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Conteo Regresivo a la Eternidad
Donald Dolmus
Esto nos lleva al tercer tema del tiempo del fin del libro de Daniel. Es el triunfo absoluto en la historia que Dios le dará a Su Hijo. Jesús fue vilipendiado y crucificado en Su Primera Venida, pero cuando El regrese, será reivindicado y glorificado.
El primer vislumbre de este triunfo nos es dado en el capítulo 2. ¿Recuerda el sueño de Nabucodonosor de la gigante y bella estatua de un hombre? El último imperio gentil, representado por los pies y los dedos hechos de barro y hierro, es destruido sobrenaturalmente (Daniel 2:34-35).
¿Recuerda cómo fue destruida? “Por una piedra cortada no con manos” (verso 34). Golpeó los pies y los aplastó, derribando toda la estatua, y luego “la piedra se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra” (verso 35).
Daniel explica que la piedra representa el reino de Dios viniendo a la tierra, destruyendo el gobierno del Anticristo y poniendo fin a todos los reinos gentiles (verso 44-45). Zacarías y Revelación revelan que esto se llevará a cabo en la Segunda Venida de Jesús.
La siguiente visión del triunfo del Señor es presentada en el capítulo 7 de Daniel. Se nos dice en los versos 13 y 14 que Daniel experimentó una visión nocturna en la que vio al “Hijo del Hombre” (Jesús) presentado al “Anciano de Días” (Dios el Padre). A Jesús le fue dado “dominio, gloria y un reino, para que todos los pueblos, naciones y hombres de cada lengua le puedan servir” (verso 14). En los versos 18 y 27 se nos dice también que los “santos del Altísimo” (los Redimidos) reinarán con Jesús sobre el mundo entero.
Esta visión del futuro reinado de Jesús con Sus santos es un tema persistente de la profecía bíblica, que se halla en el Antiguo y el Nuevo Testamentos. (Vea: Isaías 2:2-4; 9:6-7; 11:4-9; Zacarías 14:1-9; 2 Timoteo 2:12; Revelación 2:26-27; 3:21; 5:9-10 y 20:4).
IV. El Momento del Regreso del Señor
El cuarto y último tema del tiempo del fin del libro de Daniel se relaciona con el momento del regreso del Señor. Daniel nos proporciona varias pistas. La primera se encuentra en Daniel 9:24-27 en la profecía de las 70 Semanas de Años.
En esta famosa profecía, Daniel nos dice que todas las profecías concernientes al pueblo judío serán cumplidas al final de un periodo de 490 años. Su profecía aclara entonces que habrá una brecha entre los primeros 483 años y los 7 años finales. Sabemos por el libro de Revelación que los 7 años finales de esta profecía constituirán la Gran Tribulación, cuando Dios derramará Su ira sobre las naciones rebeldes del mundo y, en el proceso, traerá al pueblo judío al final de sí mismo, dando como resultado la salvación de un gran remanente.
Así pues, la primera pista en cuanto al momento del regreso del Señor es que se llevará a cabo al final de la Tribulación. Este momento es confirmado en el libro de Revelación en el Nuevo Testamento (Ap. 19:1-16).
Daniel establece nuevamente este momento en el capítulo 12. Ahí él llama a la Gran Tribulación como “un tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces” (Dn. 12:1). El dice que algunos del pueblo judío serán “rescatados” al final de este terrible periodo en el momento cuando el resto de los judíos justos serán resucitados. Una vez más, esto es al final de la Tribulación y ocurrirá cuando el Mesías regrese. (Este “rescate” es descrito en Zacarías 12:10).
El capítulo 12 de Daniel nos provee dos pistas más en cuanto a cuándo regresará el Mesías. Estas pistas son lo que nosotros llamamos “señales de los tiempos”. La primera se encuentra en el verso 4, donde se le dice a Daniel que el cumplimiento de todas las profecías que le han sido dadas (incluyendo, por supuesto, el regreso del Mesías) ocurrirá en “el tiempo del fin”, cuando los viajes y el conocimiento se incrementarán considerablemente. Esa explosión ocurrió durante el Siglo XX y continúa acelerando hasta el día de hoy.
Luego, en los versos 8 y 9 se le dice a Daniel que sus profecías no serán entendidas hasta “el tiempo del fin”. Hoy debemos estar en ese tiempo, porque ahora estamos entendiendo profecías del tiempo del fin que nunca nadie había entendido antes debido a acontecimientos históricos e invenciones tecnológicas.
