lunes, 12 de diciembre de 2016

La Parábola de la Fiesta de Bodas

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley



“Jesús les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.

Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Díganles a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; vengan a las bodas.

Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.

Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. Vayan, pues, a las salidas de los caminos, y llamen a las bodas a cuantos hallen. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.

Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.

Entonces el rey dijo a los que servían: Átenle de pies y manos, y échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:1-14).

¿Por qué todas las parábolas?

La palabra griega para parábola literalmente significa "establecer al lado de". Una narración terrenal ficticia se establece al lado de una verdad celestial para ayudarnos a expresar su significado. Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús porqué le hablaba en parábolas a la gente, Él dijo,

“Porque a ustedes les es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado” (Mateo 13:11-12).

De hecho, esto quiere decir que una parábola tenía la intención de lograr dos cosas: 

1) Instruir a Sus seguidores, y 
2) confundir a todos los demás. 

Estos dos objetivos, aparentemente conflictivos, pueden lograrse porque es el Espíritu Santo quien nos da el entendimiento que necesitamos. Sin el Espíritu Santo ninguna persona puede comprender las cosas de Dios. Pablo lo dijo así,

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).

La Parábola de la Fiesta de Bodas es un buen ejemplo de ello. O es muy instructiva o es muy confusa, lo cual depende del conocimiento que uno tenga de la Biblia. (Un conocimiento adecuado de las costumbres judías de las bodas durante los tiempos bíblicos puede ser de ayuda, aunque no es esencial).

El planificador de bodas

Las costumbres judías de las bodas del siglo primero consistían en que el padre del novio estaba a cargo de todo el evento y asumía todos los gastos relacionados con la boda y el banquete posterior. Me he enterado de que en el caso de la realeza o de personas muy adineradas, esto generalmente incluía proveer una prenda de ropa especial que la persona invitada vestía sobre su propia ropa corriente. Esta prenda de ropa para las bodas se le ofrecía a la persona invitada cuando llegaba al evento y de inmediato se la ponía. El rechazo a vestir esa pieza de ropa era un insulto al padre del novio y podía ocasionar que esa persona invitada fuera expulsada de la fiesta. En caso de una reunión de muchas personas, también servía para identificar a las personas invitadas y desanimar a las que no habían sido invitadas.

Como mencioné, las Parábolas de nuestro Señor Jesús son narraciones cuya intención es la de explicar una verdad celestial. Cada persona u objeto son simbólicos de alguien más o de algo más. El entender el simbolismo es crucial para poder descubrir la lección de la Parábola. De hecho, para poder recibir el impacto teológico completo de la parábola se requiere poder tener ese entendimiento.

El Rey representa a Dios el Padre, Su Hijo a nuestro Señor Jesús. Las personas invitadas que declinaron Su invitación simbolizan el rechazo de Israel del Mesías y los siervos que Él envió a invitarlos son los profetas.

¿Conoce usted a la Novia?

Algunas personas dicen que el grupo al que Él envió a Sus siervos para invitarlo representa la Iglesia, pero el simbolismo y el momento no son los correctos. La Iglesia es la Novia de Cristo (Efesios 5:25-27), no un grupo de invitados sustitutos de último momento. Puesto que Israel ya había rechazado Su invitación, y la Iglesia (siendo la novia) no necesita una invitación, ¿quiénes pueden ser estos invitados?

Estos invitados tienen que venir de un tiempo después que la Novia ha sido escogida y preparada, porque el banquete de bodas está listo y solamente las personas invitadas hacen falta para que inicien las festividades. Estas personas invitadas conforman un grupo que llamamos los creyentes de la tribulación, y son aquellas personas que llegan a la fe después del Rapto de la Iglesia en Apocalipsis 4 pero antes del banquete de bodas de Apocalipsis 19.

