Páginas

viernes, 26 de julio de 2024

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra Convencional (Parte 1)

En este programa, abordamos las características de la que el Dr. David Reagan considera que será la Tercera Guerra Mundial. 

Los invito a suscribirse al canal “Profecías, Misterios y Otras Cosas”, y activar las notificaciones, para que puedan recibir las alertas cada que vez que un nuevo video sea publicado por Graciela. También, los animo a compartir estos videos con sus contactos.  

Vea también:

Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin  – Introducción

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra de Aniquilación (Parte 1)

Video: Las 9 Guerras de los Tiempos del Fin – La Guerra de Aniquilación (Conclusión)

Recursos recomendados:

 

martes, 2 de julio de 2024

Conspiración Luciferina (Parte 2 de 2)

Por J. B. Hixson


El siguiente es un extracto de la serie de libros de J.B Hixson sobre “La Creciente Nube de Engaño”. Contenidas en dos volúmenes de El Espíritu del Anticristo y un volumen, El Espíritu del Falso Profeta, las percepciones de J. B. ofrecen una amplia advertencia sobre las fuerzas demoníacas invisibles que están haciendo estragos en nuestro mundo de hoy. Los libros de Hixson están disponibles en notbyworks.org.


Paso Uno: Cuestionar la Verdad (Génesis 3:1)

Satanás comenzó cuestionando la Palabra de Dios. ¿De veras Dios ha dicho?”, preguntó (Génesis 3:1). Esta táctica estuvo en el centro de la pregunta de Pilato a Jesús cuando le preguntó: “¿Qué es la verdad?” (Juan 18:38). También está detrás de la actitud confusa hacia la verdad en nuestra sociedad actual, cuando la “verdad” de una persona se considera válida sólo para ella. Desprovistos de un absoluto fuera de nosotros mismos, nos vemos abandonados a la deriva hacia el olvido moral.

Paso Dos: Tergiversar la Verdad (Génesis 3:1-4)

Satanás torció la Palabra de Dios cuando sugirió que Dios dijo: “No comerás de todo árbol del jardín” (Génesis 3:1). Lo que Dios realmente dijo fue: “De todo árbol del huerto podéis comer libremente; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás...” (Génesis 2:16-17). El mundo insiste en que la verdad es una cuestión de opinión. Al igual que la arcilla blanda, es flexible y fácil de retorcer para adaptarse a las necesidades de cada uno.

Paso Tres: Contradecir Directamente la Verdad (Génesis 3:4)

Satanás contradijo descaradamente la Palabra de Dios cuando dijo: “Ciertamente no morirán” (Génesis 3:4). La muerte y el juicio son una ilusión. Puedes pecar y salirte con la tuya, insiste Satanás. La misma mentira resuena en nuestra cultura hoy en día de la boca de aquellos que llaman a lo malo bueno, y a lo bueno malo.

Paso Cuatro: Cambiar el Enfoque (Génesis 3:5)

Satanás comenzó a desviar la atención del significado claro y normal de las Palabras de Dios, cuando sugirió que Dios tenía un motivo oculto. “Pues Dios sabe... serán como Dios...”, proclamó Satanás (Génesis 3:5). La percepción es más importante que la realidad. Hoy en día, el maquillador es más importante que el escritor de discursos; se valora más el estilo que la sustancia; la fachada triunfa sobre los hechos.

Paso Cinco: Inventar un Nuevo Significado (Génesis 3:5)

Finalmente, Satanás atribuye un significado que es completamente ajeno a las Palabras que Dios habló. Dios no dijo nada remotamente parecido a “seréis como Yo” (Génesis 3:5). Sin embargo, Satanás puso tales mentiras en la boca de Dios. En el enrevesado mundo actual de la corrección política y la cultura de la cancelación, vemos que se utiliza la misma táctica cuando alguien insiste en que la frase “La homosexualidad está mal” significa “¡Te odio!”.

Aumento de la Persecución y la Perversión

Uno de las señales más seguras de la decadencia de la Verdad en nuestra sociedad es el aumento simultáneo del sentimiento anticristiano y la perversión sexual.

La persecución de los cristianos es tan antigua como la Iglesia misma. Ha sido evidente en la tierra a lo largo de los últimos 2,000 años, y alcanzará su clímax durante el reinado de terror del Anticristo en los siete años inmediatamente anteriores a la Segunda Venida de Cristo. Pero, en los últimos años, el número de países donde la persecución cristiana se clasifica como extrema se ha multiplicado por más de diez. Cada mes, 105 iglesias cristianas son atacadas o quemadas en los 50 principales países de la Lista Mundial de Vigilancia. Y cada día, once cristianos son asesinados por su fe en esos países.

