El Papa Francisco I reza en frente de una estatua de Nuestra Señora de Fátima, durante su audiencia general en la Plaza de San Pedro (L'Obsservatore Romano)
En 1917, después de 3 años de naciones batallando contra naciones en la Primera Guerra Mundial, la aparición de María vino a Fátima, Portugal para entregar un mensaje. “Nuestra Señora de Fátima”, como ha sido llamada desde entonces, habló del cielo, el infierno, y los pecados del hombre que estaban siendo castigados por la guerra. Muchos católicos creen que, en su mensaje, ella proveyó los medios para el fin de la Primera Guerra Mundial a través de su intervención divina. La Primera Guerra Mundial terminó alrededor de un año después, el 18 de noviembre de 1918.
“Sigan recitando el Rosario todos los días a nuestra Señora del Rosario para conseguir la paz en el mundo y el fin de la guerra (Primera Guerra Mundial), porque sólo Ella (Nuestra Señora de Fátima”) será capaz de ayudarles”.
Durante esa misma secuencia de mensajes, la aparición habló acerca de la nación de Rusia.
“Yo (la aparición) vendré a pedir la consagración de Rusia…Si mis peticiones son atendidas, Rusia será convertida, y habrá paz; si no, ella extenderá sus errores por todo el mundo, y causará guerras y persecuciones de la Iglesia. Los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, y ella será convertida, y un período de paz será otorgado al mundo”.
Doce años más tarde, el 13 de junio de 1929, Nuestra Señora de Fátima hizo una petición de seguimiento a la visionaria hermana Lucy, quien en ese momento estaba viviendo en Tuy, España. Esta comunicación proveyó instrucciones específicas acerca de la manera en la que Rusia debía ser consagrada.
“Ha llegado el momento en que Dios le pida al santo padre que haga y ordene que en unión con él, y al mismo tiempo con todos los obispos del mundo, se lleve a cabo la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón”.
La “consagración” es el acto de separar algo de su condición actual para un uso sagrado. En este caso, Rusia debe ser consagrada. Después de recibir este mensaje de la aparición, la hermana Lucy eventualmente entregó las siguientes instrucciones al Papa.
1. Rusia debe ser mencionada específicamente como el objeto de la consagración.
2. El Papa debe unirse con los obispos del mundo en una ceremonia pública para la consagración.
La consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María alude al abandono del ateísmo, paganismo, herejía o cismas y la aceptación de la fe católica, de la iglesia establecida por Cristo.
Hay un debate relativamente riguroso dentro de los círculos católicos con respecto a si Rusia ya ha sido consagrada oficialmente o no. El consenso general es que todavía no lo ha sido. Entonces surge la pregunta: ¿Por qué no ha ocurrido todavía? La respuesta a este interrogante se complica debido a los tiempos escalonados de los mensajes y a la naturaleza generalmente confusa y secreta de las predicciones concernientes a Rusia. En el análisis final, tal pareciera que la señora de Fátima pudo haber tenido un motivo adicional oculto detrás de sus predicciones sobre el futuro de Rusia.
ADVERTENCIA: Todo lo anterior es una realidad sobrenatural. La mayor parte de lo que sigue es especulación espiritual. Sin embargo, se provee debido a su potencial relevancia a la religión de la gran ramera, el cual es un tema de este libro.
Estos mensajes de Fátima señalan a Rusia como la única nación en el mundo para ser consagrada al Inmaculado Corazón de María. Esta sola conclusión es interesante, si consideramos que durante ese tiempo en que fuera dado este supuesto mensaje, el Imperio Británico era conocido como “El imperio donde el sol nunca se pone”. ¿Por qué la aparición no le hizo al menos una honorable mención al Imperio Británico, a Estados Unidos, Francia o a Italia, que eran todos aliados de Rusia en la Primera Guerra Mundial?
¿Será posible que Nuestra Señora de Fátima, que no es realmente la “Virgen María” de la Biblia, como los católicos enseñan, se estaba refiriendo al futuro papel principal de Rusia en la profecía de Ezequiel 38? Esta antigua profecía predice que Rusia será una beligerante potencia dominante mundial en los tiempos del fin.
Aunque prevalece cierta discrepancia con respecto a la identidad de algunas de las naciones enumeradas en esta profecía, la mayoría de los eruditos bíblicos creen que Rusia es la nación líder en la coalición de Gog de Magog mencionada en Ezequiel 38:1-6. Por lo tanto, es seguro sugerir que la entidad sobrenatural que se hace llamar Nuestra Señora de Fátima, sabe exactamente que Rusia está identificada en estos versículos. Este ser inteligente, que se disfraza como una aparición de María, probablemente existió desde antes que hubiera una tierra de Magog.