La verdadera lección de la parábola

Esta prenda de ropa para las bodas representa la justicia de Dios. Este es un concepto que ha sido explicado en varias ocasiones tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Isaías describió nuestra justicia como trapos de inmundicia (Isaías 64:6) y la justicia de Dios como “vestiduras de salvación” y “manto de justicia” (Isaías 61:10) en donde la adquisición de estas cualidades está unida a los vestidos que se nos dan en la boda.

“En gran manera me gozaré en el Señor, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas” (Isaías 61:10).

En Apocalipsis 19 la iglesia ha sido preparada como una novia habiendo sido ataviada con vestidos de lino fino, lo cual representa nuestra justicia. Pero, así como en Isaías 61:10 la justicia, simbolizada por el vestido, le es dada a la novia, la misma no se obtiene comprándola ni ganándola. Pablo dijo que nuestra es la justicia que viene a nosotros por la fe (Romanos 3:21-22).

El hecho de que un invitado es echado en las tinieblas de afuera por no llevar puesto el vestido para las bodas indica que a estas personas invitadas de último momento también se les exigen estar vestidas con las “vestiduras de salvación.” Apocalipsis 16:15 nos dice que los creyentes de la Tribulación deberán “guardas sus ropas.” En otras palabras, estas personas serán responsables de mantener la justicia que se les ha dado por obedecer los mandamientos de Dios y permanecer fieles a Jesús (Apocalipsis 14:12). Solamente a la Iglesia se la ha prometido el regalo de la seguridad eterna.

Por consiguiente, el invitado que ha sido expulsado ha sido el creyente de la tribulación que ahora está tratando de ganar su entrada al banquete vistiendo su propia ropa, habiendo perdido o desechado el “vestido de salvación” que se le había dado. Estaba esperando ganar la entrada en el reino por su propia justicia, la cual es, según Isaías, como trapos de inmundicia a los ojos de Dios.


Hay otro sesgo en la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13). El escenario allí es también el momento de la Segunda Venida. Y, de nuevo, la Iglesia no es la dama de honor. La Iglesia es la Novia a la cual no se le puede negar el ingreso al banquete de su propia boda. Las cinco doncellas que fueron excluidas eran los creyentes de la tribulación que habían perdido su salvación ya sea por no obedecer los mandamientos de Dios o por no haber permanecido fieles a Jesús, o ambas cosas. Esto indica su falta de suficiente aceite en sus lámparas, lo cual es simbólico del Espíritu Santo. Puesto que el Espíritu Santo está sellado en la Iglesia como un depósito que garantiza nuestra salvación (Efesios 1:13-14), las doncellas que fueron excluidas del banquete tienen que representar al grupo de personas de después del Rapto de quienes el Espíritu Santo se apartó debido a su falta de fe.

Muchos son los invitados, pero pocos los escogidos (Mateo 22:1-14). Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos lleguen al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Pero ya sea que se trate de la Novia o de los invitados a la boda, la única justicia que nos da la entrada a Su presencia es la que se nos da como un regalo y se acepta por fe (Romanos 3:21-22). Todos ustedes que fueron bautizados en Cristo, de Cristo están revestidos (Gálatas 3:27). Al que no conoció pecado, por nosotros [Dios] lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Corintios 5:21).

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Película: Conteo Regresivo a Jerusalén

Un Preludio del Armagedón



Con el Medio Oriente en caos, el aliado por excelencia de Israel se ve inmerso en una guerra inminente — Estados Unidos es ahora el blanco mientras la batalla por Jerusalén comienza 

Jerusalem Countdown pone de manifiesto la realidad de un conflicto inevitable entre Israel y el Islam. 

Cuando armas nucleares son introducidas de contrabando a Estados Unidos, el agente del FBI, Shane Daughtry (David A.R. White), se enfrenta a una tarea imposible  encontrarlas antes de que sean detonadas . El reloj está en marcha y las únicas personas que pueden ayudar son un vendedor de armas (Lee Majors), un agente retirado del Mossad israelí (Stacy Keach) y el Director Adjunto de la CIA (Randy Travis).

