III. El Gobierno del Reino Mesiánico
El Reino Mesiánico será administrado a través de una monarquía absoluta con una cadena de mando y líneas de autoridad definidas. El monarca absoluto será la Persona de Jesús, el Mesías. La autoridad delegada estará dividida en dos ramas: una rama judía de gobierno y una rama gentil, cada una de ellas teniendo una cadena de mando.
Esta sección se ocupará de varias Escrituras que hablan del sistema de gobierno en el Reino en lo que al Antiguo Testamento se refiere.
A. El Rey: El Señor Jesús, el Mesías
Que el Mesías va a sentarse sobre el Trono de David y gobernar en un reino sobre Israel con un dominio extendiéndose sobre todos los gentiles es la clara enseñanza del Antiguo y el Nuevo Testamentos. El Pacto Davídico, sobre el cual el reinado físico del Mesías está basado, será discutido en el capítulo siguiente. En este capítulo, sólo se abordarán aquellos pasajes que desarrollan el Pacto Davídico y aquellos que hablan del Mesías como rey sobre un reino literal.
1. El Establecimiento del Trono
Que está en el programa de Dios establecer a Su Hijo como el Rey en Jerusalén es la clara enseñanza de Salmo 2:6-8. Aunque el Trono del Mesías será establecido en Jerusalén, Su dominio no se detendrá en la frontera de Israel, sino que se extenderá a lo largo de la tierra entera con cada nación gentil cayendo bajo Su dominio.
El gobierno del Mesías sobre el reestablecido Trono de David y el gobierno sobre un reino es el tema de Isaías 9:6-7. Un hijo ha nacido en el mundo judío, Quien es un Hijo de la Casa de David sobre el Cual descansarán las riendas del gobierno (v. 6a). Incluso nombre que sólo pueden ser ciertos de Dios mismo son dados a este hijo (v. 6b). La eternidad de la Dinastía Davídica, el Trono y el Reino están asegurados, ya que descansan en el Dios-Hombre. En cuanto a Su Humanidad, Él es un descendiente de David. En cuanto a Su deidad, Él es eterno y Su Trono también lo es. Con estos hechos claramente establecidos, Isaías procede a describir el establecimiento del gobierno del Rey Mesiánico. El gobierno que será establecido aumentará en autoridad y en paz y no habrá fin al Trono de David o del gobierno del Mesías, ya que es el Dios-Hombre Quien lo establecerá y Quien lo sostendrá. Estará caracterizado por justicia y rectitud para siempre. La garantía de que estará muy establecido es el celo ardiente de Dios, un celo que continuará ardiendo hasta que el Reino sea llevado a cabo. Dado que el celo de Dios pretende llevarlo a cabo, seguramente se producirá.
A esta declaración, Isaías 16:5 añade:
Y se dispondrá el trono en misericordia; y sobre él se sentará firmemente, en el tabernáculo de David, quien juzgue y busque el juicio, y apresure la justicia.
Como si quisiera reiterar su declaración previa, Isaías declara otra vez que un trono ciertamente será establecido sobre la base del leal amor de Dios. El que se sienta en el Trono será un miembro de la Casa de David, Quien se caracterizará por la verdad. Él será el Rey y Juez, asegurando que la justicia se lleve a cabo – una justicia que mana de la rectitud del Rey.
Muy similar a Isaías, son dos profecías que se hallan en Jeremías. La primera es Jeremías 23:5-6. Otra vez, hay un descendiente de David Quien se sentará sobre el Trono de David. Sin embargo, este descendiente es llamado Jehová justicia nuestra, así el que se sienta en el Trono de David no es otro que el Dios-Hombre. Y debido a que es el Dios-Hombre, Su reinado se caracterizará por la sabiduría, la justicia y la rectitud. La seguridad de Israel yacerá sobre Él.
El segundo pasaje es Jeremías 33:14-17. Comenzando con la reafirmación de la intención de Dios de cumplir Su pacto con David (v. 14), Jeremías repite los puntos básicos de sus declaraciones en 23:5-6 (vv. 15-16). Bajo ninguna circunstancia se le permitirá a la Casa de David extinguirse (v. 17). El resto de Jeremías 33 continúa reafirmando la intención de Dios de cumplir todas las condiciones del Pacto Davídico, y estos pasajes serán abordados en el siguiente capítulo.
Aunque el Trono del Mesías va a ser establecido en Jerusalén, el reinado del Rey Mesiánico se extenderá sobre toda la tierra, según Zacarías 14:9. En ese día, señala Zacarías, el Mesías será la cabeza del mundo y será considerado por toda la humanidad como el único Dios.
