viernes, 19 de junio de 2009

Información acerca de Lamb and Lion Ministries


Propósito

Alcanzar a tantas personas como sea posible, lo más rápidamente posible, con el mensaje del cercano regreso de Jesús.


Metas

Enseñar las verdades fundamentales de la Palabra Profética de Dios.

Convencer a las personas que estamos viviendo en la época del regreso del Señor.

Motivar a los perdidos a volverse a Jesús en fe.

Motivar a los salvos a comprometer sus vidas a la santidad y a participar en evangelismo.

Edificar la esperanza cristiana informando a las personas acerca de las promesas de Dios con relación al futuro.

Ayudar a los creyentes a desarrollar una perspectiva eterna.


Estrategia

Escribir y publicar libros acerca de profecía bíblica.

Distribuir los materiales del Ministerio en idiomas extranjeros.

Publicar una revista bimestral.

Producir un programa semanal de televisión.

Producir programas de enseñanza en audio y video.

Proveer un sitio web interactivo.

Hablar en conferencias e iglesias.

Patrocinar conferencias de misiones extranjeras para pastores.

Conducir peregrinajes a la Tierra Santa.

Promover y apoyar el establecimiento de otros ministerios de profecía bíblica, tanto domésticos como foráneos.


Principios Operativos

Depender del Señor iniciando cada día con un devocional y un tiempo de oración del personal.

Ser fiel al llamado del Ministerio, al enfocarnos en la proclamación del cercano regreso del Señor.

Evitar la especulación y el sensacionalismo.

Ser responsables ante el control y supervisión de una junta de fideicomisarios.

Continuar al paso del Señor, sin adelantarnos ni rezagarnos detrás de El.

Operar libres de deudas y proveer libre acceso a todos los aspectos de las finanzas del Ministerio.

Servir como un canal de bendición para otros ministerios.

Comunicarnos abiertamente y en detalles con los patrocinadores.

Ser fieles al pasaje escritural de la fundación del Ministerio:

“Si el Señor no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican…” - Salmo 127:1

Nature & Purpose of Lamb & Lion Ministries

domingo, 14 de junio de 2009

Problemas Postmileniales

¿Convertirá la Iglesia al mundo?

Portada del libro “Postmilenialismo: Una Escatología de Esperanza”


Nunca pensé que viviría el tiempo suficiente para ver el renacimiento de la doctrina exhaustivamente desacreditada del postmilenialismo. Pero esto ha ocurrido y ha sido rápidamente.

La doctrina está extendiéndose hoy a través de la Cristiandad y, curiosamente, está atrayendo principalmente a dos segmentos en los extremos opuestos del espectro – a saber, a los Carismáticos y a aquéllos con una herencia de la teología Reformada.

La doctrina está siendo presentada en nuevas vestiduras. Aunque aparece bajo muchos nombres diferentes – Restauración, Reconstrucción, Nueva Ola, Lluvia Tardía e Hijos Manifestados de Dios – los dos títulos más frecuentemente usados son Teología del Reino Ahora y Teología del Dominio.


Características

Sin importar el nombre, los diversos grupos que abogan esta doctrina confusa sostienen ciertas creencias en común:

1. La Iglesia ha reemplazado a Israel, y Dios ya no tiene ningún propósito para los judíos. Por consiguiente, muchos de los proponentes son antisemitas virulentos, incluso al punto de argumentar que el pueblo judío es el Anticristo.

2. La Iglesia está destinada a apoderarse del mundo por sí misma y a reinar sobre todas las naciones por lo menos por mil años.

3. Jesús no puede regresar por la Iglesia hasta que la Iglesia haya completado su reinado y esté lista para presentar el reino a El.

Resurrección

Tal como señalaba anteriormente, el postmilenialismo sufrió una muerte repentina cuando estalló la I Guerra Mundial. Dado que el enfoque está basado sobre la suposición errónea del progreso inevitable de la Humanidad, la I Guerra Mundial lo mató porque esa guerra hizo imposible creer que el progreso humano es inevitable.

