miércoles, 13 de febrero de 2019

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 22 (parte 1)

Señales de los Tiempos

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Hecho: Se nos dan señales a vigilar que indicarán la época del regreso del Señor. 

Escritura Clave: Cuando estas cosas [eventos profetizados del tiempo del fin] comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Lucas 21:28).

No hay señales para el Rapto. Puede ocurrir en cualquier momento. Pero la Biblia enseña que podemos conocer la época de la Segunda Venida y el período inmediatamente anterior — la Tribulación.

Conociendo la Época

La razón por la que podemos conocer la época de la Tribulación y la Segunda Venida es porque la Biblia está llena de señales que indicarán la época del regreso del Señor, y se nos dice que las vigilemos. Estas señales se encuentran tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, y hay una gran cantidad de ellas.

Por ejemplo, uno de cada 25 versículos en el Nuevo Testamento específicamente se refiere a la Segunda Venida. Pero lo que no es tan conocido es el hecho de que hay cientos de profecías en el Antiguo Testamento que también se relacionan con la Segunda Venida. 

Además de los Profetas Mayores y Menores, los Salmos están llenos de profecías mesiánicas con respecto al regreso del Señor. De hecho, el Salmo 2 es una de las profecías sobre la Segunda Venida más importantes de la Biblia.

Un Área de Ignorancia

Muchos, si no la mayoría de, cristianos, han ignorado el estudio de estas señales porque creen que, dado que “Jesús vendrá como ladrón en la noche”, es una pérdida de tiempo intentar interpretar las señales para anticipar el momento de Su venida.

Es cierto que Jesús dijo que vendría como un ladrón en la noche (Mateo 24:42-43). Pero Pablo más tarde explicó que esta declaración de Jesús estaba dirigida a los incrédulos, no a los cristianos.

Pablo señala este punto en su primera carta a los tesalonicenses. En el capítulo 5, dice que aunque Jesús va a regresar como un ladrón en la noche, no hay razón para que Su regreso sorprenda a ningún cristiano (1 Tesalonicenses 5:4). ¿Por qué no? Porque, como lo dice Pablo, “Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día…” (1 Tesalonicenses 5:4-5).

¿Qué quiere decir Pablo con esta declaración aparentemente enigmática? Él se estaba refiriendo al hecho de que cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, recibimos la presencia permanente del Espíritu Santo (Romanos 5:5). A través del Espíritu, recibimos el poder de iluminarnos espiritualmente. 

Así pues, Pablo está diciendo en 1 Tesalonicenses 5 que podemos saber la época del regreso del Señor, porque se nos ha dado discernimiento espiritual a través del don del Espíritu Santo.

El Concepto de Jesús

En Mateo 24, Jesús comparó las señales de Su regreso con las señales de un embarazo. Piénselo de esta manera: Es posible que no sepa la fecha cuando una mujer embarazada va a dar a luz, pero tarde o temprano, mientras observa el desarrollo de su embarazo, pensará: “¡Ese bebé va a nacer pronto!”. ¿Por qué? Usted puede saber mirando.

Jesús dijo que las señales que apuntan a Su regreso serían como “dolores de parto” (Mateo 24:8). Cualquier madre sabe lo que Jesús quiso decir con este comentario. A medida que se acerca el momento de Su regreso, las señales aumentarán en frecuencia e intensidad, al igual que los dolores de parto. Por ejemplo, habrá más terremotos y serán más intensos. 

Éste es un punto crucial que generalmente se pasa por alto. Por lo tanto, las personas a menudo se burlan de las señales diciendo: “Siempre ha habido guerras y rumores de guerra, y terremotos y hambrunas”. Sí, siempre ha habido tales calamidades, pero ahora están aumentando en frecuencia e intensidad, tal como Jesús profetizó.

En Hebreos 10:25 se nos dice que debemos animarnos “unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca” (NVI). El contexto es la Segunda Venida de Jesús. Este pasaje deja en claro que podemos saber la época del regreso del Señor — que cosas tangibles serán visibles para alertarnos del pronto regreso del Señor. ¿Qué son esas cosas? ¿Cuáles son las señales que Biblia nos dice que debemos vigilar?


Lea la conclusión »»aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

martes, 12 de febrero de 2019

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 21 (pdf)

Recompensas Celestiales

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Hecho: Los creyentes serán juzgados por sus obras para determinar sus grados de recompensa.

Escritura Clave: “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo 16:27).

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Video: Peregrinaje a Israel 11 – Abu Gosh (subtitulado)


Dr. David Reagan: Uno de los lugares más inusuales de todo Israel es una intersección en un pequeño pueblo llamado Abu Gosh, que está situado a unas siete millas de Jerusalén. No van a creer lo que se encuentra ubicado en esta intersección. Varía de lo ridículo a lo profundamente espiritual. Para un vistazo cercano, quédese en sintonía.


Nota: Recuerde hacer clic en la opciones "CC" y "Configuración", para activar los subtítulos en español.

Video subtitulado por la hermana Helena Aillón.

