El argumento Amilenialista generalmente se expresa de la siguiente forma: “El Señor no va a regresar a establecer un reino aquí en la tierra, porque el reino fue establecido en el I Siglo en la forma de la Iglesia, y ése es el único reino que existirá por siempre en la tierra”.
Conozco bien este argumento porque crecí en una iglesia que lo enseñaba. Éramos tan dogmáticos acerca de él que nos negábamos a orar “La Oración del Señor”, debido a que contenía la frase, “Venga tu reino a la tierra, así como en el Cielo”. Nuestra posición era que el reino ya había venido en la forma de la Iglesia y, por lo tanto, tal oración era irrelevante, puesto que ya había sido cumplida.
Este argumento de que “la Iglesia es el reino y, por lo tanto, no existe ningún reino futuro” es el argumento fundamental de la mayoría de los Amilenialistas. Usualmente es acompañado con aserciones absurdas de que los “Premilenialistas degradan la importancia de la Iglesia”, o que los “Premilenialistas creen que Jesús falló en Su misión de establecer el reino”.
Un Argumento Irrelevante
Todo esto es realmente ridículo, debido a que el argumento de que el reino es la Iglesia ignora completamente el punto del Premilenialismo. Soy un Premilenialista y no niego que la Iglesia es la manifestación actual del reino de Dios sobre la tierra.
Permítame decir eso en una forma diferente: Estoy de acuerdo que la Iglesia es el reino de Dios sobre la tierra hoy en día. A pesar de toda la propaganda al contrario, hay muchos Premilenialistas que no niegan que Jesús está actualmente reinando en gloria sobre Su reino, la Iglesia. Es cierto que hay algunos Premilenialistas, conocidos como dispensacionalistas, que hacen una distinción entre el reino y la Iglesia. Pero su punto de vista no es representativo de todos los Premilenialistas.
Diversidad entre los Premilenialistas
La cuestión a tenerse en mente aquí es que hay Premilenialistas y hay Premilenialistas. En otras palabras, el Premilenialismo no es una doctrina monolítica. Todos los Premilenialistas creen que Jesús va a regresar a esta tierra para establecer un reino, pero más allá de esa creencia básica, ellos difieren ampliamente.
De forma similar, todos los cristianos creen que Jesús es el Señor, pero más allá de esa creencia básica, no concuerdan en muchas cosas. Atacar la validez del Premilenalismo afirmando que los Premilenialistas están equivocados porque creen que la Iglesia no es el reino es equivalente a atacar la validez del Cristianismo afirmando que los cristianos están equivocados porque ¡creen en la infabilidad del Papa!
Soy un cristiano, pero no creo en la infabilidad del Papa. Soy un Premilenialista, pero no creo en la doctrina de que la Iglesia y el reino son dos entidades distintas. Pero algunas veces simplemente no hay forma de ganar este punto. Digo esto porque cuando trabajo fuertemente para enfatizar que no todos los Premilenialistas creemos en las mismas cosas, ¡a menudo soy confrontado con el argumento que el desacuerdo que existe entre los Premilenialistas es prueba positiva de que el Premilenialismo está equivocado!
La falacia de este tipo de pensamiento puede ilustrarse decisivamente señalando que el mismo argumento podría ser aplicado al Cristianismo en su conjunto – es decir, ¡el Cristianismo es inválido debido a que los cristianos no concuerdan! Esto, por supuesto, es pura tontería.
También debería tenerse en cuenta que los Amilenialistas discrepan fuertemente el uno con el otro. Algunos espiritualizan completamente el reino, mientras que otros los materializan en la Iglesia. Algunos niegan que alguna vez existirá un Milenio de cualquier clase; otros argumentan que hemos estado en un Milenio espiritual desde la Cruz. Algunos toman la posición que el libro de Apocalipsis fue cumplido en el I Siglo en el derramamiento de la ira de Dios sobre los judíos. Otros afirman que el libro es una profecía acerca de la lucha entre la Iglesia y el Imperio Romano. Otros argumentan que el libro es una profecía acerca de una batalla entre los católicos y los protestantes. Y aun otros idealizan el libro hasta el punto de sostener que no representa nada, excepto el conflicto actual entre las fuerzas del bien y del mal. Incluso hay Amilenialistas que creen que nuestra morada eterna será una tierra nueva, mientras que la mayoría negarán esto intensamente, argumentando en cambio que pasaremos la eternidad en un mundo espiritual etéreo.
