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miércoles, 11 de septiembre de 2024

Evangelismo Centrado en la Profecía

 Por Tim Moore

¿Entiendes lo que lees? Él dijo: —¿Y cómo podré, si alguien no me enseña? (Hechos 8:30-31)

Una crítica constante a la profecía bíblica — o al menos a los defensores de la importancia de la Palabra profética de Dios — es que tiene poca relevancia para los creyentes individuales, o para la obra central de la Iglesia. Muchos pastores expresan renuencia a predicar sobre la profecía porque tienen muchas otras preocupaciones que claman por su atención, desde problemas matrimoniales y familiares, hasta Satanás y el pecado pisándole los talones a su rebaño.

Otros son abiertamente hostiles a la profecía bíblica. Rick Warren, un prominente pastor que dirige una gran iglesia y es un autor de best-sellers, caracteriza la profecía como una “distracción”, y dice que cualquiera que se permita involucrarse en distracciones como estudiar la profecía “no es apto para el reino de Dios”. Otro conocido defensor del cristianismo reimaginado, Tony Campolo, dijo: Los cristianos rígidos, que creen en la posibilidad del pronto regreso de Jesús son un problema real para todo el mundo”. Está claro que estos hombres expresan una hostilidad hacia la profecía bíblica que es perturbadora.

Los propios discípulos de Jesús expresaron ciertas expectativas basadas en su comprensión de las profecías del Antiguo Testamento. Durante una visita a Jerusalén, después de la profecía de Jesús acerca de la destrucción del impresionante Templo construido por Herodes, se acercaron al Señor en privado y le preguntaron: “Dinos, ¿cuándo sucederán estas cosas, y cuál será la señal de tu venida y del fin del siglo?” (Mateo 24:3). Jesús no desestimó sus expectativas ni se burló de su entendimiento. Y, ciertamente, no reprendió su interés en lo que había sido profetizado. En cambio, expuso las señales de Su venida y del fin del siglo.

¿Por Qué Estudiar Profecía?

La primacía de la profecía fue introducida en los primeros capítulos del Génesis por Dios mismo y está entretejida a lo largo de todo el libro hasta el último capítulo del Apocalipsis. Pronunciada por Dios — ya sea directamente o a través de Sus profetas — beneficia a aquellos que la toman en serio.

Después de Su resurrección, Jesús le preguntó a Pedro tres veces: “¿Me amas?” (Juan 21:15-17). Pero, en Juan 12:44, la pregunta retórica detrás de Su interacción con la multitud era: “¿Confían en mí?”, incluso cuando dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió”. Y, puesto que el espíritu de la profecía es el testimonio de Jesús, el estudio de la Palabra profética de Dios nos ayuda a identificar, entender y compartir al Hijo.

En un sentido muy real, el mayor valor de entender la profecía bíblica no radica en ahondar en el conocimiento secreto accesible sólo a los súper santos del Altísimo. Proporciona la motivación y la comprensión para compartir el Evangelio con la Palabra inspirada por Dios y en el poder del Espíritu Santo.

Esto nos lleva al pasaje citado al principio de este artículo y explica la misión de Felipe en el camino de Jerusalén a Gaza. Un ángel le dijo: “Levántate y ve al sur”, se levantó y se fue (Hechos 8:26-27). Cuando llegó allí, se encontró con un eunuco etíope que regresaba a casa después de adorar en Jerusalén. Este hombre era obviamente observador y viajó una larga distancia para llegar al Templo. A pesar de su devoción, el eunuco era incapaz de entender los escritos proféticos de Isaías: “Como oveja a la muerte fue llevado; y como cordero mudo delante del que lo trasquila, así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; mas su generación, ¿quién la contará?, porque fue quitada de la tierra su vida” (Hechos 8:32-33, citando a Isaías 53:7-8).

Inspirado por el Espíritu Santo, Felipe “abrió su boca, y comenzando desde esta Escritura le anunció el evangelio de Jesús” (Hch 8:35). Los ojos del etíope también se abrieron e inmediatamente expresó el deseo de profesar su fe en Cristo. La obediencia de Felipe y su disposición a explicar la verdad de la profecía mesiánica hicieron que el nuevo converso siguiera su camino lleno de gozo.

Otro ejemplo famoso de evangelismo a través de la profecía se encuentra en el primer sermón de Pedro en Pentecostés. Se encuentra en Hechos 2:14-36, es una recitación de una profecía tras otra cumplida en la vida y persona de Jesús. Joel dijo: “Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán...”. “No estamos ebrios de vino, sino llenos del Espíritu Santo de Dios”.

Hablando del Mesías, David predijo: “No dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que Tu santo vea corrupción...”. “Jesús nazareno, aprobado por Dios con maravillas, prodigios y señales... fue entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios para ser crucificado por manos de inicuos... pero Dios lo levantó, porque era imposible que fuera retenido por la muerte”.

También se le prometió a David que uno de sus descendientes se sentaría en su trono, aunque David permanece muerto y enterrado mientras Jesús vive de nuevo. Es por eso que David también previó a Su Hijo exaltado ascendiendo al cielo, y escuchó de antemano: “Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”. “Ésta es una promesa que permanece en Jesús, el Señor y Cristo, a quien ustedes crucificasteis”.

Al oír esta clara lectura de la profecía bíblica y comprender su cumplimiento en la persona de Jesús, 3,000 de las personas reunidas en Jerusalén “se compungieron de corazón” y clamaron por salvación.

Testimonios Abundan

Podría citar muchos ejemplos de hombres y mujeres compungidos de corazón por la profecía bíblica. Cara a cara con la verdad de que Jesús es el Cristo profetizado, el Hijo del Dios viviente; consciente de que Él derramó Su propia sangre inocente de acuerdo con el plan de salvación predicho por Dios; convencido de que Él murió, pero no sufrió corrupción al resucitar y ascender a la diestra del Padre en el Cielo; convictos de su propio pecado y del castigo merecido por su pecado contra Dios, como se dice en Su Palabra; y creyendo en Su promesa de preparar un lugar para aquellos que confían en Él y rescatarnos de la ira venidera... hombres, mujeres, niños y niñas han invocado el Nombre de Jesús y así han sido salvos.

Nuestro amigo y colega evangelista, Jimmy Phillips, ha estado predicando la profecía bíblica durante 76 años. Cuando se le preguntó por qué enfatizaba la Palabra profética de Dios, Jimmy respondió: “La predico en primer lugar porque la Biblia la enseña. La Biblia no tiene errores. Y los santos varones de Dios hablaron inspirados por el Espíritu”. Con respecto a la urgencia de ese mensaje, el Dr. Phillips dijo: “La convergencia de las señales que tenemos hoy apuntan al Rapto de la Iglesia”.

John Neese, el fundador de SAC Orphans, ha descubierto que la profecía bíblica lo conecta con los niños en Rusia. Resuenan con la esperanza y la promesa transmitidas en las profecías que apuntan a nuestro Señor venidero.

