miércoles, 28 de noviembre de 2018

El Milagro de la Encarnación

Observaciones del Editor




Durante todo el año, mantengo un pequeño pesebre en mi escritorio en mi casa, que me recuerda diariamente el milagro de la encarnación. 

Para mí, es simplemente asombroso pensar que Dios amó a la humanidad lo suficiente, a pesar de nuestra miseria pecaminosa, como para enviar a Su precioso Hijo a morir por nuestros pecados, para que podamos ser reconciliados con nuestro Creador. ¡Qué amor! ¡Qué gracia tan sublime!

El nacimiento virginal de Jesús debe considerarse uno de los milagros más grandes de la historia, junto con la resurrección. Sin embargo, filósofos y científicos se burlan del nacimiento virginal como nada más que un “mito infantil”. Los líderes judíos, desde los primeros tiempos, lo han calificado como “un fraude cruel”. Lo más triste de todo es que muchos teólogos cristianos modernos afirman que es “una leyenda no esencial”.

Hoy en día, el nacimiento virginal es negado flagrantemente por los profesores en muchos seminarios cristianos. De hecho, me atrevería a decir que es la doctrina más ridiculizada en la fe cristiana. Generalmente es desestimada como nada más que un “mito recién llegado”, conjurado por un puñado de pastores y pescadores ignorantes en el primer siglo.

Dios anticipó totalmente estos ataques y, como parte de Su refutación, se aseguró de que la mayor parte de la información en la Biblia acerca del nacimiento virginal fuera escrita por un hombre altamente educado llamado Lucas, quien no era un pastor o pescador ignorante. De hecho, era un médico quien entendía completamente cómo se concebía un bebé.

¿Por qué el nacimiento virginal es tan esencial para la fe cristiana? Yo diría que hay tres razones.

1 En primer lugar, se relaciona con la integridad de la Biblia como la Palabra de Dios. La Biblia dice rotundamente que Jesús nació de una virgen. Si eso no es cierto, entonces, ¿qué podemos creer en la Biblia?

Si lo que ella dice acerca del nacimiento de Jesús es ficción, ¿entonces como podemos creer lo que dice acerca de Su muerte y resurrección?

2 En segundo lugar, se relaciona con la integridad de Jesús como el Mesías. Para que Jesús fuera nuestro Salvador, tres condiciones debían cumplirse:

a) Él tenía que ser Humano. Ningún ángel podía morir por nuestros pecados.

b) Él tenía que ser Divino. Un simple mortal no podía soportar el precio infinito que debía pagarse por nuestros pecados.

c) Él tenía que ser Inmaculado. Un pecador no podía morir por los pecados de otros.

El nacimiento virginal garantizó el cumplimiento de estas tres condiciones:

a) Debido a que nació de María, Él era Humano.

b) Debido a que fue concebido por el Espíritu Santo, Él era Divino.

c) Debido a que nació santo, sin una naturaleza pecaminosa, Él estaba calificado para servir como nuestro Salvador.

3 Finalmente, el concepto del nacimiento virginal no fue alguna ocurrencia tardía. Fue claramente profetizado cientos e incluso miles de años antes de que Jesús naciera. La primera profecía mesiánica en la Biblia se encuentra en Génesis 3:15, donde se nos dice que el Mesías nacerá de la simiente de la mujer.

Isaías profetizó que el Mesías nacería de una virgen y que Él sería Dios en la carne (Isaías 7:14). Jeremías reforzó esto en sus profecías (Jeremías 31:22). Y un ángel de Dios se lo confirmó tanto a María (Lucas 1:26-37) como a José (Mateo 1:18-25).


La pintura de la portada es de un artista desconocido y data de finales del siglo XIX. Cuelga en una parroquia católica en Marianka, Slovakia. 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 16 (conclusión)

El Anticristo

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Su Carácter

La Biblia es muy específica acerca del carácter del Anticristo, y la imagen que pinta es repugnante. La información más detallada se puede encontrar en el libro de Daniel.

Una y otra vez se le da énfasis a la boca del Anticristo. Se jactará sin parar sobre sí mismo (Daniel 7:8). Él “contra el Dios de los dioses hablará maravillas” (Daniel 11:36). Se le dará una “boca que hablaba grandes cosas y blasfemias” (Apocalipsis 13:5). Ante todo, va a ser un fanfarrón y un blasfemo.

Será obstinado y temerario en su determinación de salirse con la suya. Mostrará desprecio por las tradiciones humanas y, por supuesto, cambiará incluso el calendario para que ya no esté relacionado con el nacimiento de Jesús (Daniel 7:25).