La Contención Amilenial
Hay cuatro argumentos básicos que los Amilenialistas usan para justificar su afirmación que el reino fue establecido en el I Siglo en la forma de la Iglesia y que la Iglesia es el único reino que Jesús alguna vez tendrá en esta tierra:
La Diversidad del Concepto de Reino
Todo lo que puedo decir en respuesta a estas referencias escriturales es “Amén”. Estoy de acuerdo en que demuestran que la Iglesia es la manifestación actual del reino de Dios en el mundo. Pero decir que el reino es la Iglesia no es lo mismo que decir que el reino es sólo la Iglesia.
La Escrituras enseñan claramente que la Iglesia es el reino. No enseñan que el reino es sólo la Iglesia. Considere estas referencias al reino en las Escrituras:
La Unidad del Concepto de Reino
Creo que estas escrituras enseñan que Dios siempre ha tenido un reino sobre esta tierra, pero ha sido manifestado en diferentes maneras. El reino originalmente estuvo expresado en la creación misma, en su perfecta obediencia a la voluntad de Dios. Con la corrupción de la creación a través del pecado del hombre, el reino estuvo expresado en las vidas de los Patriarcas quienes, como Job, respondieron obedientemente en fe a la voluntad de Dios. El reino llegó a estar centrado en una manera más tangible después del llamado de Abraham y la aparición de la nación de Israel. Desde Pentecostés, el reino ha estado expresado en la Iglesia. Pero la Biblia promete expresiones diferentes del reino en el futuro – primero, en la forma de un gobierno de Jesús sobre esta tierra por mil años y, en segundo lugar, en la forma de un gobierno eterno de Dios sobre una tierra nueva.
Observe que la progresión aquí es circular y expansiva. Es circular en que comienza y termina con el reinado de Dios sobre una creación que está en perfecta sumisión. Es expansiva en que después de la Caída, se expande constantemente en alcance, de unos pocos Patriarcas y sus familias, a la nación de Israel, a la Iglesia y, finalmente, a todas las naciones del mundo.
El reino es, de esta forma, pasado, presente y futuro. Está expresado actualmente en la Iglesia, pero es como una rosa en el capullo, aún por florecer en su esplendor total. El reino siempre ha estado viniendo y seguirá viniendo hasta que la voluntad de Dios se haga perfectamente. Incluso durante el reinado Milenial de Jesús, el reino estará viniendo, ya que la Biblia enseña que la rebelión estará acechando en los corazones de los hombres.
La consumación del reino no vendrá hasta que todos los enemigos de Dios hayan sido sometidos. Eso ocurrirá al final del reinado Milenial de Jesús (Apocalipsis 20:7-15), momento en el cual El entregará el dominio a Su Padre, y Dios mismo reinará eternamente sobre una creación redimida (Romanos 8:18-23 y 1 Corintios 15:24-28).
Jesús y el Reino
Este concepto del desarrollo progresivo del reino fue enseñado por Jesús en la parábola en la que comparó el reino de Dios con el crecimiento del grano, declarando “la tierra produce frutos por sí misma; primero la hierba, luego la espiga, después grano lleno en la espiga” (Marcos 4:26-29).
Jesús expresó claramente Su creencia en un reino judío literal y futuro aquí en la tierra al momento de Su Ascensión. Mientras se encontraba con Sus discípulos en el Monte de los Olivos, le preguntaron, “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). Él respondió, “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en Su sola potestad” (Hechos 1:7). Observe, Jesús no reprendió a Sus discípulos diciéndoles que el reino iba a ser un reino espiritual llamado la Iglesia y no un reino judío aquí en la tierra. Por el contrario, simplemente les dijo que no era la voluntad de Dios revelarles cuándo sería establecido el reino judío.
Jesús también expresó la llegada progresiva del reino en la oración que enseñó a Sus discípulos a orar cuando dijo: “Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Ésta es una clara expresión de paralelismo hebreo, una forma poética en la que la primera declaración es refinada y definida por la segunda. De esta forma, orar, “Venga Tu reino”, es orar, “Hágase Tu voluntad en la tierra, así como en el cielo”. Ciertamente no hemos alcanzado esa meta durante la Era de la Iglesia actual.
La última verdad acerca del concepto del reino es que Jesús mismo fue la encarnación de todo lo que el concepto representa, porque El obedeció perfectamente a Dios en todas las cosas (Hebreos 5:8-9).
Respondiendo la Pregunta
¿Es la Iglesia el reino? Sí y no. Sí es el reino del Señor en el mundo hoy en día. No, no es la expresión completa del reino. El reino es presente y aún sigue viniendo. Oremos por su expresión más gloriosa, al unirnos al apóstol Juan en su oración: “Amén, ven, Señor Jesús” (Ap. 22:20).
“Entonces el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, será dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán”. (Daniel 7:27).
Pre-Milenialismo
Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Original article:
Is the Church the Kingdom?
Cortesía de:
Lamb & Lion Ministries (lamblion.com)