.

También se convertirán en candidatos para una recompensa especial cuando se presenten ante el tribunal de Jesús. Pablo hace esta promesa en 2 Timoteo 4:8, donde dice que una “corona de justicia” le será dada a cada creyente que vivió su vida esperando la “aparición” de Jesús. Si usted es un creyente, ¿es un candidato para esa recompensa?

Espero que sí.

¡Maranatha!


Lea la parte 1 aquí
Lea la parte 2 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 17 de julio de 2019

Libro: El Rapto: ¿Verdad o Ficción? – La Conclusión (parte 2)

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Parte 4

La Conclusión


Las Bendiciones Actuales de la Promesa del Rapto

La promesa del Rapto no sólo provee bendiciones que podemos esperar en el futuro, sino que también provee algunas bendiciones muy reales en el presente.

Éste es un punto que enfatizo una y otra vez a los pastores que no ven la relevancia de la profecía bíblica para el aquí y ahora. En cambio, tienden a verla como promesas fantasiosas relacionadas con el futuro distante.

Nuestras iglesias están llenas de personas que creen en la Segunda Venida intelectualmente, pero no con sus corazones, y por lo tanto, su creencia no tiene impacto en la forma en que viven. Es sólo cuando los cristianos sienten convicción en sus corazones acerca de dos verdades proféticas que van a transformar la forma en que viven:

1) Que Jesús realmente va a regresar

2) Que este evento podría ocurrir en cualquier momento.

Estas convicciones transformadoras sólo pueden provenir de una creencia en un Rapto Pre-Trib, porque motiva a las personas a vivir con un sentido de inminencia, expectativa y urgencia. O, para decirlo de otra manera, promueve vivir con una perspectiva eterna.

Y el desarrollo de tal actitud motiva, a su vez, a dos compromisos que pueden transformar las vidas de los creyentes individuales, así como la vida de una iglesia. Porque una creencia genuina en un motivará la santidad y el evangelismo. ¿Qué más podría desear un pastor que una congregación llena de miembros comprometidos con una vida santa y el evangelismo? Otra bendición actual de la promesa del Rapto Pre-Trib es que provee esperanza — una increíble esperanza. 

El gran pastor, Adrián Rogers (1931-2005), tenía esa esperanza. Creía en las señales de los tiempos y el Rapto y, debido a esas creencias, una vez proclamó: “El mundo se está volviendo gloriosamente oscuro”. Glorioso porque la creciente oscuridad apunta al final de los tiempos del fin y eso, a su vez, indica que el Rapto está más cerca que nunca.50 de manera similar, Jan Markell, la fundadora del Ministerio Árbol de Olivo, a menudo dice: “El mundo no se  está cayendo a pedazos. Más bien, todas las piezas están cayendo en su lugar”.51

La Necesidad Profética de la Iglesia

La Iglesia necesita desesperadamente un sentido de inminencia, porque las señales de los tiempos apuntan al hecho de que estamos viviendo en tiempo prestado.

Una vez más, estamos en el umbral mismo de la Tribulación, lo que, a su vez, significa que el Rapto es ahora más que simplemente inminente. Es inmediato.

Considere por un momento las muchas señales del tiempo del fin que se nos dice que vigilemos. Hay tantas que la única forma en la que he podido manejarlas es organizándolas en seis categorías:52

1) Las Señales de la Naturaleza
2) Las Señales de la Sociedad
3) Las Señales Espirituales
4) Las Señales de la Tecnología
5) Las Señales de la Política Mundial
6) Las Señales de Israel

La provisión de tantas señales del tiempo del fin en la Biblia es una prueba positiva de que Dios quiere que la generación del tiempo del fin esté plenamente consciente de que está viviendo en la época del regreso de Su Hijo. La razón, por supuesto, es que Dios en Su gracia y misericordia no desea de que nadie se pierda, sino que todos puedan llegar al arrepentimiento antes de que sea demasiado tarde (2 Pedro 3:9).

Sorprendentemente, la señal del tiempo del fin más importante no está incluida en ninguna de las categorías mencionadas anteriormente. Es la señal trascendental de la CONVERGENCIA. A lo que se refiere es al hecho de que todas las señales de los tiempos del fin están convergiendo por primera vez en la historia. 