Otro punto que se enfatiza repetidamente es que el Anticristo será poseído por Satanás, tal como lo fue Judas (Lucas 22:3). Daniel dice que su poder será fuerte, “mas no con fuerza propia” (Daniel 8:24). Pablo dice que su venida será “por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos” (2 Tesalonicenses 2:9). Juan dice que Satanás le dará su poder y autoridad al Anticristo (Apocalipsis 13:2).

Debido a que estará demonizado, será un hombre en quien no se podrá confiar. Salmos 52:2 dice que será alguien que “practica el engaño” (NVI). Salmos 55:21 dice que su discurso será “más blando que mantequilla”, pero su corazón estará lleno de guerra. Salmos 5:6 lo llama un “hombre sanguinario y engañador”. En Salmos 43:1 él es mencionado como un “hombre engañoso e inicuo”.

Daniel indica que será un pervertido sexual, muy probablemente un homosexual. Como lo expresa Daniel, el Anticristo no hará caso “del amor de las mujeres” (Daniel 11:37).

El panorama general es el de un egomaníaco que aborrece a Dios y explota a la gente para sus propios fines. Es engañoso y cruel. Es un hombre carente de integridad. Ésta es probablemente la razón por la que cuando Jesús regrese, Juan lo caracteriza como el “Fiel y Verdadero” (Apocalipsis 19:11), en contraste con el Anticristo, quien ha sido infiel y falso. 

Su Carrera

El Rapto en sí será probablemente el evento que catapultará al Anticristo al poder. Esto se debe a que el Rapto producirá caos y pánico internacional. El Anticristo, energizado por Satanás (Daniel 8:24), parecerá tener todas las respuesta a los problemas mundiales. Se apoderará de la Unión Europea por medios de hábiles intrigas (Daniel 8:23) y establecerá su sede en Roma (Apocalipsis 17:3, 9, 18).

El período de la Tribulación de siete años comenzará realmente cuando el Anticristo negocie un tratado que traerá una verdadera paz al Medio Oriente, y que permitirá que los judíos reconstruyan su Templo (Daniel 9:27). Con su base europea consolidada y la paz lograda en el Medio Oriente, se propondrá dominar a todo el mundo.

El mundo lo resistirá, y el resultado será una Tercera Guerra Mundial en la que “causará grandes ruinas” (Daniel 8:24). Esta guerra inicialmente dará como resultado la muerte de un cuarto de la humanidad (Apocalipsis 6:8). A medida que la Tribulación se acerque a su punto medio, esta guerra escalará en un holocausto nuclear que causará la muerte de un tercio adicional de los que aún estén vivos (Apocalipsis 8 y 9).

Será una victoria vacía, porque en el proceso de su conquista, un tercio de la tierra será destruida y la mitad de su población será asesinada. Luego consolidará su “victoria” instituyendo una economía y una religión mundial.

La clave de su control económico será una marca que toda persona deberá llevar en su mano derecha o en su frente (Apocalipsis 13:16-18). Nadie podrá comprar o vender a menos que tengan esta marca. La marca consistirá de “el nombre de la bestia, o el número de su nombre” (Apocalipsis 13:17).

Su control religioso será ejercido por un falso profeta que dirigirá su sistema religioso pagano (Apocalipsis 13:11-15). Obligará a toda la humanidad a adorar al Anticristo. Será un engañador que asombrará a la gente con “grandes señales” que parecerán ser de naturaleza milagrosa.

Con el fin de consolidar este sistema religioso satánico, el Anticristo lanzará una gran persecución de todos aquellos que hayan puesto su fe en el Dios verdadero desde el Rapto de la Iglesia (Apocalipsis 12:13-17). El resultado será una masacre masiva de los creyentes (Apocalipsis 7:9-14).

Su Destino

La Biblia indica que, a medida que el Anticristo se obsesiona con los judíos, pierde interés en su imperio mundial, y segmentos de ese imperio comienzan a rebelarse. El núcleo de la rebelión se centra en las naciones asiáticas, que reúnen un ejército de 200 millones y lo envían marchando a través de Asia hacia Israel, donde esperan enfrentar al Anticristo en una batalla decisiva por su libertad. 