Pero no son sólo los cristianos de los países del Tercer Mundo los que se enfrentan a la persecución. Los cristianos en los Estados Unidos se enfrentan a la persecución en ámbitos como la política, los campus universitarios y las escuelas públicas. Los principales medios de comunicación se apresuran a negar que los cristianos estén siendo perseguidos en este país. ¿Qué otra cosa podríamos esperar de aquellos que venden engaños? William Wolfe se dirigió a los negacionistas de la persecución en un artículo de opinión publicado en The Christian Post: “A pesar de lo que algunos puedan afirmar, los cristianos están siendo perseguidos en Estados Unidos. Puede ser difícil de escuchar, pero es cierto... Los cristianos se enfrentan a una persecución cada vez mayor aquí entre nuestros mares brillantes”.

Podemos estar de acuerdo en que no hay comparación entre los horrores asesinos contra los cristianos en otros países y la “persecución educada de los creyentes en Occidente” (citando la descripción del Papa Francisco). Pero la persecución es el resultado eventual e inevitable de un odio ideológico hacia Dios, los cristianos y la verdad absoluta. Con el tiempo, esta “persecución educada” aún puede convertirse en encarcelamiento, tortura y asesinato. Como dijo el profeta Oseas: “Siembra viento, y recogerás tempestades” (Oseas 8:7).

Hablando de rechazar a Dios y la verdad absoluta, el luciferianismo se caracteriza por el libertinaje desvergonzado. Este espíritu de perversión será una marca registrada del Anticristo. La Biblia advierte: "En los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias pasiones” (2 Pedro 3:3). La palabra traducida como “pasiones” aquí es epithumia, que significa “deseo o ansia maligna”. La misma palabra se usa en Romanos 1:24-25 para describir a aquellos que “cambian la verdad de Dios por la mentira” y siguen las “pasiones de sus corazones” y “deshonran sus cuerpos”.

Uno de los aspectos más inquietantes del espíritu de perversión es lo que yo llamo el movimiento de “rendición de género”. Representa un ataque directo a la Imago Dei — la imagen de Dios en el hombre. Al convencer a la gente de hoy en día de que renuncie a su género, o que no tienen género para empezar, los luciferinos se están burlando de Dios. Su ideología transhumanista busca purgar a la humanidad de la aflicción del sexo biológico. En Estados Unidos, este ataque está en pleno apogeo.

Desde el mundo académico (incluidas las escuelas públicas hasta el nivel preescolar) hasta el ejército, el gobierno y sus cómplices en los medios de comunicación, los luciferinos intentan capturar las mentes de nuestros jóvenes y llenarlos con este espíritu de perversión totalmente despreciable. Incluso hace veinte años no se habría tolerado una lascivia tan descarada.

El aumento de la persecución y el movimiento de rendición de género van más allá de los meros “vientos de idiotez”, como dice sin rodeos el escritor Gary Barnett. Hay una agenda mucho más siniestra detrás de todo esto, y culminará en un sistema político, económico y religioso unimundial, impulsado por Satanás.

¿Qué Hacer?

Todo lo relacionado con la Conspiración Luciferina representa una distorsión de la verdad. Satanás es un mentiroso, y todo lo que sabe hacer es mentir (Juan 8:44).

Como seguidores de Aquel que dijo: “Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida” (Juan 14:6), debemos permanecer cimentados en la Verdad — en Cristo mismo.

Me vienen a la mente las palabras del profeta Isaías. “¡Ay de los que a lo malo llaman bueno; y a lo bueno, malo! Consideran las tinieblas como luz, y la luz como tinieblas. Consideran lo amargo como dulce, y lo dulce como amargo” (Isaías 5:20). ¡Ay, en verdad! A medida que el espíritu del Anticristo se intensifica, también lo hacen sus manifestaciones de maldad.

Ésta es otra indicación de que nos estamos acercando cada vez más a la Tribulación. Eso significa que el Rapto es inminente, y lo que está en juego nunca ha sido tan grande.

Se me han ocurrido veinte razones por las que esta batalla es importante hoy. Éstas son las cinco razones principales: Porque...

