sábado, 3 de diciembre de 2016

Lo que Estados Unidos Necesita Desesperadamente — Parte 2



     
El poder del arrepentimiento puede verse en la historia de nuestra nación. En medio de nuestra guerra civil, en marzo de 1863, el Presidente Abraham Lincoln, llamó a un “día de humillación, ayuno y oración nacional”. Dijo que era motivado por el hecho de que, a través de “la confesión de los pecados y transgresiones de la nación en humilde tristeza”, el Señor le mostraría a la nación “misericordia y perdón”: Lincoln le recordó a la gente que las “Sagradas Escrituras” prometen que “sólo aquellas naciones cuyo Dios es el Señor son bendecidas”.

Él procedió entonces a hacer una de las declaraciones espirituales más perspicaces que alguna vez haya sido puesta en palabras por un presidente:1

Y considerando que es deber de las naciones, así como de los hombres, reconocer que debemos la dependencia a la potencia Suprema de Dios, debemos confesar nuestros pecados y nuestras transgresiones, en contrita humildad, con la seguridad que arrepentimiento verdadero dará lugar a la misericordia y perdón; y reconocer la verdad sublime, anunciada en las Sagradas Escrituras y demostrado por la historia, que sólo son bendecidas esas naciones cuyo Dios es el Señor:

Y, en tanto sabemos que, por su ley divina, las naciones, como individuos, son sometidos a castigos y sanciones en este mundo, podemos justamente temer que la terrible calamidad de guerra civil, que ahora desola la Tierra, es un castigo infligido a nosotros por nuestros pecados presuntuosos, fuere necesario para nuestra reforma nacional como un pueblo entero. 

Hemos sido los destinatarios de las bendiciones selectas del Cielo. Nosotros hemos sido preservados, estos muchos años, en la paz y la prosperidad. Hemos crecido en números, en riqueza y en poder como ninguna otra nación. 

Pero nos hemos olvidado de Dios. Nos hemos olvidado de la mano amable que nos mantiene en paz y abundantemente enriquecidos y fortalecidos; hemos vanamente imaginado, en el engaño de nuestro corazón, que todas estas bendiciones fueron producidas por nuestra propia sabiduría superior y virtud.

Intoxicados con éxito ininterrumpido, nos hemos convertido demasiado autosuficientes, sin sentir la necesidad de canjear y de preservar la gracia, demasiado orgullosos para orar a Dios, Quien nos hizo. 

A continuación, nos es necesario humillarnos ante la Potencia ofendida, a confesar nuestros pecados nacionales y a rogar por clemencia y perdón.

Abraham Lincoln

Lincoln terminó su proclama, al llamar a todos los estadounidenses a apartar el día jueves 30 de abril de 1863, como “un día de humillación, ayuno y oración”. Los instó a “abstenerse en ese día de sus actividades seculares y a unirse en sus varios lugares de culto público…”.

¿Se imagina a un presidente estadounidense emitiendo una proclamación así hoy? Los miembros del Congreso sin duda introducirían mociones para su destitución, basadas en su violación de “la separación de iglesia y estado”.

Nuestra nación se ha secularizado y paganizado tan rápidamente desde la década de 1950, que la mayoría de estadounidenses hoy ni siquiera podrían concebir que un presidente llamara a la nación a la oración. Sin embargo, muchos lo hicieron, y algunos incluso ofrecieron oraciones públicas ellos mismos.

Franklin D. Roosevelt

Tome a Franklin Roosevelt, por ejemplo. Mientras los desembarcos en el Día D se estaban llevando a cabo en las playas francesas de Normandía, en junio de 1944, el Presidente Roosevelt dirigió a la nación en oración, a través de una transmisión nacional de radio. La oración duró 3 minutos y 36 segundos, e incluyó estas palabras:2

Dios Todopoderoso: Nuestros hijos, orgullo de nuestra nación, han emprendido hoy un poderoso esfuerzo, una lucha para preservar nuestra República, nuestra religión, y nuestra civilización, y para liberar a una humanidad sufriente.

Dirígelos en rectitud y verdad; dales fuerza a sus brazos, robustez a sus corazones, firmeza en su fe.