Hasta hace poco tiempo, sólo un libro importante había sido escrito en este siglo que abogaba por el enfoque postmilenial. Publicado en 1957, se titulaba “The Millennium” (El Milenio). El autor era un teólogo Reformado llamado Loraine Boettner.

Cuando leí este libro, concluí que el autor vivió probablemente en una isla desolada, separada de todas las fuentes de noticias. La razón es que él pasa una buena porción del libro tratando de convencer al lector que el mundo realmente está haciéndose mejor.

La resurrección del postmilenialismo se llevó a cabo en la década de los ochenta, cuando el mercado fue inundado repentinamente con libros postmileniales. Los dos autores más prolíficos e influyentes son Earl Paulk y David Chilton.

Dos Sabores

Aunque Paulk y Chilton llegan a la misma conclusión errónea que la Iglesia conquistará el mundo sin la presencia de Jesús, su razonamiento y métodos difieren muy drásticamente.

El enfoque de Paulk es una consecuencia natural de las confusas doctrinas de súper fe que han venido a caracterizar a la mayor parte del movimiento Carismático. Paulk dice que los cristianos son “pequeños dioses” con la autoridad de Cristo. Podemos, por lo tanto, confesar dominio sobre la tierra y, a través de la fe, lo que confesemos ocurrirá. La teología de Paulk es la denominada Reino Ahora.

El otro sabor importante del avivamiento postmilenial es llamado Teología del Dominio. Sus raíces son muy diferentes. Es abogada por teólogos Calvinistas no Carismáticos.

El padre filosófico de la Teología del Dominio es Rousas John Rushdooney. Ha estado en la escena por mucho tiempo, pero sus escritos son obtusos y han sido populares sólo entre un puñado de intelectuales. Pero en los pasados diez años, sus teorías han sido popularizadas por su yerno, Gary North de Tyler, Texas y por David Chilton, un predicador Presbiteriano de California.

La Teología del Dominio difiere del Reino Ahora no sólo en sus raíces, pero también en sus métodos. El Reino Ahora confía en métodos sobrenaturales. Los creyentes, como “pequeños dioses”, afirman su divinidad al proclamar dominio sobre las naciones.

La Teología del Dominio se basa en métodos más tradicionales. El mundo va a ser reclamado para Cristo a través de esfuerzos misioneros y activismo político.

Argumentos Escriturales

Hay tres escrituras angulares que a menudo son usadas para justificar las doctrinas del Reino Ahora/ Dominio. La primera y principal es Hechos 3:21.

Este verso usualmente es citado para decir: “Jesús debe permanecer en el cielo hasta que todas las cosas hayan sido restauradas”. Por lo tanto, continúa el argumento, Jesús no puede regresar hasta que la Iglesia haya surgido triunfante sobre el mundo y haya restaurado la creación de Dios a través de un reinado de paz, rectitud y justicia.

El problema con este argumento muy ingenioso es que el versículo no dice lo que los dominionistas citan. En cambio, el versículo dice: “Jesús permanecerá en el cielo hasta el tiempo de la restauración de todas las cosas”. Lo que el versículo en realidad dice es, por lo tanto, drásticamente diferente de la sutil paráfrasis dominionista de él.

El versículo significa exactamente lo que dice: Jesús debe permanecer en el cielo hasta que sea tiempo de la restauración de todas las cosas. Entonces regresará y restaurará la creación y restaurará el dominio de Dios sobre la creación, tal como fue profetizado por los profetas hebreos (vea, por ejemplo, Isaías 11:3b-9).

El segundo texto escritural que los dominionistas señalan a menudo es Mateo 24:14, que dice que el evangelio del reino debe ser predicado en todo el mundo antes que el fin venga. Este versículo, dicen ellos, requiere que el mundo sea convertido a Cristo antes de que El regrese.

Pero este versículo no dice que el mundo deba ser convertido. Sólo dice que el evangelio debe ser predicado a todo el mundo.