Dios está a punto de derramar Su ira en este mundo rebelde y enfermo de pecado, y está gritando esa intención desde los cielos, usando voces proféticas para indicarnos las señales de los tiempos.53 Nuestro tiempo restante es corto. Y hay una pregunta crucial que cada uno de nosotros debe enfrentar. 

La Pregunta Crucial

¿Está listo? ¿Está preparado para la aparición de Jesús por Su Iglesia? ¿Será tomada en el Rapto, o será dejado atrás para enfrentar los horrors de la Tribulación y el terror del Anticristo? ¿Será la aparición de Jesús en los cielos por Su Iglesia su esperanza bienaventurada o su santo terror?

Quizás está pensando, “Probablemente me iría porque nací en una familia cristiana”. O quizás su sentimiento sea, “Estoy casi seguro de que me iría porque fui bautizado cuando era niño, y he asistido a la iglesia por lo menos una vez al año desde entonces”. 

O tal vez usted sea una de la mayoría de las personas que responden a esta pregunta diciendo: “Bueno, nunca he sido muy religioso, y no voy a la iglesia, pero no soy una mala persona; y ciertamente, soy mucho mejor que la mayoría de las personas que conozco — es decir, no estoy atrapado en algún pecado grave”.

Si alguno de estos pensamientos es suyo, entonces debe enfrentar algunas realidades sombrías:
  • No puede ser salvo por nacer en una familia cristiana.
  • No puede ser salvo por realizar ciertos rituales religiosos.
  • No puede ser salvo por realizar buenas obras.
  • No puede ser salvo por evitar ciertos pecados graves.
  • No puede ser salvo por vivir mejor que su vecino.
  • No puede ser salvo por unirse a una iglesia.

Jesús dijo que la única manera en que alguien puede ser salvo es que “nazca de nuevo” (Juan 3:3). ¿Qué significa eso? Se refiere al renacimiento espiritual.

La Consecuencia de Nuestros Pecados

Nuestros pecados han dado como resultado nuestra muerte espiritual. La Biblia lo dice de esta manera: “La paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Debemos renacer espiritualmente para ser reconciliados con Dios y tener la esperanza de una vida eterna con Él.

¿Cómo puede experimentar ese renacimiento espiritual? Al poner su  fe en Jesús como su Señor y Salvador. Ésa es la única forma. Jesús mismo definió la salvación como una relación personal con Él, cuando dijo, “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3).

Este punto vital hace que el verdadero cristianismo sea una cuestión de una relación, en lugar de una religión. La religión no salva. Sólo Jesús salva. Jesús dejó esto muy en claro cuando dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

lunes, 15 de julio de 2019

Un Seminario Escatológico muy Bendecido


Con la ayuda del Señor, el día 11 de julio impartí la primera clase del Seminario Escatológico: Las Bases de la Profecía Bíblica. Éste se llevó a cabo en el auditorio de Radio Ondas de Luz, y dio inicio a partir de las 9 a.m.

Al evento asistieron cerca de 200 personas, provenientes de diversas ciudades del país y de diferentes iglesias. El evento es gratuito y la entrada está abierta para todos aquellos que deseen participar.  

La primera sesión estuvo dividida en 2 partes: Durante la primera, abordé el tema, La Importancia de la Profecía Bíblica, donde analicé varias razones por las que es importante estudiarla. En la segunda parte, hice un análisis de varios acontecimientos clave que tienen una estrecha relación con eventos proféticos del tiempo del fin. Les presenté a los asistentes una serie de videos que mostraban importantes sucesos de Israel y el Medio Oriente. 

Comparto  con ustedes algunas fotos del evento.







Si Dios nos lo permite, la próxima sesión se llevará a cabo el día 18 de julio, en el mismo lugar y a la misma hora. 

Les pido sus oraciones para que el Señor continúe bendiciendo todos estos esfuerzos.

Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe
Managua, Nicaragua

Revista Llamada de Medianoche – Julio 2019

¿Podemos Salvar el Medio Ambiente? 

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Temas incluidos en esta edición:

»» 71 años de independencia
»» Hamás paga, Israel es denunciado
»» El aumento del nivel del Mar de Galilea
»» La Epístola a los Filipenses
»» ¿Es Dios verdaderamente justo? 

Entre otros.

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