Daniel dice que, mientras el Anticristo y sus ejércitos se están extendiendo por todo el Medio Oriente, saqueando las naciones y asesinando a los judíos, el Anticristo de repente escucha “rumores” que “lo atemorizarán” (Daniel 11:40-44). Evidentemente escucha sobre el gran ejército asiático que viene a desafiarlo. Él responde consolidando sus fuerzas “entre los mares y el monte glorioso y santo” (Daniel 11:45). Ésta es la misma área a la que se hace referencia en Apocalipsis como el Valle de Armagedón (Apocalipsis 16:16).

Se nos dice que el Río Éufrates se seca en este momento y el gran ejército asiático lo cruza para enfrentar al Anticristo y sus ejércitos en la batalla (Apocalipsis 16:12). Mientras luchan, el Señor Jesucristo irrumpe de los cielos, regresa al Monte de los Olivos en Jerusalén, y pronuncia una palabra sobrenatural que causa que todos los ejércitos caigan muertos. “Y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca” (Zacarías 14:12), y el valle se llena de sangre hasta las bridas de los caballos, en una distancia de doscientas millas (Apocalipsis 14:20).

Pablo dice que el Anticristo será asesinado por el “aliento del Señor” (2 Tesalonicenses 2:8). Juan confirma esta imagen, diciendo que el Señor hará guerra contra el Anticristo “con la palabra de Su boca” (Apocalipsis 2:16). Daniel añade que el dominio del Anticristo “será quitado, aniquilado y destruido para siempre” (Daniel 7:26). Daniel también dice que el Anticristo será lanzado “en el fuego” (Daniel 7:11).

Juan confirma el destino del Anticristo en Apocalipsis, cuando dice que tanto el Anticristo como el Falso Profeta serán lanzados al “lago de fuego que arde con azufre” (Apocalipsis 19:20), donde serán “atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 20:10). Esto significa que el Anticristo y el Falso Profeta serán los primeros ocupantes del lago de fuego. (Satanás no será confinado allí sino hasta el final del Milenio — Apocalipsis 20:10).

Características del Anticristo


Descripción
Cuerno pequeño
Daniel 7
Cuerno pequeño
Daniel 8
Rey
soberbio
Daniel 11
Hombre de
Iniquidad
2 Tes. 2

Fanfarrón/Ególatra
Blasfemo contra Dios
Despectivo
Perseguidor de los creyentes
Insolente
Engañoso / Astuto
Demoníaco
Destructivo
Obstinado
Pervertido sexual
Militar
Materialista

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Preguntas

1) ¿Cree que el Anticristo podría estar vivo hoy? Si es así, ¿por qué?

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2) Lea Apocalipsis 13:1-3. ¿Cree que estos versículos indican que el Anticristo será asesinado y resucitado de entre los muertos?

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2) El apóstol Juan declara en 1 Juan 2:18-22 que había anticristos en su época e implica que éste será el caso a lo largo de la historia. ¿Qué cree que esto signifique?

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4) Algunos han comenzado a afirmar en los últimos años que el Anticristo será un musulmán. ¿Cree que ésta es una posibilidad. Explique su respuesta.

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5) Lea Daniel 7:8-11. ¿Qué es lo que más le impresiona acerca de esta descripción del Anticristo y por qué?

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6) En Apocalipsis 11:7 y 17:8, el Anticristo es descrito como una “bestia” del “abismo”. ¿Podría esto indicar que será un demonio en forma humana?

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7) El Anticristo será parte de una trinidad satánica en la tierra durante la Tribulación. ¿Quiénes serán los otros dos miembros de esta trinidad? Lea Apocalipsis 12:3, 9-12 y 13:11-18.

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Lea la parte 1 »»aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

martes, 27 de noviembre de 2018

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 16 (parte 1)

El Anticristo

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Hecho: La Biblia enseña que una persona llamada el Anticristo se apoderará de todas las naciones del mundo durante la Tribulación.

Escritura Clave:Y se le permitió [al Anticristo] hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación” (Apocalipsis 13:7).

La Biblia enseña que, en los tiempos del fin, justo antes del regreso de Jesús, el líder político más grande en la historia de la humanidad emergerá de Europa. Después de apoderarse de esa área por medio de la astucia y el engaño diplomático, lanzará una campaña militar que dará lugar a su adquisición de “autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación” (Apocalipsis 13:7).

Su Reino

Su imperio será el más extenso de toda la historia, ya que abarcará el mundo entero, y su gobierno será el más demoníaco que el mundo haya experimentado.