1. La Palabra de Dios lo enseña. 

2. Entender la agenda luciferina nos recuerda la batalla espiritual. 

3. El sistema del mundo es contrario al sistema de Dios. 

4. La Palabra de Dios nos dice que estemos preparados. 

5. La ignorancia puede ser peligrosa.

Una vez que entendemos los cinco pasos del engaño satánico y la razón por la que debemos unirnos a esta batalla hoy, somos más capaces de detectar el engaño cuando nos encontramos con él. La Biblia nos dice: “Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben si los espíritus son de Dios. Porque muchos falsos profetas han salido al mundo” (1 Juan 4:1).

Satanás está furioso hoy. Su Conspiración Luciferina está dando pasos sin precedentes en todo nuestro mundo. A medida que su tiempo se acorta, se volverá aún más desesperado, despreciable y engañoso.

Los cristianos debemos mantenernos firmes y dar testimonio de la Verdad, sabiendo que, al final, ¡nuestro Dios gana!

J. B. Hixson es el pastor de la Capilla Plum Creek en Sedalia, Colorado, y el fundador de Not By Works Ministries. También es un prolífico autor y amigo del Ministerio Cordero y León.

Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 

Recurso recomendado

Haga clic en la imagen para descargar el estudio

Read in Lamplighter

Conspiración Luciferina (Parte 1 de 2)

Por J. B. Hixson


El siguiente es un extracto de la serie de libros de J.B Hixson sobre “La Creciente Nube de Engaño”. Contenidas en dos volúmenes de El Espíritu del Anticristo y un volumen, El Espíritu del Falso Profeta, las percepciones de J. B. ofrecen una amplia advertencia sobre las fuerzas demoníacas invisibles que están haciendo estragos en nuestro mundo de hoy. Los libros de Hixson están disponibles en notbyworks.org.


Mark Twain observó una vez: “¡Qué fácil es hacer que la gente crea una mentira, y qué difícil es deshacer ese trabajo de nuevo!”. En Mein Kampf, Adolf Hitler escribió: "El principio... el cual es bastante cierto en sí mismo... [es] que, en la gran mentira, siempre hay una cierta fuerza de credibilidad”. Esta cita a menudo se parafrasea como: “Cuanto más grande es la mentira, más fácil es creerla”.

Como describí en El Gran Engaño de los Días Postreros: Exponiendo la Agenda del Nuevo Orden Mundial de Satanás, la Conspiración Luciferina es un plan de larga data, que se remonta a la caída de Lucifer del cielo y su intento de apoderarse de este mundo y hacerlo suyo. Representa el lado malo en la lucha cósmica entre el bien y el mal, entre Dios y Satanás.

Una “conspiración” se refiere a cualquier plan malvado establecido por dos o más entidades para perpetrar un crimen o cometer el mal. Los coconspiradores de Satanás en la Conspiración Luciferina incluyen demonios y la élite global, que durante siglos han representado los “soldados sobre el terreno” de Satanás, sus socios humanos en el crimen, mientras intenta engañar al mundo entero (Ap. 12:9).

“¡Despierta!”

La admonición de Jesús a la iglesia de Sardis se aplica hoy. Afortunadamente, la gente finalmente está despertando a la creciente amenaza, a medida que Dios levanta atalayas y centinelas para que corran el telón sobre los orígenes demoníacos del creciente engaño. Pero los luciferinos simplemente no pueden permitir que la verdad llegue a las masas. ¿Por qué no? ¿Qué les preocupa? ¿Qué es lo que no quieren que sepamos? George R. R. Martin lo dijo muy bien en su libro, A Clash of Kings (Choque de Reyes): “Cuando le arrancas la lengua a un hombre no le estás demostrando que es un mentiroso, sólo le estás diciendo al mundo que temes lo que pueda decir”.

Sin embargo, dada la elección entre la verdad y la ignorancia, siempre debemos elegir la verdad. Como Jesús nos recuerda, la verdad nos hace libres (Juan 8:32). Al elegir liberarse del engaño global que plaga a la humanidad, cumplimos la admonición: “El hombre prudente prevé las dificultades que se avecinan y se prepara para ellas; el ingenuo avanza a ciegas y sufre las consecuencias” (Prov. 22:3).

Satanás cuenta con que el engaño embotará los sentidos y el discernimiento de aquellos sobre los que busca reinar. Pero ha reclutado un ejército de coconspiradores para llevar a cabo su plan.