George Collich, quien formó parte del personal del Ministerio Cordero y León durante muchos años, se sintió atraído hacia el Señor mientras escuchaba al Dr. David Reagan enseñar acerca de Apocalipsis.

Jack Hollingsworth, cuya vida fue devastada por el alcohol, fue salvado y luego dedicó su vida a convertirse en un evangelista cantante ansioso por proclamar la verdad profética que lo había liberado.

Aún hay Poder en la Palabra

Juan el Bautista preguntó a los fariseos y a los saduceos: “¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” (Mateo 3:7). Pablo afirmó que, entre las bendiciones que Dios da a los que reciben la salvación está “esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1 Tes. 1:10). Sin la Palabra profética, no tendríamos ninguna advertencia de la ira ni anticipación del rescate. Alabado sea Dios que, sabiendo ambos, estamos motivados a un evangelismo urgente.

Jesús dijo a sus discípulos: “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63). Algunos cristianos piensan que las palabras en letras rojas de su Biblia impresa tienen un significado especial, ya que han sido coloreadas por los editores para resaltar las palabras habladas de Cristo. Ese mismo patrón continúa en Apocalipsis en Biblias promocionadas como “Ediciones de Letras Rojas”.

Pero, ¿qué hay de las palabras registradas en Apocalipsis 21:5-8? El que está sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas”. Me dijo: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”. Y me dijo: “Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, le daré gratuitamente de la fuente del agua de vida”.

Esas palabras no están coloreadas de rojo por los editores de mi Biblia, sin embargo, son claramente dichas por Dios. Lo mismo es cierto en Génesis 1:3, cuando nuestro Dios Creador dijo: “Sea la luz”.

El punto es que, ya sea que las palabras estén en rojo o no, o entre comillas o no, o incluso precedidas por la frase: “Así dice el Señor...”, “toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16).

En resumen, toda la Palabra de Dios está centrada en el Evangelio y es evangelística. Y eso ciertamente incluye Su Palabra profética.

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Libro: Ira y Gloria (3ra edición) – Capítulo 1 (parte 3)

La Comprensión del Apocalipsis

Por Dr. David R. Reagan

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Claves para la Comprensión

El avance psicológico que logré es la primera de varias claves para entender el Apocalipsis. Existen algunas otras claves que debe tener en cuenta. Les voy a dar diez en total.

Podría darles más, pero sólo me voy a concentrar en las diez claves más importantes para comprender este maravilloso libro.

Creer que Dios Quiere que Comprendas

1 La primera es la clave a la que ya he aludido, pero quiero desarrollarla con más detalle. La primera clave para comprender el libro de Apocalipsis es que crea con todo su corazón que Dios quiere que lo entienda. Pongo esta clave en primer lugar porque debe abordar el libro con la actitud correcta si espera sacar algo de él.

No puedo enfatizar demasiado la importancia de este avance psicológico que debe tener lugar. Debes creer que Dios quiere que comprendas. Tienes que dejar de desestimar el libro como un ejercicio intelectual para los teólogos, o como una fantasía para los fanáticos. No, es para el cristiano promedio. Mejor aún, es para todos los cristianos. Eso significa que es para ti, si eres un hijo de Dios. Y es para que lo comprendas.

Una Revelación de Jesús

¿Has notado alguna vez que el libro de Apocalipsis comienza con una palabra de aliento con respecto a la comprensión del mismo? Considere Apocalipsis 1:1 — “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan”. Éste es un versículo alentador. Afirma que Dios quiere que comprendas lo que contiene el libro.

Note nuevamente las primeras palabras: “La Revelación de Jesucristo”. La palabra “revelación” se traduce de la palabra griega “apocalypse”, que significa desvelamiento. ¿No es interesante? El libro comienza declarando que es el desvelamiento o el descubrimiento o la revelación de Jesucristo. No es de extrañar que Satanás no quiera que nadie lo lea, porque el libro se centra en Jesús desde el principio hasta el final.

Vayamos a Apocalipsis 19 y les mostraré lo que quiero decir. En Apocalipsis 19:10, que es uno de mis versículos favoritos del libro, se nos dice que “el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. La profecía se centra en Jesús. El libro de Apocalipsis es literatura profética. De principio a fin, se centra en Jesucristo. Es la revelación de Jesús. Muestra Su gloria presente y revela la gloria mayor que está por venir. Con un mensaje como ése, ¿no crees que Dios quiere que comprendas lo que dice el libro?

Dios Desea Comunicarse

Una vez más, el primer paso es psicológico. Debes creer que Dios quiere que comprendas el libro. Ahora, déjame razonar contigo aquí por un momento. ¿Por qué Dios te escribiría un libro que no quería que entendieras? Cada libro de la Biblia es como una carta personal que Dios nos ha escrito a ti y a mí. Quiere comunicarse con nosotros. Quiere compañerismo. Busca comunión. ¿Cómo tienes compañerismo con alguien? La conclusión es que tienes que comunicarte con ellos.

Dios desea hablar con nosotros. Quiere que nos comuniquemos con Él por medio de la oración y de la lectura de su Palabra. Dios no está jugando con nosotros. Él no escribió la Biblia para los estudiantes de doctorado en los seminarios. No tienes que tener títulos apilados encima de títulos. De hecho, no tienes que tener algún título. El elemento indispensable es el poder interno del Espíritu de Dios.

La Necesidad del Espíritu Santo

2 La segunda clave para comprender el libro de Apocalipsis es apoyarse en la iluminación del Espíritu Santo. Permite que el Espíritu Santo sea tu maestro y entonces lo comprenderás. Dado que sólo los cristianos tienen el Espíritu Santo, el incrédulo simplemente mira el libro de Apocalipsis y lo considera un montón de palabrerías. Está más allá de su alcance.

Desafortunadamente, este punto se aplica a muchos cristianos profesantes. Me refiero a aquellos que dicen ser cristianos pero que no tienen al Espíritu Santo viviendo dentro de ellos, porque en realidad nunca han nacido de nuevo. Están en la lista de miembros de la iglesia. Es posible que hayan pasado por alguna ordenanza como el bautismo. Incluso pueden enseñar en un seminario. Pero en realidad nunca han nacido de nuevo, y no tienen ninguna relación personal con Jesucristo. Tales personas no pueden comprender Apocalipsis.

Pero te estoy diciendo que todas las personas sobre la faz de esta tierra que verdaderamente ha nacido de nuevo y, por lo tanto, tienen el poder del Espíritu Santo, que mora en ellos, puede comprender el libro.

Depender del Espíritu Santo

Confiar en el Espíritu para comprender la Palabra de Dios es una verdad fundamental de la Biblia. Debes confiar en el Espíritu Santo, y no en tus propios poderes intelectuales.