Él comenzará su ascenso al poder como un líder dinámico, carismático, perspicaz, y visionario que asombrará al mundo con la inteligencia de sus soluciones a los problemas mundiales. Él parecerá ser el salvador del mundo. Pero, a medida que consolida su poder, su verdadera naturaleza será revelada.

Él emergerá como una persona poseída y empoderada por Satanás que odia a Dios y que está determinado a aniquilar al cristianismo y al judaísmo. Por esta razón, se le identifica en la Escritura como el Anticristo (1 Juan 2:18), ya que se opondrá a Dios y a Su Ungido, Jesucristo.

Su Origen

¿De dónde vendrá esta persona siniestra? Algunos han especulado que saldrá de Siria, ya que uno de sus tipos proféticos en la historia — Antíoco Epífanes (215-164 a.C.) — era un tirano sirio. Pero Antíoco era en realidad de herencia griega. ¿Podría entonces ser griego? No es probable.

Es mucho más probable que surgirá del corazón del antiguo Imperio Romano y que será de ascendencia italiana. Esta conclusión se basa en una declaración en Daniel 9:26. En ese pasaje, el Anticristo es mencionado como “el príncipe que ha de venir”, y se le identifica como parte del pueblo que “destruirá la ciudad y el santuario”.

Sabemos por la historia que Jerusalén y el Templo judío fueron destruidos por los romanos en el año 70 d.C. Por lo tanto, según Daniel, el Anticristo debe ser de herencia romana.

¿Será él un judío? Muchos asumen que lo será debido a que Jesús dijo: “Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis” (Juan 5:43). Basándose en esta declaración, la gente pregunta: “¿Cómo podrían los judíos posiblemente recibir a un gentil como su Mesías?

Pero la Biblia no enseña que los judíos recibirán al Anticristo como su Mesías. Enseña que lo aceptarán como un gran líder político y diplomático y que pondrán su confianza en él como el garante de la paz en el Medio Oriente.

Pero en el momento en que se revele a sí mismo como el Anticristo, al profanar el reconstruido Templo judío y al blasfemar contra Dios, el pueblo judío se rebelará. Lo rechazarán como su Mesías, y él responderá con furia intentando aniquilarlos.

El Anticristo no tiene que ser un judío. Y, de hecho, la Biblia deja en claro que él será un gentil. En Apocalipsis 13:1 él es representado como “una bestia que surge del mar”. El mar se usa consistentemente en todas las escrituras proféticas como un símbolo de las naciones gentiles (Daniel 7:3; Isaías 17:12; Isaías 60:5).


Lea la conclusión »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

lunes, 26 de noviembre de 2018

Conferencia: Israel – La Cara de la Verdad (parte 4)


El día jueves 15 de noviembre, llegó a Nicaragua el Sr. Sammy Eppel, co-Presidente para América Latina del Foro Mundial para la Lucha contra el Antisemitismo y miembro del Ejecutivo de la organización La Cara de la Verdad (Hatzad Hasheni). El Sr. Eppel llegó al país invitado por la organización Hispanos Aliados por Israel, que es dirigida por el pastor William Marota. 

Esta conferencia se llevó a cabo el viernes 16 de noviembre, en la Iglesia Jesús es mi Buen Pastor. Como su nombre lo indica, el objetivo del evento era dar a conocer a los asistentes la realidad de lo que sucede en el Medio Oriente, desde la perspectiva de la única democracia que existe en esa zona del mundo. A este evento asistieron cerca de 100 pastores evangélicos de distintas denominaciones, así como miembros destacados de la Comunidad Judía de Nicaragua. El evento se llevó a cabo desde las 8 a.m. hasta el mediodía. 

Si desean conocer más acerca de la labor que el Sr. Eppel está llevando a cabo, pueden visitar el sitio web de Hatzad Hasheni


Vea la parte 1 »»aquí 
Vea la parte 2 »»aquí
Vea la parte 3 »»aquí

La Iglesia en la Profecía – Parte 4 de 4

Pasado, Presente y Futuro


Profecías Positivas del Tiempo del Fin

No todas las profecías sobre la Iglesia en los tiempos del fin son de naturaleza negativa. De hecho, hay muchas más positivas, y su naturaleza gloriosa más que eclipsa a las negativas.

La Lluvia Tardía

La increíblemente buena noticia es que la Biblia profetiza un gran derramamiento del Espíritu de Dios en los tiempos del fin, para empoderar a aquellos que estén receptivos a oponerse a la embestida de Satanás.

