Mientras conducía de vuelta a casa después de un almuerzo con un pastor de una iglesia evangélica considerable, sintonicé su programa sindicado de radio afiliado nacionalmente, para escuchar cuáles preguntas estaban en las mentes de los cristianos a través de América. Este programa de radio invita a los que llaman a que hagan preguntas que abarcan desde asuntos relacionados con la profecía hasta temas referidos con la vida cristiana diaria. Varios pastores conducen esta transmisión diaria en vivo y responden a estas preguntas desde su perspectiva pastoral. Un oyente preguntó: ¿Son proféticamente significantes los actuales eventos del Medio Oriente que involucran a Hamás y a los israelíes? Como escatólogo y como autor del libro de profecía bíblica Isralestine:The Ancient Blueprints of the Future Middle East, apresuradamente estacioné mi carro a un lado del camino y le subí el volumen a mi radio para oír la respuesta de los dos pastores que atendían.
Escuchando atentamente, me quedé en shock al oír que ellos generalmente no lo creían así. Ellos sugirieron que los árabes y los judíos han estado peleando el uno contra el otro desde tiempos inmemoriales y que esta actual “Operación Plomo Fundido” se asemeja a más de lo mismo. Ellos declararon que desde la reformación de la nación de Israel en 1948, Israel ha estado en guerra con sus vecinos árabes y, por lo tanto, este conflicto actual no es nada nuevo.
Finalmente, señalaron que la próxima profecía significativa del Medio Oriente en encontrar cumplimiento probablemente sería cuando Rusia e Irán conformen una confederación e invadan a Israel según lo descrito en Ezequiel 38 y 39. Dado que esta lucha presente está limitada predominantemente a los palestinos y los judíos, la inferencia era que tenía poca o ninguna relevancia profética.
En el periodo posterior a los eventos terroristas que ocurrieron el 11 de septiembre del 2001, este mismo programa de radio respondió una pregunta similar en la misma forma. En ese entonces, el oyente preguntó que si el derrumbe de las Torres Gemelas era proféticamente importante, y el anfitrión respondió con, y estoy parafraseando, manténgase pendiente de la invasión contra Israel dirigida por Rusia e Irán descrita en Ezequiel 38 y 39.
Con todo el debido respeto a este programa, el cual escucho frecuentemente y que personalmente creo que provee un servicio de radio invaluable a la comunidad cristiana, me preocupa que el cumplimiento literal de la profecía bíblica del Salmo 83, que cambiará al mundo, está a punto de ocurrir y la preponderancia de la Iglesia Cristiana carecerá de la información suficiente para responder apropiadamente las serias interrogantes proféticas que ciertamente emanarán del mundo secular.
Lo que pasó el 11 de septiembre y lo que está girando hoy la atención del mundo sobre el Medio Oriente, tiene poco que ver con la invasión de Ezequiel 38 y mucho que ver con el conflicto árabe – israelí y el terrorismo, su horrible subproducto. La Biblia provee volúmenes de información profética con respecto a ambos tópicos.
La Biblia declaró que los judíos regresarían a la tierra de Israel desde las naciones gentiles del mundo, lo cual comenzó en 1948 y, en ese proceso, se enfrentarían con severa resistencia árabe. Tal como fue predicho, esto fue lo que ocurrió y ha estado en curso desde el reestablecimiento del moderno Estado Judío.
Los esfuerzos fallidos árabes de guerra convencional en 1948, 1967 y 1973 para destruir el Estado de Israel han conducido al establecimiento de organizaciones terroristas en el Medio Este, como Hizbolá, Hamás, Al-Qaeda, etc. La mayor parte de estas entidades terroristas son la invención de las naciones árabes derrotadas. Ellas se han estado formando sobre todo para apoyar el predicamento palestino por autonomía y para antagonizar la restauración de la nación de Israel.
El terrorismo es el método no convencional de guerra adoptado por los estados árabes destinado a lograr lo que los métodos convencionales de guerra árabe fallaron en dar a luz. Así que, cuando Israel toma represalias contra los asaltos lanzados por Hamás con cohetes, en esencia ellos están defendiéndose convencionalmente contra este método no convencional de guerra árabe relativa y recientemente de moda. Según lo indicado en mi libro Isralestine, la Biblia aun ha previsto la llegada del terrorismo moderno.
De acuerdo con lo que parece ser uno de los secretos mejor guardados de la Biblia, el Salmo 83 predice una población árabe de 10 miembros que algún día se confedera en un sangriento intento final para destruir la nación de Israel. Esta profecía involucra a Hizbolá, Hamás, sirios, saudíes, jordanos, libaneses, egipcios y más. Considerando que éstas son las poblaciones que rodean más cercanamente al moderno Estado Judío, y que son los enemigos notorios de Israel, uno tiene que preguntarse si esta guerra final árabe – israelí del Salmo 83 está destinada a ser el próximo titular noticioso del Medio Oriente.
Imagine por un momento la posibilidad que una profecía bíblica pueda estar a punto de alcanzar su CUMPLIMIENTO LITERAL. Aparte del reestablecimiento de la nación de Israel en 1948, Salmo 83 parece ser una de las pocas otras profecías que podrían estar a punto de ocurrir en esta generación de Baby-Boomer’s. Si éste fuera el caso, ¿no parecería lógico que el liderazgo cristiano de hoy pudiera ser capaz de ofrecer una explicación satisfactoria para los eventos descritos en esta profecía?
Los actuales eventos militares que involucran a Hamás y a las Fuerzas de Defensa de Israel, tienen al mundo observando y preguntándose si este presente conflicto del Medio Este es aún otra señal que ha sido empujado involuntariamente hacia los tiempos del fin. Los cristianos están llamando a su liderazgo en busca de alguna información sana, de modo que puedan salir hacia el campo de la cosecha y dar una respuesta inteligente por su fe en su Dios, Quien es capaz de predecir el futuro con una exactitud del 100%.
En conclusión, si está inclinado a pensar que el presente conflicto en el Medio Oriente puede tener ramificaciones proféticas, abra su Biblia y averígüelo. Un buen punto de partida es el Salmo 83 y luego seguido por la exploración de Ezequiel 38 y 39.
Bill Salus
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