Déjame darte un ejemplo de lo que estoy hablando. En 1 Corintios 2, Pablo enfatiza esto una y otra vez. Dice que los cristianos no hablan la sabiduría del mundo; más bien, hablamos la sabiduría de Dios. Luego se apresura a señalar que la sabiduría de Dios es un misterio. Es una “sabiduría oculta”, que Dios predestinó antes del comienzo del mundo, y Pablo dice que es una sabiduría que viene sólo a aquellos que tienen el Espíritu de Dios. En el versículo 10 del capítulo 2 dice: “Pero Dios nos los reveló [Sus secretos] a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios”. En el versículo 11, agrega, “nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios” (NVI).

Paul luego señala el punto al que me refiero. Se encuentra en 1 Corintios 2:12 — “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”. Resume el punto en el versículo 16, donde dice que debido a que tenemos el Espíritu, “tenemos la mente de Cristo”. ¿Qué está diciendo Pablo? Nos está enseñando que sólo a través del Espíritu de Dios podemos comprender los misterios de Dios.

El Maestro Más Grande de Dios

El apóstol Juan señala lo mismo en el capítulo 2 de su primera epístola. En el versículo 20 dice que tenemos “la unción del Santo”. En el versículo 27, observa que esta unción es la clave para nuestra comprensión de las Escrituras, porque el Espíritu Santo es nuestro maestro. Así es como lo expresa: “Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él” (1 Juan 2:27).

Lo que Juan está diciendo aquí es que el Espíritu Santo es nuestro maestro supremo de las Escrituras. El Espíritu Santo puede obrar de muchas formas diferentes. Puede obrar directamente sobre el creyente, dándole testimonio a su espíritu (Romanos 8:16). Además, puede trabajar a través de la Palabra de Dios, o un cantante, o un ministro que predique un sermón, o un programa de audio o video. El Espíritu Santo es el maestro de Dios. En consecuencia, si aprendes algo de este libro, es sólo porque me he apartado, y he permitido que el Espíritu me llene hasta el punto de que Dios te puede hablar a través de mí y a tu espíritu, permitiéndole abrir los ojos a algunos de los misterios de Dios.

Piénsalo de esta manera. El Espíritu Santo es quien escribió la Biblia. Cada libro de la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, fue escrito por la misma persona — por el Espíritu Santo de Dios. ¿Quién puede enseñarte mejor que el Espíritu que escribió el libro? Así que apóyate en el Espíritu Santo dentro de ti, y confía en Él para que te enseñe lo que significa la Palabra de Dios.

¡Apocalíptico!

Y, por favor, no te dejes engañar por las personas que vienen y dicen: “Pero el libro de Apocalipsis es apocalíptico; por lo tanto, no puedes entenderlo”. Eso es un montón de tonterías, puras tonterías. Escuché eso durante años. “¡Es apocalíptico! ¡Es apocalíptico!”. La palabra me aterraba. Sonaba como una enfermedad.

Todo lo que el término significa es que el libro de Apocalipsis es un tipo de literatura profética que usa muchos símbolos. Debido a que contiene tantos símbolos, algunas personas enseñan el libro como si fuera una especie de historia de Alicia en el País de las Maravillas para adultos. Parte de ese enfoque es desestimar las vívidas imágenes espiritualizándolas para que signifiquen cualquier cosa que el maestro desee. El único límite es la imaginación. Éste es un enfoque poco sólido.

Descifrar los Símbolos

La tercera clave para comprender Apocalipsis es tener en cuenta que los símbolos se usan para un propósito específico. Representan algo. Tienen un significado literal detrás de ellos. Ellos no fueron seleccionados desordenadamente por el Espíritu Santo cuando inspiró el libro, y no representan cualquier cosa que podamos desear.

Tomemos a Jesús, por ejemplo. En la Biblia se le conoce como la “Rosa de Sarón” (Cantar de los Cantares 2:1). Ahora bien, Jesús no es una rosa, pero la afirmación de que Él es la “Rosa de Sarón” comunica algo real sobre Él. Nos dice que es hermoso, que es glorioso, que es maravilloso, que es el aroma espiritual de Dios. También se le llama el “Pan de Vida” y la “Fuente de vida”. Cada uno de estos símbolos se usa para enfatizar una faceta diferente de Su carácter. ¡Piense en lo inapropiado que sería referirse a Él como “el cardo ruso de Texas”! Ese símbolo evoca la imagen de algo feo y desarraigado, sujeto a todos los caprichos del viento.

Lo mismo ocurre con los símbolos en toda la Biblia. Cuando se usa un símbolo, busque siempre el significado literal detrás de él. Dios no usa símbolos al azar, simplemente sacándolos del cielo como si no tuvieran significado alguno. Además, cuando intente comprender un símbolo, busque su uso en otros lugares de la Biblia. Como ejemplo, en el Discurso de Jesús en el Monte de los Olivos, que dio a Sus discípulos durante la última semana de Su vida, presentó una parábola sobre una higuera. Al buscar en la Biblia otras ocasiones en las que se usa una higuera como símbolo, queda claro que es un símbolo muy común para la nación de Israel (Oseas 9:10, Joel 1:7 y Jeremías 24:1–10).

Usar las Profecías de la Primera Venida como Guía

4 La cuarta clave para entender Apocalipsis es recordar que las profecías de la Primera Venida contenidas en los libros apocalípticos del Antiguo Testamento, como el libro de Zacarías, significaban exactamente lo que decían. Este es un punto extremadamente importante, porque la forma en que se cumplieron las profecías de la Primera Venida es la mejor pista de cómo se cumplirán las profecías de la Segunda Venida.

Consideremos algunos ejemplos del libro de Zacarías. El profeta dijo que el Mesías vendría en un asno, y que entraría a Jerusalén en ese asno (Zacarías 9:9). Ahora, estoy seguro de que algunos de nuestros teólogos liberales de hoy, si hubieran vivido antes de la venida de Cristo, habrían tomado ese versículo y dicho: “Bueno, por supuesto, este versículo no significa lo que dice. Ésta es literatura apocalíptica. Toda la literatura apocalíptica debe espiritualizarse. El Mesías ciertamente no vendrá en un asno. Eso es absurdo. Todo lo que el versículo significa es que Él será una persona humilde”. Incorrecto. El verso significaba lo que decía. Jesús vino en un asno, exactamente como estaba profetizado en la literatura apocalíptica (Mateo 25:1–9).

Zacarías también profetizó que el Mesías sería traicionado por un amigo (Zacarías 13:6), por 30 piezas de plata (Zacarías 11:12). Dijo que el Mesías sería traspasado (Zacarías 12:10), y que tendría heridas en Sus manos (Zacarías 13: 6). Todas estas profecías resultaron ser más literales que simbólicas.

Con respecto a la Segunda Venida del Mesías, Zacarías dijo que regresará al Monte de los Olivos, y que el monte se partirá por la mitad cuando Su pie toque el suelo (Zacarías 14:4). El Mesías hablará una palabra sobrenatural, que destruirá al Anticristo y sus fuerzas con una plaga (Zacarías 4:12). Y en Zacarías 14: 9 dice: “Y Jehová será rey sobre toda la tierra”. Creo que esas palabras significan exactamente lo que dicen.

