martes, 2 de octubre de 2018

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 8 (parte 1)

Dos Profecías Angulares

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Hecho: El libro de Daniel contiene dos profecías clave que presentan un panorama desde su tiempo hasta la Segunda Venida del Mesías.

Escritura Clave: Y me dijo [Jesús en una aparición pre-encarnada]: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando” (Daniel 10:11)

Un Hombre de Alta Estima

Daniel es mencionado en las Escrituras hebreas como uno de los hombres más justos que ha vivido, junto con Noé y Job (Ezequil 14:14). En el pasaje arriba citado, se le dice que Dios lo tenía en “alta estima”.

Fue a este hombre que Dios le dio dos de las profecías más importantes registradas en el Antiguo Testamento. Una es “La Profecía de los Reinos”, que está registrada en Daniel 2:31-45. La otra se conoce generalmente como “La Profecía de las 70 Semanas de Años”. Se puede encontrar en Daniel 9:24-27.

Éstas son profecías fundamentales, debido a que cada una presenta una visión general de eventos desde la época de Daniel hasta la Segunda Venida del Mesías. Y La Profecía de las 70 Semanas de Años también provee el tiempo de la Primera Venida del Señor. Así, veamos brevemente estas dos profecías.

La Profecía de los Reinos

A principios de los 70 años del cautiverio babilónico de los judíos, cerca del año 603 a.C., el rey de Babilonia, Nabucodonosor, tuvo un sueño que lo inquietó profundamente (Daniel 2:1-16).  Cuando sus sabios no pudieron ayudarlo a recordar el sueño ni a darle una interpretación, uno de los cautivos judíos, un joven llamado Daniel, envió un mensaje al rey de que, a través del poder de su Dios, él podía revelar el sueño y dar su interpretación (Daniel 2:17-30).

Daniel le dijo al rey que él había visto en su sueño una estatua grande y espléndida. La cabeza estaba hecha de oro, los brazos y el pecho de plata, los muslos de bronce y las piernas de hierro. Su pies estaban compuestos de una mezcla inestable de hierro y barro. Mientras el rey estaba admirando la estatua, una piedra sobrenatural de forma repentina aplastó los pies, convirtiendo toda la estatua en un montón de polvo. La piedra luego se expandió en un monte que llenó toda la tierra (Daniel 2:31-45).

Daniel procedió a dar la interpretación del sueño. Le dijo a Nabucodonosor que la cabeza de oro representaba al imperio babilónico, el pecho de plata era el imperio medo-persa y los muslos de bronce eran símbolos del imperio griego, que conquistaría a los medos y los persas (Daniel 2:36-40; 8:20-21). Daniel no identificó específicamente al cuarto reino, simbolizado por las piernas de hierro, pero sabemos por la historia que fue el imperio romano, con las piernas que representan las manifestaciones oriental y occidental del imperio. 

Sabemos por otras profecías acerca de los tiempos del fin que los pies frágiles representaban al último imperio gentil de la historia — a saber, el imperio mundial del Anticristo, que parecerá muy poderoso en el exterior, pero que estará podrido por dentro — de allí el símbolo del hierro mezclado con el barro (Daniel 2:41-46).

La piedra sobrenatural, “cortada no con manos”, representaba al reino del Mesías. Su trituración de la estatua era una profecía de que, en la Segunda Venida del Mesías, Su reino suplantará a todos los reinos gentiles del mundo y abarcará toda la tierra (Daniel 2:45).

Cincuenta años después, esta misma secuencia de imperios se le presentó a Daniel en una visión, pero en lugar de una gloriosa estatua, Daniel vio una serie de bestias salvajes devoradoras — que representan la manera en la que Dios ve a los reinos del hombre (Daniel 8:1-13, 20-27).

Los que no creen que Jesús volverá alguna vez a esta tierra para reinar, argumentan que la piedra sobrenatural que se apodera del mundo representa a la Iglesia. Pero eso no puede ser cierto, porque el Nuevo Testamento nunca representa a la Iglesia tomando el control del mundo. De hecho, las profecías del tiempo del fin acerca de la Iglesia indican que se debilitará cada vez más debido a las herejías y la apostasía. Además, a Daniel se le dice varias veces que las profecías que se le dieron pertenecen a los tiempos del fin (Daniel 8:19; 10:14; 14:4, 9).


