viernes, 7 de septiembre de 2018

¿Cuál es el Destino de los Estados Unidos? – Parte 3

¿Arrepentimiento o Juicio?



Tipos Proféticos

Pero antes de que revele nuestro tipo profético, permítanme tomar un momento para explicar el significado de un tipo profético.

Un tipo profético es un símbolo de una profecía aún por cumplirse. Prefigura una realidad venidera. Puede ser una persona, un evento, una ceremonia, o un objeto inanimado.

Así pues, el tirano griego, Antíoco Epífanes, (ca. 215 a.C. – 164 a.C.) fue un tipo profético del Anticristo, que aparecerá en el escenario mundial en los tiempos del fin.

Cada aspecto del Arca del Pacto apuntaba al Mesías:
  • Estaba hecha de madera — apuntando a la humanidad del Mesías.
  • Estaba cubierta de oro — apuntando a la divinidad del Mesías.
  • Contenía tres objetos:
Una olla de maná — apuntando al hecho de que el Mesías sería nuestro pan de vida.

Las tablas de Moisés — apuntando al hecho de que el Mesías guardaría la Ley perfectamente.

La vara de Aarón que floreció — apuntando al hecho de que el Mesías resucitaría de entre los muertos.
  • Una vez al año, el sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo y rociaba con sangra la tapa del Arca, lo que significaba que el Mesías tendría que morir para que la gracia de Dios cubriera la Ley de Dios.

El Tipo Profético de los Estados Unidos

Ahora, creo que el tipo profético de los Estados Unidos es la antigua nación de Judá.

Si recuerda, después de la muerte de Salomón, el reino de David se dividió en dos naciones — Israel y Judá.

La nación del norte, Israel, fue apóstata desde el principio. Fue fundada en rebelión contra Dios y continuó en esa condición durante 208 años, hasta que fue conquista por los asirios en el año 722 a.C. Durante su vida, la nación tuvo 19 reyes, y ni uno solo fue considerado justo a los ojos de Dios.

La nación del sur, Judá, duró 136 años más, para un total de 344 años. Ocho de sus 20 reyes fueron considerados justos por el Señor.

Considere los paralelos entre nuestra nación y Judá:
  • Les fueron dados grandes líderes como Ezequías, Josafat y Josías, así como hemos sido bendecidos en nuestra historia con líderes como Washington, Lincoln, los Roosevelts y Reagan.
  • Disfrutaron un grado de libertad incomparable en esa época, tal como hemos sido bendecidos.
  • Se les concedió una gran prosperidad, tal como a nosotros.
  • Y fueron favorecidos con abundantes bendiciones espirituales, tal como lo hemos sido nosotros. La gloria Shejiná de Dios residía en su Templo en Jerusalén. Hemos sido bendecidos para ser ser usados por Dios para proclamar el Evangelio en todo el mundo. 
Ojalá pudiera parar allí con esta lista de paralelos positivos, pero no puedo. Eso se debe a que compartimos algunas características negativas con Judá.

Una es el orgullo. Judá se enorgulleció de sus bendiciones y la gente se engañó a sí misma al pensar que ellos eran los responsables de sus bendiciones. 

Se olvidaron de Aquel que era verdaderamente el responsable, tal como nosotros lo hicimos.

Otro paralelo negativo es la rebelión. Cuando Judá se distanció de Dios, comenzó a rebelarse contra Su Palabra, así como ahora estamos en el proceso de hacer lo mismo.

El resultado para Judá fue la destrucción de su nación por los babilonios en el año 586 a.C.

Pero, antes de que Dios derramara Su ira sobre la nación, pacientemente los llamó al arrepentimiento y les advirtió de Su juicio inminente.

Hizo esto de dos maneras — a través de voces proféticas y juicios correctivos. Consideremos primero las voces proféticas.

En la cuarta parte de nuestra serie concerniente al destino de los Estados Unidos, leeremos el boletín de calificaciones que los profetas del Antiguo Testamento le dieron a Judá y sus paralelismos con los Estados Unidos. 

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 5 de septiembre de 2018

¿Cuál es el Destino de los Estados Unidos? – Parte 2

¿Arrepentimiento o Juicio?