Aceptar el Sentido Llano

Otra clave para entender el libro de Apocalipsis, una clave muy importante, es aceptar el significado de sentido llano de cada pasaje. Incluso si no lo entiende, la mejor regla general es simplemente aceptar el significado del sentido llano. Mi “Regla de Oro de Interpretación” que utilizo en toda la Biblia, de principio a fin, ya sea profecía o no, es ésta: Si el sentido llano tiene sentido, no busques ningún otro sentido, o terminarás en un sinsentido”.

Como me doy cuenta de que la literatura profética contiene símbolos, no me gusta usar el término “interpretación literal”. Prefiero el término “interpretación de sentido llano”. Sí, hay símbolos, pero los símbolos tienen significado. Y cuando se usan símbolos, busco su significado. Nuevamente, si el sentido simple tiene sentido, no busque ningún otro sentido, ¡o terminará en un sinsentido!

Recuerda que Dios no escribe en acertijos para confundirnos a propósito. Sabe comunicarse. Normalmente, dice lo que quiere decir y quiere decir lo que dice. Trata siempre de aceptar el significado de sentido llano. Si no lo entiendes, no te preocupes. Deja a un lado lo que te confunde y aférrate a lo que entiendes. No cedas a la tentación de espiritualizar un pasaje o alegorizarlo. Es algo serio tratar a la ligera la Palabra de Dios.

La espiritualización de las Escrituras es en realidad un acto blasfemo. La razón es que cuando comienzas a espiritualizar la Palabra de Dios, comienzas a jugar a ser dios, porque puedes hacer que las Escrituras signifiquen lo que quieras, en lugar de lo que Dios quiso.

Creer Cuando es Difícil

El mejor comentario que he leído sobre el libro de Apocalipsis es uno que se llama The Revelation Record [El Registro del Apocalipsis], por el Dr. Henry Morris.4 Justo al principio hizo una declaración que me motivó a querer gritar “¡Aleluya!”. Dijo: “El libro de Apocalipsis no es difícil de entender. Es difícil de creer. Si lo cree, lo comprenderá”.5 ¡Qué percepción tan profunda! Y es tan cierta. No lo olvides.

Aceptar el significado de sentido llano se aplica incluso cuando no comprendes el pasaje. Déjame darte un ejemplo. En Apocalipsis 9 se dice que en los tiempos del fin un ejército de 200 millones va a marchar desde el este hacia Israel. En el momento en que se escribió eso, ni siquiera había 200 millones de personas en el mundo. ¿Te imaginas a los primeros lectores del libro tratando de averiguar qué significaba eso? Hoy, una nación, China, puede enviar un ejército tan grande contra Israel. ¿Ves lo que quiero decir con aceptar lo que dice incluso si no lo entiendes?

Ésta es una de las razones por las que siempre he tenido los escritos de C. I. Scofield en alta estima. Él es el hombre que en 1909 produjo una de las primeras Biblias de estudio de Estados Unidos: — una Biblia con notas explicativas.6 Dio una interpretación literal a Ezequiel 38 y 39, concluyendo que estos capítulos profetizan que Rusia, junto con aliados específicos, invadirá Israel en los tiempos del fin. Comentando más tarde sobre esta interpretación, declaró: “No lo entiendo. No puedo explicarlo. Pero eso es que dice. Por lo tanto, lo creo”.

Esa declaración requirió mucha fe en el significado literal de la Palabra de Dios. Piénselo — en 1909 Rusia era una nación cristiana ortodoxa e Israel no existía, ¡ni había ninguna posibilidad de que Israel existiera alguna vez!

El Impacto de la Tecnología

La tecnología moderna nos ha ayudado a comprender muchas profecías que anteriormente eran un misterio. Por ejemplo, en Apocalipsis 13 dice que cuando se revele el Anticristo, lo acompañará una persona conocida como el Falso Profeta. Este Falso Profeta hará una imagen del Anticristo, y esa imagen parecerá cobrar vida. La gente adorará la imagen.

Durante miles de años, la gente ha tenido que preguntarse qué significa la referencia a una imagen que parece estar viva. Los eruditos escribieron muchas páginas dando al pasaje todo tipo de explicaciones espiritualizadas. Hoy, con la tecnología que tenemos, no es nada difícil hacer una imagen de holograma que parezca estar viva.

Hace cincuenta años entré en un teatro en Disneyland. Cuando se abrió el telón, vi a una persona que se parecía a Abe Lincoln sentada en el escenario. Se levantó, se acercó al borde del escenario, tomó las solapas de su abrigo y procedió a pronunciar el “Discurso de Gettysburg”. La persona era tan realista. Pensé que era actor. No lo era. La persona era un robot.

La Biblia dice que el Falso Profeta hará una imagen del Anticristo que parecerá cobrar vida. Creo que deberíamos creer que la Biblia significa lo que dice. Las tecnologías modernas como los hologramas hacen que esto sea más posible que nunca.

En el mismo capítulo de Apocalipsis, capítulo 13, se nos dice que toda persona en la tierra durante el período de la Tribulación deberá tener una marca de la bestia (ya sea su nombre o número) en la frente o en la mano derecha para poder comprar y vender.

Durante siglos, ésta fue una profecía cuyo cumplimiento de sentido llano era difícil de comprender. Pero ya no. Hoy, con el tipo de tecnología que tenemos con computadoras y láseres, tal marca es algo que es fácilmente posible. No obstante, hasta hace poco la gente sólo tenía que aceptar por fe que el pasaje significaba lo que decía.

Otro ejemplo se encuentra en Apocalipsis 11, donde dice que durante la Tribulación dos grandes testigos de Dios testificarán durante tres años y medio. Realizarán milagros poderosos y luego serán asesinados por el Anticristo. Sus cuerpos yacerán en las calles de Jerusalén durante tres días, y dice que toda la gente del mundo los contemplará. Entonces, de repente, serán resucitados y llevados al cielo.

No hace falta decir que, antes del Sputnik soviético en 1957, y el lanzamiento de satélites de comunicaciones en la década de 1960, que el pasaje era difícil de explicar. ¿Cómo podría todo el mundo contemplar dos cadáveres tendidos en las calles de Jerusalén?

Hoy, no hay nada que hacer. Todo lo que tiene que hacer es tomar una cámara de televisión, apuntarlos y transferir la transmisión a un satélite. Instantáneamente, el mundo entero puede mirar esos cuerpos sin ninguna dificultad.

Resumiendo

La gente ha pasado siglos desestimando la Palabra de Dios, simplemente porque no necesariamente la entendió. Estoy diciendo que adopte el enfoque del sentido llano. Suponga que Dios quiere comunicarse, que Dios sabe cómo comunicarse y que Dios dice lo que quiere decir y quiere decir lo que dice. Cree que los símbolos representan algo literal, y acéptelos por su significado de sentido simple. Si haces esto, comenzará a comprender el libro de Apocalipsis.

