domingo, 1 de noviembre de 2015

Sexo y Manipulación Sectaria: David Koresh


Lo que sucedió en Waco, Texas, en marzo de 1993, en la rama Davidiana de la Iglesia Adventista es ya conocido por casi toda la opinión pública mundial. Sólo es necesario resumir la información para refrescar un poco nuestra memoria. 

Vernon Howell, mejor conocido como David Koresh, era el líder de un pequeño grupo apocalíptico de alrededor de 90 personas que se reunía en los locales del rancho Monte Carmelo. Desde el punto de vista de un ministro, Koresh era alguien fuera de serie. No se veía, por decirlo así, nada "religioso". Era un pastor a la moda; ideal para atraer a la gente joven: pantalones de mezclilla, tenis, camisa informal o simplemente playeras estampadas. Nada de corbatas y traje para él. Su lenguaje era franco y fácil de entender, con palabras típicas del caló juvenil tejano. Usaba el pelo un poco largo y era muy afecto al rock y a ver películas de acción. También podía tomarse un par de cervezas sin cargos de conciencia. Los que lo conocieron personalmente dicen que sabía tocar bien la guitarra; su especialidad era la música moderna. 

A pesar de su apariencia externa, a la hora de predicar Koresh imponía respeto. De hecho se transformaba. Conocía versículo tras versículo de la Biblia, y aunque los citaba fuera de todo contexto, era un buen orador. Además tenía, según él y sus seguidores, "revelaciones directas de parte de Dios" que dejaban a la gente que lo oía con la boca abierta. Al parecer, el singular líder sólo tenía un par de problemas; le gustaba tener sexo con menores de edad y estaba obsesionado por ejercer un control absoluto sobre la vida de sus congregantes.

Esa doble situación no tardó mucho en dar lugar a un vergonzoso episodio de abuso sexual a niñas y adolescentes que duró por varios años. A pesar de estar casado y ser padre de familia, David Koresh comenzó a seducir y tomar por "esposas" a varias jovencitas y prepúberes de su secta. Inclusive llegó a conquistar a las mujeres de algunos de sus seguidores. Todo esto lo justificó con su Biblia en la mano. Mientras violaba jovencitas, otro de sus pasatiempos favoritos era acumular armas de fuego y entrenar a sus feligreses en técnicas paramilitares para esperar el inminente fin del mundo. Su arsenal de granadas y ametralladoras era impresionante. 

La depravación enfermiza de este pequeño dictador que decía ser enviado de Dios es ciertamente un extremo al que pueden llegar los líderes religiosos obsesionados con el poder, sobre todo cuando viven en comunas, aislados de la sociedad. 

En el caso de los abusos a menores en Waco, hay algo que nos debe de llenar de sorpresa. Toda la gente que David Koresh pastoreaba sabía perfectamente lo que estaba pasando y nadie hizo nada. Es más, muchos lo disculpaban y estaban de acuerdo con la conducta del "siervo de Dios". En otras palabras, David Koresh sostenía relaciones sexuales aparte de con su propia esposa, con niñas y adolescentes que asistían a su agrupación y nadie hizo nunca nada por detenerlo o por denunciarlo a las autoridades. Preguntémonos ahora por qué. ¿Qué fue lo que hizo que la conciencia de estas personas estuviera tan anestesiada que permitieran esto? Es más, ¿cómo es posible que padres de familia y hermanos de algunas de las víctimas, supieran lo que sucedía y lo permitieran y aun dieran su consentimiento? 

La respuesta es ésta: David Koresh aisló a sus seguidores y los adoctrinó por medio de las enseñanzas del autoritarismo. En especial les enseñó la doctrina de "No juzgues". 

"Tú no eres nadie para que juzgues a un siervo de Dios", "No juzgues, sólo ora" se oye comúnmente en muchas iglesias hoy en día. Bueno, David Koresh enseñaba exactamente eso. En sus propias palabras uno de los seguidores de esa secta lo dice así: "No puedes juzgar a un siervo de Dios por su conducta". 