Marionetas

Satanás ha conspirado con otras dos entidades para que lo ayuden en su agenda de apoderarse del mundo. Está trabajando mano a mano con su legión de demonios. Pero también está trabajando mano a mano con agentes humanos.

Algunos se apresuran a descartar las llamadas conspiraciones (sunomosia, en griego). Pero la Biblia ofrece múltiples ejemplos de conspiraciones inspiradas por Satanás. Lucas, el historiador, registra que más de cuarenta “judíos se reunieron y se comprometieron bajo juramento, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen matado a Pablo” (Hechos 23:12-13). La conspiración más notable fue el complot para matar al Mesías. Mateo nos dice que Caifás, el sumo sacerdote, conspiró con los principales sacerdotes, escribas y ancianos para capturar a Jesús con engaños y matarlo (Mateo 26:3-4). Juan dice: Desde ese día planearon [es decir, conspiraron] matarle [a Jesús]” (Juan 11:53).

El rey David describió al arquitecto detrás de la conspiración global que se ha desatado a lo largo de la historia de la humanidad:

¿Por qué se amotinan las gentes
y los pueblos piensan cosas vanas?
Se levantarán los reyes de la tierra,
y príncipes conspirarán
contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
«Rompamos sus ligaduras
y echemos de nosotros sus cuerdas.»
El que mora en los cielos se reirá;
el Señor se burlará de ellos (Salmos 2:1-4). 

Desde que Satanás inspiró a los hombres a construir una gran torre en Babel, ha estado trabajando agresivamente para establecer un gobierno mundial y gobernar el mundo con gran engaño. Aunque Jesucristo es el único heredero legítimo para reinar en la tierra, las Escrituras nos dicen que nos dirigimos hacia un gobierno mundial que culminará en el imperio del Anticristo durante la Tribulación.

Incluso hoy, aquellos que abogan por un gobierno mundial buscan impulsar su agenda en todo momento. Durante la gran recesión de 2008, Rahm Emanuel dijo: “Nunca dejes que una crisis se desperdicie”. Emanuel estaba repitiendo como un loro una estrategia de larga data del libro de jugadas globalista. A Nicolás Maquiavelo se le ocurrió por primera vez la frase durante el Renacimiento cuando dijo: “Nunca desperdicies la oportunidad que ofrece una buena crisis”.

Saul Alinsky reiteró la misma idea en su libro Rules for Radicals (Reglas para Radicales, 1972). Al mirar a nuestro alrededor, ciertamente vemos que el escenario se está preparando para el Nuevo Orden Mundial, una sociedad sin dinero en efectivo y un líder mundial, a medida que los luciferinos usan crisis fabricadas para promover su agenda malvada.

Discernimiento Bíblico

Un viejo proverbio japonés dice: “Si quieres saber sobre el agua, no le preguntes a un pez”. De la misma manera, si quieres reconocer el engaño, no busques respuestas dentro del sistema del mundo. Pablo advirtió: “Miren que nadie los lleve cautivos por medio de filosofías y vanas sutilezas, conforme a la tradición de hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no conforme a Cristo” (Col. 2:8). Debemos pensar bíblicamente por encima de todo y usar habilidades de pensamiento crítico, en lugar de abrazar las narrativas que escuchamos de los principales medios de comunicación, el mundo académico y el gobierno.

Una de las estrategias de la élite luciferina en su marcha hacia un imperio mundial malvado es mantener a los no salvos, sin salvación. Es decir, quieren asegurarse de que a los incrédulos se les impida escuchar el Evangelio, que es “el poder de Dios para salvación” para todo aquel que cree (Ro. 1:16). Otra de las estrategias de Satanás es mantener derrotados y engañados a los que ya son salvos. Cuanto más engañados estén los creyentes, menos peligro representarán para los luciferinos en esta batalla espiritual.

Para entender el método de engaño del luciferino, debemos remontarnos al Jardín y estudiar el método de operación de Satanás cuando se acercó a Adán y Eva. Entonces, como ahora, Satanás esgrime su astucia para aprovecharse de la ignorancia humana.

He aquí un breve resumen de los pasos del engaño satánico:

J. B. Hixson es el pastor de la Capilla Plum Creek en Sedalia, Colorado, y el fundador de Not By Works Ministries. También es un prolífico autor y amigo del Ministerio Cordero y León.