El holocausto nuclear en suelo americano pone en peligro la estabilidad mundial y la inminente destrucción del mundo está materializándose en esta película de terror y suspenso internacional. 

viernes, 9 de diciembre de 2016

Las Promesas Olvidadas de Navidad


La Iglesia de la Natividad, en Belén. Esta iglesia está ubicada en el sitio tradicional del nacimiento de Jesús. 
 

Mientras celebramos el nacimiento de Jesús este año durante la temporada de Navidad, acordémonos de las promesas que fueron hechas a María cuando fue visitada por el Ángel Gabriel:

Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, 
y llamarás Su nombre Jesús. 
Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; 
y el Señor Dios le dará el trono de David Su padre; 
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, 
y Su reino no tendrá fin. 
— Lucas 1:31-33

Siete Promesas Gloriosas

Esta magnífica declaración contiene siete promesas. Cuatro de ellas se relacionan con la Primera Venida del Señor:

1. María concebiría un hijo.
2. María daría a luz un hijo.
3. El hijo sería grande
4. El hijo sería llamado “el Hijo de Dios”.

Todas estas cuatro profecías se cumplieron en la vida de Jesús.

María concibió (Mateo 1:18-20) y tuvo un hijo (Mateo 1:25). Su nombre fue llamado Jesús (Mateo 1:21). Él fue grande (Lucas 7:16) y fue llamado el Hijo de Dios (Mateo 16:16, 27:54; Marcos 1:1).

Las tres últimas promesas que Gabriel hizo a María no se han cumplido. Se relacionan con la Segunda Venida de Jesús:

5. Le será dado el trono de David.
6. Reinará sobre la casa de Jacob.
7. Su reino no tendrá fin.

Yo llamo a estas promesas, las “promesas olvidadas” de Navidad, porque no son enseñadas por la mayoría de las iglesias en la Cristiandad hoy en día. Eso es debido a que la mayoría de las iglesias toman la postura de que Jesús nunca regresará a esta tierra a reinar. Esto es llamado el punto de vista Amilenial.

Promesas Espiritualizadas

El enfoque Amilenial está basado en la suposición de que la Biblia no significa lo que dice. Para confirmar el punto de vista, sus proponentes se ven obligados a espiritualizar la Escritura.

De esta forma, en su interpretación de las tres últimas promesas hechas a María por Gabriel, convierten el trono de David en el trono de Dios y la casa de Jacob se convierte en la Iglesia. Concluyen entonces que las promesas han sido cumplidas en el reinado actual de Jesús desde el trono de Su Padre sobre Su Iglesia.

El Trono de David

No hay duda de que Jesús está reinando actualmente desde el trono de Su Padre sobre Su reino, la Iglesia. Pero identificar ese reino con el reino prometido a María requiere un gran salto de la imaginación.

El “trono de David” no es el trono de Dios. El trono de Dios está en el Cielo. El trono de David está en Jerusalén (Salmo 122:5).

"La Anunciación de Gabriel a María", por Philippe de Champaigne, 1644.

Jesús mismo distingue claramente entre el trono de Dios y Su propio trono en Apocalipsis 3:21. En ese verso, Jesús dice que algún día les permitirá a los creyentes sentarse con Él en Su trono así como Su Padre actualmente le está permitiendo compartir Su trono.

Jesús no está en el trono de David hoy en día. Está sentado a la diestra de Su Padre, en el trono de Su Padre. Él ocupará el trono de David cuando regrese a la tierra para reinar desde el Monte Sión en Jerusalén (Isaías 24:21-23).

La Casa de Jacob

La “casa de Jacob” no es la Iglesia. Éste es un término del Antiguo Testamento para los hijos de Israel (Éxodo 19:3). La Iglesia nunca es mencionada en la Escritura como la casa de Jacob.