¿Por qué estaría preocupada Nuestra Señora de Fátima por Rusia, y por qué en la misma secuencia de mensajes, esta María impostora está aparentemente tomando el crédito por acabar con la Primera Guerra Mundial? La respuesta puede permanecer oculta si fallamos en identificar quién es realmente Nuestra Señora de Fátima, y en entender dos de las profecías más importantes de los tiempos del fin.
En primer lugar, la aparición pretende ser el benevolente personaje bíblico, María, la madre de Jesús. Ya se ha revelado en el comentario del capítulo titulado: “La Reina del Cielo Aparece Mundialmente”, que ésa no es su verdadera identidad. En lugar de ser la María bíblica, este personaje debe ser una criatura diabólica. Quién sea, o lo que sea, lo que Nuestra Señora de Fátima represente, su jefe es el diablo. Por lo tanto, ¿es Satanás quien está preocupado por la profecía de Ezequiel 38? Pero, ¿por qué?
Una de las dos profecías clave que le preocupa a Satanás debe ser la Ezequiel 38. Pero... ¿por qué el diablo está tan preocupado por esta predicción? La respuesta comprensiblemente se encuentra en Ezequiel 39:7, que señala que el propósito general de la profecía es la glorificación del Santo nombre de Dios.
“Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, el Santo en Israel” (Ezequiel 39:7).
Ésta es la profecía, que según Ezequiel 38:8, 16, ocurre en los “últimos días”, que Dios usa para informar al mundo de Él es el único Dios, es decir, el único Dios verdadero de la Biblia. El Señor logra esto al derrotar sobrenaturalmente a la coalición dirigida por Rusia, de la manera descrita en Ezequiel 38:18-39:6. Estos versos son interpretados en el comentario del capítulo titulado, “El Colapso de la Coalición Rusa”.
Esta derrota divina sobrenatural parece lograrse en un momento cuando Satanás estará intentando perpetrar una campaña de un gran engaño en otra profecía clave de los tiempos postreros que se encuentra en 2 Tesalonicenses. A continuación se muestra la segunda predicción que debe ser de particular interés para Satanás.
“inicuo (el Anticristo) cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos (incluyendo posibles apariciones marianas futuras), y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden (los dejados atrás después del Rapto), por cuanto no recibieron (a Jesucristo) el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia (2 Tesalonicenses 2:9-12; énfasis añadido).
Puesto que estos son los días postreros y ninguna de estas dos profecías claves ha tenido cumplimiento todavía, entonces todo parece indicar que deberán hacerse una realidad aproximadamente al mismo tiempo, lo cual complica las cosas para que Satanás extienda “la mentira” arriba mencionada. Satanás estará tratando de engañar a la humanidad para hacerles creer que el Dios de la Biblia no es el Dios verdadero, pero el cumplimiento de Ezequiel demostrará lo contrario.
Por lo tanto, es probable Satanás haya comunicado los mensajes de Fátima en 1917 con el fin de confundir el obvio mensaje futuro del Señor a las masas de que la derrota sobrenatural de la coalición rusa fue orquestada enteramente por el Dios de la Biblia. En cambio, dado que Nuestra Señora de Fátima tomó el crédito por acabar con la Primera Guerra Mundial, entonces ciertamente está calificada para terminar con la capacidad de Rusia para “difundir su errores en todo el mundo, provocando guerras”, como Ezequiel 38, sobre la que advirtió en Fátima más de un siglo antes.
A continuación hay una cita del artículo titulado, “El Papa Benedicto XV exige la paz mundial” (5 de mayo de 1917), que documenta el periodo histórico que involucra a la Señora de Fátima y la Primera Guerra Mundial.
“En 1917 la Primera Guerra Mundial estaba haciendo estragos, sin mostrar ningún signo seguro de concluir pacíficamente. En ese entonces, el Santo Padre, Papa Benedicto XV, quien había estado en el Servicio Diplomático del Vaticano, había agotado todos los medios naturales a su alcance para lograr la paz, pero de nada sirvieron. Dándose cuenta del poder limitado aun de la diplomacia papal, el agobiado y ya entonces frágil Papa se dirigió a la Santísima Madre de Dios, a través de quien se dispensan todas las gracias. El Papa pidió a todos los cristianos rogar urgentemente a la Virgen María para obtener la paz en el mundo, encomendando ese logro solo a Ella. El Papa escribió su súplica por la paz en una carta fechada el 5 de mayo de 1917…La Madre Santísima respondió prestamente a esta súplica agonizante del Papa y del pueblo cristiano. Solo ocho días más tarde, en Fátima, la Virgen María vino en respuesta al clamor levantado hacia Ella desde un mundo en guerra. Ella vino a demostrar su maternal solicitud por nosotros, y que, como Mediadora de todas la Gracias, sólo Ella puede mostrarnos el camino de la paz”.