2. El Carácter de Su Reinado
Un número de pasajes describen las características del reinado del Rey Mesiánico. Una característica importante, derivada de la monarquía absoluta que existirá, es que El regirá con una vara de hierro. Este gobierno con mano de hierro está arraigado en Salmo 2:9 y será una necesidad debido al hecho que existirán naciones y las personas que las pueblen aún tendrán su naturaleza de pecado. Ya ha sido señalado en el capítulo anterior que, después de la primera generación, habrá incrédulos presentes en el Reino. La consecuencia natural de esta naturaleza de pecado tendrá que ser restringida. El Reino no será una democracia, sino una monarquía absoluta. El reinado del Mesías será estricto y las leyes rectas y justas emanando desde Jerusalén tendrán que ser obedecidas.
El comienzo de Su reinado estará marcado por una procesión del Rey hacia la Jerusalén milenial descrita en Salmo 24:7-10.
Un tratamiento prolongado del carácter de Su reinado está en Salmo 72:1-9. El Salmo entero describe el reinado del Rey justo. Su reinado estará caracterizado por la justicia, santidad y rectitud así que los inocentes recibirán justicia, mientras que los culpables serán condenados (vv. 1-7). La extensión de Su dominio claramente será universal e internacional (vv. 8-11). Se extenderá de mar a mar, una referencia a los límites occidental (Mar Mediterráneo) y al oriental (Mar Muerto) del Israel milenial. Además, se extenderá desde el Río, es decir, el Éufrates, que es la frontera norte profetizada del restaurado Estado judío. Uno esperaría que la siguiente frase describa la frontera sur como el “arroyo de Egipto”, pero en su lugar, el salmista escribe hasta los confines de la tierra. El punto que está siendo hecho es que aunque el Trono está establecido en la Tierra de Israel, como puede verse en la mención de las fronteras occidental, oriental y norte, el gobierno no estará confinado sólo a Israel. Inundará las fronteras de Israel, alcanzando hasta los confines de la tierra (v. 8). Sus amigos y enemigos por igual le obedecerán (vv. 10-11). Debido a que gobernará con una vara de hierro y en justicia, santidad y rectitud, cualquier y todas las injusticias contra los justos serán rectificadas severamente y los justos serán exaltados (v. 12-15). Su reinado se caracterizará también por una abundancia de productividad (v.16). Todos serán benditos en el Rey y ellos lo bendecirán, porque Él es el Dios-Hombre eterno (vv.17-19).
Isaías 11:1-5 provee aun otra descripción del carácter de Su reinado. Isaías comienza describiendo el origen del Rey, es decir, el de la Casa de David (v. 1). Él es dotado con la plenitud del Espíritu Santo, descrita por las siete manifestaciones del Espíritu de Dios (v. 2). Esta dotación de la plenitud del Espíritu Santo está demostrada en los cinco resultados mencionados en los versos 3-4. Finalmente, el Rey y Su reinado están caracterizados por la rectitud y la fidelidad (v.5).
Así pues, el Señor Jesús será tanto el Rey de Israel como el Rey del mundo. Bajo Su absoluta autoridad y monarquía habrá dos ramas establecidas de gobierno, la rama gentil y la rama judía.
B. La Rama Judía del Gobierno
1. David. El Rey y el Príncipe
La monarquía absoluta del Mesías se extenderá a Israel así como a las naciones gentiles. Pero directamente bajo el Rey Mesiánico, teniendo autoridad sobre todo Israel, estará el resucitado David, a quien se le dan los títulos de rey y príncipe. Él será un rey debido a que gobernará sobre Israel, pero él será un príncipe en que estará bajo la autoridad del Mesías. Así como todas las naciones gentiles tendrán reyes, así también Israel. La diferencia es que todos los reyes gentiles tendrán cuerpos naturales, mientras que David tendrá su cuerpo resucitado.
Hay muchos pasajes que hablan de David siendo el rey sobre Israel y príncipe bajo el Rey Mesías, tales como Jeremías 30:9. Israel no sólo servirá a Jehová su Dios en el futuro, sino que también servirán a David su rey.
Otro pasaje es Ezequiel 34:23-24. Cuando la restauración de Israel llegue, ya no será más en la forma de dos reinos con cada uno teniendo su propio rey. Ellos serán una nación reunida con sólo una cabeza, y esa cabeza será el David resucitado, quien servirá como su príncipe. Así que mientras Jehová servirá como su Dios y Rey absoluto, David servirá bajo Él como el príncipe de Dios sobre Israel.
Luego, en Ezequiel 37:24-25, Ezequiel reitera el hecho de que tendrán a David fungiendo como el rey de Israel. Él va a ser su príncipe y pastor. Bajo su guía, Israel será capaz de guardar los mandamientos rectos de Dios. La Tierra también les será restaurada así como David su rey.