Ellos necesitarán Tus bendiciones. Su camino será largo y duro. Porque el enemigo es fuerte. Él podría rechazar a nuestras fuerzas. El éxito podría no llegar con una rápida velocidad, pero regresaremos una y otra vez; y sabemos que, por Tu gracia, y por la justicia de nuestra causa, nuestros hijos triunfarán…

Pido que nuestro pueblo se dedique a una prolongación de la oración. Cuando nos levantemos cada nuevo día, y de nuevo cuando cada día haya terminado, que palabras de oración estén en nuestros labios, invocando Tu ayuda a nuestros esfuerzos…

Con tu bendición, prevaleceremos sobre las fuerzas impías de nuestro enemigo. Ayúdanos a conquistar a los apóstoles de codicia y arrogancias raciales. Llévanos a la salvación de nuestro país…

Hágase tu voluntad, Dios Todopoderoso. Amén. 

Copias de audio de esta gran oración pueden encontrarse en Internet. Le insto a que encuentre una copia y que la escuche. Emocionará su alma. Sin embargo, cuando el Memorial de la II Guerra Mundial estaba siendo planeado para el centro comercial en Washington, D.C., la Administración Obama se opuso con éxito a cualquier mención de la oración o a cualquier cita de ella.3

Earl Warren

Otro ejemplo de cuán lejos y rápido nuestra nación se ha desviado de Dios puede encontrarse en un discurso dado en 1954 por el magistrado Earl Warren, en el Desayuno de Oración Nacional. Warren fue el ex Gobernador de California y fue nombrado magistrado por el Presidente Eisenhower en 1953. Warren tenía esto que decir acerca del patrimonio de nuestra nación:4

Creo que nadie puede leer la historia de nuestro país sin darse cuenta de que el Buen Libro y el espíritu del Salvador han sido desde el principio nuestros genios guías. Ya sea que miremos a la primera carta de Virginia o la carta de Nueva Inglaterra o la carta de la Bahía de Massachusetts o las Órdenes Fundamentales de Connecticut, el mismo objetivo está presente — una tierra cristiana gobernada por principios cristianos —.

Creo que toda la Declaración de Derechos debe su existencia al conocimiento que nuestros antepasados tenían de la Biblia y a su creencia en ella…

Me gusta creer que estamos viviendo hoy en el espíritu de la religión cristiana. También me gusta creer que mientras lo sigamos haciendo, ningún gran daño puede venir contra nuestro país. 

Otra vez, ¿se imagina a un nominado a la Corte Suprema hoy pronunciar esas palabras? Sería descartado como un fanático religioso, indigno de servir a nuestra nación en el poder judicial. 

O, considere a la decisión unánime de la Corte Suprema dictada en 1892 (Santa Trinidad vs. Estados Unidos), en la que la Corte declaró que nuestra nación no era sólo histórica y culturalmente religiosa, sino que su propio sistema de gobierno y leyes estaba basado en una cosmovisión cristiana. La Corte declaró, “Éste es un pueblo religioso…ésta es una nación cristiana”.5

Ciento catorce años más tarde, en 2006, el Presidente Obama alegre y orgullosamente declaró, “Lo que sea que una vez fuimos, ya no somos sólo una nación cristiana; también somos una nación judía, una nación musulmana, una nación budista, una nación hindú, y una nación de no creyentes”.6 Él también podría haber añadido que nos hemos convertido en una nación de paganos.


No cabe duda de que hemos descartado nuestra herencia cristiana a favor de una sociedad dominada por el secularismo y el paganismo. Y estamos cosechando las consecuencias, mientras somos testigos del colapso moral de nuestra sociedad.

En el tercer y último segmento de nuestro vistazo a lo que Estados Unidos necesita desesperadamente, cubriremos la advertencia dada en Romanos 1.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Lea también:
Lo que Estados Unidos necesita desesperadamente — Parte 1