Posibles Escenarios para un Estados Unidos Faltante

Hay varios posibles escenarios para explicar nuestra ausencia de la profecía bíblica del tiempo del fin:

1) Devastación terrorista

Debido a nuestras libertades y fronteras abiertas, somos un blanco fácil para ataques terroristas que podrían alterar fatalmente nuestra sociedad. Dichos ataques podrían tomar diversas formas — biológica, química y electrónica. Incluso podrían tomar la forma de bombas nucleares sucias en maletas.

Es casi imposible proteger a una sociedad de terroristas suicidas que estén dispuestos a sacrificarse por su causa. 
2) Ataque Nuclear Externo

Una segunda posibilidad son ataques atómicos directos o indirectos en forma de explosiones de impulsos electromagnéticos en la atmósfera sobre nuestra nación.

3) Descomposición Moral Interna

Un tercer escenario posible sería un colapso interno debido a la descomposición moral que podría conducir a la ruptura de la ley y el orden, lo que daría como resultado una violencia generalizada.

4) Un Colapso Económico

Una cuarta posibilidad es un colapso económico debido a la astronómica deuda nacional que hemos acumulado tan imprudentemente durante las últimas décadas.


En la primera edición de mi libro acerca de los Estados Unidos en la profecía bíblica, publicado en 2003, escribí:

Lo primero que viene a la mente es una catástrofe económica que será el resultado de nuestra situación de deuda fuera de control… No hay forma de escapar de la conclusión de que Estados Unidos se ha convertido en un adicto a la deuda”.

Concluí con esta observación:

Creo que un colapso económico sin precedentes es muy probable, debido a que el dinero el verdadero dios de Estados Unidos, y el verdadero Dios de este universo es celoso y no tolera la idolatría. Dios, por Su propia naturaleza, se verá obligado a destruir a nuestro falso dios”.

5) El Rapto

Hay un quinto escenario que podría explicar la ausencia de nuestra nación en la profecía del tiempo del fin, y es el que prefiero y por el que oro. Estoy pensando, por supuesto, en el Rapto de la Iglesia. A pesar de que nos hemos convertido en una nación secular, aún tenemos muchos cristianos verdaderos, muchos de los cuales están en posiciones poderosas del gobierno, la industria y el ejército.

El Rapto produciría un caos masivo en nuestra nación a una escala sin precedentes. Sin duda, daría lugar a la ley marcial. Probablemente, la única manera en la que podríamos sobrevivir es acercándonos a Europa y pidiendo ser incluidos en la Unión Europea.

Así, una vez más, mi conclusión es que los Estados Unidos no están mencionados específicamente en la profecía bíblica del tiempo del fin.

Pero, ¡estamos allí!

Estamos allí en tipo profético — en simbolismo profético.

En la tercera parte de nuestra serie concerniente al destino de los Estados Unidos, descubriremos el tipo profético de los Estados Unidos.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

martes, 4 de septiembre de 2018

¿Cuál es el Destino de los Estados Unidos? – Parte 1

¿Arrepentimiento o Juicio?




Pongamos este tema en perspectiva con dos pasajes fundamentales de la Escritura:

El primero es Salmos 33:12, que dice: “Bienaventurada la nación de la cual el SEÑOR es Dios” (RVR-2015). O, como dice en hebreo: “…cuyo Dios es Yahveh”.

El segundo es Proverbios 14:34, que dice: “La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones”.

Las Naciones en la Profecía

Desde que comencé a celebrar conferencias de profecía bíblica hace 38 años, la pregunta número uno durante las sesiones de preguntas y respuestas ha sido: “¿Dónde está Estados Unidos en la profecía bíblica?”. Los terribles acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 intensificaron la importancia y frecuencia de  esta pregunta — y eso es ciertamente comprensible.

La Biblia está llena de profecías sobre las naciones:

Isaías profetizó en detalle acerca de los destinos de Asiria, Babilonia, Moab, Siria, Etiopía, Edom, Arabia, Tiro y Egipto.

Casi todos los profetas hebreos hablaron sobre Israel o Judá o ambos, y muchas de sus profecías se referían al destino de Jerusalén.

Jeremías cubrió las mismas naciones, y agregó a Filistea, Cedar, Hazor, Elam  y Amón. 

Daniel se centró en los imperios mundiales y, en el proceso, escribió mejor la historia de antemano que la mayoría de los historiadores después del hecho. 

