viernes, 13 de septiembre de 2024

Observaciones del Editor: Estados Unidos en la Balanza

Editor Ejecutivo
Director y Evangelista Sénior 
Ministerio Cordero y León

El tema de nuestra Conferencia Bíblica de 2024 fue “Nación en Caída Libre. Ofreciendo tanto advertencia como esperanza, fue una tremenda bendición para todos los que asistieron o vieron la transmisión en vivo. Pero, durante unos días, parecía que la conferencia tendría un comienzo desastroso.

Pero Dios tenía otro plan. Él respondió a nuestra oración, pero de una manera inesperada. Dios envió a Terry Cooper, otro predicador talentoso, para entregar un mensaje profético de advertencia y aliento que todavía resuena en los corazones de muchos de los que estuvieron allí.

Claramente, los cristianos pueden reconocer que Estados Unidos está en rebelión contra Dios. Hemos orado: “Por favor, Señor”, con la esperanza de que nuestra nación recupere la cordura y se vuelva a Dios.

La reciente tragedia en un mitin de Trump en Pensilvania ofreció una sombría evidencia de que aquellos que insensatamente han sembrado el viento, han provocado un torbellino de división y animosidad. Un estadounidense murió y dos resultaron heridos. La milagrosa liberación de Donald Trump de su propio final trágico lo llevó a testificar que fue “sólo Dios quien impidió que sucediera lo impensable”.

Un espíritu de engaño y división infecta a nuestra nación, y la urgencia de la elección de Estados Unidos está tan cerca como las elecciones de este otoño. Éste es otro punto de inflexión, en el que elegiremos colectivamente una vez más qué líderes —y qué agenda ideológica— seguir.

Los demócratas tienen la intención de promover y celebrar el aborto sin restricciones y todas las patologías asociadas con la agenda LGBTQ+. Puede que a los republicanos les falte claridad con respecto a lo que quieren afirmar, pero al menos se oponen a tal impiedad.

Es posible que nuestra nación, que está en caída libre, ya haya alcanzado el punto de no retorno en lo que respecta a incurrir en la ira de Dios. Pero mientras los cristianos habiten el mundo y tengan influencia que ejercer, una voz que hablar o un voto que emitir, debemos abogar por lo que honra al Señor y refleja Su voluntad.

Esta edición examinará dónde hemos estado, dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos, mientras Estados Unidos pende de un hilo.

Tim Moore

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Evangelismo Centrado en la Profecía

 Por Tim Moore

¿Entiendes lo que lees? Él dijo: —¿Y cómo podré, si alguien no me enseña? (Hechos 8:30-31)

Una crítica constante a la profecía bíblica — o al menos a los defensores de la importancia de la Palabra profética de Dios — es que tiene poca relevancia para los creyentes individuales, o para la obra central de la Iglesia. Muchos pastores expresan renuencia a predicar sobre la profecía porque tienen muchas otras preocupaciones que claman por su atención, desde problemas matrimoniales y familiares, hasta Satanás y el pecado pisándole los talones a su rebaño.

Otros son abiertamente hostiles a la profecía bíblica. Rick Warren, un prominente pastor que dirige una gran iglesia y es un autor de best-sellers, caracteriza la profecía como una “distracción”, y dice que cualquiera que se permita involucrarse en distracciones como estudiar la profecía “no es apto para el reino de Dios”. Otro conocido defensor del cristianismo reimaginado, Tony Campolo, dijo: Los cristianos rígidos, que creen en la posibilidad del pronto regreso de Jesús son un problema real para todo el mundo”. Está claro que estos hombres expresan una hostilidad hacia la profecía bíblica que es perturbadora.

Los propios discípulos de Jesús expresaron ciertas expectativas basadas en su comprensión de las profecías del Antiguo Testamento. Durante una visita a Jerusalén, después de la profecía de Jesús acerca de la destrucción del impresionante Templo construido por Herodes, se acercaron al Señor en privado y le preguntaron: “Dinos, ¿cuándo sucederán estas cosas, y cuál será la señal de tu venida y del fin del siglo?” (Mateo 24:3). Jesús no desestimó sus expectativas ni se burló de su entendimiento. Y, ciertamente, no reprendió su interés en lo que había sido profetizado. En cambio, expuso las señales de Su venida y del fin del siglo.

¿Por Qué Estudiar Profecía?

La primacía de la profecía fue introducida en los primeros capítulos del Génesis por Dios mismo y está entretejida a lo largo de todo el libro hasta el último capítulo del Apocalipsis. Pronunciada por Dios — ya sea directamente o a través de Sus profetas — beneficia a aquellos que la toman en serio.