La Biblia enseña que un remanente de los judíos un día aceptará a Jesús como su Mesías (Zacarías 12:10; Romanos 9:27 y Romanos 11:25-26). Esto ocurrirá al final de siete años de sufrimiento terrible llamado la Tribulación o “el tiempo de angustia de Jacob” (Jeremías 30:7).

Esta estrella de plata en el sótano de la Iglesia de la Natividad supuestamente marca el lugar donde Jesús nació.

Cuando Jesús regrese al final de ese tiempo de sufrimiento, el remanente judío será reunido en la tierra de Israel y será hecha la nación más importante del mundo (Ezequiel 37:11-28 y Zacarías 8:22-23). Jesús reinará entonces sobre la casa de Jacob.

El Reino Eterno

El reino de la Iglesia actual no es un reino eterno. El reino de la Era de la Iglesia finalizará con el Rapto de la Iglesia.

El reino de la Iglesia será seguido por el reino Milenial cuando Jesús reinará sobre toda la tierra desde el Monte Sión en Jerusalén (Isaías 2:1-4). Ese reino durará mil años (Apocalipsis 20:1-7).

El reino final y eterno de Cristo será establecido en una tierra nueva y perfeccionada (1 Corintios 15:24 y Apocalipsis 21:1-8).

Creyendo a la Palabra de Dios

¿Por qué no podemos aceptar que las promesas hechas a María significan lo que dicen? Las primeras cuatro significaron exactamente lo que dijeron. ¿Por qué deben espiritualizarse las últimas tres? La única razón para espiritualizarlas es para forzarlas a conformarse a alguna doctrina preconcebida.

Creo que Dios sabe cómo comunicarse. Si Dios hubiera tenido la intención de prometerle a María que su Hijo reinaría desde el Cielo sobre la Iglesia para siempre, Él lo hubiera dicho así. En cambio, Él le reafirmó la promesa que había hecho muchas veces por medio de los profetas del Antiguo Testamento que Su Hijo reinaría desde el trono de David en Jerusalén sobre Israel y que le sería dado un reino que duraría para siempre (Isaías 9:6-7 y Ezequiel 37:21-28).

Si las promesas que Dios les hizo a los judíos no significaron lo que dijeron, entonces, ¿cómo podemos estar seguros de que Sus promesas a la Iglesia significan lo que dicen? Yo creo que cuando Dios dice algo, lo dice en serio.

"Su Nombre Será Llamado Admirable", por Simon Dewey.

Una Esperanza de Navidad

Durante esta temporada de Navidad, voy a alabar a Dios por enviar a Su Hijo a morir por mis pecados.

También voy a orar para que Dios envíe pronto a Su Hijo de nuevo, para cumplir las “promesas olvidadas” que Gabriel hizo a María. Le doy gracias a Dios porque Él nunca olvida una promesa.

Artículos relacionados:

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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miércoles, 7 de diciembre de 2016

Lo que Estados Unidos Necesita Desesperadamente — Conclusión




La Advertencia de Romanos 1

En Romanos capítulo 1, Pablo habla acerca de cómo Dios trata con una nación rebelde que Él ha bendecido. Si la nación persiste en su rebelión después de que ha sido advertida por naciones proféticas y juicios correctivos, Dios dará un paso hacia atrás y bajará su cobertura de protección y permitirá que la maldad se multiplique (versos 22-25). El resultado será una revolución sexual, como la que ocurrió en nuestra nación en la década de 1960.

Si la nación ignora este juicio, Dios dará un paso hacia atrás una segunda vez y bajará Su cobertura de protección incluso más. Esto producirá una plaga de perversión sexual en la forma de homosexualidad (versos 26-27). Comenzamos a experimentar esto al inicio de este siglo. 

Si la gente sigue negándose a arrepentirse, Dios retrocederá una tercera vez y entregará a la nación a una “mente reprobada” (versos 28-32). Ahí es donde estamos hoy. Sólo considere, por ejemplo, las siguientes dos fotos que fueron tomadas recientemente en manifestaciones en Washington, D.C. 

