martes, 20 de junio de 2017

Jesús: El Cordero y el León (pdf)




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»» El Versículo Elusivo
»» El Cordero Sufriente
»» El León Conquistador
»» El Mesías Victorioso

La Naturaleza del Regreso del Señor

¿Regresará el Señor en amor o en ira?


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 Cuando usted piensa acerca de la venida del Señor, ¿en qué piensa? ¿Cuál es su imagen? ¿Es positiva o negativa? ¿Es un regreso en amor o en ira? ¿Y qué siente? ¿Miedo o gozo? ¿Consuelo o ansiedad?

¿Cómo caracterizaría usted su actitud general acerca del regreso del Señor? ¿Deseo o apatía? ¿Ora usted por ella? O, ¿intenta usted no pensar en ella? ¿Es usted entusiasta o pasivo?

Finalmente, ¿cómo describiría la venida del Señor? ¿Cómo la explicaría a alguien que no conoce nada acerca de ella?

Las Imágenes Escriturales

En el Nuevo Testamento hay dos descripciones detalladas del regreso del Señor, una escrita por el apóstol Pablo y la otra por el apóstol Juan. (1 Tes. 4:13-18 y Ap. 19:11-16).

Ahora, déjeme hacerle algunas preguntas más. ¿Cómo pueden reconciliarse estas dos descripciones? Le pregunto eso porque ellas son tan diferentes como la noche y el día. ¿Se dio cuenta de eso?

Mire de nuevo y haga una comparación cuidadosa. Note que no tienen absolutamente nada en común. De hecho, son totalmente incompatibles.

Comparación y Contraste

El pasaje en 1 Tesalonicenses 4 presenta una escena de amor, misericordia y gracia. El cuadro que está pintado en Apocalipsis 19 es uno de venganza e ira. En el pasaje de Tesalonicenses, el Señor aparece en el cielo, pero no desciende a la tierra. En el relato de Apocalipsis, Él llega a la tierra. Zacarías 14 dice que Él regresará al Monte de los Olivos, de donde ascendió al Cielo.

Una de las diferencias más significativas entre los dos pasajes se relaciona con la Iglesia. En el relato de Tesalonicenses, el Señor viene con el propósito de llevar a Su Iglesia, tanto a los miembros vivos como a los muertos, fuera de este mundo. En Apocalipsis, por contraste, Él regresa con Su Iglesia. Esto está indicado en Ap. 19:14, donde dice que los “ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos”. Sabemos que estas personas constituyen la Iglesia, porque el mismo grupo es descrito unos cuantos versículos antes (versículos 7 y 8) como la “novia” de Cristo.

Así pues, en la descripción de Pablo acerca del regreso del Señor, Él es retratado viniendo por Su Iglesia, para librar a los creyentes de la “ira venidera” (1 Tes. 1:10). Pero en la descripción de Juan, Jesús es retratado regresando con Su Iglesia en gran ira. En Tesalonicenses Jesús regresa como un Salvador. En Apocalipsis, Él regresa como un Guerrero. En una escena, Él viene para reclamar a los justos; en la otra, Él regresa para condenar a los injustos.

Un Problema en la Reconciliación

¿Qué está pasando aquí? ¿Cómo podrían estos pasajes estar hablando acerca del mismo evento? ¿Cómo pueden reconciliarse?

Creo que sólo hay una forma de reconciliarlos y ésa es concluyendo que están describiendo dos eventos separados. Eso, a su vez, implica claramente que va a haber dos venidas futuras del Señor.

Una de ellas — la descrita en 1 Tesalonicenses 4 — será más una aparición que una venida, ya que el Señor en realidad no regresará a la tierra. Él, en cambio, aparecerá en los cielos y atraerá sobrenaturalmente a la Iglesia, vivos y muertos, hacia Él.

La segunda aparición futura del Señor — la descrita en Apocalipsis 19 — será la verdadera “Segunda Venida”, ya que el Señor en realidad descenderá a la tierra para derramar la ira de Dios y establecer Su reino sobre todo el mundo.

Esto significa que la “Segunda Venida” del Señor va a ser en dos etapas. La primera etapa será lo que venido a ser conocido como el Rapto — el arrebatamiento de la Iglesia fuera de este mundo —. La segunda etapa, la cual ocurrirá después, será el regreso del Señor a la tierra.