Daniel y muchos de los otros profetas también hablaron acerca de la configuración de naciones que existirían en los tiempos del fin, justo antes del regreso del Mesías. Ellos predijeron:
  • La resurrección del Imperio Romano en Europa.
  • El restablecimiento del Estado de Israel.
  • Israel asediado por las naciones árabes vecinas.
  • Israel amenazado por Rusia y sus aliados.
  • Y naciones en el Lejano Oriente capaces de enviar un ejército de 200 millones contra el Medio Oriente.

Los Estados Unidos en la Profecía Bíblica

Entonces, ¿dónde están los Estados Unidos en la profecía bíblica? ¿Cómo pudieron los profetas pasar por alto nuestra nación?

Lo que hace que esta pregunta sea aún más desconcertante es que las señales de los tiempos indican que estamos en el umbral de la Tribulación, ¡y somos la superpotencia dominante del mundo! Así que, ¿cómo podría la Biblia dejar de mencionarnos?

La búsqueda de los Estados Unidos en la profecía bíblica ha sido extensiva e intensiva. También ha sido muy imaginativa.

Isaías 18

En el siglo XIX, una de las ubicaciones favoritas de los Estados Unidos en la profecía propugnada por los expertos en profecía bíblica era Isaías 18. Éste habla de una “nación de gente alta y lampiña; un pueblo temido por doquier, una nación agresiva y dominante, cuya tierra está surcada por ríos” (NVI).

El problema con aplicar Isaías 18 a los Estados Unidos es que el capítulo comienza identificando específicamente a la nación de la que se está hablando, y ésa es Cus, que es la moderna nación de Sudán. 

El río al que se está refiriendo es obviamente el Nilo. Y además, todo el escenario del capítulo es durante el reinado milenial del Mesías.


Ezequiel 38 y 39

Durante el siglo XX, el lugar más popular para encontrar a nuestra nación en la profecía cambió a Ezequiel 38 y 39, donde se describe la batalla del tiempo del fin de Gog y Magog. Ésta es una invasión masiva de Israel por parte de Rusia y sus aliados, todos los cuales son países musulmanes modernos.

Ezequiel 38:13 declara que, cuando la invasión rusa de Israel ocurra en los tiempos del fin, “los mercaderes de Tarsis y todas sus aldeas” (RVA-2015), hablarán en contra de la invasión.

Tarsis fue identificada como Gran Bretaña y las “aldeas” fueron identificadas como las colonias británicas de habla inglesa, incluyendo, por supuesto, a los Estados Unidos. 

Más tarde en el siglo, la identificación de Tarsis cambió a España. Para compensar esto, los defensores de esta teoría simplemente señalaron que Colón zarpó de España y, por lo tanto, su descubrimiento de América convertiría a nuestra nación en una de las “aldeas” de España.

Creo que debería estar empezando a ver cuán desesperadas han estado las personas a lo largo de los años para encontrar a los Estados Unidos en la profecía. 

En realidad, la más reciente evidencia científica antropológica y metalúrgica apunta de forma concluyente a la isla de Cerdeña como el sitio de Tarsis. Cerdeña es la segunda isla más grande del Mediterráneo, sólo superada por Sicilia. ¡Y no creo que alguien sea tan osado como para afirmar que nuestra nación es una de las aldeas de Cerdeña!

La Gran Águila

Esto nos lleva a la que considero la más imaginativa y tonta identificación de nuestra nación en la profecía bíblica. Se encuentra en Apocalipsis 12:14, que declara que cuando el Anticristo intente aniquilar a los judíos en la segunda mitad de la Tribulación, los judíos en Israel huirán en “las dos alas de la gran águila”.

¡Creálo o no, algunas personas se han aprovechado de estas imágenes para enseñar que los Estados Unidos, cuyo símbolo nacional es el águila, proporcionarán el traslado aéreo que salvará al remanente judío!

Pero la Biblia es su propio mejor intérprete. Y cuando busca la frase, “alas de águila”, encontrará que es la misma que Dios usó en Éxodo 19:4, para describir cómo sacó a los israelitas de Egipto: “Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí”.

La misma imagen se usa en Deuteronomio 32:11, donde habla de la protección de Israel en el desierto.

Como el águila que excita su nidada, revolotea sobre sus pollos, [el Señor] extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas”.

En Apocalipsis 12, Dios es el “águila”, no los Estados Unidos. Lo que el pasaje en Apocalipsis 12 dice es que Dios va a proteger sobrenaturalmente al pueblo judío cuando huyan del Anticristo a Jordania, a la mitad de la Tribulación. 