La Iglesia está predicando hoy el evangelio por todo el mundo, pero incluso así, no toda persona lo oirá sino hasta el final del periodo de la Tribulación, cuando un ángel de Dios será enviado a proclamar el evangelio a “cada nación y tribu y lengua y pueblo” (Ap. 14:6). Luego Jesús regresará triunfante a establecer Su reino desde el Monte Sion en Jerusalén (Ap. 19 y 20).

Un tercer texto usado algunas veces por los dominionistas es Romanos 8:19 que dice que “el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios”. Esto se interpreta para significar que la creación será redimida mientras la Iglesia madura, se purifica y extiende su influencia sobre la tierra.

Pero el contexto de este pasaje aclara que el versículo está hablando acerca de la resurrección de los santos, no de la madurez de los santos. La resurrección revelará a aquéllos que verdaderamente son los hijos de Dios (v. 23). Es en ese tiempo que la maldición será removida de la creación, no antes (v. 21).

Conclusiones no Escriturales

La falta de fundación escritural ha conducido a los teólogos del Reino Ahora/Dominio a conclusiones que son completamente antibíblicas. Consideremos estas conclusiones una por una:

1) Los Judíos - ¿Se ha lavado Dios Sus manos de ellos? Los dominionistas claman que sí, pero Romanos 9-11 enseña claramente que los judíos aún son el Pueblo Escogido de Dios y que Dios pretende traer a un gran remanente de ellos a la salvación en Jesucristo. La desobediencia de los judíos no ha anulado las promesas a Israel porque “los dones y el llamamiento son irrevocables” (Ro. 11:29).

2) El Mundo - ¿Será convertido el mundo a Jesús como estos postmilenialistas reavivados afirman? La Biblia enseña que la vasta mayoría de las personas siempre rechazarán el evangelio. Este es uno de los puntos de la parábola de la siega (Mt. 13). Jesús dijo: “La puerta es pequeña y estrecho el camino que conduce a la vida y pocos son los que lo encuentran” (Mt. 7:14).

3) La Iglesia - ¿Es la misión de la Iglesia convertir a todas las naciones? Una vez más, eso es lo que los dominionistas afirman. Pero la Biblia enseña que es responsabilidad de la Iglesia predicar el evangelio, no convertir el mundo (Mr. 16:15).

4) El Reino - ¿Establece la Iglesia un reino sin un rey? Este es el enfoque de los dominionistas. La Biblia dice que Jesús dará el reino a la Iglesia (Dn. 7:13-14, 18, 27). La Iglesia nunca es descrita entregando el reino a Jesús. Además, la Iglesia siempre es presentada reinando con Jesús y no reinando sola (Ap. 3:21).

5) Inminencia – La Biblia enseña que debemos estar alertas y sobrios, esperando el regreso inminente del Señor por Su Iglesia (Mt. 24 y 25). Los nuevos postmilenialistas niegan que el regreso de Jesús sea inminente. De hecho, ellos dicen que El no puede regresar hasta que la Iglesia haya reinado por al menos mil años.

6) Jesús – Los defensores del Reino Ahora del postmilenialismo reavivado no sólo reemplazan a Israel con la Iglesia, también reemplazan a Jesús con la Iglesia. Paulk llega tan largo al decir que la Iglesia es “la encarnación actual de Cristo”. Esto es blasfemia. Sólo hay un Cristo y ése es Jesús de Nazaret. El centro del plan de redención de Dios para toda Su creación no es la Iglesia; es Jesús (Heb. 1). Y cualquier doctrina que provoque que quitemos nuestros ojos del Señor es profundamente falsa.

La Segunda Venida

Una de las afirmaciones más increíbles de la escatología Reino Ahora/Dominio es que ¡la Segunda Venida de Cristo ocurrió en el I Siglo!

Los nuevos postmilenialistas son forzados a tomar esta posición con el fin de desestimar todas las profecías de Apocalipsis concernientes al regreso de Jesús. Ellos argumentan que todas estas profecías fueron cumplidas en la destrucción de Jerusalén en el 70 AD.

