La Tribulación terminará con la Segunda Venida de Jesús. El Anticristo y su Falso Profeta serán capturados y lanzados vivos al lago de fuego (Apocalipsis 19:20-21). En ese momento, la actividad de Satanás llegará a un fin temporal. Estará cautivo durante los próximos mil años, mientras Jesús reina sobre toda la tierra desde Jerusalén (Apocalipsis 20:1-3).
Al final del reinado milenial del Señor, Satanás será liberado, y saldrá a engañar a las naciones (Apocalipsis 20:7-8). Éste es un acontecimiento muy desconcertante para la mayoría de las personas.
La atadura de Satanás en un abismo durante mil años (Apocalisps 20:1-3). Un dibujo de Pat Marvenko Smith (revelationillustrated.com)
La respuesta tiene que ver con uno de los propósitos fundamentales del Milenio. Los humanistas creen que el mal está enraizado en la sociedad y puede ser desarraigado a través de reformas sociales. En agudo contraste, la Palabra de Dios enseña que el mal está arraigado en la naturaleza caída del hombre (Jeremías 17:9 y Marcos 7:20-23).
Dios va a refutar la teoría humanista durante el Milenio. Él va a poner a toda la humanidad en una sociedad perfecta, donde prevalezcan la rectitud y la justicia. No habrá personas sin hogar o pobres. No habrá necesidades insatisfechas (Isaías 11:4-9).
Sin embargo, al final de ese tiempo glorioso, cuando Satanás sea liberado, él reunirá a las naciones del mundo contra Jesús, y marcharán contra Jerusalén para derrocar al Rey de reyes (Apocalipsis 20:7-9). Esta rebelión mundial demostrará que no se puede cambiar verdaderamente a las personas cambiando su entorno.
El cambio no puede ser externo. Debe ser interno, y eso puede pasar sólo por medio de la obra del Espíritu Santo, quien es recibido por los creyentes cuando ponen su fe en Jesús como Señor y Salvador (Hechos 2:38 y Efesios 1:13).
Esto plantea una pregunta adicional. ¿Por qué la mayoría de los que vivan en la carne se unirían a una rebelión contra Dios después de vivir durante mil años en una sociedad perfecta? Bueno, sólo deténgase por un momento y considere el hecho de que las Escrituras dicen que Jesús gobernará con una vara de hierro (Salmo 2:9 y Apocalipsis 2:27). Esto significa que Él dictará la ley, y ésta será estrictamente aplicada por aquellos de nosotros que tengamos cuerpos glorificados, que estaremos reinando con Jesús (Apocalipsis 2:26-27). La justicia será rápida y segura.
Ahora, piense cómo sería vivir en la carne durante un gobierno así. La naturaleza caída constantemente desearía las cosas del mundo —drogas, alcohol, sexo promiscuo, juegos de azar, etc.—. Sin embargo, sabiendo que la justicia es rápida y segura, la mayoría de las personas se refrenarán y alabarán a Jesús con los dientes apretados. Pero una vez que Satanás sea liberado, llamará a los pecadores frustrados e impenitentes del mundo a unirse a él para derrocar al “guasón en Jerusalén”.
Así pues, la historia va a terminar tal como empezó, yendo en círculo completo. Comenzó con dos personas en un ambiente perfecto llamado el Jardín del Edén. Se rebelaron contra su Creador. Ésta terminará con toda la humanidad viviendo en un ambiente perfecto, el Milenio, y la mayoría de ellos, como Adán y Eva, decidirán rebelarse.
Los últimos rebeldes de la historia serán destruidos sobrenaturalmente por Dios cuando marchen contra Jerusalén (Apocalipsis 20:9). En ese momento, Satanás será lanzado al lago de fuego donde será atormentado día y noche para siempre, junto con sus demonios y el Anticristo y el Falso Profeta (Apocalipsis 20:10).
Satanás en el Lago de Fuego. Una pintura de un artista desconocido.
Observe cómo estas revelaciones de la Palabra de Dios disipan el concepto mítico de la Edad Media de que Satanás y sus demonios estarán a cargo del Lago de Fuego, donde ellos atormentarán eternamente las almas perdidas de la humanidad. Por el contrario, la Biblia enseña que el Lago de Fuego fue creado para el tormento de Satanás y sus ángeles (Mateo 25:41). Satanás no será el presidente ejecutivo del Lago de Fuego. Él será un prisionero del Lago de Fuego.
Él también será un objeto de burla. Isaías dice que los salvos podrán mirarlo y que se burlarán de él diciendo, “¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades?” (Isaías 14:16-17).
En el último segmento de esta serie de la “Historia de Satanás”, responderé a la desconcertante pregunta, “Si Satanás sabe por la profecía bíblica que perderá, ¿por qué persiste?”.
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El Ministerio de los Ángeles
Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Original article:
Satan’s story