Lea la parte 2 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 

Recurso recomendado

Haga clic en la imagen para descargar el estudio

Read in Lamplighter

lunes, 1 de julio de 2024

No Seas Engañado (Parte 2 de 2)

 Por Tim Moore

Detrás de todos los mentirosos y las mentiras está el padre de las mentiras: Satanás.

Al describir su apostolado, Pablo describió a aquellos que se oponen al Evangelio:

“…porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. 14 Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. 15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan de ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Corintios 11:13-15).

Falso; fraudulentos; que se disfrazan. Cinco veces en tres cortos versículos, Pablo describe las tácticas que Satanás, sus hordas demoníacas y sus aliados y agentes mortales utilizan. Al aparecer como agentes de luz — es decir, razonables, respetables y justos — se ganan la confianza de objetivos desprevenidos.

Los engaños demoníacos son así. 

Recuerde la definición de una secta: devoción fuera de lugar a un conjunto de creencias y prácticas que se consideran fuera de las normas de la sociedad. De acuerdo con las encuestas actuales y los patrones de votación, una creciente mayoría de estadounidenses ahora profesa una devoción fuera de lugar a creencias y prácticas que estaban fuera de las normas de la sociedad — y eran antitéticas a una nación cristiana — hace sólo una o dos generaciones.

En 1995, el pastor Bob Russell escribió una oración de arrepentimiento nacional para el Desayuno de Oración del Gobernador de Kentucky. Al año siguiente, el pastor Joe Wright desató una tormenta de fuego cuando pronunció esa oración de confesión ante la legislatura de Kansas.

Esa oración fue escrita y pronunciada hace casi 30 años. Desde entonces, “el postrer estado se ha hecho peor [para nosotros] que el primero” (2 Pedro 2:20). Estados Unidos ha abrazado el matrimonio entre personas del mismo sexo, la confusión de género, la transexualidad y la perversión desenfrenada. En las próximas elecciones presidenciales, el Partido Demócrata ha proclamado en voz alta que planea forzar un referéndum sobre la “salud reproductiva” — su descripción orwelliana del aborto sin restricciones. (Es revelador que los demócratas ahora adopten la misma palabra “aborto”, ya que la ven como una estrategia ganadora, incluso en las elecciones locales).

El 30 de enero de este año, el pastor Jack Hibbs pronunció otra oración ante el Congreso. Fue denunciado inmediata y vehementemente por una veintena de legisladores de izquierda, porque se atrevió a orar en el Nombre de Jesucristo y a expresar la necesidad de la confesión y el arrepentimiento. Aquellos que han abrazado el engaño gritan de indignación junto con las hordas demoníacas cuando el Nombre del Señor es levantado en alto.

Satanás ha tenido un éxito sorprendente en transformar nuestra nación anteriormente cristiana en una sociedad secular y pagana. En las últimas semanas, el Pew Research Center documentó que 8 de cada 10 estadounidenses se dan cuenta de que la religión está perdiendo influencia en la esfera pública, pero sólo el 49% piensa que eso es algo malo. Ciertamente, no todos los estadounidenses eran cristianos en años pasados. Pero había un consenso sobre la definición de lo que está bien y lo que está mal. La verdad se consideraba “evidente por sí misma”, y que los derechos fueron otorgados por nuestro Creador. Si no fuera un documento histórico, la Declaración de Independencia sería rechazada de plano hoy.

Algunos de los más grandes engañadores de nuestra sociedad no se presentan a sí mismos como abiertamente “religiosos”. En cambio, adoctrinan a las personas para que eleven la tolerancia por encima de la verdad, atrayéndolas al pensamiento grupal en lugar de a una fe resuelta, y al “progresismo”, por encima de las políticas probadas y comprobadas. Lenta pero consistentemente, han tenido éxito en excluir a Dios de la vida pública y poner la verdad patas arriba.

Hay otra forma insidiosa y sutil de engaño que en realidad es de naturaleza demoníaca: El autoengaño. Hasta que recibamos nuestros cuerpos y mentes glorificados, todos somos propensos a alguna forma de engaño, de ahí las repetidas advertencias de la Biblia. Para empeorar las cosas, a menudo es muy difícil darse cuenta de cuándo nuestros propios corazones han abrazado el engaño. Esta realidad nos lleva de vuelta al Jardín del Edén. El engaño más tentador de Satanás no fue el fruto del Árbol de la Vida en sí, sino la falsa promesa de que, al rechazar a Dios, el hombre podría llegar a ser como Dios.

