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Parte 4
La Conclusión
He establecido que Dios ha prometido que llegará un día cuando Él removerá a la Iglesia de este mundo en un evento llamado el Rapto. No hay “y”, “si” o “pero” sobre esta promesa. Es definitivo. El Rapto ha sido prometido, y ocurrirá. La pregunta principal es: “¿Cuándo?”. ¿Es un evento inminente que podría ocurrir en cualquier momento? ¿Es un evento separado y aparte de la Segunda Venida? ¿Ocurrirán antes, durante o después de la Tribulación?
He intentado demostrar que el Rapto es un evento inminente — uno que podría ocurrir en cualquier momento sin previo aviso — mientras que la Segunda Venida es un evento que será precedido por muchas señales.
He tratado de demostrar que aunque el Rapto es una fase del regreso del Señor, es un evento que definitivamente es separado y aparte de la Segunda Venida.
También he intentado mostrar que el Rapto ocurrirá antes del derramamiento de la ira de Dios en la Tribulación, porque Dios ha prometido librar a la Iglesia de Su ira.
Las Bendiciones Futuras de la Promesa del Rapto Pre-Trib
Cuando el apóstol Pablo terminó de escribir su revelación del Rapto en 1 Tesalonicenses 4:13-18, lo resumió con esta observación: “
¿De qué manera debemos nosotros, como creyentes, considerar la promesa del Rapto como una fuente de consuelo? Permítanme sugerirles un número de maneras.
1) El Rapto promete liberación de la ira de Dios.
Las señales de los tiempos indican que nos encontramos en el umbral del horrendo período de siete años de violencia sin precedentes llamado la Tribulación (Apocalipsis 6-19).
Hay un mito sobre la Tribulación que muchos han creído. Es el concepto de que la primera mitad (3 ½ años) será un tiempo de paz, seguida por una segunda mitad de violencia que sacudirá al mundo. Este concepto erróneo se basa principalmente en una declaración de Jesús en Mateo 24:21, donde se refirió a esta segunda mitad de la Tribulación como “la gran tribulación”.
Pero tenga en cuenta que Él estaba hablándole a una audiencia judía. Con respecto a los judíos, es cierto que la primera mitad de la Tribulación será un tiempo de paz y seguridad para ellos — garantizado por el Anticristo (Daniel 9:27).
Pero a la mitad de la Tribulación, cuando el Anticristo llegue a Jerusalén y declare ser dios, el pueblo judío lo rechazará, y él responderá tratando de aniquilarlos durante la segunda mitad de la Tribulación (Apocalipsis 12:13-17).
Mientras tanto, para el mundo gentil, la primera mitad de la Tribulación causará la muerte de la mitad de su población mundial. Será una matanza de proporciones sin precedentes.
El Anticristo subirá al poder en Europa a través del engaño y la astucia diplomática, pero ampliará su gobierno sobre el mundo a través de guerras de violencia sin precedentes. El Rapto Pre-Trib nos promete liberación de este baño de sangre demencial. Simplemente no hay ningún propósito para que la Iglesia esté presente en la tierra durante la Tribulación.
2) El Rapto promete resurrección para aquellos que han muerto en Cristo.
Los muertos en Cristo no serán dejados atrás cuando la Iglesia sea tomada de este mundo, como los cristianos en la iglesia en Tesalónica temían que pudieran serlo. En su detallada explicación del Rapto, Pablo le aseguró a la iglesia de Tesalónica que sus seres queridos, que habían muerto como creyentes en Jesús resucitarían y subirían primeros para encontrarse con el Señor en el cielo — incluso antes de los que estarían vivos en ese momento.
Esto fue, por supuesto, una gran fuente de consuelo para los descendientes vivos de aquellos creyentes que habían muerto. Sigue siendo así hasta el día de hoy. Tim LaHaye explicó esto cuando contó su respuesta a la muerte de su padre.
Tim tenía sólo 9 años cuando su padre murió repentinamente de un ataque al corazón. Él describió su respuesta de esta manera:49
Estaba devastado. Lloré hasta que no tuve más lágrimas, y no pude ser consolado hasta que llegamos al cementerio.
El ministro que dirigió el servicio había llevado a mis padres a Cristo seis años antes. Nunca olvidaré el momento cuando puso su mano en el ataúd y dijo, basándose en el gran pasaje de Pablo [sobre el Rapto]: “El mundo no ha oído lo último de Frank LaHaye”.
Luego, señalando a los cielos, dijo: “Vendrá el día cuando Jesús gritará desde el cielo, y los muertos [en Cristo] se levantarán de sus tumbas y serán transformados…y juntos seremos tomados para estar con Jesús en el Rapto”.
Mientras el pastor hablaba, señalaba hacia arriba y, de repente, algunos rayos de sol irrumpieron por una abertura en aquel nublado cielo de Michigan y entraron en mi joven corazón. ¡Esa fue la primera vez que me di cuenta de que un día volvería a ver a mi padre de nuevo! Ese día, la “esperanza bienaventurada” del regreso de Cristo por Sus hijos nació en mí y nunca se ha ido.
3) El Rapto promete a los vivos un escape de la muerte.
Siempre he escuchado que hay dos cosas de las que nadie puede escapar: la muerte y los impuestos.
Eso es incorrecto, porque hay toda una generación que no probará la muerte — a saber, los creyentes en Jesús que estén vivos al momento del Rapto.
Serán arrebatados a Jesús, y en el camino a encontrarse con Él, serán transformados de mortales a inmortales (1 Corintios 15:42, 50-55).
4) El Rapto promete el regalo de cuerpos glorificados.
Nuestro traslado de mortales a inmortales significa no más envejecimiento, dolor o sufrimiento.
Los cojos caminarán, los sordos oirán, los mudos hablarán y las mentes de los discapacitados mentales se arreglarán.
Tengo un hijastro adulto llamado Jason, que ha vivido en una habitación acolchada durante casi 30 años. También tiene que usar un casco para protegerse cuando golpea su cabeza contra la pared. No tiene idea de quién es, dónde está, o quién es cualquier otra persona. Espero con ansias el día del Rapto, cuando su mente se sanará, y podré hablar con él y disfrutar de su convivencia para siempre.
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)