Ellos miran a los judíos como el Anticristo. El asedio de Jerusalén por las tropas romanas bajo Tito es descrito como la Tribulación y la destrucción de Jerusalén es vista como la Segunda Venida de Jesús en ira.

Esta interpretación, por supuesto, requiere que el libro de Apocalipsis haya sido escrito antes del 70 AD. Pero la evidencia interna del libro con respecto al Imperio Romano y el testimonio externo de los Padres de la Iglesia apuntan a una fecha de autoría alrededor del 95AD, 25 años después de la destrucción de Jerusalén.

El tipo de extensa persecución romana contra la Iglesia que está descrita en Revelación no ocurrió hasta el reinado de Domiciano (81-96 AD). Las persecuciones de Nerón estuvieron limitadas al área de Roma. Uno de los Padres de la Iglesia, Ireneo (c. 130 – c. 202), escribió que el libro de Revelación fue escrito por el apóstol Juan “hacia el final del reinado de Domiciano”. Ireneo fue discípulo de Policarpo (c. 70 – c. 155 AD), quien, a su vez, había sido discipulado directamente por el mismo Juan.

La evidencia que el libro de Apocalipsis fue escrito después de la destrucción de Jerusalén es simplemente abrumadora. Sólo este hecho destruye completamente la fundación total de la escatología dominionista.

El concepto absurdo que la Segunda Venida de Cristo ocurrió en el 70 AD nos recuerda a dos individuos de la época de Pablo – Himeneo y Fileto – quienes argumentaron que la resurrección ya se había llevado a cabo (2 Tim. 2:17-18). Pablo descartó su afirmación como “profanas y vanas palabrerías” que “conducirán más y más a la impiedad” (2 Tim. 2:16). Haríamos bien en seguir el consejo de Pablo con respecto a la afirmación dominionista que la Segunda Venida ocurrió en el I Siglo.

Una Nueva Era de Engaño

Estamos viviendo en la temporada del regreso del Señor. Todas las señales apuntan al hecho que Jesús regresará por Su Iglesia en cualquier momento. ¿Qué más podría desear Satanás en este tiempo que el renacimiento de una doctrina que destruye la inminencia del regreso del Señor y que hace que los ojos de las personas estén enfocados no en Jesús sino en el mundo y en la creación de un reino a nivel mundial?

Es el engaño que está preparando a las personas para la aparición del Anticristo, ya que la Biblia enseña que el único reino mundial que será establecido antes del regreso de Jesús será el reino apóstata del Anticristo, un reino que será establecido en el nombre de la religión (Ap. 13).

Una Advertencia

Cada vez que la Iglesia ha buscado el poder político, ha terminado siendo corrompida por el sistema político. Esto ocurrió cuando la Iglesia se casó con el Imperio Romano, conduciendo a la oscuridad espiritual de la Edad Media.

Las iglesias más muertas del mundo actual son las iglesias políticas y estatales de Europa. Tienen la forma de religión, pero han negado su poder (2 Tim. 3:5). Tienen poder político, pero no tienen el poder del Espíritu de Dios.

No sea engañado por aquéllos que impulsan a la Iglesia a cambiar el mundo a través de la búsqueda del poder político. Es cierto que vendrá un día cuando la Iglesia reinará sobre todo el mundo, pero ese reinado será dirigido en persona por Jesús a través de Sus santos glorificados. Un reino perfecto requiere un rey perfecto, gobernando a través de sujetos perfeccionados.


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Artículo original:
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domingo, 7 de junio de 2009

El Asunto del Preterismo

¿No infiere el libro de Revelación que sus profecías iban a ser cumplidas en la época en la que fue escrito?

¡Relájese! Todo ocurrió en el 70 AD

Sería fácil obtener esta impresión porque el mismo primer versículo habla de “las cosas que deben ocurrir pronto” (Ap. 1:1). También, el texto declara dos veces que “el tiempo está cerca” para el cumplimiento de las profecías (Ap. 1:3 y 22:10).