Después de Su resurrección, Jesús le preguntó a Pedro tres veces: “¿Me amas?” (Juan 21:15-17). Pero, en Juan 12:44, la pregunta retórica detrás de Su interacción con la multitud era: “¿Confían en mí?”, incluso cuando dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió”. Y, puesto que el espíritu de la profecía es el testimonio de Jesús, el estudio de la Palabra profética de Dios nos ayuda a identificar, entender y compartir al Hijo.

En un sentido muy real, el mayor valor de entender la profecía bíblica no radica en ahondar en el conocimiento secreto accesible sólo a los súper santos del Altísimo. Proporciona la motivación y la comprensión para compartir el Evangelio con la Palabra inspirada por Dios y en el poder del Espíritu Santo.

Esto nos lleva al pasaje citado al principio de este artículo y explica la misión de Felipe en el camino de Jerusalén a Gaza. Un ángel le dijo: “Levántate y ve al sur”, se levantó y se fue (Hechos 8:26-27). Cuando llegó allí, se encontró con un eunuco etíope que regresaba a casa después de adorar en Jerusalén. Este hombre era obviamente observador y viajó una larga distancia para llegar al Templo. A pesar de su devoción, el eunuco era incapaz de entender los escritos proféticos de Isaías: “Como oveja a la muerte fue llevado; y como cordero mudo delante del que lo trasquila, así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; mas su generación, ¿quién la contará?, porque fue quitada de la tierra su vida” (Hechos 8:32-33, citando a Isaías 53:7-8).

Inspirado por el Espíritu Santo, Felipe “abrió su boca, y comenzando desde esta Escritura le anunció el evangelio de Jesús” (Hch 8:35). Los ojos del etíope también se abrieron e inmediatamente expresó el deseo de profesar su fe en Cristo. La obediencia de Felipe y su disposición a explicar la verdad de la profecía mesiánica hicieron que el nuevo converso siguiera su camino lleno de gozo.

Otro ejemplo famoso de evangelismo a través de la profecía se encuentra en el primer sermón de Pedro en Pentecostés. Se encuentra en Hechos 2:14-36, es una recitación de una profecía tras otra cumplida en la vida y persona de Jesús. Joel dijo: “Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán...”. “No estamos ebrios de vino, sino llenos del Espíritu Santo de Dios”.

Hablando del Mesías, David predijo: “No dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que Tu santo vea corrupción...”. “Jesús nazareno, aprobado por Dios con maravillas, prodigios y señales... fue entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios para ser crucificado por manos de inicuos... pero Dios lo levantó, porque era imposible que fuera retenido por la muerte”.

También se le prometió a David que uno de sus descendientes se sentaría en su trono, aunque David permanece muerto y enterrado mientras Jesús vive de nuevo. Es por eso que David también previó a Su Hijo exaltado ascendiendo al cielo, y escuchó de antemano: “Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”. “Ésta es una promesa que permanece en Jesús, el Señor y Cristo, a quien ustedes crucificasteis”.

Al oír esta clara lectura de la profecía bíblica y comprender su cumplimiento en la persona de Jesús, 3,000 de las personas reunidas en Jerusalén “se compungieron de corazón” y clamaron por salvación.

Testimonios Abundan

Podría citar muchos ejemplos de hombres y mujeres compungidos de corazón por la profecía bíblica. Cara a cara con la verdad de que Jesús es el Cristo profetizado, el Hijo del Dios viviente; consciente de que Él derramó Su propia sangre inocente de acuerdo con el plan de salvación predicho por Dios; convencido de que Él murió, pero no sufrió corrupción al resucitar y ascender a la diestra del Padre en el Cielo; convictos de su propio pecado y del castigo merecido por su pecado contra Dios, como se dice en Su Palabra; y creyendo en Su promesa de preparar un lugar para aquellos que confían en Él y rescatarnos de la ira venidera... hombres, mujeres, niños y niñas han invocado el Nombre de Jesús y así han sido salvos.

Nuestro amigo y colega evangelista, Jimmy Phillips, ha estado predicando la profecía bíblica durante 76 años. Cuando se le preguntó por qué enfatizaba la Palabra profética de Dios, Jimmy respondió: “La predico en primer lugar porque la Biblia la enseña. La Biblia no tiene errores. Y los santos varones de Dios hablaron inspirados por el Espíritu”. Con respecto a la urgencia de ese mensaje, el Dr. Phillips dijo: “La convergencia de las señales que tenemos hoy apuntan al Rapto de la Iglesia”.

John Neese, el fundador de SAC Orphans, ha descubierto que la profecía bíblica lo conecta con los niños en Rusia. Resuenan con la esperanza y la promesa transmitidas en las profecías que apuntan a nuestro Señor venidero.