Bien, hemos cubierto cinco claves para entender las profecías de Apocalipsis.

  • Primero, crea que Dios quiere que lo entiendas.
  • En segundo lugar, confíe en el Espíritu Santo para que sea su maestro.
  • En tercer lugar, recuerde que los símbolos representan algo literal.
  • Cuarto, use el cumplimiento literal de las profecías de la Primera Venida como guía para comprender las profecías de la Segunda Venida.
  • En quinto lugar, acepte el significado de sentido llano, incluso si no es completamente comprensible para usted.

Lea la parte 1 aquí

Lea la parte 2 aquí

Recurso recomendado:

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (www.endefensadelafe.org)

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jueves, 23 de septiembre de 2021

Libro: Ira y Gloria (3ra edición) – Capítulo 1 (parte 2)

La Comprensión del Apocalipsis

Por Dr. David R. Reagan

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¿Un Libro para Teólogos o Fanáticos?

En la mayoría de las iglesias, el libro de Apocalipsis o se ha ignorado por completo, o la gente se ha convencido de que es un enigma que nadie puede entender, a menos que tenga un doctorado en hermenéutica, sea lo que eso sea. Tal vez si tienes eso, o una imaginación vívida, podrías entender el libro. 

La actitud general en la Cristiandad parece ser que el libro de Apocalipsis es algo sólo para dos tipos de personas. Es para el doctor en teología, que tiene títulos apilados sobre títulos. Es para que juegue con él en un intento de descifrar los significados espirituales profundos y ocultos. O es para que juegue el fanático mientras busca al Anticristo debajo de cada roca o intenta establecer una fecha para la Segunda Venida.

Así que ése es el problema que tenemos en la cristiandad con respecto al libro de Apocalipsis. Tenemos una tremenda barrera psicológica contra la lectura y la comprensión de este maravilloso libro. 

Una vez más, el trágico resultado es que la mayoría de los cristianos nunca han leído el libro. ¿Y sabe qué? Satanás realmente ama eso.

Engaños Satánicos

Satanás no quiere que nadie lea el libro de Apocalipsis. ¿Sabe por qué? Porque el libro cuenta cómo va a salir todo al final. Satanás quiere mantenerlo en suspenso. Satanás quiere que siga adivinando. Satanás quiere mantener sus ojos enfocados en el mundo inicuo en el que vivimos, para que piense que el mal va a triunfar. Su esperanza es que pierdas la esperanza y decida echar su suerte con la maldad. 

Otra razón por la que Satanás no quiere que nadie lea el libro de Apocalipsis es porque el libro declara en términos inequívocos que Satanás va a ser totalmente derrotado y Jesucristo va a ser completamente victorioso. El libro revela que la gran batalla cósmica del universo, que ha tenido lugar desde el principio de los tiempos, la va a ganar Dios el Padre, el Creador del universo. Y el libro proclama que, aquellos que han echado su suerte con Dios, al aceptar a Su Hijo como Señor y Salvador, van a reinar con Él eternamente.

Un Mensaje de Ira y Gloria

El libro de Apocalipsis es un libro de noticias increíblemente buenas para aquellos que son hijos de Dios. Somos llamados por el Espíritu a leerlo, creerlo, y obtener esperanza de él. El libro también contiene algunas noticias increíblemente malas, porque presenta una imagen gráfica del derramamiento de la ira de Dios sobre aquellos que han rechazado a Jesús. 

Ira y gloria — ése es el mensaje de Apocalipsis. La gloria del regreso triunfante de Jesús y Su reinado sobre todo el mundo es algo que los cristianos pueden aceptar e incluso anhelar. Pero a muchos les resulta difícil, si no imposible, aceptar el concepto de Dios derramando Su ira. ¿Cómo puede un Dios de amor ser también un Dios de ira?

La Naturaleza de Dios 

Una cosa que tiene que entender es que Dios tiene dos aspectos de Su naturaleza. Por un lado, está lleno de gracia y misericordia y amor — tanto amor que envió a su Hijo unigénito para morir por los pecados del mundo, aunque no lo merecíamos.

Pero hay otro aspecto de Dios del que rara vez se habla, muy rara vez se predica y la mayoría de los cristianos no saben nada al respecto.  El otro lado del carácter de Dios es que Él es perfectamente justo, y perfectamente santo, y perfectamente recto. Y porque Él es perfectamente justo, santo y recto, no tolerará el pecado.

Como dije antes, Dios trata con el pecado de una de dos maneras: ya sea con ira o con gracia (Juan 3:36). Si está bajo gracia, entonces Jesús regresará como su bienaventurada esperanza. Pero si está bajo la ira de Dios, Él vendrá como su santo terror. Jesús es el amor de Dios y es la ira de Dios.

El Cordero y el León

Jesús vino la primera vez como un cordero sufriente para morir por los pecados de la humanidad. Como un cordero, caminó mansamente hasta la Cruz, donde derramó Su sangre para hacer posible que nos reconciliamos con nuestro Dios Creador. Mediante el sacrificio de ese Cordero manso y puro, Dios proporcionó el perdón de nuestros pecados (1 Juan 1:7).

Pero Jesús no regresará como un cordero sufriente. No, regresará como un león conquistador (Jeremías 25:30–31). Él va a rugir desde los cielos y va a derramar la ira de Dios sobre aquellos que han rechazado la gracia, la misericordia y el amor de Dios (Apocalipsis 19:11–18).

Una Visión Equilibrada de Dios

Nuevamente, quiero enfatizarles que Dios va a lidiar con el pecado. Quiero enfatizar esto con mucha fuerza. Hay un pasaje en la Biblia que describe gráficamente esta verdad. Se encuentra en el libro de Nahum, en el Antiguo Testamento.

Por cierto, Nahum es uno de esos libros bíblicos que la mayoría de los cristianos nunca han leído. Lo más probable es que ni siquiera puedan encontrarlo. Es uno de los llamados “Profetas Menores”.

Detesto ese término, porque hace que los libros parezcan poco importantes. Nada más lejos de la verdad. Los Profetas Menores son muy importantes. Los profetas que los escribieron resultaron ser breves. Son “menores” sólo en el sentido de que sus libros son más cortos que los “Profetas Mayores”.

Ahora note lo que dice Nahum acerca de la naturaleza dual de Dios y Su determinación de lidiar con el pecado. En el capítulo 1 y el versículo 7, Nahum escribe: “Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían”.3 Esa es la imagen de Dios que a la mayoría de nosotros nos gusta apreciar. Así es como nos gusta pensar en Dios — un Dios lleno de amor, bondad, gracia, paciencia, misericordia y fuerza — un Dios que nos protegerá en nuestro día de angustia.

Pero observe el versículo 2: “Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación”. Ahora Nahum nos señala el otro aspecto del carácter de Dios. Y continúa: “se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable”.