El Asunto de la Inminencia

Este método de reconciliar estos pasajes soluciona un problema serio que surge cuando usted piensa en una sola venida futura del Señor. Ese problema se relaciona con el énfasis que las Escrituras dan a la inminencia.

A lo que me estoy refiriendo, por supuesto, es a la advertencia constante de las Escrituras que el Señor puede aparecer en cualquier momento y, por lo tanto, siempre tenemos que estar listos para el regreso del Señor (Mt. 24:36, 42, 44, 50; 25:13).

Si sólo hay una venida futura del Señor, entonces estas advertencias son una pérdida de tiempo y no hay ninguna inminencia porque hay muchas profecías que aún tienen que ser cumplidas antes que el Señor pueda regresar.

Por ejemplo:

1. Un tratado de paz debe ser firmado que garantizará la paz de Israel con todos sus vecinos árabes (Dn. 9:27).

2. El Templo Judío debe ser reconstruido en Jerusalén (Mt. 24:15; 2 Tes. 2:3-4; Ap. 11:1-2).

3. La Gran Tribulación debe empezar y recorrer su curso de siete años, la que ocasionará la muerte de más de la mitad de la población del mundo (Ap. 6-18).

4. El Anticristo debe revelarse a sí mismo y empezar una persecución sin precedentes de los judíos — la que producirá la muerte de dos tercios de todos los judíos (Ap. 12:13-17; Zac. 13:7-9) —.

5. El Evangelio debe ser predicado a toda persona en la tierra (Mt. 24:14 y Ap. 14:6-7).

6. Un sistema sin precedentes de control económico debe establecerse que impedirá a las personas comprar o vender algo, a menos que puedan exhibir en sus manos derechas o frentes la marca o nombre del Anticristo.

7. El gobierno mundial del Anticristo debe ser destruido en “una hora de un día” (Ap. 17 y 19).

Todos estos son eventos que están profetizados claramente en las Escrituras que ocurren antes que Jesús regrese a la tierra. Ninguno de ellos ha sido cumplido aún en la historia. Si sólo hay una venida futura del Señor y ésta debe llevarse a cabo después de estos eventos, entonces, ¿por qué deberíamos estar velando por Jesucristo? ¡En cambio, deberíamos estar buscando al Anticristo!

Vivir con Expectativa

La única manera en la que la inminencia enseñada por las Escrituras puede ser mantenida es creyendo que Jesús puede regresar en cualquier momento. La única forma para mantener esa creencia es concluyendo que la aparición del Señor por Su Iglesia (el Arrebatamiento) es un evento que es independiente y aparte de la Segunda Venida y es un evento que puede ocurrir en cualquier momento.

Esto es lo que he concluido de mi estudio de la profecía y vivo, por lo tanto, aguardando que el Arrebatamiento ocurra en cualquier momento. Esto es exactamente lo que Pablo nos ordena que hagamos cuando escribe que debemos vivir “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).

No creo, por lo tanto, que haya una profecía en la Biblia que deba cumplirse antes que el Señor aparezca por Su Iglesia. Él puede aparecer en cualquier momento. Y la inminencia de Su aparición se incrementa diariamente mientras las señales de los tiempos apuntan a los eventos que culminarán con Su Segunda Venida. Esas señales incluyen, entre otras, el restablecimiento del Estado de Israel, la reocupación judía de la ciudad de Jerusalén, la reunificación de Europa y el aumento de la militancia árabe en el Medio Oriente.

Mantenga en mente que el Arrebatamiento no es el evento que dará inicio a la Tribulación. Ese evento es la firma de un tratado de paz que garantizará la paz de Israel con todos sus vecinos árabes y también autorizará a los judíos a reconstruir su Templo (Dn. 9:27). El Arrebatamiento podría ocurrir años antes de que empiece la Tribulación, aunque es más probable que ocurra cerca del inicio porque la Tribulación es el tiempo para el derramamiento de la ira de Dios y 1 Tesalonicenses 1:10 dice que Jesús “librará” a Su Iglesia “de la ira venidera”.

¿Esperanza o Terror?