George Collich, quien formó parte del personal del Ministerio Cordero y León durante muchos años, se sintió atraído hacia el Señor mientras escuchaba al Dr. David Reagan enseñar acerca de Apocalipsis.

Jack Hollingsworth, cuya vida fue devastada por el alcohol, fue salvado y luego dedicó su vida a convertirse en un evangelista cantante ansioso por proclamar la verdad profética que lo había liberado.

Aún hay Poder en la Palabra

Juan el Bautista preguntó a los fariseos y a los saduceos: “¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” (Mateo 3:7). Pablo afirmó que, entre las bendiciones que Dios da a los que reciben la salvación está “esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1 Tes. 1:10). Sin la Palabra profética, no tendríamos ninguna advertencia de la ira ni anticipación del rescate. Alabado sea Dios que, sabiendo ambos, estamos motivados a un evangelismo urgente.

Jesús dijo a sus discípulos: “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63). Algunos cristianos piensan que las palabras en letras rojas de su Biblia impresa tienen un significado especial, ya que han sido coloreadas por los editores para resaltar las palabras habladas de Cristo. Ese mismo patrón continúa en Apocalipsis en Biblias promocionadas como “Ediciones de Letras Rojas”.

Pero, ¿qué hay de las palabras registradas en Apocalipsis 21:5-8? El que está sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas”. Me dijo: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”. Y me dijo: “Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, le daré gratuitamente de la fuente del agua de vida”.

Esas palabras no están coloreadas de rojo por los editores de mi Biblia, sin embargo, son claramente dichas por Dios. Lo mismo es cierto en Génesis 1:3, cuando nuestro Dios Creador dijo: “Sea la luz”.

El punto es que, ya sea que las palabras estén en rojo o no, o entre comillas o no, o incluso precedidas por la frase: “Así dice el Señor...”, “toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16).

En resumen, toda la Palabra de Dios está centrada en el Evangelio y es evangelística. Y eso ciertamente incluye Su Palabra profética.

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra en los Cielos (Parte 3 de 3)

En este episodio, hablamos de la conclusión sobre la guerra que se llevará a cabo en el punto medio de la Tribulación.  

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Vea también:

Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin  – Introducción

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra de Aniquilación (Parte 1)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra de Aniquilación (Conclusión)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Convencional (Parte 1)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Convencional (Conclusión)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Nuclear de la Tribulación (Parte 1)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Nuclear de la Tribulación (Conclusión)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra en los Cielos (Parte 1 de 3)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra en los Cielos (Parte 2 de 3)

Recursos recomendados:

 

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra en los Cielos (Parte 2 de 3)

En este episodio, hablamos del origen y carácter de Satanás. 

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Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin  – Introducción

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra de Aniquilación (Parte 1)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra de Aniquilación (Conclusión)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Convencional (Parte 1)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Convencional (Conclusión)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Nuclear de la Tribulación (Parte 1)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Nuclear de la Tribulación (Conclusión)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra en los Cielos (Parte 1 de 3)

Recursos recomendados:

 

martes, 10 de septiembre de 2024

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra en los Cielos (Parte 1 de 3)

En este episodio, hablamos de la introducción a la quinta guerra de los tiempos del fin, la que ocurrirá a la mitad de la Tribulación. 

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Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin  – Introducción

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra de Aniquilación (Parte 1)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra de Aniquilación (Conclusión)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Convencional (Parte 1)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Convencional (Conclusión)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Nuclear de la Tribulación (Parte 1)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Nuclear de la Tribulación (Conclusión)

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¿Es Apocalipsis Demasiado Difícil de Creer?

 Por Tim Moore

A algunas personas les cuesta aceptar la realidad. Algunas cosas simplemente suenan “demasiado buenas para ser verdad”. Eso podría decirse de las promesas de Jesús a aquellos que lo aceptan: perdón absoluto y vida eterna en la presencia de Dios.

Por otro lado, algunas personas no pueden aceptar la clara enseñanza de las Escrituras. Niegan la ira de Dios que está sobre todos los que no obedecen al Hijo aceptándolo como Salvador y Señor (Juan 3:36). Les gusta la idea de un dios que no haría daño a una mosca, pero no pueden aceptar al Dios vivo que derramará su justa indignación sobre un mundo que lo ha rechazado. Les horroriza aún más la idea de que Jesús, el Cordero que fue inmolado, administre la ira de Dios. Sin embargo, eso es exactamente lo que enseña Apocalipsis (6:16).

Se ha dicho que el Apocalipsis es demasiado difícil de entender. Pero Henry Morris, el fundador del Instituto para la Investigación de la Creación, dijo una vez: “El Apocalipsis no es difícil de entender. Es difícil de creer; pero si lo crees, lo entenderás”.