Esta cita señala que la Señora de Fátima apareció en el preciso momento en que el Papa y los católicos de todo el mundo estaban clamándole desesperadamente a la “Santísima Virgen”, para que interviniera y trajera la paz durante la Primera Guerra Mundial. Entonces... ¿Parece razonable creer que algo semejante pudiera ocurrir durante la guerra de Gog de Magog en el futuro? ¿Podrían los católicos cometer el trágico error de darle la gloria a la Señora de Fátima, por la derrota sobrenatural de los invasores de Magog de Ezequiel 38? La siguiente cita con respecto al futuro, del papa Juan Pablo II, quien era un devoto fiel de “Nuestra Señora de Fátima”, le agrega más credibilidad a esta posibilidad.
"En su libro, Cruzando el Umbral de la Esperanza, el papa hizo una declaración profética, de que las futuras victorias de la iglesia vendrán a través de María, al afirmar: ... En este nivel universal, si tiene lugar la victoria ésta será traída por María. Cristo conquistará por medio de ella, porque Él desea que las victorias de la Iglesia ahora y en el futuro estén asociadas a ella”.
Otro episodio en la historia que vale la pena mencionar a lo largo de estas líneas tuvo lugar el 7 de octubre de 1571, en la Batalla de Lepanto. Hay citas sobre este acontecimiento épico, en el que la Santísima Madre intervino para derrotar a la Marina Turca Musulmana.
“Ninguna discusión de la historia del Rosario estaría completa sin una descripción de la épica e histórica Batalla de Lepanto. Mientras tenía lugar una prolongada guerra con los turcos musulmanes por el control de Europa oriental y, en particular, del Mediterráneo, el Papa Pío V organizó una flota de barcos a fin de involucrar a la marina musulmana turca. El Papa Pío V imploró a todos los fieles para que rezaran fervientemente el Rosario y le pidieran a la Santísima Madre que intercediera en favor de los cristianos. A pesar de ser superados de manera abrumadora en el número de embarcaciones y hombres de guerra, los turcos musulmanes fueron derrotados en la batalla de Lepanto el 7 de octubre de 1571... El Papa Pío V declaró este día como la Fiesta del Santo Rosario y pidió a todos que dieran gracias a ‘Nuestra Señora de la Victoria’”.
El historiador católico, el profesor Plinio Correa de Oliveira, añade la siguiente descripción a lo que ocurrió durante la Batalla de Lepanto: “Las descripciones de la Batalla de Lepanto basadas en las crónicas católicas de la época, no mencionan un hecho importante que aparece en las fuentes musulmanas. Estas últimas informan que en un momento determinado de la batalla, cuando las fuerzas católicas estaban siendo derrotadas, la flota turca vio una Dama majestuosa y terrible en el cielo. Los miraba con una mirada tan amenazadora que no podían soportarla, perdieron el valor y huyeron”.
Durante casi dos mil años, Satanás sabía de antemano que vendría un tiempo cuando estaría desatado para perpetrar un gran engaño en el mundo. Ese momento parece estar acercando. Sin embargo, por casi 2,600 años, también ha sabido que el Señor predijo que Él destruiría a los invasores de Magog sobrenaturalmente. A fin de impedir que el Señor reciba el debido crédito por detener a la coalición de Magog, Satanás puede pensar que ha encontrado una manera posible, a través de Nuestra mentirosa Señora de Fátima, para usurpar la palabra profética de Dios.
Si Nuestra Señora de Fátima aparece nuevamente, aunque sea una sola vez, con señales y prodigios sobrenaturales, ya sea antes, durante o inmediatamente después de la derrota divina de Rusia, entonces es muy probable que algunos católicos en todo el mundo crean que ella intervino de nuevo en otra guerra importante. Ella podría obtener el crédito, en lugar del Dios de la Biblia.
Pero, ¿qué pasa con el Reino Unido y los Estados Unidos? ¿Por qué Nuestra Señora de Fátima nos los mencionó? Después de todo, en el momento de los mensajes de Fátima, el Reino Unido era el imperio dominante del mundo y ahora lo es Estados Unidos. Tal vez sea porque Satanás se dio cuenta de que en la profecía de Ezequiel 38, ya no están representados en estatus de superpotencias.
El Reino Unido y los Estados Unidos parecen estar identificados en Ezequiel 38:13 como manifestantes en contra de la invasión rusa a Israel. Ezequiel 38 retrata a Rusia como poderosa, pero al Reino Unido y a Estados Unidos como impotentes.
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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
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