Para resumir, deberíamos estar velando por dos venidas futuras del Señor — una al comienzo de la Tribulación, la otra al final —. La primera, el Arrebatamiento, será la aparición del Señor por Su Iglesia. La segunda, la Segunda Venida, será el regreso del Señor a la tierra para “juzgar y hacer guerra” contra los enemigos de Dios (Ap. 19:11).

Las señales de los tiempos apuntan al hecho de que Jesús está a las puertas mismas del Cielo, esperando por la orden de Su Padre para aparecer por Su Iglesia. El Arrebatamiento es inminente.

¿Está usted listo? ¿Aparecerá Jesús (el Arrebatamiento) como su Esperanza Bienaventurada? O, ¿regresará Él (la Segunda Venida) como su Santo Terror? La opción es suya.

Lea también: 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

lunes, 19 de junio de 2017

34 Bendiciones Espirituales...

...que han llegado a ser suyas, en el momento que depositó su confianza en Cristo:



1. Usted es parte del plan eterno de Dios (Romanos 8:28-30).

2. Usted ha sido redimido del mercado de esclavos del pecado (1 Pedro 1:18-19).

3. Usted ha sido reconciliado con Dios (Romanos 5:10).

4. Usted ha sido salvo de la pena del pecado (Efesios 2:8).

5. Ustd tiene vida eterna (Juan 3:16).

6. Usted ya no es condenado (Romanos 8:1).

7. Usted es un hijo de Dios (Gálatas 3:26).

8. Usted ha sido aceptado en Cristo (Efesios 1:16).

9. Usted ha sido perdonado de todos sus pecados (Colosenses 1:14).

10. Usted está muerto al pecado (Romanos 6:6, 11a).

11. Usted está vivo para Dios (Romanos 6:4, 11b).

12. Usted ha sido liberado de la Ley como una norma de vida (Romanos 6:14; 8:2).

13. Usted ha sido justificado ante los ojos de Dios (Romanos 3:23-24).

14. Usted ha sido santificado en Cristo (1 Corintios 1:2).

15. Usted ha sido traído cerca de Dios (Efesios 2:13).

16. Usted ha sido rescatado del poder de satanás (Colosenses 1:13a).

17. Usted ha sido trasladado al reino de Cristo (Colosenses 1:13).

18. Usted ha sido dado por Dios a Cristo (Juan 10:29).

19. Usted nunca será separado del amor de Dios (Romanos 8:35-39).

20. Usted es un rey-sacerdote (1 Pedro 2:5).

21. Usted es una persona elegida y protegida (1 Pedro 2:9).

22. Usted es un ciudadano del cielo (Filipenses 3:20).

23. Usted es una nueva criatura en Cristo (2 Corintios 5:17).

24. Usted ha nacido de nuevo (1 Corintios 4:15).

25. Usted es luz en el Señor (Efesios 5:8).

26. Usted está completo en Cristo (Colosenses 2:10).

27. Usted tiene una posición en la gracia (Romanos 5:2).

28. Usted ha sido glorificado en Cristo (Romanos 8:30).

29. Usted es coheredero con Cristo (Romanos 8:17).

30. Usted ha sido regenerado, bautizado y sellado por el Espíritu Santo (Juan 3:3; 3:16; 1 Corintios 12:13; Efesios 1:13-14).

31. Usted está crucificado para el mundo (Gálatas 6:14).

32. Usted está seguro en Cristo (1 Pedro 1:4-5).

33. Usted tiene paz con Dios (Romanos 5:1).

34. Usted es dueño de toda bendición espiritual en Cristo (Efesios 1:13).

¿Por qué bendeciría Dios al creyente en todas estas formas si Él sabía de antemano que perdería la salvación y de todos modos estaría perdido para siempre? Tal conclusión no tiene sentido lógico. Entonces, mi estimado lector, si usted es creyente, regocíjese, porque está eternamente seguro por los ministerios del Espíritu Santo. ¡Ésta es la seguridad eterna!

Fuente: La Salvación - Un Análisis Doctrinal Claro, por Lewis Sperry Chafer (citado en No Perecerán Nunca Jamás, por el Pr. Dennis Rokser, págs. 139-140).

