Por Dr. Thomas Ice
Al menos seis pasajes
(ocho, si se incluyen los pasajes paralelos) advierten específicamente a los
creyentes contra el establecer fechas. A pesar de eso, a lo largo de la
historia de la Iglesia ha habido una cantidad asombrosa de establecimiento de
fechas. Casi cada dos años, por lo general, hay alguien que aparece en los
titulares proclamando que saben la fecha de la Segunda Venida o del Rapto. El incidente
más reciente involucró a Harold Camping, de Family Radio, quien dijo que Cristo
regresaría en algún momento de septiembre de 1994. Curiosamente, Camping proviene
de un marco Amilenial y de la Teología del Pacto.
Muchos pueden
sorprenderse de que en realidad hay menos establecimiento de fechas hoy en día
de lo que había hace 100 a 300 años. Esto es porque en tiempos anteriores
muchos maestros de la profecía sostenían el enfoque de interpretación
historicista a diferencia de los sistemas futuristas que dominan el escenario
en la actualidad. Sin embargo, todavía hay algunas destacadas personalidades
que se dedican a la bíblicamente prohibida práctica de establecer fechas.
Prohibiciones Bíblicas
contra el Establecimiento de Fechas
Es suficiente que
algo sea declarado sólo una vez en la Biblia para que sea cierto, pero cuando
Dios dice algo muchas veces, el énfasis debería hacer que tales afirmaciones
sean aún más claras. Estoy enumerando los pasajes específicos a continuación
para que podamos ver fácilmente estas importantes admoniciones bíblicas:
Mateo 24:36: “Pero
del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi
Padre”. Marcos 13:32 es un pasaje paralelo exacto.
Mateo 24:42: “Velad,
pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”.
Mateo 25:13: “Velad,
pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”.
Marcos 13:33-37 es un pasaje paralelo.
Hechos 1:7: “No os
toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola Potestad”.
1 Tesalonicenses
5:1-2: “Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad,
hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día
del Señor vendrá así como ladrón en la noche”.
Estos pasajes son prohibiciones absolutas en contra de fijar fechas. No
enseñan que era imposible saber la fecha en la Iglesia Primitiva, pero que en
los postreros días algunos llegarían a saberla. No dicen que nadie sabe el día
y la hora, excepto aquellos que son capaces de descubrirlo por medio de algún
esquema. ¡No! La fecha de la venida de Cristo es un asunto de la revelación de
Dios y Él ha escogido no revelarla, ni siquiera a Cristo en Su humanidad
durante su primera venida (Mateo 24:36).
La Biblia enseña que
la Palabra de Dios es suficiente para todo lo que se necesita para vivir una
vida agradable a Cristo (2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:3-4). Esto significa que
si algo no está revelado para nosotros en la Biblia, entonces no se necesita
para alcanzar el plan de Dios de Dios para nuestras vidas. La fecha del regreso
de Cristo no está mencionada en la Biblia, por lo tanto, a pesar de lo que
algunos puedan decir, saberla no es importante para vivir una vida piadosa. El Señor
le dijo a Israel: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas
las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que
cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29). La fecha de
la venida de Cristo no ha sido revelada, de modo que es un secreto que le
pertenece sólo a Dios.
Pero, ¿qué acerca de…?
Algunos creen que hay
pasajes en la Biblia que enseñan que los creyentes serán capaces de conocer la
fecha del regreso de Cristo. Voy a examinar algunos de estos pasajes para
mostrar cómo aquellos que abogan por el establecimiento de fechas han hecho un
mal uso de varios pasajes en sus intentos de legitimar el establecimiento de
fechas. La Biblia no contiene contradicciones internas. Es erróneo pensar que,
por un lado, la Escritura dice, “ningún hombre puede saberlo”, pero luego, por
otro lado, que algunos serán capaces de descubrirla.
1. Lucas 21:28 dice: “Cuando
estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque
vuestra redención está cerca.”
Algunos han enseñado
que este pasaje implica una licencia para fijar fechas. Sin embargo,
importantes indicadores contextuales incluyen el hecho de que éste se refiere a
creyentes judíos durante la futura
tribulación de siete años, a quienes poco antes de la Segunda Venida se
les dice que vigilen, no que fijen fechas, mientras soportan el periodo final
de una severa persecución. Esto no tiene nada que ver con fijar fechas, sino
que es un mandato general a velar por el momento desconocido del regreso del
Señor.