Es fundamental que entendamos desde el principio que este último libro del canon de la Palabra de Dios no es simplemente la visión fantasiosa e imaginativa del apóstol Juan. El primer versículo del libro establece que es “La Revelación de Jesucristo”. El mismo versículo continúa explicando el propósito detrás de que Jesús revelara todo lo que Juan tendría la tarea de registrar: “...que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. La declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan”. Para enfatizar aún más el punto, el versículo 2 nos dice que Juan dio “testimonio de la palabra de Dios, del testimonio de Jesucristo y de todas las cosas que ha visto”.

Otros profetas de Dios afirman la inspiración divina a sus profecías entretejiendo con frecuencia la frase: “Así dice el Señor”. Pero Juan estableció desde el principio que Apocalipsis es el testimonio de nadie menos que Jesucristo.

El Apocalipsis es único en otro aspecto. Ningún otro libro ofrece una promesa de bendición por el simple hecho de leer lo que está escrito. Pero el versículo 3 dice: “Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca” (NBLA). ¿No está lo suficientemente claro? Jesús repite la misma promesa en 22:7: “¡Vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”.

Leer y escuchar es algo que se puede hacer con facilidad. Pero, ¿cómo se puede prestar atención a un libro de profecías? — especialmente a uno tan extenso como Apocalipsis? Apocalipsis describe profecías radicales que aún no se han cumplido y que, a menudo, se relacionan con la ira de Dios que está sobre el mundo incrédulo. ¿Cómo puedo prestar atención a la esperanza profética y a la advertencia que se encuentran en Apocalipsis? Haciendo lo que Henry Morris defendía y creyendo en este gran libro de profecía.

En otras palabras, tomar la palabra de Jesús al pie de la letra. 

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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martes, 3 de septiembre de 2024

Identificando a los 24 Ancianos de Apocalipsis 4

Por Dr. Nathan E. Jones

Cuando el apóstol Juan fue arrebatado al cielo, reveló que el trono de Dios no está solo. Más bien, está situado en el centro de un círculo de tronos menores.

Escribió: “Alrededor del trono había veinticuatro tronos, y en los tronos vi sentados a veinticuatro ancianos vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas” (Ap. 4:4). Juan, que se llamaba a sí mismo el Anciano (2 Juan 1:1), se había encontrado con los 24 Ancianos y, al hacerlo, presentó un gran misterio. ¿Quiénes son los 24 Ancianos?

El primer impulso es identificar a los 24 Ancianos como una clase especial elevada de ángeles. Sin embargo, tal conclusión es problemática. Los orígenes antiguos de los ángeles ciertamente podrían haberles valido el título de ancianos, pero ésta habría sido la única vez en la Biblia donde los ángeles son llamados ancianos.

Si no son ángeles, ¿podrían los 24 Ancianos ser miembros de la humanidad? Y, si es así, ¿qué humanos? Algunos teorizan que los 24 ancianos podrían estar compuestos por los 12 hijos de Jacob, los patriarcas tribales de Israel, más los 12 apóstoles, con los dos grupos representando el Antiguo y el Nuevo Pacto de Dios. Esa configuración tiene cierta lógica. Pero, como el último apóstol vivo, el asiento de Juan debería haber permanecido vacante, sin embargo, aún contaba con 24 ancianos presentes.

Si no es un combo Patriarca-Apóstol, ¿qué tal si los 24 Ancianos estuvieran compuestos por otro grupo de hombres, desconocidos para nosotros?

Creo que estos hombres desconocidos son representantes de la Iglesia, debido a la forma en que Juan describió las recompensas que estos hombres tienen, recompensas prometidas sólo a la Iglesia arrebatada.

Después de que los creyentes en Cristo sean arrebatados, pasaremos por el Juicio de los Justos. Seremos recompensados por las buenas obras que el Espíritu Santo realizó a través de nuestras vidas.

Algunas de esas recompensas serán inmateriales. Por ejemplo, los que se salvan vivirán para siempre con su Creador en una relación amorosa en la Tierra Nueva. Otras recompensas se relacionarán con los niveles de posición, ya que a los creyentes glorificados se les otorgarán diferentes grados de autoridad gobernante durante el reinado milenario de Cristo (Lucas 19:11-27). Otras recompensas serán de naturaleza material, como túnicas blancas especiales (Ap. 6:11; 19:8), y cinco coronas diferentes que se otorgarán a los cristianos por logros espirituales meritorios. Estas recompensas fueron prometidas explícitamente a la Iglesia (Ap. 1:6).