Por ejemplo, la mayoría de las profecías del tiempo del fin giran en torno a una nación de Israel reestablecida. ¿Cómo podrían esas profecías ser entendidas antes del reestablecimiento de Israel en 1948, un evento que la mayor parte de las personas negó que alguna vez podría ocurrir hasta el mismo día en que ocurrió?
Y luego hay muchas profecías que nunca podrían haberse entendido al margen de las modernas invenciones tecnológicas. ¿Cómo podría el mundo entero observar a dos cuerpos yaciendo en las calles de Jerusalén (Ap. 11:9)? La televisión satelital ha hecho eso posible. ¿Cómo podría ser quemado un tercio de la tierra en una guerra (Ap. 8:7)? La aparición de las armas nucleares ha hecho esto posible. La lista sigue y sigue.
Conclusión
Las increíbles profecías de Daniel dejan en claro que tenemos por delante ira y gloria. Estamos en el umbral de terribles días de Tribulación, pero ellos serán seguidos por una era gloriosa cuando todos los santos de Dios, del Antiguo y Nuevo Testamentos, reinarán con Jesús en sus cuerpos glorificados sobre todas las naciones de la tierra.
Las profecías de Daniel también dejan en claro que Dios está en control. El está en el trono, El está dirigiendo el curso de los eventos humanos y tiene la sabiduría y el poder para orquestar todo el mal de Satanás y el Hombre para el triunfo de Su Hijo.
El tema predominante de Daniel es la soberanía absoluta de Dios. Mientras intentamos hacer frente al cada vez más pagano y malvado mundo en el que vivimos, acordémonos de las palabras de Daniel registradas en el capítulo 2, versos 20-23a:
Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos,
Porque suyos son el poder y la sabiduría.
El muda los tiempos y las edades;
Quita reyes, y pone reyes;
Da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.
El revela lo profundo y lo escondido;
Conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz.
A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo…
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Estudios del Pre-Milenialismo
La Mano de Dios
Traducido por: Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (www.endefensadelafe.org)
Artículo original:
The End Times Prophecies of Daniel
Cortesía de:
Lamb & Lion Ministries (www.lamblion.com)
Alejandro Magno
Así que Daniel le pide al Señor una explicación de la visión (verso 15). En respuesta, el Señor envía al ángel Gabriel quien le dice que la visión “es para el tiempo del fin” (verso 17).
El enfatiza esto nuevamente en el verso 19 donde le dice a Daniel que la visión se relaciona a “el periodo final de la indignación” (la Gran Tribulación) y que “es para el tiempo del fin”.
Estas palabras explicativas aclaran que Antíoco y los otros reyes sólo fueron tipos simbólicos del Anticristo. El verdadero Anticristo no vendrá hasta los tiempos del fin.
El Verdadero Anticristo
Esto nos lleva a la revelación de Daniel del verdadero Anticristo, quien combinará las características de Darío, Alejandro y Antíoco. Una descripción aterradora de él es presentada en Daniel 8:23-26, tan aterradora, de hecho, que Daniel estaba “asombrado” y “agotado” y cayó enfermo por varios días (verso 27). El es descrito siendo:
1. Insolente (verso 23)
2. Hábil en intrigas (verso 23)
3. Sobrenatural en poder (verso 24)
4. Destructivo (verso 24)
5. Arbitrario (verso 24)
6. Astuto (verso 24)
7. Mentiroso (verso 25)
8. Egocéntrico (verso 25)
9. Blasfemo (verso 25)
La única buena noticia en este pasaje es la garantía que se le da a Daniel que el Anticristo será finalmente destruido sobrenaturalmente por Dios (verso 25)
Información Adicional Acerca del Anticristo
La siguiente referencia al Anticristo se encuentra en el capítulo 9, en la profecía de Daniel de las 70 semanas de años (9:24-27). A Daniel se le dice que un decreto será emitido para reconstruir Jerusalén y que 69 semanas de años después (483 años) el Mesías sería “cortado” y Jerusalén será destruida otra vez.
En el verso 26 se nos da una pista en cuanto a la identidad del Anticristo. Se nos dice que el Anticristo provendrá de las personas que destruirán el Templo después de la muerte del Mesías. Estas personas fueron, por supuesto, los romanos. Por lo tanto, el Anticristo será de ascendencia romana.