Lea la conclusión »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

jueves, 27 de septiembre de 2018

Observaciones del Editor: Un Hito



Alcancé un hito importante en mi vida el 29 de julio, cuando cumplí 80 años. Y repasando mi vida, puedo testificar la verdad del dicho de que “el tiempo vuela”.

Parece que fue ayer cuando di un paso de fe, abandoné mi carrera en la educación superior, y establecí este ministerio. Sin embargo, eso fue hace casi 40 años en 1980.

Durante nuestra reciente conferencia bíblica anual a mediados de julio, mis dos hijas, junto con el personal de este ministerio, me dieron una fiesta de cumpleaños sorpresa durante el almuerzo en el segundo día de la conferencia. Afortunadamente,  tenían sólo dos velas en el pastel — de lo contrario, ¡habría activado la alarma contra incendios y el sistema de riego!

Como lo he testificado en detalle en mi libro, Confiando en Dios, huí del llamado del Señor a mi vida durante 20 años, antes de que finalmente me rindiera. Ése es el pesar más grande de mi vida. Cuando el Señor finalmente me llevó al final de mí mismo al golpearme en la cabeza con un garrote, me arrepentí y re-dediqué el resto de mi vida a Su servicio. Eso fue hace 38 años.

Cuando eso ocurrió, comencé a orar por dos cosas en particular: 1) “Señor, permíteme recuperar esos 20 años de servicio para Ti”, y 2) “Señor, permíteme terminar fuerte”.

La Biblia dice que el lapso de vida natural es de 70 años (Salmos 90:10). Cualquier cosa más allá de eso es un regalo diario de Dios. Ahora he completado diez de esos veinte años que le pedí al Señor que me permitiera compensar, y estoy agradecido por Su gracia al permitirme vivir tanto tiempo y continuar sirviéndole.

Sigo orando para que pueda terminar fuerte, como el apóstol Pablo, y no como el rey Saúl. Considero que Saúl es una de las figuras más tristes de la Biblia. Él comenzó muy fuerte. Era alto y guapo. Se le dio una unción especial del Espíritu de Dios. Pero quitó sus ojos del Señor y se vio atrapado en una espiral descendente de celos, odio y rebelión que, finalmente, resultó en su suicidio en el campo de batalla.

Quiero terminar fuerte — justo en el centro de la voluntad de Dios, haciendo lo que Él quiere que haga — proclamando el pronto regreso de Jesús.

Es por eso que la mayor bendición de mi cumpleaños 80 el domingo 29 de julio, fue el hecho de  tuve la oportunidad de predicar la Palabra Profética de Dios esa noche en mi congregación — la Iglesia Brookhaven en McKinney, Texas. ¡Gracias, Señor!

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

¿Cuál es el Destino de los Estados Unidos? (pdf)

¿Arrepentimiento o Juicio?


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miércoles, 26 de septiembre de 2018

Seminario: La Autoridad de la Biblia

¿Es Confiable la Escritura?



El día jueves 20 de septiembre del año en curso, el Señor me concedió el privilegio de brindar un seminario de apologética a cerca de 100 pastores nicaragüenses. Dicho evento se llevó a cabo en el auditorio de Radio Ondas de Luz, una radio cristiana ubicada en Managua, la capital de Nicaragua.

Este seminario se realizó en conmemoración del 449 aniversario de la traducción de la Biblia al castellano. 

A continuación comparto con ustedes un breve fragmento de mi exposición, en la que resalté la centralidad que el estudio de la Palabra de Dios debe tener en la vida y el ministerio de todos los creyentes. 

Si está interesado en obtener la presentación que usé, escríbame a mi correo electrónico para solicitarla. 

domingo, 23 de septiembre de 2018

Audio: La Biblia y la Profecía – Donald Dolmus (parte 2)


Aunque la profecía constituye casi un tercio de la Biblia, su importancia es subestimada constantemente por aquellos que la descartan por no tener alguna importancia práctica o por aquellos que se oponen a ella con el argumento de que es una “moda pasajera” que hace que las personas aparten sus ojos de Jesús.

En este programa hago un análisis de las razones por las que es importante que los cristianos estudiemos la profecía bíblica.

Este programa se transmitió en Radio Ondas de Luz el 14 de septiembre de 2018.

Oiga la parte 1 »»aquí 
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