Lea también:
»» La Seguridad Eterna

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Venga Tu Reino: El Milenio



Es trágico que la mayoría de las principales denominaciones — católico romana y protestante — abracen una escatología (“estudio de las últimas cosas”) que es amilenial: un enfoque que no visiona un reinado literal de Cristo sobre el Trono de David en el Planeta Tierra.

Mientras que hay muchos, incluso defendibles, enfoques diferentes con respecto a los muchos aspectos de las profecías de los tiempos del fin; esta divergencia básica — la negación de un Milenio literal — es particularmente peligrosa, ¡ya que pareciera ser un ataque contra el mismo carácter de Dios! Hace violencia a Sus numerosas y explícitas promesas y compromisos que impregnan tanto el Antiguo como el Nuevo Testamentos.

El AT está repleto con compromisos para un Mesías literal que gobierna definitivamente el mundo a través de Israel desde Su trono en Jerusalén. Hay al menos 1,845 referencias en el AT y 17 libros le dan prominencia al evento. Las antiguas aspiraciones rabínicas estaban dominadas por él. De hecho, esta obsesión obscureció su reconocimiento del Mesías cuando hizo Su aparición inicial.

Hay al menos 318 referencias en 216 capítulos del NT y 23 de sus 27 libros le dan prominencia al evento. La iglesia primitiva aguardaba largamente por Su retorno prometido como su “Esperanza Bienaventurada”, para librar a su mundo desesperado de sus gobernantes malvados. ¿Cómo y cuándo inició este escepticismo conocido como “Amilenialismo”?

Orígenes 

Piadoso, popular y persuasivo, Orígenes permanece como una de las grandes figuras de la iglesia del tercer siglo. Incluso a la edad de 18, se ubicó espectacularmente bien como un maestro en Alejandría (en obediencia equivocada a Mateo 19:12, se emasculó a sí mismo, de lo cual luego se arrepintió). Luego, como un prolífico escritor basado en Cesarea, su obra De Principiis, dispuso sistemáticamente la doctrina cristiana en términos del pensamiento helénico y estableció el patrón para la mayor parte de los pensamientos teológicos subsecuentes por muchos años. Sin embargo, sus numerosos sermones y comentarios también establecieron trágicamente un patrón extremo de alegorización de las Escrituras, el cual influiría fuertemente en Agustín en los años subsiguientes.

Agustín

Agustín, el Obispo de Hipona (354-430 EC), fue uno de los líderes más influyentes de la iglesia Occidental, el cual vivió durante los días turbulentos de la desintegración del Imperio Romano. Tenía una vida sensual y disoluta, pero, siguiendo una dramática conversión, experimentó un cambio total de carácter. En el año 391 fue ordenado sacerdote en África del Norte y cuatro años más tarde fue elevado a Obispo de Hipona. Se embarcó en una carrera de escritor y sus extensos escritos doctrinales afectaron profundamente a la Iglesia Católica Romana Medieval. El escrito más elaborado de Agustín, La Ciudad de Dios, fue escrito mientras el Imperio yacía desmoronado bajo el asedio de tribus medio civilizadas. Describió a la Iglesia como un nuevo orden cívico en el medio de las ruinas del Imperio Romano. Agustín murió mientras los vándalos estaban sitiando las mismas puertas de Hipona en el año 430 EC.

Aunque sus escritos derrotaron efectivamente a un número de herejías que emergían en esos tiempos turbulentos, las influencias alegorizantes de Orígenes dejaron en su estela una escatología amilenial. ¡Cómo la Iglesia se había convertido cada vez más en un instrumento del estado, no era políticamente conveniente esperar un retorno literal de Cristo para librar al mundo de sus gobernantes malvados! La repostura alegórica de esos pasajes era más “políticamente correcta”.

La Insuficiencia de la Reforma

Mil años más tarde, bajo la influencia de Martín Lutero y otros, la Reforma trajo un retorno intensivo a la autoridad de las Escrituras lo cual, a su vez, resultó en la reforma subsecuente en la soteriología (el estudio de la salvación), con su énfasis en la salvación sólo por fe. Muchos fueron quemados voluntariamente en la hoguera por su compromiso a una perspectiva bíblica. Sin embargo, una de las deficiencias desafortunadas de la Reforma fue que fracasó en reexaminar también la escatología de la Iglesia Medieval a la luz de laa Escritura. Así, la alquimia alegorizante de Orígenes, institucionalizada por Agustín, dejó una negación del Milenio que todavía continúa impregnando las doctrinas de la mayoría de las denominaciones protestantes de hoy en día.