Léalo de nuevo — “Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable” (Nahum 1: 3). Esas son palabras amenazadoras.

Una Visión Pervertida de Dios

Satanás ha tratado de crear una imagen falsa de Dios como el Gran Oso de Peluche Cósmico — como una figura grande, suave, cálida y peluda en el cielo. De la misma manera, Satanás ha tratado de crear la impresión de que, cuando estemos ante el Señor para ser juzgados, Dios pondrá Su brazo grande y suave alrededor de nosotros y nos acercará a Él y nos abrazará y dirá: “Bueno, sé que nunca aceptó a Mi Hijo como su Señor y Salvador. Pero viviste una muy buena vida, y ciertamente eras mucho mejor que el viejo réprobo que estaba al final de la calle. Y entonces, debido a eso, voy a pasar por alto tus pecados y tu rechazo a mi Hijo. Sólo entra en Mi reino y disfruta de la vida eterna conmigo”.

Déjenme decirles algo. Ese no es el Dios de la Biblia. Dios va a lidiar con el pecado, y lo hará con gracia o con ira. Jesús es la gracia y Jesús es la ira. Él vino primero en amor. Regresará con ira. Y derramará la ira de Dios sobre aquellos que han rechazado el regalo de amor de Dios.

El Tema y el Enfoque

Eso nos lleva al tema del Apocalipsis. El libro es una historia sobre la Segunda Venida de Jesucristo. De principio a fin, nos señala el pronto regreso de Jesús como nuestro Señor y Salvador. De hecho, el tema del libro se menciona en el primer capítulo del versículo 7. Dice: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén”. Ese es el tema de todo el libro de principio a fin.

El libro se centra en lo que los profetas del Antiguo Testamento llamaron “el día del Señor” (Joel 2:1). En su sentido más amplio, este término se refiere al período desde el comienzo de la Tribulación hasta el final del Milenio. Su significado más restringido, dependiendo del contexto, es el día que culminará la historia. Comenzará con Jesús surgiendo de los cielos como un poderoso guerrero, regresando para derramar la ira de Dios sobre sus enemigos. Concluirá con Jesús vinculando atando a Satanás y estableciendo Su reino aquí en la tierra.

¿Es de extrañar que Satanás no quiera que leamos el libro de Apocalipsis? Es por eso que ha convencido bastante al cristiano promedio de que el libro es ininteligible, que el libro no se puede entender, que es simplemente un patio de recreo para intelectuales o fanáticos y que el cristiano promedio debe mantenerse alejado de él.

Pero una vez más, quiero recordarles las palabras de Dios en 2 Timoteo 3:16–17: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Eso es toda la Escritura, y eso incluye el libro de Apocalipsis.

Una Victoria Personal

Permítanme decirles cómo logré mi gran avance en la comprensión del libro de Apocalipsis. Como dije antes, durante 30 años pensé que era un rompecabezas chino. Durante 30 años lo evité como una plaga. Durante 30 años lo consideré un montón de palabrerías.

Y luego, un día, en un momento de fervor religioso, hice la promesa de leer el Nuevo Testamento de principio a fin. Cuando llegué al libro de Apocalipsis, pensé: “Estoy atrapado. Hice un voto y ahora tengo que cumplirlo”. Decidí leer el libro lo más rápido que pudiera. Pero antes de que pudiera comenzar a escanearlo, noté algo que nunca antes había notado porque el Espíritu Santo de Dios me llamó la atención.

Fue Apocalipsis 1:3. Mire lo que dice: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”. Eso realmente me llamó la atención. Saltó de la página hacia mí. Dio testimonio a mi espíritu. “Bienaventurado el que lee el libro o lo oye leer”.

Soy una persona que cree en las promesas de Dios. Me regocijo por las bendiciones que Él promete, y quiero todas las bendiciones que Él tiene para ofrecer. Me emocionó descubrir que el libro de Apocalipsis es el único libro de la Biblia que comienza prometiendo al lector una bendición por leerlo.

¿Sabe lo que hice esa noche? Dejé de leer, incliné la cabeza y reclamé por adelantado la bendición de Apocalipsis 1:3 en oración. Dije: “Señor Dios, la bendición que quiero es la bendición de comprender este ‘rompecabezas chino’”.

Una Oración Contestada

Luego leí el libro. ¿Sabe qué? Obtuve algunas ideas mientras lo leía. Luego obtuve otra versión de la Biblia y oré: “Señor, reclamo Apocalipsis 1:3 en oración. Y la bendición que quiero, querido Señor, es la bendición del entendimiento”. Lo leí de principio a fin. Obtuve algunas ideas más. Entonces comencé a buscar otras traducciones para leer.

Empecé a emocionarme porque estaba empezando a entender lo que estaba leyendo. No entendía todo, pero algunas cosas empezaban a encajar. Una vez más, reclamé Apocalipsis 1:3 en oración. Dije: “Señor Dios, dame la bendición. Dámela de antemano. Voy a leerlo de principio a fin. Sabes que lo voy a hacer. Dame la bendición del entendimiento mientras leo”.

Bueno, he leído el libro de Apocalipsis cientos de veces desde entonces, y cada vez que todavía oro, “Oh, querido Dios, dame la bendición de Apocalipsis 1:3. Ayúdame a comprender más esta vez de lo que he entendido antes”. Cada vez Dios ha sido fiel a su promesa.

Todavía hay cosas en el libro de Apocalipsis que no entiendo. Probablemente hay algunas cosas que nadie entiende. En 1 Corintios 13:12 se nos dice que hay cosas en la Palabra de Dios que no podemos entender completamente, porque somos como una persona que se mira en un espejo oscuro. Pero, dice el pasaje, lo entenderemos cuando estemos cara a cara con Jesucristo.

No deje que eso lo desanime. Sólo tenga en cuenta que hay mucho más en el libro de Apocalipsis que puede comprender de lo que jamás será un misterio para usted, una vez que logre el avance psicológico fundamental de creer que Dios quiere que lo entienda.

Lea la parte 1 aquí

Lea la parte 3 aquí

Recurso recomendado:

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (www.endefensadelafe.org)

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jueves, 16 de septiembre de 2021

Libro: Ira y Gloria (3ra edición) – Capítulo 1 (parte 1)

La Comprensión del Apocalipsis

Por Dr. David R. Reagan

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“¡El libro de Apocalipsis es un rompecabezas chino que nadie puede entender!”. Debo haber escuchado esas palabras cientos de veces cuando crecía en la iglesia. 

¿Saben qué pasó? Que deseché el libro como causa perdida, y lo ignoré durante treinta años. ¿Para qué perder el tiempo tratando de descifrar un libro misterioso que ni siquiera los eruditos bíblicos podían entender?

Durante los cuarenta años, he estado enseñando profecía bíblica en todos los Estados Unidos y alrededor del mundo. Al hablar con cristianos de todas las denominaciones, he descubierto que la mayoría ignora el libro de Apocalipsis, y muchos realmente le tienen miedo.

