lunes, 24 de julio de 2017

Libro: Israel en la Profecía Bíblica — Capítulo 2

La Implacable Persecución de los Judíos 

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Cuando Moisés les advirtió a los hijos de Israel que su mayor castigo por la desobediencia sería la expulsión de la Tierra Prometida, también les dijo que a dondequiera que fueran en el mundo, serían perseguidos.

Como se registra en Levíticos, Moisés dijo que si su pecado persistente conducía a su dispersión mundial, Dios haría esto: “desenvainaré espada en pos de vosotros” (Levítico 26:33). Además declaró que Dios haría esto: “…infundiré tal cobardía en la tierra de sus enemigos que el ruido de una hoja sacudida los ahuyentará” (Levítico 26:36).

En el mismo discurso, registrado en Deuteronomio 28, Moisés describió en un lenguaje aun más gráfico el horrible destino de la persecución que experimentarían si eran expulsados de su tierra y esparcidos por todo el mundo:

65) Y entre aquellas naciones no tendrás tranquilidad ni habrá reposo para la planta de tu pie. Allí te dará el SEÑOR corazón tembloroso, decaimiento de ojos y desesperación del alma. 

66) Vivirás en constante suspenso; estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida. 

67) Debido a lo que temerá tu corazón y por lo que verán tus ojos, dirás por la mañana: ‘¡Oh, si fuera de noche!’. Y dirás por la noche: ‘¡Oh, si fuera de mañana!’.

Trágicamente, las advertencias en todas estas profecías se hicieron realidad porque el pueblo judío persistió en su rebelión contra Dios y finalmente fueron dispersados de su tierra por todo el mundo, donde experimentaron persecución constante.

Y aun más trágico es el hecho de que la mayor parte de la persecución vino de cristianos profesantes que eran defensores de lo que llegó a ser conocido como “Teología del Reemplazo”.

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viernes, 21 de julio de 2017

Libro: Israel en la Profecía Bíblica — Prólogo

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Dado que muchos de los que lean este libro puede que no estén familiarizados con la historia bíblica, pensé que sería importante comenzar con una breve panorámica de los antiguos orígenes del pueblo judío.

Su nacimiento como nación comenzó con un suceso que tuvo lugar hace casi 4000 años en un lugar en el Medio Oriente llamado Ur de los Caldeos (en la parte sur de lo que hoy es Iraq).

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Traducción cortesía del hermano Pablo Losa.

jueves, 20 de julio de 2017

Video: Daniel y el Reino Mesiánico — Una Breve Exposición


Durante esta breve enseñanza, hice un análisis general de la evidencia bíblica en el libro de Daniel, que demuestra que el Reino Mesiánico prometido en el Antiguo Testamento no es una realidad presente. Éste será establecido de manera sobrenatural por el Rey mismo: Jesús, el Mesías. 

Esto nos lleva a una sencilla conclusión: Todos los esfuerzos humanos que se hagan para establecerlo fracasarán rotundamente y están en contra de la voluntad de Dios.

En el siguiente enlace podrán descargar la presentación que usé:



Si desea mayor información acerca de este tema, le recomiendo los siguientes artículos:

Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin (pdf)

Un Desafío a Prepararse para Su Pronto Regreso

Observaciones del Dr. David R. Reagan

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La Biblia enseña claramente que la sociedad se degenerará en los tiempos del fin, llegando a ser tan mala como lo fue en los días de Noé (Mateo 24:37-39). El apóstol Pablo, hablando como un profeta, dice que la sociedad descenderá a un hoyo negro de inmoralidad, violencia y paganismo (2 Timoteo 3:1-5). Afirma que los hombres serán “amadores de sí mismos, amadores del dinero y amadores del placer”. Las personas serán “vanagloriosas, arrogantes e impías” y los hijos serán “desobedientes a los padres”.

Suena como al noticiero de la noche, ¿no es así? En resumen, hemos llegado hasta ese punto.

Señales de Persecución Venidera 

Deberíamos estar profundamente preocupados acerca de estos acontecimientos, no sólo porque estamos siendo testigos de la destrucción de nuestra amada América, sino porque Jesús y Pablo profetizaron que cuando estas cosas ocurriesen, la Iglesia llegará a estar bajo ataque y los cristianos individuales serán perseguidos.

Jesús dijo que mientras la maldad aumenta, “el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12). Declaró que en esta atmósfera hostil, muchos cristianos profesantes “apostatarán” y procederán a cooperar en la persecución de sus antiguos hermanos y hermanas en Cristo (Mateo 24:10). Pablo indica la misma cosa cuando dice que las personas serán “aborrecedores de lo bueno” y que serán, por lo tanto, “brutales” e “implacables”, ultrajando a aquellos que defienden la justicia (2 Timoteo. 3:2-4).

