martes, 2 de mayo de 2017

Libro: Confiando en Dios - Capítulo 2

Encontrando a Dios a Medias



Mi papá no estaba muy entusiasmado con el tipo de negocio que yo tenía en mente. Él habría preferido algo más práctico, como una distribuidora de suministros de plomería.

Pero me animó a dar el paso. Mi hermano menor ya era un exitoso empresario. ¡Papá sintió que por fin podría haber alguna esperanza para mí!

Esperando Agradar a Dios

Me preocupaba más la reacción de mi Padre Celestial, porque lo que yo quería más que nada en el mundo era paz interior. Sabía que ella sólo podía provenir de Dios.

No sabía nada en esos días acerca de cómo buscar la voluntad de Dios. Sólo sabía que Dios me había llamado a ser un ministro, e imaginé que Él saltaría de alegría cuando finalmente dejé de huir de Él y di un paso en Su dirección, al iniciar un negocio relacionado con la iglesia. 

Estaba equivocado. Iba a descubrir de la manera difícil que Dios no está interesado en que lo encontremos a medio camino. Él ha ido más que a la mitad del camino al enviar a Su Hijo a morir por nuestros pecados. Él espera que nos entreguemos plenamente, no parcialmente, a Su voluntad. Pero no lo entendía entonces. 

Salté al proyecto con gran entusiasmo. Creí que éste tenía que tener éxito, debido que tenía la bendición de mi padre físico y de mi padre espiritual. 

Dando el Paso Decisivo

Pasé un año y medio preparando el negocio. Tuve que encontrar un lugar, comprar un edificio, asegurar los accesorios, revisar las revistas comerciales y ordenar el inventario. Iba a ser la tienda cristiana más grande de Dallas — mucho más que una simple librería —. Íbamos a ofrecer música cristiana, currículos de escuela bíblica, arte religiosa, suministros para la iglesia, batas para coros, baptisterios de fibra de vidrio — lo que se le ocurra —.

Durante el año y medio que tomó iniciar el negocio, no tuve ingresos. Mi esposa y yo vendimos todos los activos que teníamos, incluyendo nuestra casa, para generar el dinero necesario para un negocio tan grandioso. No lo que no podíamos pagar, lo obteníamos a través de préstamos otorgados por el historial crediticio de mi papá. Nunca se me ocurrió empezar con algo pequeño y que luego creciera. No, mi tienda tenía que ser la más grande y la mejor.

La llamé Casa de Renovación. El nombre demostró ser profético, ya que Dios la usó para renovarme.

Operé la tienda durante un año y medio. Nuestro volumen de negocio crecía constantemente cada mes, pero nunca lo suficientemente rápido. Había demasiados gastos generales y demasiado interés de los préstamos. Finalmente, llegó el día en que ya no me quedaba efectivo. Llamé al banco para conseguir más. La respuesta fue “¡No!”.

Experimentando el Fracaso

Nunca olvidaré ese día. Tres años de mi vida — cada momento de ella — habían ido a este proyecto. Ahora me enfrentaba a la bancarrota. El fracaso de nuevo. 

Era más de lo que podía soportar. Me enfermé físicamente. Descendí a un pozo de depresión. 

Unos días más tarde tuve que poner el letrero de “CERRADO” en la puerta principal. Fue un momento difícil. Miré por la ventana el bar homosexual que estaba ubicado justo al otro lado de la calle de mi tienda. La capacidad del lugar se llenaba todas las noches. Estaban nadando en dinero. Yo quería gritar, “¿Por qué a mí, Dios? ¿Por qué no a esa guarida de iniquidad?”. 

Justo en ese momento, el dueño del bar llegó en su Jaguar de cuatro puertas y se estacionó en frente. Usaba un traje costoso. Se detuvo a su coche por un momento, y encendió un cigarro. Era como si satanás estuviera burlándose de mí, diciendo, “¡Mira cómo recompenso a aquellos que me sirven!”.

La angustia emocional se intensificó más tarde ese día, cuando llamé al banco para obtener el total de cuánto debía. La respuesta me aturdió: “El saldo de su préstamo es de $100,000”. ¡Cien mil dólares! Ni siquiera podía imaginar tanto dinero. ¿Dónde lo conseguiría? ¿Cómo podría evitar la bancarrota y la humillación total?

Lea también:

»» Capítulo 1 


Traducido por Donald Dolmus

Estimado lector: Sus contribuciones voluntarias serán de gran ayuda para que este libro sea traducido en su totalidad al español. Si siente de parte del Señor apoyar este proyecto, escríbame a mi correo electrónico, para indicarle cómo podrá hacerlo.

sábado, 29 de abril de 2017

Libro: Confiando en Dios - Parte I: La Misión

Parte I

La Misión

“Heme aquí, Señor — ¡Envía a alguien más!” —.


