Ministerio Cordero y León
En la Parte 1 de esta mirada a dónde se cruzan la tecnología y la escatología, contrastamos lo bueno y lo malo cuando se trata de las maravillas tecnológicas de hoy. En la Parte 2, especulamos cómo los autores bíblicos pudieron haber descrito las tecnologías modernas. Ahora, en esta parte final, exploraremos las sombras proféticas de nuestro “mundo feliz”.
Presagios Proféticos de Nuestro “Mundo Feliz”
Entonces, ¿dónde se relaciona la Profecía Bíblica con esta explosión de tecnología? No es sólo en la capacidad del mundo para mirar a los dos testigos que yacerán en las calles de Jerusalén. Varias otras profecías pueden cumplirse plenamente a través de la tecnología moderna:
- Un ejército de 200 millones de hombres (si es humano, esto requiere producción de alimentos de alta tecnología, medicamentos y logística de alta tecnología moderna)
- Una explosión de información sin precedentes (aunque carente de la sabiduría de las generaciones anteriores)
- Transporte que permita una interconectividad rápida y de gran alcance entre naciones y pueblos
- Un sistema de identificación mediante el cual se puede autorizar — o impedirles — a las personas a comprar y vender en el mercado mundial.
- La capacidad de crear una “imagen” del Anticristo que pueda moverse y hablar (ya es posible a través de la holografía y efectos visuales y de audio de IA)
- Armas tan catastróficas que pueden hacer que el cielo se parta como un pergamino, mover montañas e islas, e infundir terror en cada persona de la tierra (ya presentes en forma de miles y miles de armas nucleares)
Estos ejemplos anecdóticos alimentan la convergencia de la tecnología que permitirá que el Anticristo se eleve al poder y reine por un tiempo en la tierra.
Satanás siempre ha estado listo y esperando para impulsar a su Hombre de Anarquía al poder. Ha tenido candidatos listos y preparados para asumir ese papel. Sin embargo, ha estado esperando el momento justo. ¿Cuándo será ese momento? Creemos que ocurrirá cuando Jesús remueva a la Iglesia de la tierra en el Rapto. Sin la influencia restrictiva de los cristianos, en los que mora el Espíritu Santo, todo el infierno se desatará.
Dado que el Rapto podría ocurrir en cualquier momento — una promesa inminente que también ha sido válida a lo largo de los últimos 2,000 años — siempre ha sido la estrategia de Satanás utilizar cualquier herramienta que esté a su disposición.
Bien entrado el siglo XXI, podemos ver cómo la demora del Señor ha permitido avances en la destreza técnica humana que favorecerán los planes de Satanás. Me imagino que nuestro enemigo infernal está absolutamente entusiasmado con anticipación. ¿Lo estás tú?
La Tecnología como Herramienta
En nuestra cultura moderna, algunas personas ven diversos objetos como bendiciones benignas o maldiciones aborrecibles. Por eso, se regalan teléfonos inteligentes a los niños y se vilipendian las armas. Ambos objetos inanimados son meras herramientas y pueden ser utilizados como instrumentos de bien o como vías hacia la destrucción.
¿No es eso cierto con respecto a gran parte del conocimiento humano? El conocimiento, como la tecnología, no es inherentemente bueno o malo; más bien, la persona que lo usa determina su efecto. Un martillo se puede usar para construir o destruir una casa. Se puede usar una computadora para compartir el Evangelio o acceder a pornografía indescriptiblemente vil. Lo mismo ocurre con prácticamente toda la tecnología.
Al final, la pregunta es qué haremos con el conocimiento que tenemos.
Nuestro Eterno Problema de Baja Tecnología
Hablando con Jesús, Pilato discernió correctamente que Él era un rey. Pero su escepticismo impidió que su entendimiento se convirtiera en fe. Burlándose de la afirmación de Jesús acerca de la verdad, Pilato respondió: “¿Qué es la verdad?” (Jn. 18:33-38). Al final, cada persona — desde la persona más avanzada tecnológicamente hasta la más ignorante — debe lidiar con la eterna pregunta que hizo Pilato y que pesa sobre cada corazón: “¿Qué, pues, haré con Jesús, llamado el Cristo?” (Mt. 27:22).
Ninguna inteligencia artificial puede iluminar el corazón humano con la respuesta correcta a esa pregunta. Como testificó Jesús, al afirmar la confesión de fe de Pedro (Mt. 16:17; 1 Co. 2:10-16), sólo Dios el Padre, que revela la Verdad a través del Espíritu Santo, lo hará.
El eterno problema del hombre es decididamente de baja tecnología. Es el pecado lo que nos separa de Dios. Él ha provisto la Solución Eterna para resolver ese problema real y devastador: El Evangelio de Jesucristo.
¿Aceptará ese conocimiento?
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
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