La otra doctrina autoritaria que David Koresh utilizó para inhibir la capacidad de razonar de su audiencia, fue la de establecerse él mismo como un "ungido especial", un representante de Dios único y exclusivo. De esta manera, se tenía que deducir que cualquiera que lo cuestionara correría el riesgo de sufrir un castigo divino. Estas fueron las dos enseñanzas clave que él utilizó sobre las mentes de la gente que lo escuchaba. El efecto natural de esto fue que las personas se sentían atemorizadas de hablar o señalar cualquier conducta equivocada en su líder pues no se podía "juzgar a un pastor". Eso era pecado y lo lógico es que Dios los castigaría si lo hacían. La gente estaba paralizada por el miedo y decidió entonces dejar de evaluar la conducta moral de su líder. De hecho, los seguidores de Koresh dejaron de razonar correctamente. Para ellos no importaba ya que las niñas fueran dañadas por su demencia; preferían tomar la actitud de "No veo, no oigo, y no hablo" por un mal entendido temor a ofender a Dios. 

Pero la consecuencia que tuvo en sus seguidores la doctrina de que él era un líder "ungido especial" fue todavía más allá. Pues ésta daba a entender que todo lo que David Koresh hacía era correcto y tenía la aprobación de Dios. De allí se deriva por qué había gente que no sólo no se escandalizaba por sus abusos sexuales, sino que aun le entregaba gustosamente a sus hijas. Después siguió otra consecuencia lógica: los principios éticos que están en la Biblia y que forman en gran parte la base judeo-cristiana de las leyes de la cultura occidental, dejaron de ser la guía de sus seguidores. Ahora estaban bajo otras normas de bien y mal: las de Koresh. Lo que él dijera que estaba bien, eso estaba bien, aunque fuera en contra de la conciencia, de la razón, de las enseñanzas del cristianismo y de las leyes del país. Debía ser así pues él decía ser un siervo especial de Dios. Según esta doctrina, todo lo que él dijera tenía que estar bien. 

Lo más increíble de todo esto fue que la secta de Waco, aunque suponía seguir a Dios, realmente terminó regida por las leyes creadas por la mente torcida de su líder. Sus integrantes terminaron traicionando los principios cristianos en que se decían basar por mantenerse obedientes a un hombre. También terminaron siendo participantes del delito de encubrimiento. El intenso adoctrinamiento que sufrieron al recibir la enseñanza de que había que someterse incondicionalmente al pastor, llegó a causar que ellos, en su corazón, tuvieran a David Koresh como su dios. Koresh era para ellos la máxima autoridad en el Universo. 

Este fue el camino que pavimentó la tragedia de Waco. Cuando Koresh terminó su adoctrinamiento tenía lo que quería. Un grupo leal y servil que no lo cuestionara en nada y que le fuera obediente en todo. Una vez que hubo controlado de esa manera sus conciencias, ellos simplemente harían cualquier cosa que él dijera. 

Con estas doctrinas y el férreo control que ejercía sobre la gente, David Koresh no tardó mucho en convencer a sus seguidores de que participaran en un tiroteo con la policía y luego de un suicidio colectivo con la promesa de que se convertirían en seres sobrenaturales de fuego que se levantarían de las cenizas para destruir "a los ejércitos del anticristo". El resultado fue la espantosa masacre del rancho Monte Carmelo, donde Koresh, y más de 80 de sus seguidores, incluyendo niños, murieron quemados. 

Aprendamos la lección. Recordemos siempre que ese suicidio colectivo fue resultado en gran parte de la aplicación de doctrinas autoritarias. Para lograr llevarlos a eso, Koresh primero tuvo que anular su capacidad de razonar para que no lo cuestionaran en nada. Después tuvo que usurpar el lugar de Dios en la mente de sus seguidores a través de la doctrina del "ungido especial". Cuando ellos fueron más leales a él que a la Biblia y a las leyes del país, entonces fue fácil convencerlos de que le entregaran cualquier cosa. Primero fueron sus hijas, después sus almas y sus mismas vidas. 