Juan describió a los ancianos arrojando sus coronas en adoración ante Aquel que estaba en el trono mientras cantaban un cántico nuevo: “Con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje, lengua, pueblo y nación; nos has hecho para nuestro Dios un reino y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Ap. 5:9-10).

Su cántico ciertamente prueba que los 24 ancianos no son ángeles, porque estos ancianos necesitaban ser redimidos por la sangre derramada de Cristo, y no hay redención para los ángeles. Por lo tanto, los 24 Ancianos sólo podían ser los santos de la Era de la Iglesia. Iré aún más lejos, ¡uno de ellos podrías ser tú!

Durante la época del rey David, se habían designado 24 ancianos para dividir el sacerdocio en 24 turnos, y cada anciano servía dos semanas seguidas en el Templo. El gran número de sacerdotes requería una rotación para que todos ellos tuvieran tiempo para cumplir con sus deberes sacerdotales. Pasemos a la promesa de Jesús de que aquellos que “venzan” (es decir, aquellos que son salvos), tendrán la oportunidad de sentarse “conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono” (Ap. 3:21).

¿Podría ser que a estos vencedores, a fin de obtener su turno, se les conceda un asiento rotativo en el trono celestial? Si es así, eso significa, cristiano, que serás tú quien lleve una túnica blanca pura. Serás tú quien lleve una corona de oro. Serás tú quien arroje tu corona en un acto eterno de adoración gozosa hacia tu Salvador, quien se sienta en el mismo trono sobre toda autoridad. ¡Puedes ser, al menos por un tiempo, uno de los 24 Ancianos!

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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Revista Llamada de Medianoche – Agosto 2024

Pedid por la Paz de Jerusalén

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Temas incluidos en esta edición:

»» ¿Qué significa el nombre Palestina?
»» Por qué es antisemitismo poner a Israel y a Hamás al mismo nivel moral
»» Hezbolá ataca constantemente a Israel
»» ¿Qué debemos pensar sobre el Holocausto?
»» Tensiones en el gobierno israelí 

Entre otros.

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Revista Llamada de Medianoche – Julio 2024

Las Bodas del Cordero


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Temas incluidos en esta edición:

»» La ideología apocalíptica que potencia a Irán
»» Efectos económicos de la guerra
»» Una farsa en La Haya
»» ¿Está Occidente al borde del colapso?
»» Aumentan los ataques contra iglesias en todo el mundo

Entre otros.

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¿Es el Libro de Daniel una Falsificación?

Por Dr. David Bowen

Los críticos de las Escrituras dicen que Daniel es una falsificación que fue escrita durante el período macabeo — los cuatrocientos años entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. ¿Por qué afirman esto incorrectamente? Porque el contenido de Daniel es tan preciso, pero también tan adelantado a su tiempo, que aquellos que no tienen una visión elevada de la inspiración y la inerrancia creen que Dios no pudo haberle dado a Daniel estas palabras para que las escribiera.

Dos veces, Daniel afirmó ser el autor, en Daniel 7:12 y 12:4. Escribió en tercera persona hasta el capítulo 7. Sin embargo, de los capítulos 7 al 12, escribió en primera persona. Además, Ezequiel 14:14 habla de la obediencia de Daniel y Ezequiel 28:3 habla del carácter de Daniel. La confirmación definitiva de que Daniel escribió este libro se encuentra en las palabras de Jesús en Mateo 24:15 y Marcos 13:14.

Interpretación Divina

Una clave para entender los libros proféticos, como Daniel, Ezequiel, Zacarías y Apocalipsis, es entender que la profecía tendrá visiones, símbolos y, lo que es más importante, alguna interpretación divina. En el caso de Daniel, vemos varias veces donde un ángel explica la visión que Daniel está viendo. Esto es importante porque, en los capítulos 2, 7, 8, 10, 11 y 12, Daniel registra la verdad que sólo Dios podía revelar.

Cuando un profeta ve la visión, las registra exactamente como las ve. A menudo él mismo no los entiende, por lo que un intérprete, a menudo un ángel, explica el significado de la visión.

El Tema de Daniel

La estructura de Daniel no es temática cronológica. Lo mismo puede decirse del libro de Jeremías. El tema de Jeremías explica la razón del castigo divino de Judá. Daniel registra desde la perspectiva de los que están en cautiverio. El tema general de Daniel es “El tiempo de los gentiles”. Además del aspecto profético de Daniel, esta obra también detalla cómo los judíos pueden vivir en un mundo gentil y ser fieles a la ley de Moisés. Además, este libro enseña a las naciones gentiles la naturaleza del Dios de Abraham, Isaac y Jacob.