Pero en vista del hecho que las profecías no han sido cumplidas literalmente en la historia, parece que estas declaraciones apuntan a la inminencia en lugar de a la cercanía en el tiempo. La inminencia es el concepto que un evento puede ocurrir en cualquier momento, y la creación de ese sentido parece ser el propósito de estas declaraciones.

El principio es uno que Jesús enfatizó en Sus enseñanzas acerca de los tiempos del fin. Una y otra vez El les dijo a Sus discípulos que estuvieran listos para Su regreso en cualquier momento. “Estad preparados”, les advirtió, “porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mt. 24:44). Jesús usó la parábola de las diez vírgenes para ilustrar Su punto. Cinco no estaban preparadas cuando el novio llegó y fueron así dejadas atrás. “Velad, pues”, les advirtió Jesús, “porque no sabéis el día ni la hora” (Mt. 25:1-13). En otra ocasión, lo puso de esta manera: “Estén ceñidos vuestros lomos y vuestras lámparas encendidas… porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá” (Lc. 12:35, 40).

Los escritores apostólicos aclaran que vivir en un estado de suspenso, aguardando que el Señor regrese pronto, en cualquier momento, tendrá un efecto purificador, porque motivará la santidad. Pablo nos impulsa a “renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:12-13). Pedro nos dice a cada uno de nosotros “sed sobrios” y dice que la forma de hacerlo es “esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado” (1 P. 1:13). Juan dice que debemos enfocarnos en el regreso del Señor porque “todo aquel que tiene esta esperanza en El, se purifica a sí mismo así como El es puro” (1 Jn. 3:3).

Las palabras se deben interpretar siempre en términos de contexto y el contexto es a menudo formado por el escenario histórico. En el escenario del Primer Siglo, las referencias a “cerca”, “pronto” y “cercano” parecieron indicar un cumplimiento rápido. Pero mientras el tiempo ha pasado sin ningún cumplimiento literal, la historia ha formado el contexto para indicar inminencia – esto es, los eventos profetizados pueden ocurrir en cualquier momento.

Un fenómeno similar pueden encontrarse en declaraciones usadas en otras porciones de las Escrituras. Por ejemplo, Santiago escribió que debemos ser pacientes hasta la venida del Señor, y luego declaró “la venida del Señor se acerca… he aquí, el Juez está delante de la puerta” (Stg. 5:7-9). De forma similar, Pedro escribió “el fin de todas las cosas se acerca” (1 P. 4:7). La cuestión del hecho es que hemos estado viviendo en los tiempos del fin desde el Día de Pentecostés cuando el Evangelio se predicó por primera vez y los tiempos del fin pueden ser consumados en cualquier momento con el cumplimiento de las profecías de Apocalipsis.

Las referencias generalizadas de tiempo en el Apocalipsis no son indicadores de cercanía en el tiempo. En cambio, son advertencias de inminencia – que los eventos profetizados pueden empezar a desenvolverse en cualquier momento.


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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (www.atalayadejesus.blogspot.com)

Artículo original:
The Issue of Preterism

Lamb & Lion Ministries (www.lamblion.com)

sábado, 23 de mayo de 2009

El Error de la Teología del Reemplazo

¿Ha reemplazado la Iglesia a Israel?


El argumento que la Iglesia es el cumplimiento de todas las profecías de la Biblia acerca del Reino no es el único error del Amilenialismo. Un error igual de serio es la aseveración que la Iglesia ha sustituido a Israel. A esto se le llama Teología del Reemplazo.

El argumento por lo general va así: “Dado que los judíos rechazaron a Jesús como su Mesías, Dios los rechazó a ellos. El derramó Su ira sobre ellos, los esparció por toda la tierra y transfirió las promesas hechas a ellos al ‘Israel Espiritual’, la Iglesia. Dios ya no tiene ningún propósito para los judíos. El reestablecimiento del moderno Israel es, por lo tanto, simplemente un accidente de la historia sin un significado espiritual”.