Notas:
1) Abraham Lincoln, “Proclamation Appointing a National Fast Day,” www.
abrahamlincolnonline.org/lincoln/speeches/fast.htm.
2) FDR Presidential Library, “Franklin Roosevelt’s D-Day Prayer,” http://docs.
fdrlibrary.marist.edu.odddayp.html.
3) Todd Starnes, “Obama Administration Opposes FDR Prayer at WWII Memorial,”
www.foxnews.com.
4) Roger Schultz, “A Christian America: Earl Warren and Our Christian Roots.”
http://chalcedon.edu/faith-for-all-of-life/the-resurrection-5/a-christian-america
-earl-warren-and-our-christian-roots.
5) Justia, “Church of the Holy Trinity v. United States 143 U.S. 457 (1892),”
https://supreme.justia.com/cases/federal/us/143/457/case.html.
6) Sojourners, “Transcript: Obama’s 2006 Sojourners Call to Renewal Address
on Faith and Politics,” https://sojo.net/articles/transcript-obamas-2006-sojourn
erscall-renewal-address-faith-and-politics.

martes, 29 de noviembre de 2016

Estudio Bíblico Mesiánico: La Trinidad (pdf)


Este estudio está disponible solamente para nuestros colaboradores




Tabla de Contenido

Introducción 

A. Arrianismo 
B. Sabelianismo 
C. Socinianismo 
D. Unitarismo 
E. Triteísmo 

I. La Pluralidad de la Deidad

A. La Pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento 
1. El nombre plural Elohim 
2. Los verbos plurales usados con Elohim
3. El nombre Elohim aplicado a dos personas 
4. El nombre YHVH aplicado a dos personas .
5. El nombre plural Adonai 
6. Los pronombres plurales 
7. Los adjetivos plurales 
8. El Ángel de Jehová 
   a. Ejemplos de singularidad
   b. Evidencia escritural de la singularidad
9. El Hijo de Dios 
   a. Salmo 2 
   b. Proverbios 30:4 
10. El concepto del Dios-Hombre 
   a. Génesis 4:1 
   b. Isaías 9:6-7 
   c. Jeremías 23:5-6 
   d. Zacarías 13:7
11.El Espíritu Santo 

B. La Pluralidad de la Deidad en el Nuevo Testamento


II. La Unidad de la Deidad 

A. La Unidad de la Deidad en el Nuevo Testamento 
1. La misma imagen y semejanza 
2. El uso de verbos singulares con verbos plurales 
3. El uso de formas plurales y singulares juntas 
4. El Uso del compuesto Uno
   a. Echad
   b. Yachid 
5. Jehová declarado ser Uno 

B. La Unidad de la Deidad en el Nuevo Testamento 


III. La Unidad de la Deidad 

A. La Trinidad de la Deidad en el Antiguo Testamento 
1. Isaías 42:1 
2. Isaías 61:1 
3. Isaías 63:7-14 
4. Isaías 48:12-16 

B. La Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento
1. Sólo tres Personas son llamadas Dios
   a. Mateo 3:16-17 
   b. Mateo 28:19 
   c. Juan 14:16-17 
   d. I Corintios 12:4-6
   e. II Corintios 13-14 
   f. I Pedro 1-2 
2. Sólo tres Personas tienen los atributos de Dios 
   a. Eternidad 
   b. Omnipotencia 
   c. Omnisciencia 
   d. Omnipresencia 
3. Sólo tres Personas conocen las obras de Dios 
   a. La obra de la creación del universo 
   b. La obra de la creación del hombre 
   c. La obra de la inspiración

Conclusión

Lea otros Estudios Bíblicos Mesiánicos:

jueves, 24 de noviembre de 2016

Lo que Estados Unidos Necesita Desesperadamente — Parte 1



Lo que nuestra nación necesita desesperadamente no es a Hillary Clinton ni a Donald Trump. Sin importar cuál gane la presidencia, Estados Unidos perderá.

Lo que nuestra nación necesita sobre todo es renovación espiritual, y eso sólo puede venir por medio del arrepentimiento.   
    
Pecados Nacionales

Necesitamos caer de rodillas ante Dios y arrepentirnos de los siguientes hechos:

  • Hemos asesinado a millones de bebés en el nombre de la “libertad de elección para las mujeres”.
  • Consumimos más drogas ilegales que el resto del mundo combinado.
  • Tenemos una de las tasas de divorcio más altas del mundo.
  • Hemos legalizado la perversión sexual y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
  • Gastamos más de $129 mil millones por año en juegos de azar.
  • Alojamos el 60% de todos los sitios porno de Internet en el mundo.
  • Hemos sobrecargado a las generaciones futuras con trillones de dólares de deuda.
  • Somos el contaminador moral de la tierra, a través de nuestros programas de televisión y películas inmorales, violentos y blasfemos. 