El Tiempo de Daniel

Por último, veamos el tiempo del libro de Daniel. Tres veces, el rey babilonio Nabucodonosor se apoderó de Jerusalén y llevó a los judíos exiliados de regreso a Babilonia. Esto sucedió a lo largo de diecinueve años. La primera captura ocurrió en el año 605 a. C., cuando un joven Daniel fue llevado a Babilonia. La segunda captura ocurrió cuando Ezequiel y su esposa estaban entre los 10,000 judíos llevados cautivos a Babilonia en el año 597 a. C. — cuando Ezequiel tenía unos 25 años. La tercera y última captura ocurrió en 586 a. de C. 2 Reyes 25:8 registra la fecha muy específicamente: “En el mes quinto, a los siete días del mes, en el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia”.

Con la destrucción de Jerusalén, los babilonios se llevaron todos los artículos de plata y oro del Templo y se llevaron a muchos judíos a Babilonia. Esto plantea una pregunta importante: ¿Fue derrotado el Dios de Israel? En la antigüedad, cuando una nación era derrotada, sus dioses también eran derrotados. ¡Su Dios también va al cautiverio! Pero no había ningún ídolo de Dios en el templo judío para que los babilonios lo tomaran y conquistaran. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob no pudo ser capturado y derrotado. Saquearon todos los vasos utilizados para el culto, pero esa decisión eventualmente llevaría a la caída de Babilonia.

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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Guía de Estudio del Apocalipsis: Cómo Utilizar Esta Guía de Estudio

El Regreso del Justo

Un Estudio Exhaustivo del Último Libro de la Biblia

Por Dr. David R. Reagan

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Este estudio exhaustivo de Apocalipsis se divide en doce sesiones. Comenzando con una introducción, cada sesión presenta una serie de preguntas que invitan a la reflexión relacionadas con el pasaje asociado.

Primero, ore y agradezca a Dios por Su promesa de bendecir su estudio de “la Revelación de Jesucristo, que Dios le dio para manifestar a sus siervos, las cosas que deben suceder pronto...” (Ap. 1:1). Luego lea la sección correspondiente de Apocalipsis y la introducción de la sección antes de intentar contestar las preguntas.

Una vez que haya hecho todo lo posible para responder las preguntas, escuche la presentación en audio del Dr. Reagan correspondiente a cada sesión. Encontrará un código QR en cada sesión que lo llevará directamente al audio correcto. A medida que Dave avance rápidamente en la sesión, utilice el esquema adjunto para tomar notas.

Después de completar la sesión de audio, permita que el Espíritu Santo lo guíe a otros pasajes y profecías que se relacionen con la sección de Apocalipsis que está estudiando en una sesión en particular. Por último, repase las preguntas de nuevo y registre cualquier otra idea que se haya puesto en su corazón.

Al final de la Guía de Estudio se proporciona una clave de respuestas a las preguntas de la sesión, junto con una lista de libros y recursos sugeridos.

Prepárese para adoptar la mentalidad correcta al comenzar. Alabe a Dios por revelarse a Sí mismo a través de Jesucristo — y mostrarnos “las cosas que deben suceder pronto”.

ORE. Pídale al Señor que abra su entendimiento al comenzar cada sesión. 

LEA cada pasaje de Apocalipsis y nuestra introducción.

CONTESTE. Responda a las preguntas después de escuchar cada sesión.

INVESTIGUE y haga referencias cruzadas a lo largo de su estudio bíblico. Use una concordancia.

ESTUDIE tomando notas mientras escucha el audio que acompaña a cada sesión.

EVALÚE. Repase las preguntas y haga referencia a la clave de respuestas que se encuentra al final de este libro.

Nota: La versión en español de este valioso recurso estará disponible exclusivamente para nuestros colaboradores.

lunes, 2 de septiembre de 2024

Una Guía Sencilla Sobre la Profecía Bíblica

Por Robert Jeffress

(Nota: El siguiente artículo fue escrito por nuestro autor colaborador invitado, el Dr. Robert Jeffress, pastor principal de First Baptist Dallas. Su artículo se reimprime con permiso de Pathway Magazine, septiembre/octubre de 2020).

El tema del libro de Apocalipsis es éste: El fin de tu vida, tal como la conoces, se acerca pronto. Ese final vendrá ya sea a través de tu muerte o a través del regreso de Jesucristo, pero tu vida está a punto de sufrir un gran cambio. Y el conocimiento de que tu vida va a terminar debería afectar cómo vives en este momento.

¿Cuál es el futuro que Dios ha planeado para nosotros? Muchos cristianos se confunden acerca de los tiempos del fin. Simplifiquemos el tema de la profecía bíblica al ver una vista previa del plan de Dios.