Estamos viendo que hoy estas profecías se están haciendo realidad ante nuestros propios ojos, aquí en Estados Unidos y alrededor del mundo. Mientras nuestra cultura se ha secularizado y paganizado, el Cristianismo, la Iglesia y los cristianos han llegado a estar bajo ataque creciente como “fanáticos intolerantes”. Los ataques se van a intensificar, y va a ser cada vez más difícil para los cristianos defender la justicia. Se perderán puestos de trabajo. Las carreras profesionales serán destruidas. Los cristianos incluso serán enviados a prisión por hablar en contra de males como la homosexualidad, porque tales pronunciamientos serán etiquetados como “crímenes de odio”.

¿Qué vamos a hacer entonces aquellos de nosotros que amamos a Jesús mientras enfrentamos una creciente ola de ridículo, hostigamiento y persecución por nuestra fe? ¿Cómo debemos vivir para Cristo en los tiempos del fin? Permítame sugerir algunas pautas.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Viviendo con una Perspectiva Eterna: Un Buen Consejo


Uno de los servidores públicos más grandes en la historia de Inglaterra fue William Gladstone (1809-1898), quien sirvió como Primer Ministro cuatro veces durante la segunda mitad del siglo XIX.

Gladstone era un cristiano comprometido quien siempre asistía a la iglesia. También enseñó clases de la escuela dominical durante toda su vida adulta. De hecho, su objetivo temprano en la vida era convertirse en un clérigo anglicano, pero después de su graduación de Oxford,  su empecinado padre insistió en que entrara en la política.1

William Gladstone

Poco antes de morir, Gladstone pronunció un discurso en el que contó que había sido visitado por un joven ambicioso que buscaba su consejo acerca de la vida. El muchacho le dijo al anciano estadista que lo admiraba más que a nadie y quería pedirle sus consejos con respecto a su carrera.2

Una Entrevista Extraordinaria

“¿Qué esperas hacer cuando te gradúes de la universidad”, le preguntó Gladstone.

El joven respondió, “Espero poder asistir a la facultad de Derecho, señor, tal como usted lo hizo”.

“Ésa es una meta noble”, dijo Gladstone, “¿y luego qué?”.

“Espero practicar la ley y hacerme un buen nombre, al defender a los pobres y a los marginados de la sociedad, tal como usted lo hizo”.

“Ése es un propósito noble”, respondió Gladstone. “¿Y luego qué?”.

“Bueno, señor, espero un día postularme para el Parlamento y convertirme en un servidor del pueblo, tal como usted lo hizo”.

“Ésa también es una esperanza noble. ¿Luego qué?, preguntó Gladstone.

“Espero poder servir en el Parlamento con gran distinción, al evidenciar integridad y preocupación por la justicia — así como usted lo hizo —”.

 ¿Luego qué?, preguntó Gladstone.

“Espero servir al gobierno como Primer Ministro, con los mismos vigor, dedicación visión e integridad que usted”.

“¿Y luego qué?”, preguntó Gladstone.

“Espero retirarme con honores y escribir mis memorias — así como usted lo está haciendo actualmente — para que otros puedan aprender de mis errores y triunfos”.

 “Todo eso es muy noble”, dijo Gladstone, “¿y luego qué?”.

El joven pensó por un momento. “Bueno, señor, supongo que entonces moriré”.
“Eso es correcto”, dijo Gladstone. “¿Y luego qué?”.

El joven estaba perplejo. “Bueno, señor”, respondió con vacilación, “nunca he pensado en eso”.

“Joven”, respondió Gladstone, “el único consejo que tengo para ti es que vayas a casa, leas tu Biblia y piensa en la eternidad”.

Un Buen Consejo

¡Piensa en la eternidad! Qué buen consejo. La vida pasa muy rápidamente. Es como un vapor que está aquí en un momento y se evapora el siguiente. Nos estamos preparando para la eternidad. ¿Está usted listo?

O, ¿está viviendo como si esperara vivir para siempre? ¿Está enfocado en esta vida, determinado a acumular todo el dinero, el poder y la fama que pueda? ¿Es usted como el joven que visitó a Gladstone — es usted una persona que nunca ha pensado en la eternidad? —. Si es así, la Palabra de Dios tiene una severa advertencia para usted (Santiago 4:13-15):3

Presten atención, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero». 

¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma.

Lo que deberían decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello».

En la segunda parte de esta serie acerca de vivir con una perspectiva eterna, exploraremos la fugaz naturaleza de la vida.

Lea también:
»» Viviendo para Cristo en los Tiempos del Fin (pdf)
»» Viviendo a la Luz de Su Venida
»» La Curva Exponencial (pdf)
»» Un Manifiesto Profético (pdf)
»» 50 Razones por las que Estamos Viviendo en los Tiempos del Fin (pdf)

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Notas
1) Roy Jenkins, Gladstone: A Biography (New York, New York: Random House, 1997), 768 pages.


2) Hay muchas versiones de esta conversación que circulan por Internet, todas haciendo el mismo punto. La versión reproducida aquí es una composición preparada por el autor.

3) Nueva Traducción Viviente
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