Siempre que un líder religioso se vuelva totalitario y exija obediencia incondicional y absoluta a su persona, transgrediendo los mandamientos de la Biblia o de cualesquiera textos sacros en que pretenda basarse, es un David Koresh en potencia. Una vez bajo su control te puede llevar a hacer lo inimaginable. 

Cuando un ministro vive, ya sea robando y haciendo fraudes o cometiendo inmoralidades sexuales, y nos dice que no debemos "juzgarlo", lo que realmente desea es que no lo cuestionemos para poder seguir haciendo lo que le place. De hecho está intentando que nos convirtamos en sus cómplices al pedirnos guardar silencio. El peligro de estar bajo la influencia de una persona así es que haremos insensibles nuestras conciencias y perderemos nuestra capacidad de detectar lo recto de lo injusto. Inclusive correremos el riesgo de llegar a decir que lo malo es bueno, como en el caso de los padres de familia que se alegraban de entregarle sus hijas a David Koresh.

Cuando alguien vea cualquier liderazgo que tiene alguna de estas características, es una señal de alerta. Hay que dejarlo lo más pronto posible y salir de su influencia antes de que sea demasiado tarde. 

Las mujeres, sean casadas o solteras, deben tener particular precaución de no caer bajo la influencia de líderes religiosos que manipulan la fe o explotan las vulnerabilidades de sus fieles para obtener favores sexuales. 

Tomado del libro, Pastores que Abusan, por Jorge Elderly.

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sábado, 31 de octubre de 2015

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martes, 15 de septiembre de 2015

Video: Septiembre 2015 - La Convergencia

Una serie de eventos que podrían tener trascendencia profética están programados a ocurrir durante el mes de septiembre 2015.

Descargue la presentación que utilicé aquí:

martes, 8 de septiembre de 2015

El Rapto en 2 Tesalonicenses 2:3

Por Dr. Thomas Ice


Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
— 2 Tesalonicenses 2:3 —

Creo que existe una fuerte posibilidad de que 2 Tesalonicenses 2:3 esté hablando del Rapto. ¿Qué quiero decir? Algunos pretribulacionistas, como yo, pensamos que el sustantivo griego apostasia, usualmente traducido “apostasía”, es una referencia al Rapto y debería ser traducido “partida”. Por lo tanto, este pasaje estaría diciendo que el día del Señor no vendrá hasta que el Rapto venga antes que él. Si apostasia es una referencia a una partida física, entonces 2 Tesalonicenses 2:3 es una fuerte evidencia a favor del pretribulacionismo. 

El Significado de Apostasia

El sustantivo griego apostasia se utiliza solamente dos veces en el Nuevo Testamento. Además de 2 Tesalonicenses 2:3, se presenta en Hechos 21:21 donde, hablando de Pablo, se dice, “que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar (apostasia) de Moisés”. La palabra es un compuesto griego de apo, “fuera de”, e istemi, “estar de pie”. Por lo tanto, tiene el significado básico de “alejarse de” o “partida”. El Léxico Griego de Liddell y Scott define apostasia en primer lugar como “deserción, rebelión”; y luego, en segundo lugar como “partida, desaparición”[1]. Gordon Lewis explica cómo el verbo del que se deriva el sustantivo apostasia apoya el significado básico de partida en lo siguiente: 

El verbo puede significar remover espacialmente. Hay pocas razones entonces para negar que el sustantivo pueda significar tal remoción espacial o partida. Puesto que el sustantivo se usa sólo una vez más en el Nuevo Testamento de apostatar de Moisés (Hechos 21:21), difícilmente podemos concluir que su significado bíblico está necesariamente determinado. El verbo se usa quince veces en el Nuevo Testamento. De éstas quince, sólo tres tienen que ver con un alejamiento de la fe (Lucas 8:13; 1 Timoteo 4:1; Hebreos 3:12). La palabra se usa para apartarse de iniquidad (2 Timoteo 2:19), de hombres impíos (1 Timoteo 6:15), del templo (Lucas 2:27), del cuerpo (2 Corintios 12:8), y de personas (Hechos 12:10, Lucas 4:13)[2].