Babilonia la Grande

Esto nos lleva a lo que hoy es el pasaje más popular para identificar a nuestra nación en la profecía bíblica. 

Se encuentra en Apocalipsis 18, que habla de un gran imperio que domina el mundo en los tiempos del fin llamado “Babilonia la Grande”, que será destruido por Dios en una hora de un día.

No hay duda de que los Estados Unidos comparten muchas similitudes con el imperio comercial corrupto descrito en este capítulo. El imperio es descrito como uno que está en rebelión contra Dios, hasta el punto que se ha convertido en “habitación de demonios” (versículo 2). Además afirma que la inmoralidad de este imperio ha corrompió a todas las naciones del mundo (versículo 3).

También queda claro que esta “Babilonia la Grande” dominará por completo la economía mundial, y su destrucción dará como resultado el colapso de las economías de todas las naciones. Esto hace que los reyes, comerciantes, y capitanes “lloren y hagan lamentación” y exclamen, “¡Ay, ay!” (versículos 9, 11, 17).

En el contexto internacional actual, ciertamente suena como los Estados Unidos. Pero, de nuevo, la Biblia es su propio mejor intérprete, y el capítulo 17 de Apocalipsis deja en claro que la “Babilonia la Grande” es el imperio mundial del tiempo del fin del Anticristo, que se centrará en Roma, no Washington, D.C.

Muchas profecías bíblicas tienen un pre-cumplimiento de tipo simbólico antes de que finalmente se cumplan en realidad. La destrucción de los Estados Unidos (ya sea por fuerzas externas o internas), y el impacto de esa destrucción sobre el mundo, sin duda podría constituir un pre-cumplimiento simbólico de Apocalipsis 18, pero el verdadero cumplimiento tendrá que espera la aniquilación del imperio mundial del Anticristo.

Por eso, mi conclusión es que los Estados Unidos no están mencionados específicamente en la profecía bíblica. Estamos cubiertos por profecías que se relacionan con todas las naciones, pero más allá de ellas, nuestro destino en el tiempo del fin no se menciona específicamente.

Pero esta conclusión plantea más preguntas de las que responde. ¿Por qué no estamos mencionados? ¿Cómo podría la Biblia guardar silencio acerca de nosotros?

En la segunda parte de nuestra serie concerniente al destino de los Estados Unidos, veremos posibles escenarios sobre por qué los Estados Unidos no son mencionados en la profecía bíblica de los tiempos del fin. 


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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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lunes, 3 de septiembre de 2018

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 11 (conclusión)

La Profecía en el Nuevo Testamento

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La Revelación de Jesús

Las profecías de Jesús no terminan con los Evangelios. Tenga en cuenta que el libro de Apocalipsis es una revelación de Jesús a Juan. Las cartas a las siete iglesias de Asia, registradas en Apocalipsis 2 y 3, son cartas de Jesús. Contienen muchas declaraciones proféticas, particularmente sobre las gloriosas recompensas que esperan a los que “vencieren”.

El Nuevo Testamento termina con un pronunciamiento profético de Jesús. Contiene Sus últimas palabras registradas: “Ciertamente vengo en breve” (Apocalipsis 22:20).

Las Epístolas

Pedro, Pablo y Juan a menudo hablan proféticamente en las Epístolas. Pablo dedica tres capítulos completos en Romanos (9-11) a la discusión de la salvación futura de un remanente judío. En Romanos 1:18-32, él nos da una visión detallada de la naturaleza pervertida de la sociedad del tiempo del fin. En Romanos 8:18-25 provee una imagen inspiradora de la redención futura del universo.

Dos de las epístolas de Pablo, 1 y 2 de Tesalonicenses, están casi enteramente dedicadas a la profecía acerca del regreso de Cristo. En estas letras encontramos la descripción más detallada del Rapto que está contenida en la Biblia (1 Tesalonicenses 4:13-18). Pablo también da mucha información detallada acerca del “día del Señor” en 1 Tesalonicenses 5 y 2 Tesalonicenses 2.

La mayoría de lo que sabemos acerca de los cuerpos glorificados de los redimidos proviene de la descripción que Pablo da en 1 Corintios 15 y 2 Corintios 5. En sus cartas a Timoteo, Pablo explica las señales del regreso del Señor, particularmente las señales de la sociedad (2 Timoteo 3:1-5). Pablo también pasa un tiempo considerable en sus escritos exhortando a sus lectores a vivir vidas piadosas mientras aguardan la Segunda Venida (Romanos 13; 1 Timoteo 6; Tito 2).

