Los árabes también quieren la tierra porque hay una enseñanza en la religión islámica que dice que una vez que un territorio es conquistado por fuerzas musulmanas, siempre le pertenece a Alá. Por lo tanto, los musulmanes del Medio Oriente creen que tienen una obligación espiritual de reconquistar la tierra.
Ésta es la razón por la que el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dicho a menudo, “Si los árabes dejaran las armas hoy, no habría más violencia. Si los judíos dejaran sus armas hoy, no habría más Israel”.1
Intenciones Árabes
Cuando los líderes musulmanes del Medio Oriente dicen que quieren una “solución de dos estados”, están mintiendo. Su deseo no es simplemente un Estado palestino separado. Su meta es la aniquilación de Israel. Ganar un Estado palestino separado serviría solamente como un trampolín hacia su ataque final contra Israel, del mismo modo que han utilizado su adquisición de Gaza como una plataforma de lanzamiento para misiles.
Debe tenerse en cuenta que ya existe un Estado palestino. Se llama Jordania. Dos tercios de sus ciudadanos son palestinos, y la nación ocupa dos tercios del área de Palestina que fue ofrecida al pueblo judío en la Declaración Balfour en 1917. Fue sólo cuando los británicos se comenzaron a preocuparse por su acceso al petróleo árabe que decidieron en 1921 forjar este estado árabe del territorio de Palestina.
Los judíos se quedaron con sólo un pedacito de tierra (26,000 kilómetros cuadrados) a lo largo de la costa mediterránea para la creación de un Estado judío. Y perdieron casi la mitad de ese pedacito cuando las Naciones Unidas decidieron en noviembre de 1947 que el pequeño pedazo de tierra debía dividirse en dos estados: uno judío y el otro árabe.
El Restablecimiento de Israel
Los judíos se sintieron traicionados una vez más, pero a regañadientes aceptaron la resolución de la ONU y procedieron a proclamar el establecimiento de su estado el 14 de mayo de 1948. Los árabes denunciaron la resolución de la ONU, y cinco naciones árabes atacaron a Israel cuando la declaración de independencia israelí fue anunciada.
Un punto importante que generalmente se pasa por alto es que el mismo día que los israelíes declararon la existencia de su estado, los árabes podrían haber declarado legalmente el establecimiento de un segundo estado palestino. Pero no, ellos lo querían todo, así que atacaron a Israel, y los israelíes lucharon hasta detenerlos en la Guerra de la Independencia (1948-1949).
El Estatus de Jerusalén
Cuando la Guerra finalmente terminó, los jordanos estaban en control de Jerusalén Oriental, incluyendo la Ciudad Vieja de Jerusalén, que incluía el Monte del Templo y el Muro Occidental. Y aunque los jordanos prometieron en los acuerdos de cese al fuego permitir el acceso al pueblo judío al Muro Occidental, inmediatamente incumplieron ese acuerdo antes de que la tinta se secara. El resultado fue que a ningún judío se le permitió orar en el Muro Occidental entre 1949 y 1967.
A pesar del hecho de que los israelíes controlaban sólo la parte occidental de Jerusalén después de la Guerra de Independencia, en diciembre de 1949, el gabinete israelí procedió a declarar a Jerusalén como la capital de Israel.2
Esta proclamación fue confirmada por el parlamento israelí, la Knéset, el 23 de enero de 1950. La resolución parlamentaria afirmaba que, “Jerusalén fue, y siempre ha sido, la capital de Israel”.3
Esta declaración era por supuesto, históricamente correcta. Jerusalén había servido como la capital nacional del pueblo judío por más de mil años, desde la época del rey David hasta el 70 d.C., cuando la ciudad fue destruida por los romanos y los judíos fueron dispersados por todo el mundo. A partir de entonces, la ciudad sirvió como la sentida capital espiritual del pueblo judío hasta que una vez más adquirieron su posesión en 1967.
La Reunificación de Jerusalén
Cuando la Guerra de los Seis Días estalló en junio de 1967, los israelíes advirtieron a los jordanos que no se involucraran. Pero ellos ignoraron la advertencia y atacaron a Israel. Fueron derrotados rápidamente, lo que resultó en que Israel conquistó todo el territorio jordano en la rivera occidental del Río Jordán, incluida toda la ciudad de Jerusalén.
Trece años después de la Guerra de los Seis Días, que dio lugar a la reunificación de Jerusalén bajo la soberanía israelí, la Knéset aprobó la que ha llegado a ser conocida como “La Ley de Jerusalén”. Aprobada el 30 de julio de 1980, la ley declaraba que, “Jerusalén, completa y unida, es la capital de Israel”. La ley también garantizaba la protección de todos los “Lugares Sagrados” dentro de la ciudad.4
Las Naciones Unidas respondieron un mes después en agosto con una Resolución del Consejo de Seguridad, que condenaba enérgicamente el “intento israelí de anexar Jerusalén Oriental”.5 También llamaba a todos los estados miembros a rechazar la ley israelí y a retirar sus misiones diplomáticas de Jerusalén. La resolución pasó 14-0, con la abstención de Estados Unidos. Jimmy Carter era el Presidente en ese momento.