»» Vea el episodio 1: Una Visita al Salón de la Independencia
»» Vea el episodio 2: La Costa de Israel
»» Vea el episodio 3: Galilea 
»» Vea el episodio 4: Nazareth
»» Vea el episodio 5Meguido y Bet-Semes
»» Vea el episodio 6El Monte de los Olivos 
»» Vea el episodio 7: La Ciudad Vieja
»» Vea el episodio 8: El Mar Muerto
»» Vea el episodio 9: El Cementerio del Monte Herzl

»» Vea el episodio 10: La Tumba del Jardín

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 21 (conclusión)

Recompensas Celestiales

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Niveles de Gloria

Las Escrituras también nos aseguran que habrá distinciones de gloria que se darán a los creyentes. Considere estas palabras de Pablo: “Porque considero que los padecimientos del tiempo presente no son dignos de comparar con la gloria que pronto nos ha de ser revelada” (Romanos 8:18, RVA-2015). Pablo habla de este tipo de recompensa de nuevo en 2 Corintios 4:17, donde escribe: “Porque nuestra momentánea y leve tribulación produce para nosotros un eterno peso de gloria más que incomparable…” (RVA-2015).

Lo que todo esto significa no está precisamente explicado en detalle, pero las posibilidades son alucinantes. Tanto es así, que cuando lo experimentemos, ¡es posible que nos encontremos deseando que se nos hubiesen dado más oportunidades de sufrir por el Señor!

Grados de Autoridad Reinante

Otro tipo de recompensa que se menciona en la Biblia es una que se relaciona con el Milenio y con el Estado Eterno. Es el grado de autoridad reinante que compartiremos con Jesús bajo Su supervisión.

Se nos asegura que reinaremos con Él (2 Timoteo 2:12; Apocalipsis 5:9-10). Pero nuestro grado de participación en Su reinado estará relacionado con nuestro servicio a Él ahora (Lucas 19:1-27). Algunos reinarán sobre una ciudad, algunos sobre cinco y otros sobre ninguna.

Actitudes hacia las Recompensas

Desafortunadamente, la mayoría de los cristianos parecen tener una actitud muy despreocupada hacia las recompensas, y hay varias razones para esta falta de preocupación. 

En primer lugar, muchos parecen pensar que si son motivados por una recompensa, ¡perderán la recompensa! Esta extraña actitud se basa en la enseñanza de Jesús registrada en Mateo 6:1-4. En este pasaje, Jesús les advierte a Sus discípulos en contra de “hacer vuestra justicia delante de los hombres” porque si lo hacen “no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”.

Lo que Jesús está advirtiendo es en contra de hacer nuestras buenas obras con el fin de recibir la alabanza de la gente. Está diciendo que deberíamos ser motivados, en cambio, por la alabanza de Dios. Se supone que debemos ser motivados por la esperanza de que, cuando estemos ante Jesús  para ser juzgados, Él dirá, “Bien, buen siervo y fiel” (Mateo 25:21).

Una segunda razón por la que a algunos creyentes no les apasionan las recompensas es porque creen que éstas serán temporales. Esta actitud se basa en una escena en el Cielo que es descrita por el apóstol Juan en Apocalipsis 4. Juan dice que vio a 24 ancianos adorando a Dios (Apocalipsis 4:10-11). Como parte de su adoración, ellos se arrodillan y lanzan sus coronas delante del trono de Dios.

Esta escena ha producido una enseñanza de que tan pronto como recibamos nuestras recompensas en el Cielo, las lanzaremos a los pies de Jesús y terminaremos con ellas. Por lo tanto, son vistas como poca cosa. 

Pero Apocalipsis 4:9 presenta una palabra calificadora. Dice que los 24 ancianos hacen esto “cada vez” (NVI) que se produce la adoración. Eso no indica una acción de una vez por todas. En 1 Pedro 5:4 se nos dice que las coronas “durarán para siempre” (TLA).

Una Visión Socialista de las Recompensas

Algunos argumentan que las recompensas tienen que ser temporales debido a que no puede haber distinciones en el Cielo, de lo contrario habría celos, y dicho pecado no puede existir en la atmósfera perfecta del Cielo. Pero ésta es una visión terrenal. En el Cielo, nuestra naturaleza pecaminosa no existirá. Viviremos en perfecto amor. 

Por lo tanto, cuando veamos a un santo con una corona especial o exhibiendo alguna otra recompensa, nuestros corazones se llenarán de admiración y aprecio — lo mismo que sentimos en esta vida cuando uno de nuestros hijos recibe una recompensa especial. 

El Pastor Glenn Meredith, de McKinney, Texas, quien ha enseñado extensamente sobre las recompensas celestiales, ha concluido: “Créanme, habrá distinciones eternas en el Cielo, porque lo que haga ahora en esta vida, tendrá un profundo impacto en las recompensas que recibirá y los servicios que se le asignarán”. 

Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos…” (palabras de Jesús en Mateo 5:21). 