“Es con plena certeza de un adecuado estudio exegético y con plena confianza en los idiomas originales”, concluye Daniel Davey, “que el significado de la palabra apostasia es definido como partida”[3]. Paul Lee Tan añade lo siguiente:

¿Qué precisamente quiere Pablo decir cuando dice que “la apostasía” (2:3) debe venir antes de la tribulación? El artículo definido “la” denota que éste será un evento definido, un evento diferente de la aparición del Hombre de Pecado. La palabra griega para “apostasía”, tomada por sí misma, no significa apostasía religiosa o deserción. Tampoco la palabra significa “caer”, ya que los griegos tienen otra palabra para eso [pipto, yo caigo]. La mejor traducción de la palabra es “partir”. El apóstol Pablo se refiere aquí a un evento definido al que llama “la partida”, y que tendrá lugar justo antes del inicio de la tribulación. Éste es el Rapto de la Iglesia[4].

Así que la palabra tiene el significado básico de partida, y depende del contexto determinar si se utiliza en el sentido de partida física o una partida abstracta, como un abandono de la fe.

La Historia de la Traducción 

Todas las siete primeras traducciones inglesas de apostasia tradujeron el sustantivo como “partida”. Son las siguientes: Wycliffe Bible (1384); Tyndale Bible (1526); Coverdale Bible (1535); Cranmer Bible (1539); Breeches Bible (1576); Beza Bible (1583); Geneva Bible (1608). [5] Esto apoya la noción de que la palabra realmente significa “partida”. De hecho, la traducción latina de Jerónimo, conocida como la Vulgata, de alrededor del año 400 EC, traduce apostasia con la “palabra discessio, que significa ‘partida’”. [6] ¿Por qué fue la Versión King James la primera en apartarse de la traducción establecida de “partida”?

Theodore Beza, el reformador suizo fue el primero en transliterar apostasia y crear una nueva palabra, en lugar de traducirla como otros habían hecho. Los traductores de la Versión King James fueron los primeros en introducir la nueva traducción de apostasia, como “apostasía”. La mayoría de los traductores ingleses han seguido a la KJV y a Beza en apartarse de traducir apostasia como “partida”. Una buena razón jamás fue dada.

El Uso del Artículo 

Es importante señalar que Pablo usa un artículo definido con el sustantivo apostasía. ¿Qué significa esto? Dave observa lo siguiente:

Puesto que el idioma griego no necesita un artículo para hacer definido al sustantivo, queda en claro que con el uso del artículo se está haciendo referencia a algo en particular. En 2 Tesalonicenses 2:3 la palabra apostasía está precedida por el artículo definido, lo que significa que Pablo es apuntando a un tipo particular de partida, claramente conocido a la iglesia de Tesalónica[7].

El Dr. Lewis ofrece una respuesta probable cuando señala que el artículo definido sirve para diferenciar una palabra y para llamar la atención hacia ella. En este caso, él cree que su propósito es “denotar una referencia previa”. “La partida a la que Pablo se refirió previamente fue ‘nuestra reunión con él’ (v. 1) y nuestro ‘arrebatamiento’ con el Señor y los arrebatados muertos en las nubes (1 Tes. 4:17)”, señala el Dr. Lewis[8]. La “partida” era algo de lo que Pablo y sus lectores claramente tenían un entendimiento mutuo. Pablo dice en el verso 5, “¿No os acordais que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?”.