El Mayor Engaño

Los reformadores reconocieron que el tipo más peligroso de engaño es el autoengaño. Nuestros corazones mortales están desesperadamente enfermos en ese sentido (Jeremías 17:9). Debemos guardar nuestros corazones en todo momento, porque las Escrituras nos advierten acerca de engañarnos espiritualmente (1 Corintios 3:18, Mateo 7:20-22).

Satanás siempre está al acecho para atraparnos en otros dos engaños debilitantes. Justo cuando estamos a punto de abrazar el perdón de Dios, el Diablo susurrará: “No eres digno”. Tristemente, algunos dejarán que esa verdad les impida venir a Cristo en lugar de responder: “¡Por supuesto que no! ¡Ésa es la Buena Nueva del Evangelio! No recibo lo que merezco: ¡Cristo cargó con el castigo del pecado por mí!”.

Una vez que somos salvos, Satanás trata de convencer a los seguidores de Cristo de que han perdido su salvación debido a algún fracaso o infracción. Hablo como alguien que ha utilizado la misma táctica que un interrogador de entrenamiento en el ejército. Engañando a un desafortunado aprendiz privado de sueño para que cometiera un error de juicio, lo menospreciaría hasta que cometiera otro error, y luego otro. Su resistencia, sumergida en la vergüenza de su fracaso, acababa por verse comprometida por completo. Mi objetivo era enseñarles a evitar por completo tales maquinaciones engañosas.

Satanás aplica esta misma táctica a gran escala. Aguijonea incansablemente a los cristianos incautos, diciéndonos que seguramente Cristo ya no puede amarnos si no alcanzamos su perfección. La reprimenda de Jesús a Pedro — el mismo hombre que lo negaría tres veces después de su arresto en el huerto de Getsemaní — debería ser nuestra respuesta preferida: “¡Apártate de mí, Satanás!” (Mateo 16:23). Sabemos que, por la voluntad del Padre, Jesús no perderá ninguno de los que le fueron dados (Juan 6:39).

Antídoto Contra el Engaño

Me hubiera gustado etiquetar esta sección como “Inmunidad contra el Engaño”, pero no puedo prometer una inmunización única y segura contra el engaño. Es por eso que las Escrituras nos advierten repetidamente que no nos dejemos engañar. Ya sea que nos refiramos a la prevención como inmunización o antídoto, la clave para evitar el engaño es permanecer arraigados en la Verdad. Una ingesta regular de la Palabra de Dios, junto con la presencia iluminadora del Espíritu Santo y la responsabilidad de un cuerpo local de hermanos y hermanas cristianos es la mejor manera de evitar caer en un pozo de engaño.

¿Cómo lidiamos con el creciente engaño que oscurece las mentes que nos rodean? Seguimos la admonición del ministro metodista, William L. Watkinson, de hace más de 100 años: “Es mucho mejor encender una vela que maldecir la oscuridad”.

Los seguidores de Cristo no están equipados con meras velas parpadeantes. Tenemos la Palabra de Dios y podemos proclamar a Aquel que dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

¡Qué no te engañen! 

Conocer a Jesús es conocer la Verdad que te hará libre (Juan 8:32).

Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 

Read in Lamplighter

No Seas Engañado (Parte 1 de 2)

 Por Tim Moore

“…el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1).

El engaño demoníaco comenzó en el Jardín. Satanás primero intentó redefinir las palabras de Dios, luego intentó denunciar a Dios desacreditando Sus palabras por completo. El Diablo y sus hordas han seguido el mismo patrón de engaño desde entonces.

Francamente, Satanás se contenta con simplemente desviar a una persona, pero realmente se regocija cuando una persona abraza la rebelión activa contra el Todopoderoso, como él lo ha hecho. Ya sea un incauto o un compañero antagonista, — engañado o engañador — tal persona está en el camino al infierno.

Las Escrituras tienen mucho que decir sobre el cielo, pero tienen aún más que decir sobre el infierno — al igual que Jesús mismo. Del mismo modo, hay repetidas advertencias para no dejarse engañar. Claramente, éste es un peligro del que el Señor quiere que nos cuidemos. Y, sin embargo, los cristianos modernos han creído en la mentira de que las fuerzas espirituales son de poca importancia. Demasiados seguidores de Cristo creen que son inmunes al engaño. Sólo en ese sentido, prueban el viejo adagio de que el autoengaño es la forma más pura de engaño.