Preguntas

1)  Ya que nuestras recompensas celestiales van a estar basadas en parte en cómo usamos nuestros dones espirituales, ¿sabe cuáles son sus dones espirituales? (Lea Romanos 12:6-8; 1 Corintios 12:4-11, 28-31; Efesios 4:11; 1 Pedro 4:10-11). Enumere a continuación los dones espirituales que cree que el Espíritu Santo le ha dado. Si está en un grupo de estudio bíblico, léales la lista a ellos y pregúnteles si pueden identificar otros dones de los que usted no esté consciente. 

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2) ¿Sabía que hay pruebas en el Internet que pueden ayudarle a identificar sus dones espirituales? Busque “pruebas de dones espirituales” en Google y luego escriba a continuación los dones que tiene que fueron identificados por estas pruebas.

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3) ¿Qué recompensa celestial le gustaría recibir y por qué?

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4) ¿Siente que entiende completamente la enseña bíblica de que somos salvos por la fe y no por obras (Efesios 2:8-9), pero de que somos salvos para buenas obras (Efesios 2:10; Tito 2:14). ¿Cuál cree que es el significado de esto para los cristianos culturales que no se preocupan por practicar su fe?

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5) Reflexione sobre las recompensas que los creyentes recibirán en esta vida como resultado de su fe en Jesús como Señor y Salvador y el don del Espíritu Santo que reside en ellos. Enumere algunas de esas recompensas a continuación:

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6) Debido a la importancia que las Escrituras dan a las recompensas celestiales, ¿siente que ahora está más motivado a ganar algunas de las recompensas sirviendo al Señor más diligentemente?

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Lea la parte 1 »»aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

sábado, 9 de febrero de 2019

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 21 (parte 1)

Recompensas Celestiales

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Hecho: Los creyentes serán juzgados por sus obras para determinar sus grados de recompensa.

Escritura Clave:Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo 16:27).

Llegará un día cuando todos los creyentes serán juzgados por sus obras, no para determinar su destino eterno, sino para determinar sus grados de recompensa (2 Corintios 5:10 y Apocalipsis 20:12).

No somos salvos por nuestras obras (Efesios 2:8-9), pero somos salvos para hacer buenas obras (Efesios 2:10 y Tito 2:14). El Espíritu Santo les da a todos los creyentes uno o más dones espirituales en el momento de su salvación, y se espera que usen esos dones para promover el reino del Señor en la tierra.

Los creyentes serán juzgados no sólo por la cantidad de sus obras, sino también por su calidad (1 Corintios 3:13) y su motivo (1 Corintios 4:4.5). Algunos que son salvos pero que nunca usaron sus dones espirituales para el Señor, o que lo hicieron por el motivo incorrecto (como la gloria personal), todas sus obras serán quemadas y no recibirán recompensas especiales más allá de la vida eterna (1 Corintios 3:15).

La Memoria de Dios

La Biblia dice en Malaquías 3:16 que hay un Libro de Memoria en el que Dios ha escrito todas las cosas que hemos hecho para Él. La mayoría de estas cosas las hemos olvidado, pero no Dios. ¡Jesús dijo que incluso seríamos recompensados por darle a una persona un vaso de agua! (Mateo 10:41-42). Hebreos 6:10 dice que “Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos…”. Una vez más, se nos asegura que Dios nunca olvidará ninguna de nuestras buenas obras.

Diversas Coronas

La Biblia enseña que hay cinco tipos diferentes de coronas que serán dadas a los creyentes como recompensas.

1) La Corona del Vencedor (1 Corintios 9:24-25) — Esta corona se otorgará a aquellos que demostraron un dominio propio excepcional en su servicio al Señor, siempre poniendo Su voluntad antes que la suya.

2) La Corona del Ganador de Almas (1 Tesalonicenses 2:19) — Esta corona se otorgará a aquellos que participaron en ganar almas — incluidos los evangelistas, los maestros bíblicos, los evangelizadores personales, y aquellos que financiaron sus esfuerzos. 

3) La Corona de Justicia (2 Timoteo 4:8) — Esta corona será dada como recompensa a aquellos que vivieron sus vidas anhelando el regreso del Señor, — aquellos que vivieron con una perspectiva eterna.

4) La Corona del Pastor (1 Pedro 5:4) — Ésta es la recompensa para los pastores y ancianos fieles.

5) La Corona de la Vida (Santiago 1:2) — Esta recompensa está reservada para aquellos que perseveraron bajo tribulaciones — aquellos que sufrieron pruebas difíciles, tentaciones, sufrimiento, persecución e incluso el martirio. Jesús mencionó esta recompensa específicamente en Apocalipsis 2:10.

Tesoro Celestial

La Biblia dice que los redimidos recibirán diferentes cantidades de tesoros en el Cielo. Jesús mismo hizo esta promesa en Mateo 6:19, cuando dijo: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo…”.

El apóstol Pablo menciona la misma recompensa  en 1 Timoteo 6:17-19. Aquí le dice a Timoteo que instruya a los creyentes a “que hagan bien” y “que sean ricos en buenas obras”, y “dadivosos”, porque al hacerlo, están “atesorando para sí buen fundamento para lo por venir”.


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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
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