 "Si Jesús regresa, mátenlo de nuevo". 

"Apuesto que el infierno es fabuloso".

Nuestra Rebelión Continua

El 26 de junio es el día en que el destino de nuestra nación fue sellado. Ése fue el día que nuestra Corte Suprema decidió legalizar la abominación del matrimonio entre personas del mismo sexo. En el proceso, los jueces que consintieron decidieron ignorar nuestra Constitución, despreciar 2,000 años de civilización occidental, y despreciar la Palabra de Dios.

El arrepentimiento es lo único que puede salvar a nuestra nación — no Hillary Clinton o Donald Trump, o cualquier otro político —. Pero, ¿cómo puede el arrepentimiento tener lugar cuando el pecado está tan arraigado e incluso es celebrado?

Nuestra herida se ha vuelto incurable. Ya no podemos esperar la supervivencia como nación cuando estamos alzando nuestro puño contra Dios y despreciando abiertamente Su Palabra. 

Considere de nuevo las palabras amenazantes del profeta Nahúm (Nahúm 1:2-3):

Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. 

Esperanza Individual

La única esperanza que nos queda es la esperanza individual que la Palabra de Dios nos da cuando aceptamos a Su Hijo, Jesús, como nuestro Señor y Salvador.

Esa esperanza es grande más allá de las palabras, y me aferro a ella en fe, recordándome diariamente que, mientras todo el mundo se está burlando de Dios y Su Palabra, Él se sienta en el Cielo y se ríe — no porque no le importe, sino porque tiene la sabiduría y el poder de orquestar todo la maldad de Satanás y el hombre para el triunfo de Su Hijo (Salmo 2:1-9) —.

¡Maranata! 

Lea también:
Lo que Estados Unidos necesita desesperadamente – Parte 1
Lo que Estados Unidos necesita desesperadamente – Parte 2

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

martes, 6 de diciembre de 2016

Jimmy Carter a Obama: Reconozca al Estado de Palestina

El Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, estrecha la mano del expresidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, durante su reunión el 2 de mayo de 2015 en la Ciudad de Ramala. (AFP/Pool/Abbas Momani)

El expresidente estadounidense Jimmy Carter ha reclamado al actual mandatario del país, Barack Obama, que reconozca al Estado de Palestina antes de abandonar el cargo el 20 de enero.

En un editorial publicado en el diario estadounidense «The New York Times»,Carter ha afirmado que, «si bien aún no se sabe cuál será la política de la próxima Administración hacia Israel y Palestina (...) sí se sabe cuál fue la de ésta».

«El objetivo del presidente Obama ha sido apoyar un fin negociado al conflicto basado en dos estados, que vivan uno al lado del otro en paz», ha recordado.
«Esa posibilidad está ahora en grave peligro. Estoy convencido de que Estados Unidos todavía puede moldear el futuro del conflicto palestino-israelí antes de un cambio de presidente, pero hay poco tiempo».

En este sentido, ha recalcado que «el paso simple pero vital que debe dar esta Administración antes del fin de su mandato es garantizar el reconocimiento diplomático por parte de Estados Unidos al Estado de Palestina, que ya han dado 137 países, y ayudarle a lograr su pertenencia plena a Naciones Unidas».

Carter ha recordado que, durante su Gobierno, los entonces Primer Ministro de Israel, Menachem Begin, y Presidente de Egipto, Anuar el Sadat, firmaron los Acuerdos de Camp David, basada en la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU.

«Las palabras clave de esa resolución eran 'la inadmisibilidad de la adquisición de territorios mediante la guerra y la necesidad de trabajar por una paz justa y duradera en Oriente Próximo, en la que todos los estados de la zona puedan vivir con seguridad', y la 'retirada de las fuerzas armadas israelíes de los territorios ocupados en el reciente conflicto'», ha indicado.