La Importancia del Apocalipsis 

Este es el triste estado de cosas de la Iglesia en su conjunto, así como para los cristianos individuales. Es como leer una novela genial, pero nunca leer el último capítulo para ver cómo termina la historia. La lectura y la comprensión del libro de Apocalipsis son de vital importancia para la cristiandad, ¡porque nos dice que vamos a ganar al final! Es un libro de victoria, que está diseñado para animar a los cristianos mientras tratan de hacer frente, y superar a, este mundo pagano.

Estudiar el libro de Apocalipsis hoy es particularmente importante, porque los cristianos se enfrentan a dos grandes desafíos—la decadencia de la sociedad y la creciente apostasía en la Iglesia.1 Al enfrentar estas sombrías realidades, necesitamos el aliento que contiene el libro de Apocalipsis.

Hay otra razón por la que deberíamos enfocarnos en el Apocalipsis. Las señales de los tiempos claramente que estamos viviendo en los últimos días — que Jesús está a las puertas mismas del cielo, esperando el mandato de Su Padre de regresar por Su Iglesia.  que su Padre le dé la orden de regresar. El Estado de Israel ha sido restablecido. Los judíos están de regreso en Jerusalén. Europa se ha unido. Ya la tecnología moderna le ha dado sentido a numerosas profecías que nunca antes habíamos entendido.

A principios del siglo XX, no había señales en absoluto que indicaran el pronto regreso del Señor. La primera señal apareció en 1917, cuando la Declaración Balfour fue emitida por el gobierno británico, en la que prometía que Palestina se convertiría en una patria para los judíos. Hoy en día, hay tantas señales que apuntan al pronto regreso del Señor, que uno tendría que ser espiritualmente ciego para no discernirlas. Ya no busco señales; estoy escuchando sonidos — el toque de una trompeta y el grito de un ángel: “¡Viene el Novio!”.

¿Gloria o Ira?

Jesús regresará pronto, y ese hecho hace que el libro de Apocalipsis sea relevante para nuestras vidas. El libro comienza y termina con la promesa de que Jesús regresará. En Apocalipsis 1:7 se nos dice: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por”. El libro termina con Jesús mismo haciendo la misma proclamación: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apocalipsis 22:12).

El regreso de Jesús será el evento culminante de la historia. Para algunos, será el día más maravilloso de sus vidas, porque Jesús vendrá como su gloria, como su “bienaventurada esperanza” (Tito 2:13). Para otros, Su regreso será una experiencia aterradora, porque vendrá como su santo terror, derramando la ira de Dios sobre todos aquellos que han rechazado el regalo de amor, gracia y misericordia de Dios (Apocalipsis 19:11).

La Biblia dice que toda persona sobre la faz de la tierra está bajo la ira de Dios, o bajo Su gracia: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36). Es gloria estar bajo la gracia de Dios. Es terror estar bajo Su ira.

El regreso de Jesús significará gloria o ira para cada uno de nosotros. También significará ambas cosas para Jesús. Cuando regrese a esta tierra, vendrá en ira para juzgar y hacer la guerra contra los enemigos de Dios (Apocalipsis 19:11). Pero la ira será seguida por la gloria, cuando sea coronado Rey de reyes y Señor de señores y comience Su majestuoso reinado desde el monte Sion, como “Príncipe de Paz” (Isaías 9:6). Él manifestará Su gloria ante las naciones (Isaías 24:21–23), y recibirá el honor y la alabanza que le fueron negadas cuando vino por vez primera (2 Tesalonicenses 1:10).

Ira y gloria — estas dos palabras resumen el significado del regreso del Señor para ti, para mí y para Él.

Dios, en Su insondable gracia, no desea que nadie perezca, sino que todos sean traídos al arrepentimiento y la salvación (2 Pedro 3:9). Por tanto, Dios nos ha dado el maravilloso

Libro de Apocalipsis, para advertirnos de Su ira y llamarnos a Su gloria. Cuando comparezcamos ante Él, no tendremos excusas. Él nos lo ha explicado todo con anticipación y en detalle en el libro de Apocalipsis.

El Descuido de la Profecía

Comencemos nuestro estudio de Apocalipsis mirando dos versículos de 2 Timoteo 3 — los versículos 16 y 17. Pablo le escribió estas palabras a un joven predicador: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

Estos son versículos que la mayoría de los cristianos conocemos muy bien. Es posible que los conozca de memoria porque los ha memorizado, o puede que casi los haya memorizado porque los ha escuchado tantas veces. Probablemente se esté preguntando por qué motivo alguien comenzaría un estudio del libro de Apocalipsis con estos dos versículos. 

La mayoría de los cristianos conocemos muy bien estos versículos. Tal vez hasta te los sepas de memoria porque te los has aprendido, o casi los sepas de memoria por haberlos escuchado tantas veces. Tal vez te estés preguntando por qué razón estamos comenzando un estudio del Apocalipsis con estos dos versículos.

Bueno, les diré por qué. No hay porción de la Palabra de Dios que haya sido más ignorada por los estudiantes de la Biblia y por la Iglesia en general que la Palabra Profética de Dios. Eso es increíble si se tiene en cuenta el hecho de que casi un tercio de la Biblia es de naturaleza profética. 

Permítanme darles un ejemplo de lo que estoy hablando. La mayoría de los jóvenes que están estudiando hoy para ser predicadores, culminarán el seminario y nunca tomarán un curso sobre profecía bíblica. Se graduarán y predicarán durante años, y nunca predicarán un solo sermón sobre profecía bíblica. De hecho, ignoran un tercio de la Santa Palabra de Dios. 

Eso es lamentable, porque Pablo dijo, por inspiración del Espíritu Santo, que toda la Escritura — no sólo el Nuevo Testamento, no sólo los libros de historia del Antiguo Testamento, sino toda la Escritura — es inspirada por Dios. Eso incluye la profecía bíblica. Cuando Pablo dijo que “toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”, quiso decir que esa declaración incluía la profecía bíblica. 

Cuando Pablo dijo que «toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra», tenía la intención de que en esas palabras quedara incluida la profecía bíblica.

Toda la Palabra de Dios es práctica, realista y necesaria si queremos ser moldeados por el Espíritu Santo a la imagen de Jesús. Necesitamos toda la Palabra de Dios, y eso incluye la Palabra Profética de Dios, y eso incluye el libro de Apocalipsis. 

Una Experiencia Personal

Supongo que crecí en una iglesia bastante típica. Me crié en una iglesia que enfatizaba el Nuevo Testamento e ignoraba la profecía bíblica. Asistía fielmente a la iglesia cada vez que la puerta estuvo abierta durante 30 años. Estaba allí los domingos por la mañana y por la noche, los miércoles por la noche y durante la escuela bíblica de vacaciones. Sin embargo, después de treinta años de ir a la iglesia, no sabía absolutamente nada sobre la profecía bíblica, porque la ignorábamos casi por completo.