La profecía se encuentra en Joel 2:28-30. Debido a que esta profecía fue citada por Pedro en su sermón en el Día de Pentecostés para explicar el fenómeno de las lenguas (Hechos 2:14-21), muchos han asumido que se cumplió ese día. Esa suposición es errónea. 

El contexto antes del pasaje (versículos 18-27) deja en claro que habrá dos derramamientos del Espíritu (la “lluvia temprana y la tardía”) y que el derramamiento final comenzará después de que los judíos sean reunidos en su tierra y restablecidos como nación. También, el contexto después del pasaje (31-32) indica claramente que el cumplimiento final de la profecía ocurrirá durante la época de la Segunda Venida.

Hemos estado en el período de la “lluvia tardía” desde el restablecimiento del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948. El Espíritu está siendo derramado, y los dones del Espíritu se están manifestando de una forma sin precedentes desde el primer siglo. La alabanza y la adoración del Tabernáculo de David también se están restaurando en la Iglesia, para potenciarla aún más para la guerra espiritual.

Esta gran unción del Espíritu está produciendo un remanente que está inmerso en la Palabra, comprometido con la rectitud, crucificado a sí mismo, dedicado a la oración, rendido en adoración, celoso por el evangelismo, y anhelando el pronto regreso de Jesús. Es este remanente que responderá a la aparición del Señor en el Rapto con una nube de alabanza. 

Bendiciones Especiales

El gran derramamiento del Espíritu es sólo una de muchas gloriosas bendiciones prometidas a la Iglesia en los tiempos del fin. Entre ellas se encuentran las que figuran a continuación:

Rapto — La promesa que Jesús aparecerá en los cielos al final de la Era de la Iglesia y resucitará a los muertos en Cristo, dándoles cuerpos glorificados y eternos. Inmediatamente después de su resurrección, el Señor arrebatará a todos los creyentes vivos, transformándolos de mortales a inmortales mientras ascienden, sin experimentar la muerte (1 Tesalonicenses 4:13-18).

Recompensas — Después del Rapto, todos los creyentes de la Era de la Iglesia serán juzgados en el Cielo por Jesús, no para determinar su destino eterno, sino para determinar sus grados de recompensas, con base en su servicio en esta vida (2 Corintios 5:9-10; 1 Corintios 3:13-15; 4:5).

Celebración — Después de que las recompensas hayan sido distribuidas, la Iglesia (la Novia) celebrará su unión con Jesús (el Novio) en la fiesta de las bodas del Cordero (Apocalipsis 19:6-9).

Segunda Venida — La Iglesia regresará a la tierra con Jesús y será testigo de Su triunfo sobre el Anticristo y sus fuerzas (Apocalipsis 19:11-21).
Coronación — La Iglesia será testigo de la coronación triunfal de Jesús como Rey de reyes y Señor de señores, después de que Él entre por la Puerta Oriental (Salmos 24:7-10), y comience a reinar desde el Monte del Templo en Jerusalén (Isaías 2:1-4).

Milenio — Los creyentes serán esparcidos por toda la tierra para reinar con Jesús durante mil años sobre aquellos creyentes que vivieron hasta el final de la Tribulación y que se les permitió entrar al Milenio en sus cuerpos físicos (Apocalipsis 20:1-10). Los redimidos serán testigos de la tierra inundada con paz, rectitud y justicia, como las aguas cubren el mar (Isaías 11:9).

Nueva Jerusalén — Al final del reinado de mil años del Señor, los redimidos serán transferidos a la Nueva Jerusalén que Jesús ha estado preparando (Juan 14:1-4). Desde ese punto de vista, serán testigos de la tierra siendo consumida con el fuego, mientras la contaminación de la última rebelión de Satanás se quema (2 Pedro 3:10).

Estado Eterno — Después de que Dios provea una nueva tierra y cielos renovados, la Nueva Jerusalén descenderá a la nueva tierra, y Dios mismo vendrá a la tierra para residir entre los redimidos. En otras palabras, el Cielo vendrá a la tierra, y los redimidos vivirán eternamente en la Nueva Jerusalén en la presencia de su Creador y su Salvador (Apocalipsis 21:1-7; 22:1-5).

Conclusión

Así pues, como puede ver, hay malas noticias y buenas noticias para la Iglesia en los tiempos del fin. Pero las buenas noticias son mucho mejores que las malas — tan increíblemente gloriosas — que el apóstol Pablo fue motivado a declarar:

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

¡Aleluya! y ¡Maranatha!

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Lea la parte 2 aquí 
Lea la parte 3 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Church in Prophecy 

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