Este punto de vista es sostenido por la mayoría de las principales denominaciones liberales antiguas como los Metodistas, Presbiterianos y Episcopales. También es sostenido por algunos grupos conservadores como las Iglesias de Cristo y la Iglesia de Dios de Anderson, Indiana. Defensores de este enfoque pueden encontrarse incluso entre los Bautistas del Sur, aunque la mayoría de los Bautistas lo rechazan.

Yo afirmo que el enfoque es completamente antibíblico.

La posición de los judíos con Dios

No hay duda que en el Primer Siglo Dios derramó Su ira sobre el pueblo judío en respuesta a su rechazo de Su Hijo, Jesús, como su Mesías. Y no hay duda de que hasta este día han permanecido bajo la disciplina de Dios. Pero eso no significa que hayan sido rechazados por Dios.

Dios ama al pueblo judío, incluso en su rebelión. En el eterno Pacto Abrahámico, Dios le dijo a Abraham que El bendeciría a aquéllos que bendijeran a Israel y maldeciría a aquéllos que los maldijeran (Gn. 12:3). De forma similar, El le dijo al profeta Zacarías que el que toca a Israel, “toca la niña de Sus ojos” (Zac. 2:8).

Isaías proclamó que Dios nunca podría olvidar a Israel porque El los tiene “esculpido en las palmas de Sus manos (Is. 49:14-16). Jeremías declaró que el pueblo judío existiría como nación por siempre (Jer. 31:36). Y profeta tras profeta afirmaron que, en los tiempos del fin, un gran remanente de los judíos será salvo cuando acepten a Jesús como su Mesías (Is. 10:20-22; Jer. 31:1-7; 31-34; Ez. 6:8-10; Dn. 12:1; Os. 2:14-20; Jl. 2:31-32; Mq. 7:18-20; Sof. 3:12-13 y Zac. 12:10).

El Punto de vista de Pablo

“Pero”, dicen los amilenialistas, “todas estas promesas fueron anuladas por el rechazo de los judíos de Jesús como su Mesías”. Esta afirmación explica el porqué los capítulos 9 al 11 de Romanos han sido los capítulos más ignorados y despreciados del Nuevo Testamento a través de la historia de la Iglesia. A menudo, estos capítulos son simplemente desestimados como un “paréntesis irrelevante” en el libro de Romanos.

Pero la verdad es que son cualquier cosa menos eso. En estos capítulos, Pablo usa al pueblo judío como el ejemplo por excelencia de la gracia de Dios. A pesar de su historia de rebelión contra la voluntad de Dios, y su continuada rebelión, Pablo enseña que Dios aún los ama, todavía tiene un propósito para ellos y todavía está determinado a traer a la salvación en Jesús a un gran remanente de ellos.

De hecho, Pablo repudia la Teología del Reemplazo incluso antes de que llegue a estos capítulos. El empieza el capítulo 3 con dos preguntas retóricas:

1. ¿Tienen los judíos alguna ventaja con Dios?
2. ¿Ha anulado su incredulidad la fidelidad de Dios?

Históricamente, la Iglesia ha respondido la primer pregunta con un “¡No!”, a pesar del hecho que Romanos 1:16 dice deliberadamente que el Evangelio es poder de Dios para salvación para “el judío primeramente”.

Con respecto a la segunda pregunta, la Iglesia ha contestado consistentemente con un resonante “¡Sí!”, argumentando que Dios se ha “lavado Sus manos de los judíos” debido a su incredulidad.

Pero, ¿cómo responde el apóstol Pablo estas preguntas? El responde exactamente de forma contraria. El declara que los judíos tienen una ventaja porque “les ha sido confiada la Palabra de Dios” (Ro. 3:2). Esto es una referencia al hecho de que cada libro de la Biblia (sí, yo incluiría el Evangelio de Lucas y el libro de los Hechos) fue escrito por un judío. Con respecto a la segunda pregunta en cuanto a que si Dios ha rechazado o no a los judíos, Pablo responde con gran emoción, “¡De ninguna manera!” (Ro. 3:4)

La verdad de Romanos 9-11

Pablo regresa a este tema en los capítulos 9-11. El empieza hablando acerca de cuán importantes han sido los judíos en la historia redentora de Dios y cuán importantes continúan siendo (Ro. 9:3-4):

“…mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas…”

Note que Pablo está hablando acerca de judíos físicos, no espirituales, y note que hace referencia a la validez continua de las promesas de Dios hacia ellos. En Romanos 9:27 él se refiere a la promesa del Antiguo Testamento que Dios salvará un día un gran remanente de los judíos, citando específicamente Isaías 10:22.