El expresidente ha argumentado que «estos dos conceptos fundacionales han sido la base de la política del Gobierno estadounidense y la comunidad internacional desde entonces».

«Esta es la razón por la que, en 2009, al comienzo de su primer gobierno, Obama reiteró los elementos esenciales de los acuerdos de Camp David y de la resolución 242, pidiendo un congelamiento total de la construcción de asentamientos, construidos ilegalmente por Israel en territorio palestino», ha apuntado.

«Más tarde, en 2011, el presidente dejó claro que 'las fronteras de Israel y Palestina deben basarse en las líneas de 1967', y añadió: 'Las negociaciones deberían dar lugar a dos estados, con fronteras palestinas permanentes con Israel, Jordania y Egipto, y fronteras israelíes permanentes con Palestina'», ha añadido Carter.

Compromiso con la paz, en peligro

En su editorial, ha alertado de que «a día de hoy, 38 años después de Camp David, el compromiso con la paz está en peligro de abrogación».

«Israel construye más y más asentamientos, desplazando a los palestinos y afianzando su ocupación de los territorios palestinos», ha sostenido, recalcando que «más de 4,5 millones de palestinos viven en esos territorios ocupados, sin ser ciudadanos de Israel».

«La mayoría viven bajo un régimen militar israelí y no votan en las elecciones nacionales de Israel», ha dicho, al tiempo que ha apuntado que «mientras, cerca de 600.000 colonos israelíes en Palestina disfrutan de los beneficios de la ciudadanía y las leyes israelíes».

"Este proceso está acelerando una realidad de un estado que podría destruir la democracia israelí y dará lugar a la intensificación de la condena internacional a Israel", ha advertido el expresidente estadounidense.

En este sentido, ha recordado que el Centro Carter «ha continuado apoyando la solución basada en dos estados acogiendo este mes discusiones con representantes israelíes y palestinos, buscando un camino hacia la paz».

«Tras las mismas, estoy convencido de que el reconocimiento del Estado Palestino por parte de Estados Unidos haría más fácil para otros países que no han reconocido a Palestina hacerlo, lo que allanaría el camino para una resolución del Consejo de Seguridad (de la ONU) sobre el futuro del conflicto», ha argüido.

Resolución de la ONU

Por ello, ha pedido al organismo internacional que apruebe una resolución «que fije los parámetros para resolver el conflicto» y «que reafirme la ilegalidad de todos los asentamientos israelíes más allá de las fronteras de 1967», dejando abierta la posibilidad de que las partes «negocien modificaciones».

«Las garantías de seguridad para Israel y Palestina son fundamentales, y la resolución debe reconocer el derecho de ambos estados a vivir en paz y seguridad», ha recalcado.

Asimismo, ha dicho que la resolución «debe incluir la desmilitarización del Estado palestino y una posible fuerza de paz bajo los auspicios de la ONU».

«El peso combinado del reconocimiento por parte de Estados Unidos, la pertenencia a la ONU y una resolución del Consejo de Seguridad firmemente cimentada en el Derecho Internacional podría ser la base para una diplomacia futura», ha argumentado.

«Estos pasos reforzaría el liderazgo palestino moderado, al tiempo que enviaría una garantía clara al público israelí sobre el reconocimiento mundial de Israel y su seguridad», ha agregado Carter.

Así, ha explicado que esta vía «sería la mejor, y quizá la única, manera de hacer frente a una realidad de un Estado que Israel está imponiendo a sí mismo y al pueblo palestino».

«El reconocimiento de Palestina y una nueva resolución del Consejo de Seguridad no son nuevas medidas radicales, sino una consecuencia natural del creciente apoyo de Estados Unidos a una solución basada en dos estados», ha apuntado.

«Temo por el espíritu de Camp David. No debemos dejar pasar esta oportunidad», ha remachado Carter.


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