La Salida de Jerusalén
Esta resolución del Consejo de Seguridad resultó en el traslado de 13 embajadas de Jerusalén a Tel Aviv.6 El resto de las embajadas ya se encontraban en Tel Aviv. La Embajada de Estados Unidos fue establecida en Tel Aviv en 1949, ya que era la sede original del gobierno israelí. Había permanecido allí a pesar de que los israelíes más tarde cambiaron sus operaciones gubernamentales a Jerusalén.
En 1982, Costa Rica trasladó su embajada de vuelta a Jerusalén, seguida por El Salvador en 1984.7 Las naciones árabes respondieron cortando los lazos diplomáticos, económicos y culturales con los dos países. Desde el reconocimiento de Trump, Guatemala ha anunciado que su embajada volverá a Jerusalén.8 Se espera que otras naciones la sigan.
El firme rechazo de la mayoría de las naciones del mundo en reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y mover sus embajadas ahí es un increíble insulto al pueblo judío. Es realmente una expresión de antisemitismo, puesto que ninguna otra nación ha sido tratada de una manera tan lamentable. Es equivalente a que alguna nación le diga al pueblo estadounidense, “No reconocemos a Washington, D.C. como su capital, así que vamos a ubicar nuestra embajada en Chicago”.
El Antisemitismo de la ONU
Este virulento antisemitismo se expresa con regularidad en las resoluciones de la Naciones Unidas que condenan a Israel por crímenes imaginarios, mientras que temerarias naciones corruptas como Irán y Corea del Norte son ignoradas. También se ha expresado en resoluciones recientes de la UNESCO.
Por ejemplo, en octubre de 2016, la UNESCO respaldó una moción que anulaba los lazos judíos al Monte del Templo y el Muro Occidental.9 El Primer Ministro israelí Netanyahu respondió afirmando que la resolución era una “decisión delirante”. Agregó: “Declara que Israel no tiene alguna conexión con el Monte del Templo y el Muro Occidental es como decir que China no tiene conexión con la Gran Muralla de China o que Egipto no tiene conexión con las Pirámides”.10
El año siguiente, en mayo de 3017, la UNESCO fue aún más lejos. ¡La organización aprobó una resolución que negaba que Israel tenga derechos legales o históricos en cualquier lugar de Jerusalén! Y, como para meter un dedo en el ojo de Israel, ¡aprobaron esta resolución en el Día de la Independencia de Israel!
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En mayo de 2017, Donald Trump se convirtió en el primer Presidente en visitar el Muro Occidental mientras ocupaba el cargo.
Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.
(Zacarías 12:3)
El candidato presidencial Bill Clinton prometió reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y trasladar la Embajada de EE.UU. de Tel Aviv a esa ciudad.
El candidato presidencial George W. Bush prometió hacer lo mismo.
El candidato presidencial Barack Obama se abstuvo de hacer cualquier promesa de reconocimiento.
El candidato presidencial Donald Trump renovó la promesa.
Las promesas de Clinton y Bush demostraron ser insinceras e insignificantes. La negativa de Obama a tomar una postura señaló que se convertiría en el presidente más anti-Israel en la historia estadounidense. El Presidente Trump ha cumplido su promesa, y deber ser felicitado por hacerlo.
Hizo su proclamación el 6 de diciembre de 2017. En ella declaró: “Este [reconocimiento] no es más que un reconocimiento de la realidad. También es lo correcto. Es algo que tenía que hacerse”.
El Lazo Judío a Jerusalén
Jerusalén se convirtió en la capital del pueblo judío hace 3,000 años cuando David conquistó la ciudad de los jebuseos (2 Samuel 5:6-7). Durante los 1,878 años que el pueblo judío fue desalojado de la tierra (70 d.C. a 1948), Jerusalén nunca sirvió como la capital de ninguna nación árabe o musulmana.
También se debe tener en cuenta que cuando Dios dio la tierra de Canaán al pueblo judío, les dio un título eterno (Salmos 105:8-11). Él les advirtió que si no le eran fieles, serían desalojados de la tierra (Deuteronomio 28:64-67). Pero Él dejó en claro en Su Palabra que, si eran expulsados, retendrían su título sobre la tierra, y un día serían reunidos en ella (Ezequiel 11:14-17).
Durante el período de su dispersión de la tierra, ésta se convirtió en un páramo estéril, con pantanos infestados de malaria a lo largo de la costa mediterránea y en la Alta Galilea. Era una tierra que nadie codiciaba, excepto el pueblo judío.
Cada año, al final de sus comidas de Pascua, los judíos en todo el mundo oraban, “El próximo año en Jerusalén”. Y cuando construían sus sinagogas en cualquier parte del mundo, se aseguraban de que miraran en la dirección de Jerusalén.