Cada vez que nos metíamos en un estudio de la profecía, simplemente lo repasábamos muy rápidamente y tratábamos de terminarlo tan pronto como podíamos. El resultado fue que,

después de treinta años de ir a la iglesia, yo era tan ignorante de la profecía bíblica, que si me hubieran preguntado qué es Rapto, probablemente habría dicho: “¡Es una sensación que sientes cuando tu novia te besa!”. De la misma manera, probablemente habría identificado a Gog y Magog como un equipo de comediantes. Para mí, el Anticristo era un “predicador denominacional”, porque nos considerábamos no denominacionales, y pensábamos que éramos la única iglesia verdadera. 

Sencillamente ignorábamos la palabra profética de Dios. La trágica consecuencia es que nuestro crecimiento espiritual se atrofió. Nuestra santificación —es decir, nuestro desarrollo a la imagen de Jesús — se retrasó, porque el espíritu del hombre fue creado para alimentarse con la Palabra de Dios; y no sólo del Nuevo Testamento, no sólo del Antiguo Testamento, sino toda la Palabra de Dios.

La Principal Barrera al Apocalipsis

Los predicadores con los que crecí, generalmente tomaban la posición de que el libro de Apocalipsis era imposible de entender. Creo que la única vez que estudiamos el libro, fue cuando un ministro se dejó llevar un poco por el entusiasmo y se comprometió precipitadamente al decir: “Les diré lo que vamos a hacer. Vamos a comenzar por el evangelio de Mateo, y seguir por todo el Nuevo Testamento, estudiando todos los libros”. Tres años después, cuando llegamos al libro de Apocalipsis, se arrepentiría de haber hecho la promesa. Pero la había hecho y, por lo tanto, se sentía obligado a cumplirla.

Entonces, se ponía de pie ante la congregación y decía algo como esto: “Bueno, hermanos, prometí que recorreríamos todo el Nuevo Testamento. Hemos llegado al libro de Apocalipsis. Se los diré ahora mismo, nadie puede entenderlo. Nadie lo ha hecho nunca. Nadie lo hará jamás. Es un rompecabezas chino”. No puedo comenzar a decirles cuántas veces he escuchado eso.

“Sí, es un rompecabezas chino”, enfatizaría el ministro. “Así que les diré lo que haremos. Lo estudiaremos los próximos miércoles por la noche, y trataremos de terminarlo tan rápido como podamos”.

¿Saben lo que pasó? La asistencia disminuyó drásticamente, mientras el predicador se ponía de pie y trataba de salir del paso y acabar este libro que consideraba un rompecabezas. No lo entendía. Cómo pensaba que podía enseñárselo a alguien, no lo sé. 

El efecto fue que se creó una barrera psicológica en mi mente. Como dije antes, desde entonces descubrí que esta barrera mental contra el libro existe en el pensamiento de la mayoría de los cristianos profesantes, independientemente de la iglesia en la que crecieron.

Lea la parte 2 aquí

Lea la parte 3 aquí

Recurso recomendado:

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (www.endefensadelafe.org)

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lunes, 13 de septiembre de 2021

Libro: Ira y Gloria (3ra edición) – Prefacio

Por Dr. David R. Reagan

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La primera edición de este libro se publicó en 2001. Desde entonces, ha pasado por muchas ediciones y se ha publicado en más de una docena de idiomas extranjeros en todo el mundo. Una segunda edición se publicó en 2016.

En esta tercera edición, el mensaje sustantivo sobre el significado del libro de Apocalipsis se ha mantenido básicamente igual, con pocos cambios. Los cambios más importantes se encuentran en el capítulo 4, “La Exploración del Apocalipsis”. Sin embargo, hay revisiones, así como elaboraciones para explicar mejor algunos conceptos.

Un Libro que los Cristianos Temen

Winston Churchill dijo una vez que Rusia es “un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma”. Esa es la forma en que la mayoría de los cristianos ven el Apocalipsis. Se estremecen ante la idea de leerlo o estudiarlo. 

Es una pena, porque, como espero mostrar en este libro, es una joya espiritual que podemos comprender y aplicar a nuestras vidas aquí y ahora.

No tienes que ser un genio, ni tienes que ser clarividente para comprenderlo. Además, el libro de Apocalipsis les asegura a los creyentes que van a ganar al final. 

Un Libro de Imágenes Vívidas

Le quiero expresar mi gratitud a la Sra. H. Grant Hicks, de Henryville, Indiana, por su permiso para usar el increíble cuadro, Mesías, en la portada de este libro. Lo hizo su hijo, Phelan Douglas Hicks, cuando sólo tenía diecisiete años. Dos años más tarde se ahogó en el lago Michigan, mientras hacía obra misionera en el centro de la ciudad de Chicago.

El libro de Apocalipsis está lleno de imágenes vívidas como la que pintó Douglas Hicks. Esas imágenes se han convertido en parte de mi alma, y su mensaje ha sido una gran bendición para mí. Quiero compartir esa bendición contigo. 

Grupos de Estudio

Este libro está siendo utilizado en todo el mundo por grupos de estudio bíblico. Si vas al sitio web del Ministerio Cordero y León, en www.lamblion.com, encontrarás una Guía del Estudiante y una Guía del Maestro descargables gratuitas. Los enlaces a estas guías se pueden encontrar en la página que describe el libro en detalle (https://bibleprophecyresources.com/shop/wrath-and-glory). Te recomiendo que utilice estos recursos para ayudarte a establecer y dirigir un grupo de estudio del Apocalipsis, usando este libro como su texto principal.

En esa misma página web puedes encontrar copias descargables gratuitas del libro en árabe, bengalí, farsi, urdu, polaco y español.

Mi Oración

Mientras lees este libro, oro para que te sientas atraído a una relación más profunda con Jesús. También oro para que tu esperanza aumente grandemente, a medida que comprendas mejor las increíbles promesas que Dios ha hecho acerca del futuro.

¡Maranata!

Dr. David R. Reagan
Allen, Texas
Marzo, 2021

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Libro: Ira y Gloria (3ra edición) – Índice

Por Dr. David R. Reagan


Contenido

Prefacio

Capítulo 1: La Comprensión del Apocalipsis 
¿Es posible comprender el Apocalipsis? Y, si es así, ¿cuáles son las claves?

Capítulo 2: La Interpretación del Apocalipsis 
Una visión general de todo el libro, capítulo por capítulo.

Capítulo 3: La Sistematización del Apocalipsis 
¿Qué relación tienen los sucesos presentados en el Apocalipsis, tanto entre sí como con las otras profecías sobre los tiempos del fin?

Capítulo 4: La Exploración del Apocalipsis 
Echando un vistazo a las preguntas más frecuentes acerca del Apocalipsis.

Capítulo 5: La Aplicación del Apocalipsis 
Las lecciones del Apocalipsis que se aplican a la vida cristiana aquí y ahora. 

Acerca del Autor

Recurso recomendado:

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

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