De Agustín a Auschwitz

Uno de los aspectos derivados de una perspectiva amilenial es que niega el papel futuro de Israel en los planes de Dios. Esto también conduce a una “teología del reemplazo” en la cual la Iglesia es vista como el reemplazo de Israel en el programa de Dios para la humanidad. Además de forzar una alegorización de muchos pasajes clave de las Escritura, esto también condujo a la tragedia del Holocausto en Europa. La responsabilidad por los seis millones de judíos que fueron asesinados sistemáticamente en los campos de concentración tiene que incluir a los púlpitos silenciosos que habían abrazado esta escatología herética y su compañero, el antisemitismo. El compromiso explícito y condicional de Dios de la tierra de Israel hacia los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob es el mismo asunto que está siendo desafiado hoy en día por el mundo. Y la resurgencia del amilenialismo y sus doctrinas acompañantes, están preparando nuevamente el escenario para el próximo holocausto.

La  Realidad del Milenio

Para cualquiera que tome la Biblia seriamente, los numerosos compromisos explícitos del Dios de Abraham, Isaac y Jacob que el Mesías literalmente gobernaría desde Sión no pueden ser ignorados o desestimados. ¡El compromiso explícito e incondicional de Dios de la tierra de Israel a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob es el asunto que siendo desafiado por el mundo hoy! Y, la resurgencia del amilenialismo, y sus doctrinas asociadas, están nuevamente preparando el escenario para el próximo holocausto.1

En el Nuevo Testamento, estos compromisos son reconfirmados. Cada Navidad nos recuerda que Gabriel le prometió a María que su hijo estaba destinado a sentarse en el Trono de David (que no existía durante los días de Su ministerio).2 Esto aún debe cumplirse. De hecho, Él nos enseñó que oráramos específicamente por ello: “Venga Tu reino…”. ¿Qué significa eso? El reinado de mil años, del cual el Milenio toma su término, está detallado en numerosos pasajes, incluyendo Apocalipsis 20, Isaías, y Ezequiel 40-48, entre otros. La detallada visita de Ezequiel al Templo del Milenio virtualmente desafía cualquier intento de los escépticos de tratarlo alegóricamente. Abarcando un área del Templo de 50 millas en un lado, substancialmente al norte de Jerusalén, como una fuente de un río que fluye hacia el Mediterráneo al Oeste y al Mar Muerto al Este, la descripción de Ezequiel implica un cambio total de la topografía, el que es explícito en la Escritura.3

Sin embargo, cuanto más aprendemos sobre el Milenio, más preguntas surgen. No es el cielo; es claramente distintivo en contraste con el estado eterno que sigue (Apocalipsis 21). Se caracterizará por un cantidad limitada de maldad, la que Cristo juzgará perfecta e inmediatamente.4 Tampoco es la “tierra nueva” que Dios creará,5 porque ahí habita la justicia, algo que no es cierto del Milenio.

Paradojas del Milenio

Como un ejemplo de algunas de las aparentes paradojas del Milenio está la extraña cuestión de la muerte. El Dr. Arnold Fruchtenbaum, un querido amigo y muy respetado erudito mesiánico, sugiere que la muerte en el Milenio será sólo para los incrédulos. En ninguna parte la Biblia habla de una resurrección de los santos del Milenio. Ésta puede ser la razón por la que los santos de la Tribulación se dice que completan la “primera resurrección” (Apocalipsis 20:4-6).