El empieza el capítulo 11 con otra pregunta retórica: “Digo pues: ¿Ha desechado Dios a Su pueblo?”. Por 2,000 años la Iglesia Católica ha respondido a esta pregunta con un dogmático “¡Sí!”. Cuando ocurrió la Reforma, las iglesias Protestantes resultantes se unieron al coro. Pero Pablo la responde diciendo: “En ninguna manera… No ha desechado Dios a Su pueblo, al cual desde antes conoció” (Ro. 11:1-2).

La Iglesia ha sido injertada en el Buen Olivo

Otra vez, él afirma que un remanente será salvo (Ro. 11:5) por gracia después que “haya entrado la plenitud de los gentiles” a la Iglesia (Ro. 11:25). Luego, mientras Pablo considera la terquedad de sus hermanos en contraste con la paciencia y bondad de Dios hacia ellos, grita desde su corazón: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios, e inescrutables Sus caminos!” (Ro. 11:33).

El Plan de Dios para Israel

Es sólo cuando usted entiende cuánto ama Dios al pueblo judío y cuán determinado está El a traer a la salvación a un gran remanente, que usted puede empezar a entender qué es lo que está ocurriendo hoy en el Medio Oriente. La Biblia revela claramente que la reunión del Siglo XX del pueblo judío desde los cuatro ángulos de la tierra de regreso a su patria es un acto sobrenatural de Dios que es el primer paso para dar lugar a la salvación de un remanente (Is. 11:10-12).

Específicamente, las Escrituras enseñan que una vez que los judíos sean reunidos en incredulidad y su nación sea reestablecida, Dios traerá a todas las naciones de la tierra contra ellos por el asunto de quién va a controlar a Jerusalén (Zac. 12:2-3). El odio hacia los judíos y la oposición a su estado alcanzará su clímax durante la última mitad de la Tribulación, cuando el Anticristo se volverá contra ellos e intentará aniquilarlos de la faz de la tierra (Ap. 12:12-17). Durante este periodo de tres años y medio, el Anticristo logrará matar 2 tercios del pueblo judío (Zac. 13:8).

Esas son las malas noticias. Pero las increíbles buenas noticias es que aquéllos que queden serán traídos al final de ellos mismos y, en su total desesperación, volverán sus corazones hacia Dios. En ese momento, Jesús aparecerá en los cielos y el remanente judío “mirarán a Mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito” (Zac. 12:10). Ellos invocarán el nombre del Señor (Joel 2:31-32) y gritarán “¡Baruch Haba Bashem Adonai!”, que quiere decir “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” (Mt. 23:38-39).

La asombrosa Gracia de Dios

Cuando empecé a predicar acerca del amor de Dios por el pueblo judío y de Su determinación para perseguirlos hasta que un gran remanente se arrepienta y acepte a Su Hijo como su Mesías, mi esposa me dijo: “¡Me haces querer ser un judío!”.

“No”, le respondí, “no querrías ser un judío, porque las posibilidades abrumadoras son de que si tú fueras un judío, tendrías un velo espiritual sobre tus ojos (2 Cor. 3:14), y rechazarías reconocer a Jesús como tu Mesías”.

Luego hice un punto que le animé a no olvidar jamás: “Ann, Dios no está haciendo algo por el pueblo judío que El no esté dispuesto a hacer por todos nosotros”.