Evadiendo a Dios

Pasé 20 años huyendo tan duro como pude de Dios. Todo comenzó en 1959, cuando me gradué de la Universidad de Texas.

Había cursado la universidad en tres años, y estaba exhausto. Decidí faltar a clases por un año y trabajar para mi papá. Tenía la intención de usar el tiempo para descansar y decidir si iría a la escuela de derecho o a la escuela de posgrado.

Unos días después de que me mudé de regreso a casa, a través de una extraña serie de circunstancias, me encontré sirviendo como el pastor de una pequeña iglesia rural en Groesbeck, Texas. Supe, entonces, que Dios me estaba llamando a ser un ministro.

Pero yo no quería ser un ministro. Yo quería ser un político. Soñaba con ser gobernador o servir en el Congreso. Así que rechacé el llamado del Señor, y lo racionalicé diciendo, “Seré un político para Jesús”. En realidad, yo quería ser una gran cosa para Dave Reagan. 

Empujando al Señor a un Lado

Serví a la pequeña iglesia rural durante un año y luego fui a una escuela de posgrado de Boston para estudiar política internacional. La escuela se llamaba The Fletcher School of Law and Diplomacy (Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia). Era propiedad y era operada conjuntamente por las Universidades Tufts y Harvard.

Hasta ese momento en mi vida había sido muy bendecido. Había nacido en una familia cristiana, criado en la iglesia, recibí una educación sobresaliente, y me había enamorado de una bella joven cristiana con la que me había casado. 

Pero, cuando me fui a Fletcher, comencé a huir del Señor, y mi suerte comenzó a cambiar. No pude obtener mi maestría a tiempo porque no pude pasar el examen de idioma extranjero. Nunca había experimentado dificultades académicas de algún tipo antes en mi vida, y este fracaso fue una píldora amarga. Pero fui obstinado, y persistí. 

Me convertí en uno de los primeros de mi clase en obtener un doctorado. Pero no hallé satisfacción en este logro. De hecho, odié cada momento. Escribir la disertación fue un puro trabajo fastidioso para mí, hasta tal punto que sólo lo he mirado un par de veces desde el día en que lo terminé. Fue simplemente un paso necesario para obtener una tarjeta sindical para enseñar a nivel universitario — un título de doctor —.

En Búsqueda de Propósito

Anhelaba enseñar con gran entusiasmo, creyendo que esto llenaría el vacío que sentía tan fuertemente en mi alma. Pero no lo hizo. Cambié a una carrera en administración académica. Pensé que la vida tendría un nuevo significado si tan sólo pudiera escapar del confinamiento del salón de clases. No lo hizo.

Finalmente, en 1972, decidí dejar la vida académica atrás y buscar el cumplimiento de los sueños de mi infancia. Entré a la política. Me presenté para postularme al Congreso y, de nuevo, a través de una extraña serie de circunstancias, ¡terminé como candidato de la nominación Republicana para gobernador de Texas! Sólo tenía 34 años. Fue una experiencia embriagadora.

También fue una experiencia terriblemente decepcionante. Siempre había estado políticamente motivado por consideraciones altruistas. Soñaba con un gobierno honesto que serviría a las necesidades de la gente. Descubrí que la mayoría de las personas involucradas en la política son impulsadas por motivos egoístas. Tenía mi cabeza en las nubes. Yo hablaba de metas idealistas como revisar la anticuada constitución de Texas. Descubrí que la gente estaba más preocupada por cuestiones de dólares y centavos. 

Una vez más, probé la amargura del fracaso. Quedé en tercer lugar de siete participantes. Me enojé contra Dios en mi corazón. “¿Cómo pudo decepcionarme cuando quería hacer tanto bien en Su nombre”?

Sintiéndome Vacío

Durante los próximos años me concentré en pagar mis deudas de campaña. Regresé a la educación superior y serví como presidente de una facultad, decano de otra y vicepresidente de una tercera. Me mudé casi anualmente, dando poca consideración al efecto de una vida tan nómada sobre mi esposa y mis dos hijas. Todo lo que importaba era mi carrera.

Logré mucho en términos mundanos. Tuve posiciones de prestigio. Gané mucho dinero. Pero no había satisfacción. Me seguí sintiendo vacío por dentro. 

Moviéndome en una Nueva Dirección

Entonces un día tuve una  idea brillante. Decidí entrar en los negocios. Mi papá era un hombre de negocios muy exitoso, y me había instado durante años a salir de la torre de marfil y a vivir en el “mundo real”, al iniciar un negocio. 

De repente se me ocurrió que podría matar dos pájaros con un solo tiro. Podría quitarme a mi padre terrenal de encima al entrar a los negocios. Al mismo tiempo, podría quitarme a mi Padre Celestial de encima al establecer un negocio relacionado con la iglesia. Anuncié que iba a abrir una librería y centro de suministro cristianos. ¡Pensé que era un momento de genialidad puro!