2. Hebreos 10:25b
dice: “sino exhortándonos; y tanto más,
cuanto veis que aquel día se acerca”.
Algunos enseñan que
esto implica que los creyentes son capaces de ver o de saber que “el día” (es
decir, la Segunda Venida) se acerca. Mientras que algunos interpretan “el día”
como una referencia a la Segunda Venida, creo que el contexto inmediato y el
contexto del libro de Hebreos es uno que es una advertencia a los creyentes
judíos antes de la destrucción de Jerusalén y el Templo en el año 70 DC a no
regresar (es decir, apostatar) al Judaísmo, dado que el futuro inmediato sólo contenía
ira para aquellos judíos que rechazan a Jesús como su Mesías. Por lo tanto, “el
día” no es una referencia a la Segunda Venida, sino que se refiere a la destrucción
de Jerusalén por los romanos en el año 70 DC.
3. 1 Tesalonicenses
5:4 dice: “Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel
día os sorprenda como ladrón”.
Se ha enseñado basado en este pasaje, que los creyentes podrían llegar
a saber el momento de “el día” (es decir, el día del Señor; vea 5:2), con el
fin de no ser sorprendió por él. Esta interpretación especulativa le da un
sentido equivocado a la enseñanza de Pablo. Pablo está diciendo que no serán
sorprendidos debido a que están preparados en virtud del hecho de que son
creyentes. El Señor se hará cargo de todos los creyentes (creo que a través del
Rapto pre-Tribulación), por lo que contrario a los incrédulos, que estarán desprevenidos
y sin prepararse, el creyente está preparado.
4. El Ciclo de las Fiestas de Israel.
La Biblia enseña un
ciclo de siete fiestas que Israel debía celebrar anualmente. Las siete fiestas
son la Pascua, los Panes sin Levadura, las Primicias, la Fiesta de las Semanas,
las Trompetas, el Día de la Expiación y los Tabernáculos. Las primeras cuatro
fiestas se celebran en la primavera, mientras que las tres restantes se
conmemoran en el otoño. Una interpretación común concluye que las fiestas son
también proféticas de la carrera del Mesías. El ciclo de la primavera se dice
que ha sido cumplido por Cristo en Su primera venida, mientras que el ciclo del
otoño será cumplido en el futuro a través de los eventos que rodean a la
Segunda Venida. Hasta este punto, no tengo ningún problema con este esquema. Sin
embargo, sí tengo un problema con aquellos que enseñan que la quinta fiesta
(las Trompetas) es una referencia al Rapto. Dado que Rosh HaShanah (Fiesta de
las Trompetas en hebreo) es celebrada anualmente el 1 de Tishri según el
calendario hebreo (este día por lo general cae en septiembre según nuestro
calendario contemporáneo), y se argumenta que las trompetas están relacionadas
con el Rapto (1 Corintios 15:52), por lo tanto, el Rapto ocurrirá el 1 de
Tishri a medida que el ciclo de la primavera comienza a cumplirse. Este esquema
argumenta que si el año del Rapto puede ser determinado, entonces sabríamos que
él ocurrirá en el otoño del año. Parece que muchos de los más recientes y
popular esquemas para fijar fechas, han implementado el ciclo de fiestas de
Israel de alguna manera.
Hay un gran problema
con este enfoque que descalifica a cualquier uso de él para establecer fechas. Las
fiestas de Israel están relacionadas con Israel y sólo con Israel. Es cierto
que el cumplimiento de las fiestas de Israel se relaciona con la salvación para
toda la humanidad, pero el cumplimiento preciso se relaciona exclusivamente con
el Israel nacional. El Rapto es un nuevo evento relacionado sólo con la Iglesia
y, por lo tanto, no pudo haber sido predicho por medio de la revelación del Antiguo
Testamento, como las fiestas de Israel. Así pues, cualquier uso de las fiestas
de Israel en un intento por fijar fechas es inválido.
Continuará…
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Traducido por Donald
Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
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