El Llamado al Arrepentimiento

Dios no puede bendecir a una nación con estos pecados en sus manos, sin importar quién sea su líder. Debe haber arrepentimiento. La Biblia deja claro que nada toca el corazón de Dios como el arrepentimiento — excepto la fe (Hechos 20:20-21):

“…Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros [Pablo], públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo”.

Un Ejemplo Bíblico

Un buen ejemplo del poder del arrepentimiento es la ciudad de Nínive, que era la capital del antiguo imperio bárbaro de Asiria. Dios llamó al profeta Jonás para predicarle a la gente de esta ciudad, para advertirles de su inminente perdición.

Para sorpresa de Jonás, el rey respondió en arrepentimiento. Se quitó las vestiduras reales y se cubrió con cilicio y ceniza. Luego emitió una proclamación a sus súbditos, con la que los llamaba a arrepentirse (Jonás 3:7-9): 

“E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?”.

El corazón de Dios fue tocado por la acción del rey y la respuesta del pueblo a su llamado al arrepentimiento, y el Señor decidió perdonar a la ciudad y al imperio.

Pero, 150 años después, Dios llamó a un segundo profeta llamado Nahúm, para que regresara a Nínive y les advirtiera una vez más de su inminente perdición. Nahúm valientemente proclamó (Nahúm 1:2-3):

“Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable”.

Nahúm declaró, además, que los pecados de la nación se habían vuelto tan terribles y tan arraigados que “tu herida es incurable” (Nahúm 3:19). Ésta fue una declaración amenazadora. Lo mismo fue dicho de la nación de Judá en sus días finales. Tanto Jeremías como Miqueas proclamaron que los pecados de Judá habían llegado al punto en el que la “herida es incurable” (Jeremías 10:19, 30:12 y Miqueas 1:9).

Nínive se negó a responder al mensaje de Nahúm con arrepentimiento, y Dios destruyó la ciudad y el imperio asirio. De igual manera, cuando el pueblo de Judá se obstinó contra Dios y se negó a arrepentirse, en respuesta a las súplicas de sus profetas y de los juicios correctivos que siguieron, Dios derramó Su ira, y permitió que los romanos destruyeran Jerusalén, el templo y la nación. 

Algunos de los versos más tristes en la Biblia hablan de la destrucción reacia de Dios de la nación que tanto amaba, y que había bendecido tan abundantemente (2 Crónicas 36:15-16):

“Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación. Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio”.

La cruda realidad es que hay un punto de no retorno en la rebelión de una nación contra Dios.

Y así, en los días finales de Judá, Dios le dijo a Jeremías que ni siquiera orara por su nación (Jeremías 7:16, y 14:11). De igual manera, Dios le dijo a Ezequiel que incluso si los hombres más justos que alguna vez habían vivido — Noé, Daniel y Job — fueran a intervenir por Judá en ese momento, sus oraciones sólo los salvarían a sí mismos y a sus familias, pero no a la nación (Ezequiel 14:12-16).

En el segundo segmento de nuestra mirada a lo que Estados Unidos necesita desesperadamente, cubriremos el poder del arrepentimiento visto en la historia de nuestra nación.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Para conocer más acerca de este tema: Estados Unidos en la Profecía Bíblica


Gracias por sus oraciones y aportes voluntarios a favor de este ministerio.

martes, 22 de noviembre de 2016

Revista Llamada de Medianoche - Noviembre 2016

Confusión Celestial

Haga clic sobre la imagen para descargar la revista

Acerca del cielo circulan muchas ideas diferentes. Desde hace algún tiempo, en el mercado de libros cristianos, han sido muy solicitados los que hablan sobre experiencias de personas que han estado cercanas a la muerte, y los que hablan de viajes celestiales. ¿Qué debemos pensar acerca de esto?

Temas incluidos en esta edición:

»» 25 años de relaciones israelí-rusas
»» Los problemas de Hezbolá
»» Tesoros en el Mar Muerto
»» Las siete promesas de Dios para Israel
»» ¿Orar una sola vez o una y otra vez?

Entre otros

Para poder descargar y leer esta revista, necesitará tener instalado el programa gratuito Adobe Reader.