Lea también:
»» Prefacio
»» Capítulo 2

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe


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jueves, 27 de abril de 2017

Zacarías 14

¿Realidad o ficción?



Cuando tenía unos 12 años, tropecé con Zacarías 14. Fue un descubrimiento asombroso.

Verá, crecí en una iglesia donde se nos decía una y otra vez que “no hay un versículo en la Biblia que implique siquiera que Jesús pondrá alguna vez Sus pies sobre esta tierra de nuevo”.

Lenguaje Sencillo

Bueno, Zacarías 14 no sólo implica que el Señor va a volver a esta tierra otra vez, ¡lo dice a quemarropa! El pasaje está escrito en un lenguaje sencillo, que cualquier niño de 10 diez años puede entender.

Dice que el Señor regresará a esta tierra en una época cuando los judíos estén de vuelta en la tierra de Israel y su ciudad capital, Jerusalén, esté bajo sitio. Justo cuando la ciudad está a punto de caer, el Señor volverá al Monte de los Olivos.

Cuando sus pies toquen el suelo, el monte se partirá a la mitad. El remanente de judíos que quede en la ciudad buscará refugio en las hendiduras de la montaña. El Señor pronunciará entonces una palabra sobrenatural y los ejércitos que rodeen a Jerusalén serán destruidos en un instante. El versículo 9 declara luego que en ese día “el Señor será rey sobre toda la tierra”.

Una Interpretación Enredada

Cuando descubrí por primera vez este notable pasaje, se lo llevé a mi pastor y le pregunté lo que significaba. Nunca olvidaré su respuesta. Él pensó por un momento y luego dijo: “Hijo, no sé lo que significa, pero te garantizo una cosa: ¡no significa lo que dice!

Durante años después de eso, mostraría Zacarías 14 a cada evangelista que vino de visita a la ciudad predicando que Jesús nunca regresaría a esta tierra. Siempre recibí la misma respuesta: “No significa lo que dice”. Esa respuesta no me satisfizo.

Una Interpretación Sofisticada

Por último, me encontré con un ministro que era un graduado del seminario y me dio la respuesta con la que yo podía vivir. “Nada en Zacarías significa lo que dice”, me explicó, “porque todo el libro es apocalíptico”.

Ahora bien, yo no tenía la menor idea de lo que “apocalíptico” significaba. No sabía si era una enfermedad o una filosofía. Pero sonaba sofisticado y, después de todo, el tipo era un graduado del seminario, así que él debía saber.

Una Experiencia de Descubrimiento

Cuando empecé a predicar, repetía como loro lo que había escuchado toda mi vida desde el púlpito. Cuando hablaba acerca de profecía, siempre enfatizaría que Jesús nunca regresará a esta tierra. Ocasionalmente, alguna persona se acercaría después del sermón y me preguntaría, “¿Qué acerca de Zacarías 14?”. Yo les contestaba bruscamente con una palabra, “¡APOCALIPTICO!”. ¡Ellos usualmente corrían asustados hacia la puerta!

Imagen que muestra al Dr. David Reagan, junto a su hija Rachel, en Jerusalén. 

Entonces, un día me senté y leí todo el libro de Zacarías. ¿Y adivine qué? ¡Todo mi argumento se fue por el drenaje! Descubrí que el libro contiene muchas profecías acerca de la primera venida de Jesús, y descubrí que todas esas profecías significaron lo que ellas dijeron. De repente se me ocurrió que, si las profecías de Zacarías acerca de la primera venida significaron lo que ellas dijeron, ¿por qué entonces no lo harían también sus promesas acerca de la segunda venida?

La Regla del Sentido Llano

Ese fue el día que dejé de jugar con la Palabra Profética de Dios. Empecé a aceptarla por su significado del sentido llano. Decidí que si el sentido llano tenía sentido, no buscaría otro sentido, para no terminar en un sinsentido.

Un buen ejemplo del enfoque sin sentido se encuentra en el libro El Milenio (The Millennium), de Loraine Boettner. Él espiritualiza todo Zacarías 14. Él argumenta que el Monte de los Olivos es un símbolo del corazón humano rodeado por el mal. Cuando una persona acepta a Jesús como Salvador, Jesús viene a la vida de la persona y se para en su “Monte de los Olivos” (su corazón). El corazón de la persona se quebranta en arrepentimiento (el hendimiento del monte) y entonces Jesús derrota a las fuerzas enemigas en la vida de las personas.


¡Yo sugeriría que a este teólogo le sea otorgado un doctorado honorario en imaginación! Cuando las personas insisten en espiritualizar las Escrituras de esta forma, entonces las Escrituras terminan significando todo lo que quieran que signifiquen.