Las declaraciones proféticas de Juan en sus epístolas se relacionan casi exclusivamente con el espíritu del anticristo que prevalecerá en los tiempos del fin (1 Juan 2:18-29). Pedro escribe mucho más extensamente acerca de los tiempos del fin en sus epístolas. En 2 Pedro 3, él profetiza el desarrollo de la teoría científica del Uniformismo, uno de los pilares de la Evolución. En ese mismo pasaje, provee una imagen dramática de la reformación de los cielos y la tierra mediante el fuego.

El escritor de Hebreos dirige sus comentarios proféticos hacia la lucha cósmica por el dominio sobre la tierra. Él señala que, aunque Jesús recuperó de Satanás ese dominio por Su obra en la cruz, Jesús aún no está ejerciendo ese dominio, y no lo hará hasta que regrese para reinar sobre el mundo (Hebreos 2:5-8).

La profecía de la Segunda Venida más antigua en la Biblia está contenida en el libro de Judas, en los versículos 14-15. En estos versículos, Judas cita una visión atribuida a Enoc en la séptima generación desde Adán. En la visión, Enoc vio al Señor volviendo para derramar la ira de Dios sobre los impíos.

El Libro de Apocalipsis

El último libro en el Nuevo Testamento se centra en el período de la Tribulación y la ira de Dios que se derramará sobre todos los hombres para motivarlos al arrepentimiento. Presenta la historia del aplastamiento final de Satanás y el triunfo glorioso de Jesús. Provee una mirada breve al reinado milenial del Señor y luego concluye con un intrigante vistazo de la increíble nueva Jerusalén, que servirá como el hogar eterno de los santos en la tierra nueva.

Un mito común es la idea de que Apocalipsis 20 provee toda la información que la Biblia contiene acerca del Milenio. La verdad es que Apocalipsis 20 revela muy poca información acerca del reinado milenial. Nos dice que el reinado durará 1,000 años, pero los rabinos judíos habían deducido eso mucho antes de que Apocalipsis fuera escrito. Dice que Satanás será atado al comienzo del Milenio, algo que puede deducirse fácilmente de las profecías del Antiguo Testamento acerca de la paz y la justicia que prevalecerán durante ese tiempo. Declara que los santos reinarán con Jesús, pero eso ya había sido específicamente profetizado en muchos pasajes del Antiguo Testamento (vea, por ejemplo, Daniel 7:14, 18, 27). La rebelión de Satanás al final del Milenio es información nueva, pero no el hecho de que su destino final será la derrota total (Daniel 11:45).

La gran mayoría de la información que tenemos sobre la naturaleza del Milenio es provista por la profecía del Antiguo Testamento, particularmente las profecías de Isaías. El Milenio no es un concepto del Nuevo Testamento limitado a un capítulo en Apocalipsis.

Apocalipsis nos provee la información más detallada acerca del Estado Eterno. Aun así, lo que revela simplemente abre el apetito y estimula la imaginación. El hecho del asunto es que la Biblia nos dice muy poco acerca del Estado Eterno, excepto que los redimidos tendrán cuerpos glorificados e inmortales y vivirán en la presencia de Dios en una nueva Jerusalén en una tierra nueva. ¡Pero qué perspectiva tan emocionante es ésta! Romanos 8:18 dice “que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”.

Las muchas promesas gloriosas concernientes al futuro que están contenidas en la profecía del Nuevo Testamento deberían provocarnos a gritar: “¡Maranatha!” (1 Corintios 16:22).


Preguntas:

1) Lea Mateo 24:4-14. ¿Cuántas categorías de las señales de la Segunda Venida puede encontrar en este pasaje. Nómbrelas.

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2) Lea 1 Tesalonicenses 4:13-18. ¿De qué cree que este pasaje está hablando?

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3) Lea 2 Timoteo 3:1-5. ¿Ve alguna de estas señales del tiempo del fin en nuestra sociedad hoy?

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4) Lea 2 Timoteo 4:1-4. ¿Ve que esta profecía se esté cumpliendo en la Iglesia hoy?

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5) Lea Romanos 1:18-28. ¿Cree que alguno de estos versículos se aplica a nuestra nación hoy?

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6) Lea Apocalipsis 2 y 3 y note todas las recompensas que Jesús promete dar a los “vencedores”. 

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Lea la parte 1 »»aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
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