A partir del Nuevo Pacto en Jeremías 31:31-34, parecería que no habrá incrédulos judíos en el reino; todos los judíos que nazcan durante el Milenio aceptarán al Mesías antes de su año 100.6 La incredulidad estaría así sólo entre los gentiles y, por lo tanto, la muerte sólo existiría entre los gentiles.7 (Jeremías 31:35-37 refuta el “Reconstruccionismo” y herejías similares). Otro aspecto extraño es la prominencia de los sacrificios en el Milenio. Parecería que son memoriales después del hecho, así como los sacrificios en el Antiguo Testamento eran memoriales anticipados.8

Un Tiempo para Estudiar

Tal como los acontecimientos recientes nos han enfatizado a todos nosotros, éste es, en efecto, un tiempo para reexaminar nuestras perspectivas, y de reconocer en nuestras prioridades personales que la historia incluye algunas “no linealidades” impactantes: i¡ncluso nuestras presunciones más preciadas están sujetas a desafíos catasclímicos! Es tiempo de refrescar nuestra comprensión a partir del fundamento de la Escritura y de reconocer la urgencia de los tiempos. Creo que estamos siendo sumidos rápidamente en un periodo de tiempo acerca del cual la Biblia dice más de lo que dice acerca de cualquier otro periodo de tiempo en la historia — ¡incluyendo el tiempo cuando Jesús caminó por las costas de Galilea y escaló las montañas de Judea! —.

¿Está usted listo? ¡Maranata!

Artículos relacionados:
»» ¿Por qué un Milenio? (pdf)
»» Zacarías 14
»» El Milenio en el Antiguo Testamento
»» El Regreso del Mesías (pdf)
»» La Certeza del Regreso del Señor (pdf)
»» Video: 6 razones por las que todos los cristianos deberían regresar el pronto regreso de Jesús
»» ¿Es la Iglesia el Reino?
»» El Error de la Teología del Reemplazo
»» Dios y los Judíos

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 
Thy Kingdom Come


1. See our briefing package, The Next Holocaust and the Refuge in Edom. Also, Hal Lindsey's Road to Holocaust, Bantam Books, is a definitive study of these issues.
2. Lucas 1:32.
3. See our briefing package, Thy Kingdom Come.
4. Isaías 11:1-16.
5. Isaías 65:17; 66:22; 2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1.
6. Isaías 65:20.
7. Arnold Fruchtenbaum, Footsteps of the Messiah, p.273. Cf. Jerusalem in the Millennium: pp.330ff.
8.Hebreos 10:4.

viernes, 16 de junio de 2017

¿Qué Dice la Biblia acerca del Diezmo Cristiano?



Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca del diezmo cristiano?"

Respuesta: Diezmar es un asunto con el que muchos cristianos luchan. En muchas iglesias ponen demasiado énfasis en diezmar. Al mismo tiempo, muchos cristianos rehúsan someterse a la exhortación bíblica tocante a ofrendar al Señor. Diezmar/ofrendar intenta ser un gozo, una bendición. Tristemente, casi nunca es ese el caso en la iglesia de hoy.

Diezmar es un concepto del Antiguo Testamento. El diezmo era un requisito de la ley en la cual todos los Israelitas ofrendaban al tabernáculo/templo el 10% de todo lo que ganaban y hacían crecer (Levítico 27:30; Números 18:26; Deuteronomio 14:23; 2 Crónicas 31:5). Algunos toman al diezmo del Antiguo Testamento como un método de imposición de tributos para suplir las necesidades de los sacerdotes y los Levitas del sistema Mosaico. El Nuevo Testamento en ninguna parte ordena, o aún recomienda que los cristianos se sometan a un sistema legalista de diezmar. Pablo declara que los creyentes deberían apartar una porción de sus ingresos a fin de dar soporte a la iglesia (1 Corintios 16:1-2).

El Nuevo Testamento en ningún lugar señala un cierto porcentaje de ingreso que se deba apartar, solamente dice que ponga aparte algo “según haya prosperado” (1 Corintios 16:2). La iglesia cristiana básicamente ha tomado la figura del 10% del diezmo del Antiguo Testamento, y la ha aplicado como un “mínimo recomendado” para los cristianos en su ofrendar.

Sin embargo, los cristianos no deberían sentirse obligados a diezmar siempre. Deben dar de acuerdo a su capacidad, “según hayan prosperado”. Algunas veces eso significa dar más que un diezmo, otras veces puede significar dar menos. Todo depende de los recursos del cristiano y de las necesidades de la iglesia. Cada cristiano debería orar diligentemente y buscar la sabiduría de Dios acerca de participar en el diezmo y de cuánto debería ofrendar (Santiago 1:5). “Cada uno de como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7).

Fuente: GotQuestions
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