Luego, en el verso 27, se le revela a Daniel que la última semana de años para los judíos – los 7 años de la Tribulación – empezará con la firma de un pacto entre los judíos y el Anticristo, muy probablemente un pacto garantizando la paz de Israel y permitiéndoles reconstruir su Templo.
Pero también se revela que 3 ½ años después de iniciada ese último periodo de tiempo de 7 años, el Anticristo traicionará a los judíos. Como Antíoco, el Anticristo profanará el Templo, detendrá los sacrificios y desolará la ciudad.
Sin embargo, una vez más se nos asegura que el mismo Anticristo será destruido en el proceso. A Daniel se le dice que destrucción será “derramada sobre el desolador” (verso 27).
El Destino del Anticristo
La destrucción definitiva del Anticristo se afirma una vez más en el pasaje final de Daniel acerca de él. Se encuentra en Daniel 11. Una vez más, Daniel presenta una serie de reyes despiadados que son tipos simbólicos del Anticristo. Curiosamente, los tres más importantes tienen nombres que empiezan con la letra A:
1. El cuarto rey de Persia después de Darío: Asuero (verso 2)
2. Alejandro Magno (verso 3)
3. Antíoco III, el Grande (verso 11)
4. Antíoco Epífanes (verso 21)
Una vez más, Antíoco Epífanes es presentado como el clásico tipo del Anticristo (verso 21-35). El es caracterizado como despreciable, engañador, un hombre de intriga y una persona cuyo corazón está puesto contra Dios. También es presentado como un guerrero que conquistará y saqueará y que finalmente profanará el Templo judío al detener los sacrificios y erigir una “abominación desoladora”.
En el verso 36 ocurre una transición repentina, mientras Antíoco Epífanes se transforma en el Anticristo del tiempo del fin:
Luego [en el “tiempo del fin” (verso 35)] El rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira [la Tribulación]…
Además de ser un egocentrista obstinado y blasfemo, como este pasaje declara, los versos que siguen indican que él también será un militarista y una persona obsesionada con el dinero. Empezando en el verso 40, se nos da una visión general de la campaña militar del Anticristo del tiempo del fin que tendrá lugar en el Medio Oriente, posiblemente en respuesta a una rebelión de las naciones de esa área (versos 40-45).
Se nos dice que el Anticristo invadirá la “Tierra Gloriosa” (Israel) y que será atacado por el “rey del Sur” y el “rey del Norte” (muy probablemente Egipto y Siria). El conquistará todas las naciones del Medio Oriente, excepto Jordania, a la cual le será impedido entrar (muy probablemente debido a que el remanente judío se estará escondiendo ahí).
El se dirigirá a Egipto con el fin de saquear sus riquezas. Pero “rumores del Oriente y del Norte” lo perturbarán (posiblemente ejércitos de Rusia y el Lejano Oriente que se están rebelando contra él). Se retirará al área “entre los mares” (el Valle de Armagedón) para esperar el arribo de estos ejércitos. Es en este valle que él “llegará a su fin” (Dn. 11:45, Jl. 3:9-17 y Ap. 19:14-21).
Esta sección completa de las Escrituras podría ser llamada la “Campaña del Armagedón” porque conduce al Anticristo a ese valle, donde él y sus ejércitos sufrirán la derrota total en un instante cuando el Mesías Jesús regrese y hable una palabra sobrenatural de destrucción (Zac. 14:12 y 2 Tes. 2:8).
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El Anticristo, ¿será asesinado y luego resucitará?
Traducido por: Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (www.endefensadelafe.org)
Artículo original:
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Lamb & Lion Ministries (www.lamblion.com)
Caricatura editorial del artista israelí Oleg Schwartzburg.
La otra imagen era una caricatura editorial del perspicaz artista israelí, Oleg Schartzburg. Mostraba al Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, involucrado en un tira y afloja con varios líderes de las súper potencias del mundo. Ellos están tirando con fuerza y sudando profusamente mientras que Netanyahu, estando solo, resiste fácilmente su jalón, todo debido a que ¡el dedo de Dios descansa en su extremo de la cuerda! La imagen ilustra astutamente la única explicación posible para la continuada existencia de Israel desde 1948, a través de guerra tras guerra. ¿De qué otra forma puede explicar la sobrevivencia de menos de dos millones de judíos en medio de un mar de árabes excediendo los 300 millones en número?
Dos pasajes claves con respecto a la soberanía de Dios pueden encontrarse en los Salmos:
Salmo 103:19 – “Jehová estableció en los cielos su trono, y Su reino domina sobre todos.