La Naturaleza del Islam
Desde el ataque a Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, hemos escuchado un coro interminable de voces del gobierno, la academia y los medios de comunicación asegurándonos que los terroristas islámicos, que atacaron las Torres Gemelas y el Pentágono, no representan el “verdadero islam”. Del mismo modo, líderes espirituales — incluso algunos portavoces cristianos — nos han asegurado que el islam es una religión de paz y que los musulmanes adoran al mismo Dios que los cristianos y los judíos.
“Nuestra guerra no es contra el islam”, nos han dicho repetidamente. “Nuestra guerra es contra el terrorismo”.
Preguntas Centrales
Bueno, ¿qué pasa con eso?
- ¿Son los musulmanes hermanos y hermanas espirituales de cristianos y judíos?
- ¿Adoramos todos al mismo Dios?
- ¿Son las sagradas escrituras islámicas, conocidas como el Corán, inspiradas por Dios?
- ¿Es el islam otro camino hacia Dios por el cual uno puede alcanzar la vida eterna?
- ¿Son los fundamentalistas islámicos representantes del verdadero islam, o son una terrible aberración de una religión amante de la paz?
- ¿Es nuestra guerra realmente política contra terroristas internacionales, o es una batalla espiritual contra una religión demoníaca, intolerante, militante e imperialista conocida como islam?
Una Perspectiva Histórica Sobre el Islam
Comencemos nuestra consideración de estas preguntas con algunos antecedentes históricos.
Mahoma, el hombre que dictó el Corán y dio a luz al islam, nació en La Meca, en la península de Arabia Saudita, en el año 570 d. C. Su padre murió antes de que él naciera, y su madre murió cuando él tenía seis años. Fue criado primero por un abuelo y más tarde por un tío.
Mahoma fue analfabeto durante toda su vida. Hasta los 25 años trabajó en caravanas. Durante sus extensos viajes, se encontró con muchos cristianos y judíos. A través de sus conversaciones con ellos, recogió fragmentos tanto del judaísmo como del cristianismo.
Su vida cambió radicalmente a los 25 años, cuando conoció a una viuda rica de 40 años, que se enamoró de él. Su matrimonio permitió a Mahoma vivir una vida de ocio a partir de ese momento.
El Llamado de Mahoma
Quince años después de su matrimonio, a los 40 años, Mahoma tuvo la visita de un espíritu. Supuestamente, este espíritu le dijo que había sido llamado por Dios para ser un “profeta” y un “apóstol”. Es interesante notar que no había tradición en las religiones árabes de profetas o apóstoles. Estos términos fueron obviamente utilizados por Mahoma para atraer a los judíos y a los cristianos.
Mahoma continuó teniendo visitas espirituales. Lo arrojaban a un trance, y sus declaraciones durante los trances eran escritas por escribas. Estas declaraciones etéreas se convirtieron en el Corán, pero no fueron compiladas hasta después de la muerte de Mahoma. Cuando se hizo la compilación, las declaraciones no estaban organizadas ni cronológicamente ni por temas. El resultado fue un revoltijo de dichos desorganizados y a menudo incoherentes, que a menudo son contradictorios.
Por ejemplo, el Corán da cuatro relatos contradictorios del llamado de Mahoma a ser profeta [la palabra Sura significa capítulo]:
- Suras 53 y 81 — Dios, o Alá como se le llama en árabe, se le apareció personalmente a Mahoma.
- Suras 16 y 26 — El llamado fue de parte del Espíritu Santo.
- Sura 15 — Los ángeles emitieron el llamado.
- Sura 2 — Gabriel fue quien se le apareció.
Las Revelaciones de Mahoma
En el momento en que Mahoma recibió su visita inicial, había más de 300 dioses adorados en La Meca por peregrinos que acudían allí cada año para rezar en la Ka’aba, un pequeño edificio cúbico que albergaba un meteorito negro y efigies de varios dioses. Uno de esos dioses era Alá, el dios de la luna.
Mahoma decidió proclamar que sólo había un dios — y seleccionó a Alá como ese dios. Ésa es la razón por la que la luna creciente se convirtió en el símbolo del islam. Mahoma también proclamó que él era el profeta de Alá.
Inicialmente, Mahoma esperaba que tanto judíos como cristianos recibieran su nueva revelación. Por lo tanto, los primeros pasajes del Corán hablan con admiración de “el pueblo del Libro”. Éstos son los pasajes que a los musulmanes de Occidente les encanta citar en su esfuerzo por demostrar que el islam es una religión tolerante. Un ejemplo es Sura 5:82, que dice: “Encontrarás a los más cercanos de ellos en afecto a los creyentes [musulmanes] aquellos que dicen: ‘Somos cristianos’” (Sahih).