Un pasaje final que apunta a este aspecto del gobierno del Milenio es Oseas 3:5. Haciendo los mismos puntos de Jeremías y Ezequiel, Oseas declara que en la restauración futura, Israel no sólo será sirviente de Jehová su Dios, sino también de David su rey.
Mientras que todos estos pasajes son a menudo explicados como en realidad refiriéndose al Hijo mayor de David, nada en el texto indica que David deba tomarse simbólicamente. Si los profetas querían referirse al Mesías en conexión con David, usaban términos como “Raíz de Isaí”, “Rama de David”, “Hijo de David” o “Simiente de David”. Ninguna de estas expresiones es usada aquí. El texto simplemente declara, David. En concordancia con la interpretación literal, es mejor tomar el texto tal como se lee, significando el David literal, quien, en su forma resucitada, funcionará como el rey sobre Israel y como un príncipe en sujeción al Rey del mundo. Es en este sentido que Israel servirá como rey y príncipe. Desde el punto de vista de Israel, David será su rey gobernando sobre ellos. Pero desde el punto de vista del Mesías, David será un príncipe.
2. Príncipes
En adición a las posiciones del gobierno ya especificadas, existe la mención de otros gobernadores titulados simplemente como príncipes. Un pasaje tal se encuentra en Isaías 32:1. El rey reinando en rectitud será el Señor Jesús. Junto a Él está la mención de príncipes que estarán en posiciones de autoridad y de carácter justo.
Un segundo pasaje es Ezequiel 45:8. El contexto completo del pasaje (Ez. 40-48) será discutido en el capítulo siguiente. Pero por ahora, debería observarse que, una vez más, hay una mención de príncipes que están en posiciones de autoridad en el Milenio. Contrario a príncipes en el pasado, éstos no se caracterizarán por la opresión. Involucrada en su autoridad estará la partición de la Tierra de Israel en doce divisiones tribales.
El resucitado Zorobabel, mencionado en Hageo 2:20-23, estará muy probablemente entre estos príncipes. El momento de la posición exaltada de Zorobabel será después de la conmoción de los cielos y la tierra (vv. 20-21) y la destrucción de los ejércitos invasores (v. 22). Ambas de ellas ocurrirán en la Segunda Venida. Es después de estos eventos que a Zorobabel se le promete una posición exaltada (v.23), lo que lo hará tan cercano a Dios como un anillo de sello lo está a un rey. Zorobabel ha sido escogido para una posición exaltada en el Reino y aparentemente estará entre los príncipes mencionados por otros dos profetas. Zorobabel también es de la Casa de David.
3. Jueces y Consejeros
Otro grupo de gobernadores en el Reino serán los jueces y los consejeros mencionados en Isaías 1:26. Esta posición de autoridad estará relacionada particularmente con la Ciudad de Jerusalén. Estos gobernadores serán responsables de dispensar justicia en un sentido judicial y no habrá ninguna perversión de esta justicia.
4. Israel sobre los gentiles
El eslabón final en esta cadena de mando en la rama judía del gobierno es que Israel va a convertirse en la cabeza sobre los gentiles. Se dirá más acerca de esto en el siguiente capítulo, pero se debe hacer una mención de eso aquí.
El hecho de que Israel se va a convertir en la cabeza de los gentiles fue parte de las promesas de Dios a Israel en el libro de Deuteronomio. Un pasaje tal ése es Deuteronomio 15:6.
El liderazgo sobre los gentiles va a ser parte de la recompensa de Israel por su obediencia en Deuteronomio 28:1.
Tal obediencia y tal supremacía aguardan la regeneración nacional de Israel. Está promesa es reiterada en Deuteronomio 28:13. Además de las declaraciones que se hallan en la Ley de Moisés, los Profetas también describieron la supremacía futura de Israel sobre los gentiles. Un pasaje tal es Isaías 14:1-2.
Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel, y lo hará reposar en su tierra; y a ellos se unirán extranjeros, y se juntarán a la familia de Jacob. Y los tomarán los pueblos, y los traerán a su lugar; y la casa de Israel los poseerá por siervos y criadas en la tierra de Jehová; y cautivarán a los que los cautivaron, y señorearán sobre los que los oprimieron.
Los gentiles no sólo conducirán a los judíos de vuelta a la Tierra de Israel, sino que serán poseídos por Israel. Se convertirán en siervos de Israel. Pasajes similares se encuentran en Isaías 49:22-23 y 61:6-7.
La vara de hierro que caracterizará la autoridad del gobierno en el Reino será implementada a través de varias esferas y posiciones de autoridad.
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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Publicado con permiso de:
Ariel Ministries (ariel.org)