El uso del artículo definido también apoyaría la noción de que Pablo habló de un evento claro y discernible. Sin embargo, el Nuevo Testamento enseña que la apostasía ya había llegado en el Siglo I (Hechos 20:27-32; 1 Tim. 4:1-5: 2 Tim. 3:1-9; 2 Pedro 2:1-3; Judas 3-4; 17-21) y, por tanto, dicho proceso no denotaría un evento claro, según lo exigido por el lenguaje de este pasaje. La comprensión de partida como el rapto satisfaría el matiz de este texto. E. Schuyler English explica lo siguiente: Una vez más, ¿cómo estarían los tesalonicenses, o los cristianos de cualquier siglo desde entonces, calificados para reconocer la apostasía cuando debería venir, asumiendo, simplemente por el bien de esta investigación, que la Iglesia podría estar en la tierra cuando ésta llegue? Ha habido apostasía de Dios, rebelión contra Él, desde que el tiempo comenzó [9].

A lo que fuera que Pablo se estuviera refiriendo en su referencia a “la partida”, era algo que los creyentes tesalonicenses y él habían discutido a profundidad anteriormente. Cuando examinamos la primera carta de Pablo a los tesalonicenses, él nunca menciona la doctrina de la apostasía, sin embargo, prácticamente cada capítulo en esa epístola habla del Rapto (1:9-10; probablemente 3:13; 4:13-17; 5:1-1). En estos pasajes, Pablo ha usado una variedad de términos griegos para describir el Rapto. No debería sorprender que él usa otro término para hacer referencia al Rapto en 2 Tesalonicenses 2:3. El Dr. House nos dice:

Recuerde que los tesalonicenses habían sido extraviados por la falsa enseñanza (2:2-3) que el Día del Señor ya había llegado. Esto era confuso, porque Pablo ofreció una gran esperanza, en la primera carta, de una partida para estar con Cristo y un rescate de la ira de Dios. Ahora una carta que pretende ser de Pablo parece decir que primero tendrían que pasar el Día del Señor. Pablo entonces aclaró su enseñanza previa, haciendo hincapié en que no tenían ninguna necesidad de preocuparse. Ellos nuevamente podrían ser consolados porque la partida que él había discutido en su primera carta, y en su enseñanza mientras estaba con ellos, seguía siendo la verdad. La partida de los cristianos para estar con Cristo, y la posterior revelación del inicuo, argumenta Pablo, son prueba de que el Día del Señor no había empezado como habían pensado. Esta comprensión de apostasia tiene mucho más sentido que la opinión de que van a ser consolados (v. 2) porque una deserción de la fe debe preceder al Día del Señor. Todo el segundo capítulo (así como 1 Tesalonicenses 4:18, 5:11) sirve para consolar (véase los versículos 2, 3, 17), suministrado por una reconfirmación de la venida de Cristo, como se enseña en su primera carta [10].

La Partida y El Que Restringe 

Puesto que los pretribulacionistas creen que el Retenedor mencionado en los versos 6 y 7 es el Espíritu Santo, y enseña un Rapto pre-tribulación, entonces no debería ser sorprendente ver que hay una progresión similar de pensamiento en la progresión del verso 3. Allan MacRae, Presidente del Faith Theological Seminary en una carta a Schuyler English ha dicho lo siguiente con respecto a este asunto:

Me pregunto si has notado el llamativo paralelo entre este versículo y los versículos 7 y 8, un poco más abajo. Según tu sugerencia, el versículo 3 menciona la partida de la Iglesia ocurriendo primero, y luego habla de la revelación del hombre de pecado. En los versículos 7 y 8 nos encontramos con una secuencia idéntica. El versículo 7 habla de la remoción de la Iglesia; el versículo 8 dice: “Y entonces se manifestará aquel inicuo”. Así pues, un examen cercano del pasaje muestra una unidad y coherencia interna, si tomamos la palabra apostasia en su sentido general de “partida”, mientras que un examen superficial fácilmente daría lugar a una interpretación errónea como “caída”, debido a la proximidad de la mención del hombre de pecado [11].