Si desea obtener materiales adicionales, visite la página web del Ministerio Llamada de Medianoche:


Lea también:

viernes, 18 de noviembre de 2016

La Curva Exponencial: Su Importancia

¿Es una señal de que Jesús vuelve pronto?



En este sexto y último segmento de nuestra exploración de la Curva Exponencial, quiero que se dé cuenta de lo vitalmente importante que es entender lo que la curva significa para el mundo.

La Importancia de la Curva

Entonces, ¿qué significa todo esto para usted y para mí? Yo mencionaría al menos tres cosas.

En primer lugar, la curva exponencial es prueba positiva de que la Profecía Bíblica es cierta. El Señor nos ha dicho lo que Él va a hacer en los tiempos del fin, y es mejor que pongamos atención a lo que Él ha dicho.

En segundo lugar, el cumplimiento de la profecía relacionada con la curva exponencial muestra que Dios está en control. Aun cuando parece que todo en esta tierra está fuera de control, podemos estar seguros de que Dios está orquestando todo el caos para el triunfo definitivo de Su Hijo en la historia (Salmo 2).

En tercer lugar, la curva exponencial es una evidencia muy fuerte de que estamos viviendo en tiempo prestado. Ésta apunta al hecho de que Jesús está a las puertas del Cielo, esperando la orden de Su Padre para regresar. 

Una Advertencia y Una Ilustración

Quiero concluir dando una fuerte advertencia contra el tomar el tiempo por dado. 

Muchas personas están haciendo eso hoy. Están diciendo, “Voy a tomar en serio las cosas del Señor cuando salga de la escuela”; o “después de que consiga un trabajo”; o “después de que me establezca en mi carrera”, o “después que me case”; o “después de que críe a mis hijos”. El tiempo es precioso. Queda muy poco tiempo. Ahora es el tiempo de tomar en serio al Señor.

Permítame ilustrar cuán crítico es el momento, al regresar a la curva exponencial. Suponga que pone una bacteria en una jarra, y asuma que se duplica cada segundo. ¿Cuántas bacterias cree que existirían en la jarra al final de 30 segundos? La respuesta, increíblemente, es 1,073,741,824. ¡Eso es más de un billón en treinta segundos! Esa es la ferocidad de la curva exponencial.

Ahora, llevemos la ilustración un paso más adelante. Si al final de los 30 segundos, la jarra está medio llena, ¿cuánto tiempo más tomará para que la jarra se llene? La respuesta es un segundo (porque se duplicará en el siguiente segundo). Esa es la ferocidad de la curva exponencial. 

Eso es lo que la Biblia quiere decir cuando dice que la gente estará diciendo, “¡Paz y seguridad!”, cuando “destrucción repentina” vendrá sobre ellos (1 Tesalonicenses 5:3).

Un Llamado a la Acción

¿Está tomando el tiempo por dado? No lo haga. La Curva Exponencial es sólo una de muchas señales que Dios nos está dando para advertir del pronto regreso de Su Hijo. La Biblia dice que la única razón por la que Jesús no ha regresado es debido a que Dios no desea que ninguno perezca. 2 Pedro 3:9 dice: 

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

En otras palabras, la misericordia de Dios le ha refrenado de enviar a Su Hijo de regreso a esta tierra. Pero esa restricción pronto va a llegar a su fin, porque nuestro Dios es un Dios de justicia y, como tal, debe lidiar con la pecaminosa rebelión de este mundo.

Las señales de los tiempos están gritando desde los cielos que Jesús vuelve pronto para derramar la ira de Dios sobre aquellos que han rechazado Su amor y gracia. ¿Está listo para Su regreso? ¿Ha puesto su fe en Jesús como su Señor y Salvador? ¿Entiende que Dios lidia con el pecado en una sola de dos maneras?

Considere Juan 3:36: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.

¿Está bajo la gracia o bajo la ira? Dios trata con el pecado en una de esas dos maneras. Es algo glorioso estar bajo la gracia de Dios. Es algo terrible ser el objeto de Su ira.

No ponga oídos sordos a las señales de los tiempos. Ahora es el momento de actuar. Si no es un cristiano, entonces acuda en fe y reciba a Jesús como su Señor y Salvador. Si ya lo ha hecho, entonces comprometa su vida a la santidad y el evangelismo. 

Haga clic en la imagen para leer los segmentos anteriores:


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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