La Era de la Iglesia

El primer evento en la profecía bíblica es la Era de la Iglesia. La Era de la Iglesia es el período desde Pentecostés hasta el Rapto, durante el cual los gentiles son invitados a participar en las bendiciones del Pacto Abrahámico. Dios emitió una invitación a Abraham y a sus descendientes, los judíos, para que estuvieran en una relación de pacto con Él. Pero Israel rechazó temporalmente esa invitación cuando rechazó a Cristo. Así que Dios extendió Su invitación para incluir a los no judíos, para que pudiéramos ser salvos. Éste es el período en el que estamos viviendo ahora mismo, cuando Dios ha dejado a un lado temporalmente a Israel y ha invitado a todos a ser parte de la bendición de Su pacto.

No nos equivoquemos: Dios no ha terminado con Israel. En Romanos 11:1, 25, Pablo dijo: “¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! ...El endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles”. Cuando la Era de la Iglesia termine, Dios terminará Sus tratos con Israel.

El Rapto de la Iglesia

La Era de la Iglesia terminará con el Rapto de la Iglesia. El Rapto es el arrebatamiento al cielo de todos los cristianos antes de que comience la Tribulación. Pablo lo describió en 1 Tesalonicenses 4:16-17: “El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

Hay cuatro elementos del Rapto: En primer lugar, el Señor descenderá del cielo. Desciende en el aire, no al suelo.

Segundo, los muertos en Cristo serán resucitados. ¿Quiénes son los muertos en Cristo? Es cada creyente que ha muerto desde Pentecostés. Cuando los cristianos mueren, nuestros cuerpos permanecen en la tierra, pero nuestros espíritus van a estar con el Señor. Pablo dijo: “Estar ausente del cuerpo es estar presentes al Señor” (2 Corintios 5:8). Pero nuestros cuerpos no permanecerán en la tierra para siempre. En el Rapto, las tumbas serán abiertas y los cuerpos de los salvados serán resucitados.

Tercero, los cristianos que estén vivos en ese momento se encontrarán con el Señor en el aire. Habrá una generación de cristianos que nunca experimentarán la muerte; serán arrebatados para encontrarse con el Señor.

Cuarto, nuestros cuerpos serán cambiados de mortales a inmortales. Pablo dijo: Es necesario que esto [cuerpo] mortal se vista de inmortalidad” (1 Corintios 15:53). Tu cuerpo puede ser adecuado para este mundo, pero no es adecuado para el mundo venidero. En el Rapto, recibiremos cuerpos completamente nuevos de parte de Dios que están libres de dolor, sufrimiento y enfermedad.

El Rapto es el siguiente evento en la línea de tiempo profética de Dios. No hay profecías que tengan que cumplirse antes del Rapto. Podría suceder en cualquier momento.

La Tribulación

El Rapto de la Iglesia será seguido por la Tribulación. La Tribulación es un período de siete años, que comenzará cuando el líder mundial conocido como el Anticristo, firme un pacto de paz con Israel, y terminará con la Segunda Venida de Jesucristo. Éstos son los últimos siete años de la historia de la Tierra.

Hay dos propósitos para la Tribulación. Primero, será un tiempo de salvación para judíos y gentiles. Muchas personas serán salvas, judíos y gentiles por igual, durante estos últimos siete años. Es una señal de la misericordia de Dios. Quiere salvar a tantas personas como sea posible. Segundo, será un tiempo de condenación de los incrédulos.

Armagedón y la Segunda Venida de Cristo

La Tribulación será seguida por la Segunda Venida de Cristo. Éste es el regreso visible de Jesucristo para establecer Su reino en la tierra. Al final de la Tribulación de siete años, todas las fuerzas del mundo se reunirán en la llanura de Meguido, en Israel, para hacer la guerra y derrocar al Anticristo. Este último conflicto mundial se llama la Batalla de Armagedón.

Mientras las fuerzas del mundo luchan contra el Anticristo, de repente los cielos se abrirán y el Señor Jesús aparecerá. Apocalipsis 19:11-16 dice:

Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, en su cabeza tenía muchas diademas y tenía escrito un nombre que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios. Los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, lo seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro. Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores”.

La Segunda Venida es diferente del Rapto. En el Rapto, sólo los creyentes verán al Señor; en la Segunda Venida, todos lo verán. En el Rapto, los cristianos se encontrarán con el Señor en el aire; en la Segunda Venida, Sus pies tocarán el suelo. Éste es el regreso visible de Jesucristo.

El Milenio

A la Segunda Venida de Cristo le sigue el Milenio. El Milenio es un período de mil años durante el cual Cristo reinará en la tierra. Éste es el momento en que Dios cumplirá Su promesa a Abraham en Génesis 12:1-3 de una tierra, descendencia y bendición, donde el Mesías gobernará en el trono de David desde Jerusalén.