Mantenga en mente que el pueblo judío es el Pueblo Escogido de Dios (Dt.7:6). Eso no significa que ellos son salvos. Por el contrario, significa que ellos fueron llamados por Dios para ser testigos de El (Is. 43:10-12). Por consiguiente, cuando usted estudia su historia, puede llegar a un entendimiento de lo que significa tener una relación con Dios. Su historia muestra que cuando usted es fiel, Dios lo bendice. Cuando usted se rebela, El disciplina. Y cuando usted se arrepiente, El perdona y olvida y empieza a bendecir otra vez (lea el libro de Jueces).


Actualmente, el pueblo judío está bajo disciplina. Lo han estado por dos mil años. Pero un día cercano sus ojos serán abiertos a la realidad de Jesús como su Mesías. Cuando eso ocurra, serán abrumados con aflicción, serán barridos por el arrepentimiento y un gran remanente será salvo por gracia a través de la fe.

El continuo amor de Dios por los judíos a pesar de su persistente rebelión espiritual es una gran demostración del significado de la gracia – superada sólo por la misma Cruz. Las personas a menudo me dicen, “¿Cómo podría Dios posiblemente estar detrás de la reunión mundial del pueblo judío cuando aún están atrapados en incredulidad? Lo única cosa que se merecen es la muerte”.

Pero ése es exactamente el punto. La única cosa que cualquiera de nosotros merece es la muerte. Pero: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquél que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn. 3:16).

Podemos agradecer a Dios que aquéllos de nosotros que hemos puesto nuestra fe en Jesús nunca recibiremos lo que merecemos. ¡Alabe a Dios por Su gracia maravillosa! Y alabe a Jesús por Su disposición a sufrir y morir para que pudiéramos ser reconciliados con el Padre.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (www.atalayadejesus.blogspot.com)

Artículo original:
The Error of Replacement Theology


Lamb & Lion Ministries (www.lamblion.com)

El Anticristo

¿Será asesinado y luego resucitado de los muertos?


Los autores de la serie “Dejados Atrás” (Left Behind) afirman que el Anticristo será asesinado y que luego será resucitado de los muertos. Hay una base bíblica para esta suposición, pero no creo que sea válida. La suposición está basada en Ap. 13:1-3 donde Juan dice que vio “una bestia que salía del mar” (el Anticristo surgiendo de entre las naciones gentiles). Luego añade que la bestia tenía diez cuernos con coronas y siete cabezas y que una de sus cabezas “había sido herida” y “la herida fatal había sido sanada”.

Se trata, evidentemente, de imágenes simbólicas y creo que se refieren a reinos en lugar de a una persona. En Ap. 12:3, Satanás es descrito como un dragón con siete cabezas coronadas y diez cuernos. En Ap. 13:1, el Anticristo es descrito como una bestia con siete cabezas y diez cuernos coronados. Las cabezas de Satanás están coronadas porque representan los siete grandes imperios mundiales que ha controlado. Los diez cuernos del Anticristo están coronados porque representan los diez reinos que inicialmente controlará.

Una pista de la identidad de las siete cabezas se encuentra en Ap. 17:9-11 donde la imagen de siete montañas es usada para referirse a los grandes reinos del mundo. Se nos dice que en la época que Juan estaba escribiendo (cerca del 95 AD), “cinco han caído, uno es, el otro aún no ha venido” (Ap. 17:10). Eso significaría que los reinos pasados, en orden, serían Egipto, Asiria, Babilonia, Medo-Persia y Grecia. El reino actual (“uno es”) era Roma. El que aún ha de venir es el reino del Anticristo que estará basado inicialmente en el control de diez reinos, pero que se expandirá hacia un imperio mundial que será el octavo y último de los reinos mundiales gentiles (Ap. 17:11).

Por eso, creo que la “cabeza” mencionada en Ap. 13:3, la cual es herida y luego resucitada, es el Imperio Romano y no un individuo. Hoy estamos siendo testigos de esa resurrección en la aparición de la Comunidad Europea.


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Revelación


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (www.atalayadejesus.blogspot.com)

Artículo original:
The Antichrist

Lamb & Lion Ministries (www.lamblion.com)
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