El Regreso de los Judíos a su Patria
La tierra de Palestina, como fue renombrada por los romanos, permaneció escasamente poblada. Era propiedad principalmente de terratenientes ausentes, y estaba bajo el dominio del Imperio Otomano, cuya capital era Constantinopla (la actual Estambul). Las personas que vivían en Palestina se consideraban a sí mismas sirias.
Cuando el pueblo judío comenzó a regresar a su tierra en la década de 1890, compraron la tierra que Dios ya les había dado en perpetuidad, y pagaron precios inflados por ella. Los árabes se reían todo el camino hasta el banco de los tontos judíos que estaban dispuestos a comprar una tierra tan inútil.
Los árabes desconocían una profecía contenida en Ezequiel 36:35, donde Dios prometió que, cuando llegara el día en que los judíos regresarían a su tierra, llegaría a ser “como el jardín del Edén”.
Y eso es exactamente lo que pasó desde 1948, cuando el Estado judío fue restablecido. Hoy, la tierra de Israel es la canasta de pan de todo el Medio Oriente, y los árabes ahora la quieren de regreso.
En el segundo segmento de mi análisis del reconocimiento del Presidente Trump de Jerusalén como la capital de Israel, examinaremos si hay alguna validez del reclamo árabe de la tierra. Estimado lector: Su valiosa contribución, por medio de sus oraciones y sus ofrendas voluntarias, hace posible que sigamos produciendo materiales que contribuirán grandemente a su crecimiento y edificación espiritual.
Desde el pasado miércoles 18 de abril, la dictadura de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, ha estado reprimiendo y masacrando al pueblo nicaragüense. Ese día, un pacífico plantón ciudadano que rechazaba las reformas al Seguro Social, se convirtió en terror en Camino de Oriente: paramilitares del gobierno se ensañaron contra la protesta social de los estudiantes. Esa noche fue el inicio de las violentas protestas que han cobrado más de treinta vidas, principalmente, jóvenes universitarios; varios de ellos aún están desaparecidos, presos o hospitalizados.
La gota que derramó el vaso fue una reforma unilateral del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social. Fue hasta que la presión popular aumentó y que varios inversionistas amenazaron con irse del país, que el dictador se echó para atrás y mandó a anular dicha reforma.
Ese mismo día (18 de abril) el gobierno, a través del Instituto de las Telecomunicaciones, mandó a censurar la señal del Canal 100% Noticias, que estaba informando en tiempo real acerca de las manifestaciones y las represiones por parte de las turbas de la "Juventud Sandinista", quienes atacaban a la vista y paciencia de los policías que estaban cerca.
Hoy, una vez más, las familias nicaragüenses están sumidas en el luto y el dolor, debido a la arrogancia, prepotencia y soberbia de estos dos gobernantes malvados. Y, para empeorar las cosas, hay muchos pastores evangélicos, como Omar Duarte, que apoyan abiertamente a este régimen sanguinario.
Les pido que estén orando por el pueblo de Nicaragua. Al día de hoy, se contabilizan 34 muertos, más de 120 heridos (varios jóvenes perdieron un ojo) y alrededor de 60 personas desaparecidas. Varios de estos estudiantes han sido asesinados en los alrededores de la Universidad Politécnica de Nicaragua, la cual queda a unas pocas cuadras de donde vivo. Los vecinos fuimos afectados por las acciones criminales de los policías antimotines, quienes lanzaban las bombas lacrimógenas dentro de nuestras calles, sin que les importara que hubieran mujeres y niños inocentes.
Los medios de comunicación de todo el mundo han estado informando de la situación de nuestro país. Pueden googlear "Protestas en Nicaragua 2018" y hallarán suficiente información al respecto.
Mientras tanto, el día lunes 23 de abril, se llevó a cabo una gran marcha nacional en contra de la dictadura orteguista. Comparto con ustedes 2 videos de dicho evento que, según algunos cálculos, reunió a más de 1 millón de personas. Asistí a dicho evento junto a mi amigo y hermano, Oscar Carrión, y su esposa.
Aquellos de ustedes que sientan de parte de Dios enviarme una ofrenda de amor, pueden visitar nuestra sección Donativos, para que descubran cómo podrán hacerlo:
Un análisis a la luz de la Profecía Bíblica de la situación actual del Medio Oriente. ¿Cuál es el papel que Rusia e Irán están desempeñando en esa zona del planeta? ¿Qué interés está persiguiendo Vladimir Putin? ¿Existe la posibilidad de que una guerra estalle entre EE.UU. y Rusia? ¿Cuál será el futuro de Siria?
Este programa fue grabado a mediados de enero 2018.
Mis anfitriones fueron el pastor Marvin Úbeda y el hermano Yarok Bendaña.
El programa "Orientaciones" se transmite de lunes a viernes a través de Radio Ondas de Luz.