Apocalipsis 20:-3 (RVR-1995) dice:

Vi un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello sobre él, para que no engañara más a las naciones hasta que fueran cumplidos mil años. Después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

Con Satanás atado por mil años, parte de la maldición del pecado será removida, pero no toda. Éste es el tiempo que describe Isaías 65, cuando las personas vivirán por lo menos hasta los cien años y no tendrán dificultades con espinos y cardos. Es una renovación, no una recreación de la tierra.

Satanás Liberado y la Rebelión Final

Al final de estos mil años, Satanás será liberado por un corto tiempo. ¿Por qué Dios lo dejaría ir? He aquí por qué: Sólo los creyentes entran en el Milenio. Ustedes y yo entraremos en el Milenio en los nuevos cuerpos resucitados que recibimos en el Rapto. Los cuerpos resucitados no se reproducen, pero los cuerpos naturales sí. Las personas que sean salvas durante la Tribulación entrarán en el Milenio en sus cuerpos naturales. Eso significa que podrán tener hijos.

Es importante que a cada persona se le dé la opción de seguir a Jesús. Así que Dios soltará a Satanás por un corto tiempo; y sorprendentemente, algunos niños que nacieron y crecieron durante el Milenio elegirán seguir a Satanás en lugar de a Jesús. Ésa es la rebelión final.

El Juicio del Gran Trono Blanco

Dios pone fin a esta rebelión en el Juicio del Gran Trono Blanco. Éste es el juicio final de Dios contra todos los incrédulos que han vivido. Apocalipsis 20:13 dice: “El mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados cada uno según sus obras”. Cuando los incrédulos mueren, sus espíritus van al Hades. Jesús habló de ello en la historia de Lázaro y el hombre rico. El hombre rico murió y fue al Hades, y dijo: “Estoy atormentado en esta llama” (Lucas 16:24). El Hades es un lugar de intenso sufrimiento para los que no son salvos hasta su juicio final.

En el Juicio del Gran Trono Blanco, los incrédulos serán juzgados por sus obras. Apocalipsis 20:13 dice: “Fueron juzgados cada uno según sus obras”. ¿Por qué se les juzga por sus obras? Los incrédulos dicen: “No necesito el perdón de Jesucristo; Soy lo suficientemente bueno como para entrar en el cielo”. Entonces Dios les dice: “Está bien. Te juzgaré por tus obras”. Desafortunadamente, el estándar por el cual Dios juzga es la perfección de Jesucristo. Y según ese estándar, “todos están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

El resultado de este juicio es la condenación eterna. Apocalipsis 20:14-15 dice: “La muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda. El que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego”. El versículo 10 dice: “Serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”.

Los incrédulos no son destruidos cuando son juzgados; sufren por los siglos de los siglos. La horrible verdad sobre el infierno es ésta: Cuando hayas pasado tres billones de años en la agonía del infierno, no habrás reducido ni un segundo la cantidad de tiempo que te queda. Ése es el destino de todos los que mueren sin confiar en el perdón de Jesucristo.

Eternidad Futura

Después del Juicio del Gran Trono Blanco, entramos en la eternidad futura. Éste es el estado permanente de los creyentes que habitan los nuevos Cielo y Tierra, y de los incrédulos que habitan el Lago de Fuego. En 2 Pedro 3:7 y 10, Pedro explicó que el cielo y la tierra actuales serán destruidos por el fuego. Juan dijo en Apocalipsis 21:1: “Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado”. No vamos a pasar la eternidad flotando en algún lugar. La tierra será recreada al estado que Dios originalmente quiso que fuera. En la Nueva Tierra, Dios “enjugará toda lágrima de [nuestros] ojos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron” (v. 4).

Ése es el futuro que Dios ha planeado para aquellos que conocen a Jesucristo.

¿Estás Listo?

¿Cómo debería afectar eso a la forma en que vivimos hoy? La Biblia dice que, un día, sonará la trompeta, los cielos se abrirán y veremos al Rey de reyes y Señor de señores. Cuando eso suceda, trágicamente, muchos cristianos se sentirán avergonzados por sus vidas. Estarán revestidos de inmoralidad, codicia y ambición personal en lugar de estar revestidos de las acciones justas de los santos.

Permíteme preguntarte esto: Cuando te encuentres con Dios cara a cara, ya sea a través de tu muerte o a través del Rapto, ¿te sentirás avergonzado por la vida que has vivido hasta este punto? Si es así, ahora es el momento de hacer esos cambios que asegurarán que estés listo para tu próxima cita con Dios. Es por eso que Pedro escribió en 2 Pedro 3:11-12: “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios”.

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Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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