Claves para la Comprensión

Creo que Dios sabe cómo comunicarse. Creo que Él dice lo que significa y significa lo que dice. No creo que usted deba tener un doctorado en Hermenéutica para entender la Biblia. Lo esencial, en cambio, es un corazón honesto y la llenura del Espíritu de Dios.

Le pregunto: ¿Cómo trata a Zacarías 14 — como realidad o como ficción —?

“Así dice Jehová: Yo retornaré a Sión, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad; y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de la Santidad” (Zacarías 8:3 - RVR 1977).

Artículos recomendados:
»» Mateo 24: ¿Es historia o profecía?
»» El Discurso del Monte de los Olivos
»» El Regreso del Mesías (pdf)
»» La Certeza del Regreso del Señor
»» La Interpretación del Apocalipsis (pdf)
»» El Milenio en el Antiguo Testamento (pdf)
»» Conferencia: Un Resumen del Apocalipsis
»» La Importancia de la Profecía Bíblica (pdf)
»» Libro: Ira y Gloria: La Revelación del Majestuoso Libro del Apocalipsis

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Zechariah 14: Fact or fiction?

miércoles, 26 de abril de 2017

Video: Perspectivas Proféticas Globales - 16/04/17



El dictador sirio, Bashar al-Assad, quien es respaldado fuertemente por Rusia, Irán e Hizbolá concedió una entrevista exclusiva a la AFP, donde afirma que su régimen no tiene nada que ver con el ataque con armas químicas llevado a cabo contra posiciones rebeldes a inicios de abril.

En esta exposición, verán evidencia que demuestra que no es la primera vez que Assad usa armas químicas contra su propio pueblo.

Vea también la información más reciente concerniente a la volátil situación de Corea del Norte. 

Si desea escribirme, puede hacerlo a mi correo electrónico.

Libro: Confiando en Dios - Prefacio



Prefacio


En 1987, cuando tomé un descanso sabático de mis extensos viajes, el primer proyecto al que me dediqué fue a escribir este libro.

El Señor puso el concepto del libro en mi corazón en el otoño de 1986, mientras estaba celebrando una reunión en una iglesia en Covington, Georgia. Me desperté una mañana con la idea y, para el mediodía, ¡había preparado un amplio borrador de todo el libro! Estaba asombrado de la fluidez y la rapidez con las que los pensamientos y las palabras fluyeron. Esta experiencia me convenció de que el proyecto era del Señor. 

La escritura fue rápida y fácil. Empecé en enero y tenía el primer borrador completado para mediados de febrero. Éste fue el primero de muchos proyectos que completé durante ese año sabático y, a medida que el año avanzaba, me convencí de que el Señor estaba dirigiendo el enfoque de mi ministerio lejos de las reuniones y seminarios hacia la publicación. 

Una Respuesta Alentadora

El libro fue bien recibido. Pasó por tres impresiones. Y recibí cientos de cartas de personas de todo el mundo, cuyas vidas fueron tocadas profundamente en forma positiva por lo que había escrito. El comentario más común que recibí una y otra vez era, “Me encontré llorando un momento y riendo el siguiente”.

Esas cartas siguieron llegando, y los testimonios que contenían me convencieron de que debería pasar una parte de mi segundo año sabático revisando el libro para su reimpresión, por lo que emitimos una segunda edición en 1994.

Alabando a Dios por Bendiciones Especiales

Y ahora, mientras preparo esta tercera edición para su publicación, estoy abrumado cuando miro hacia atrás más de 35 años y veo todas las bendiciones que Dios me ha dado y a este ministerio, en respuesta al paso vacilante de fe que tomé en 1980, cuando renuncié a mi carrera académica para predicar la pronta venida de Jesús. 

Alabo a Dios por Su fidelidad.
Lo alabo por Su paciencia hacia mí.
Lo alabo por rodearme con un personal y administradores dedicados.
Lo alabo por tener miembros de la familia cariñosos.
Lo alabo por nuestros Socios de la Profecía.
Lo alabo por darnos un alcance tan extendido por todo el mundo.
Lo alabo sobre todo por la salvación que Ha proveído a través del don de Su Hijo, quien murió por nuestros pecados. 

Como dije en el prefacio de la primera edición de este libro, es mi ferviente oración que este libro lo animará a confiar en Dios más de lo que alguna vez lo haya hecho antes. No hay otro camino como el camino de la fe porque, “sin fe, es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6).


Dr. David R. Reagan
Allen, Texas
Enero 2015

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Traducido por Donald Dolmus

Estimado lector: Sus contribuciones voluntarias serán de gran ayuda para que este libro sea traducido en su totalidad al español. Si siente de parte del Señor apoyar este proyecto, escríbame a mi correo electrónico, para indicarle cómo podrá hacerlo.
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