Kenneth Wuest, un erudito del griego del Moody Bible Institute añade el siguiente apoyo contextual para tomar apostasia como una partida física:

Pero entonces hee apostasia de la que Pablo está hablando, precede a la revelación del Anticristo en su verdadera identidad y es hoo katechon lo que frena su revelación (2:6). La hee apostasia, por lo tanto, no puede ser una apostasía general en la Cristiandad que precede a la venida del Anticristo, ni puede ser la apostasía particular que es el resultado de sus actividades al hacerse a sí mismo el solo objeto de culto. Además, lo que frena su revelación (v. 3) está vitalmente conectado con hoo katechon (v. 7), El que retiene el mismo evento. Este último es, en mi opinión, el Espíritu Santo y Sus actividades en la Iglesia. Todo lo cual significa que llego a la ineludible conclusión de que la hee apostasia (v. 3) se refiere al Rapto de la Iglesia, el cual precede al Día del Señor, y que retiene la revelación del hombre de pecado quien marca el comienzo del aspecto mundial de ese periodo[12].

Conclusión

El hecho de que apostasia muy probablemente tenga el significado de partida física es un claro apoyo para el pretribulacionismo. Si esto es cierto (el Dr. Tim LaHaye y yo creemos que lo es), entonces esto significa que una secuencia profética clara es presentada por Pablo temprano en su ministerio apostólico. Pablo enseña en 2 Tesalonicenses 2 que el Rapto ocurrirá primero, antes de que el Día del Señor comience. No es hasta después del comienzo del Día del Señor que el Anticristo es desatado, dando como resultado los eventos descritos por él en el capítulo 2 de 2 Tesalonicenses. Ésta es la única interpretación que provee esperanza para un pueblo desconsolado. ¡Maranata!


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Original article

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Notas
_______________________________________
[1] Henry George Liddell and Henry Scott, A Greek-English Lexicon, Revised with a Supplement [1968] by Sir Henry Stuart Jones and Roderick McKenzie (Oxford, Eng.: Oxford University Press, 1940), p. 218.
[2] Gordon R. Lewis, "Biblical Evidence for Pretribulationism," Bibliotheca Sacra (vol. 125, no. 499; July 1968), p. 218.
[3] Daniel K. Davey, "The 'Apostesia' of II Thessalonians 2:3," Th.M. thesis, Detroit Baptist Theological Seminary, May 1982, p. 27.
[4] Paul Lee Tan, The Interpretation of Prophecy (Winona Lake, IN: Assurance Publishers, 1974), p. 341.
[5] H. Wayne House, "Apostasia in 2 Thessalonians 2:3: Apostasy or Rapture?" in Thomas Ice and Timothy Demy, eds., When the Trumpet Sounds: Today's Foremost Authorities Speak Out on End-Time Controversies (Eugene, OR: Harvest House, 1995), p. 270.
[6] House, "Apostesia", p. 270.
[7] Davey, "Apostesia", p. 47.
[8] Gordon R. Lewis & Bruce A. Demarest, Integrative Theology 3 vols in 1 (Grand Rapids: Zondervan, 1996), vol. 3, p. 420.
[9] E. Schuyler English, Re-Thinking the Rapture (Neptune, NJ: Loizeaux Brothers, 1954), p. 70.
[10] House, "Apostesia", pp. 275-76.
[11] Allan A. MacRae, Letter to E. Schuyler English, published in "Let the Prophets Speak," Our Hope, (vol. LVI, num. 12; June 1950), p. 725.
[12] Kenneth S. Wuest, Letter to E. Schuyler English, published in "Let the Prophets Speak," Our Hope, (vol. LVI, num. 12; June 1950), p. 731.

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