Como escribió Hal Lindsey en 1972: “Satanás está vivo y coleando en el planeta Tierra”. Martín Lutero también reconoció la terrible amenaza que persiste incluso después de la Cruz. Después de testificar: “Una fortaleza poderosa es nuestro Dios, un baluarte que nunca falla”, Lutero escribió estas palabras en la primera estrofa de su himno clásico:

En este trance agudo
Con furia con afán
Acósanos Satán.
Por armas deja ver
Astucia y gran poder;
Cual él no hay en la tierra.

El padre de la Reforma continuó describiendo este mundo “lleno de demonios” y el príncipe de las tinieblas sombrío”. Claramente, nuestros antepasados en la fe reconocieron lo que estaba en juego y las fuerzas demoníacas que obraban a nuestro alrededor, incluso cuando se aferraron a la promesa de que Cristo había triunfado sobre esa serpiente de la antigüedad.

Entonces, ¿cuáles son algunas de las formas en que Satanás trata de enredar a los desprevenidos en espirales de confusión que conducen a la condenación? A través de falsos profetas, sectas y engaños demoníacos. Consideremos cada uno de ellos por separado.

Falsos Profetas

La Biblia está llena de falsos profetas que profetizan falsamente. Faraón tenía sus propios hechiceros y magos que eran capaces de convertir lo que parecían ser bastones en serpientes (Éxodo 7:11-12). Acab se rodeó de “unos cuatrocientos hombres” que se alegraban de profetizar lo que el rey quería oír, aunque reconocía que no eran profetas del Señor, como Micaías hijo de Imla (2 Crónicas 18:7). Pero, incluso cuando Acab le encargó a Micaías que profetizara con veracidad, en realidad no quería escuchar el mensaje del mensajero ungido de Dios.

Anteriormente, Acab tuvo la misma actitud hacia el profeta Elías, llamándolo “perturbador de Israel”, por denunciar la maldad del rey (1 Reyes 18:17-18). El falso profeta por excelencia en el Antiguo Testamento fue Balaam, quien fue reclutado por Balac para lanzar una maldición sobre los hijos de Israel. Dios intervino para evitar que Balaam dijera una maldición, pero sí aconsejó a Balac sobre cómo descarriar a los hijos de Israel. Como Moisés escribió, Balaam proveyó un consejo que hizo que Israel transgrediera contra el Señor (Números 31:16). Jesús fue aún más directo en su carta a la iglesia de Pérgamo: “la enseñanza de Balaam... poner tropiezo ante los hijos de Israel, para que comieran cosas sacrificadas a los ídolos y cometieran fornicación” (Ap. 2:14).

La Biblia define a un falso profeta como alguien cuyas profecías no son del Señor y cuyo consejo aleja a la gente de la Verdad de Dios. A través de Ezequiel, Dios dijo: “¡Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio espíritu y que nada han visto!... Porque habéis hablado vanidad y habéis visto mentira, por eso, yo estoy contra [ellos]” (Ezequiel 13:2-8).

Moisés estableció la prueba de hierro para validar a un profeta: Si sus predicciones no se cumplen, es un falso profeta. Y, si hacen que la gente tropiece o se desvíe del Señor Dios, son falsos profetas.

Así como hubo falsos cristos en los días y la época de Jesús, los falsos profetas y falsos cristos han estado presentes a lo largo de la Era de la Iglesia, y todavía están entre nosotros hoy. El Nuevo Testamento menciona a Barjesús de Pafos (Hechos 13:6-12), Demetrio de Éfeso (Hechos 19:24-28), los judaizantes (2 Corintios 3:14-16 y 11:13-15) y los gnósticos (Colosenses 2:8, 3:5-7).

En los últimos años, hombres como Sun Myung Moon, David Koresh y Jim Jones se han promovido a sí mismos como mensajeros de Dios, si no como mesías reencarnados. Lamentablemente, engañaron a decenas de personas al afirmar que sus delirios provenían de una fundación cristiana. Otros, como Kim Jung Un, prescinden de los fundamentos cristianos y simplemente se proclaman divinos. Ya sea que inspiren o no el suicidio en masa — como lo hizo Jim Jones en Guyana el 18 de noviembre de 1978 — los falsos profetas ofrecen un canto de sirena a los espiritualmente crédulos, que conduce inevitablemente a la destrucción.

En la mayoría de los casos, los falsos profetas a menudo están rodeados de personas que quieren que les hagan cosquillas en los oídos (2 Timoteo 4:3) o que son atrapados — ya sea de forma voluntaria o gradual. Los falsos profetas ofrecen una forma de religiosidad que imita la verdadera fe. A esa religión falsa la llamamos secta.

Sectas

Así como los falsos profetas han estado en la Tierra a lo largo de la historia registrada, las religiones falsas también han proliferado. Los sociólogos dicen que esto se debe a que el hombre tiene un instinto innato de adorar a alguien o algo.

Blaise Pascal, matemático, físico y filósofo francés, dijo que hay un “vacío en forma de Dios” en el corazón del hombre, que sólo puede ser satisfecho por Jesucristo, pero que inexorablemente se llenará con algo. En la antigüedad, la religión falsa tomaba la forma de prácticas paganas y adoración de ídolos. En los tiempos modernos, pocas personas pueden jurar lealtad a dioses falsos como Moloc, Astarté y Baal, pero el mundo está lleno de seguidores de Buda, Mahoma y la variedad de dioses hindúes. Con cientos de millones de adeptos cada una, éstas son reconocidas como las principales religiones del mundo. Además, incontables millones de personas se adhieren a formas de religión que sólo pueden describirse como sectas.

Una secta se define como un sistema de devoción religiosa que se centra en una persona u objeto específico. Pero, incluso las definiciones seculares reconocen que la devoción está fuera de lugar. Los cristianos ciertamente estarían de acuerdo, y afirmarían que todas las religiones que no reconocen y adoran al Dios verdadero y viviente son falsas —lo que lleva inevitablemente a una admiración fuera de lugar.

Wikipedia afirma: “Una secta es un grupo típicamente dirigido por un líder carismático y autoproclamado, que controla estrictamente a sus miembros, lo que requiere una devoción inquebrantable a un conjunto de creencias y prácticas que se consideran fuera de las normas de la sociedad”. Éste es precisamente el tipo de manipulación que los falsos profetas aspiran a lograr.

Si bien no es una lista exhaustiva, además de las religiones falsas ya mencionadas, las siguientes se consideran sectas prominentes en la escena mundial actual:

  • Mormonismo
  • Testigos de Jehová
  • Cientistas cristianos  
  • Raëlianismo
  • NXIVM
  • Dianética o Cienciología 
  • Puerta del Cielo
  • Aum Shinrikyo
  • Templo del Pueblo
  • Rama Davidianos
  • Wiccanos
  • Satanistas

Éstas, y muchas más como ellas, tienen varias cosas en común:

  • Niegan la suficiencia del Evangelio de Jesucristo tal como se revela en la Palabra de Dios, ofreciendo otro evangelio (falso). 
  • Elevan a una figura central o líder a un estatus divino al que se le ha confiado la tarea de contradecir la Palabra de Dios (ya sea que se le llame profeta, papa o cualquier otra cosa). 
  • Alejan a la gente del verdadero Mesías, Jesucristo — el único Camino, Verdad y Vida.

Todas las religiones y sectas falsas hacen las tres cosas. Lamentablemente, las encuestas indican que cada vez más personas están siendo engañadas por éstas y otras similares. Pero la afiliación religiosa de más rápido crecimiento en Estados Unidos hoy en día se llama “Ninguna” — es decir, ninguna religión. ¿Constituye eso una actitud sectaria? Según la definición ofrecida anteriormente, sí. Los “ningunos” que niegan el Evangelio de Jesucristo lo hacen porque no reconocen su suficiencia. Elevan su propia percepción o intelecto para rechazar la Palabra de Dios. Y, debido a que desprecian a Cristo, la ira de Dios permanece sobre ellos (Juan 3:36).

Afortunadamente, muchos han salido de una religión o secta falsa para encontrar el perdón de los pecados y la seguridad de la vida eterna en Jesucristo. A través de la revelación del Espíritu Santo, algunos de ustedes que leen este artículo han sido liberados del engaño a la Verdad. Se han dado cuenta de que Dios se ha revelado a Sí mismo en la Persona de Su Hijo.

Independientemente de las motivaciones de los líderes de las sectas (y algunas de ellas a menudo parecen comenzar con intenciones altruistas), cada fundador o líder de sectas ha sido engañado por el más grande de todos los engañadores, Satanás, y luego se ha convertido en cómplice de su engaño demoníaco.

Lea la parte 2 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 

Read in Lamplighter