El Rechazo a Mahoma
Pero cuando judíos y cristianos rechazaron a Mahoma, se volvió ferozmente contra ellos, y pasajes posteriores en el Corán hablan de ellos despectivamente:
- Sura 5:51 ordena a los musulmanes no tomar a judíos y cristianos como amigos.
- Sura 9:29 ordena a los musulmanes luchar contra judíos y cristianos, hasta que se sometan a Alá, o acepten pagar un impuesto especial.
- Sura 2:65-66 y Sura 5:60 contienen referencias a los judíos como “monos y cerdos”, que deben ser “despreciados y odiados” (Pickthall). ¡Piense en eso! Puede estar seguro de que tal declaración no provino del verdadero Dios de este universo, que seleccionó a los judíos para ser Su Pueblo Escogido.
Los judíos y los cristianos no fueron los únicos que rechazaron las nuevas revelaciones de Mahoma. La gente de su propia tribu, los Qurays, también lo rechazaron. En respuesta, Mahoma sucumbió a la tentación de apaciguar a su tribu anunciando que estaría bien que adoraran a las tres hijas de Alá — llamadas Al-Lat, Al-Uzza y Manat.
Esta declaración condujo a los infames “versos satánicos” del Corán, que más tarde fueron eliminados cuando Mahoma volvió al monoteísmo. Los musulmanes han tratado desde entonces de encubrir esta desviación de la fe.
Tal vez recuerde que, en 1989, un escritor indio llamado Salman Rushdie, sacó a relucir este tema tabú cuando escribió una novela titulada Los Versos Satánicos. El ayatolá Jomeini de Irán lo condenó y pidió su asesinato. Una recompensa de tres millones de dólares fue colocada sobre su cabeza, y ha estado escondido desde entonces.
El Viaje de Mahoma
La oposición a Mahoma en su ciudad natal de La Meca continuó creciendo hasta que se vio obligado a huir 250 millas a Medina, donde se recibió su mensaje. El calendario islámico data de este año, cuando Mahoma huyó a Medina y encontró una audiencia receptiva, lo que resultó en el establecimiento formal del islam como religión. Era el año 622 d. C., y esa fecha representa el año uno del calendario musulmán, que es un calendario lunar. El año 2022 fue el año 1444 en el sistema de datación musulmán.
Después de la muerte de su esposa, Mahoma se casó con al menos otras 11 mujeres (algunas fuentes sitúan el total en 16). También tomó varias concubinas. Se casó con una niña que tenía sólo seis años y tuvo relaciones sexuales con ella cuando tenía nueve. Según el Corán, sólo el profeta podía tener esposas ilimitadas. Todos los demás hombres musulmanes están limitados a cuatro (Sura 4:3).
Mahoma murió el 8 de junio de 632 d. C. en Medina, a los 63 años. No dejó sucesor, y el islam pronto se dividió en sectas beligerantes llamadas chiítas y sunitas.
La Expansión del Islam
Todos los que sobrevivieron a Mahoma empuñaron la espada, según lo indicado por el Corán, y se dedicaron a hacer avanzar el islam a través del poder militar. La difusión resultante de la religión fue fenomenal. En un siglo, las fuerzas islámicas habían conquistado Arabia Saudita, todo el Medio Oriente, Asia Central y gran parte de la India. Los ejércitos arrasaron Egipto y el norte de África, destruyendo a su paso el cristianismo bizantino corrupto.
En el año 710 d. C., los ejércitos islámicos cruzaron el Estrecho de Gibraltar y conquistaron rápidamente tres cuartas partes de España y Portugal. Luego invadieron Francia y tomaron un tercio de la nación. Estaban a 125 millas de París cuando fueron derrotados milagrosamente en la Batalla de Poitiers (también conocida como la Batalla de Tours) en 732 d. C., por un ejército francés dirigido por Charles Martel. Su influencia en España vivió durante unos siglos más, antes de que fueran empujados lentamente hacia el norte de África.
Un segundo intento poderoso de subyugar a toda Europa se hizo 900 años más tarde en el siglo XVII, cuando los turcos comenzaron a expandir su Imperio Otomano. Tomaron Grecia, Yugoslavia, Bulgaria y partes de Rumania y Hungría. En 1683 habían llegado a las puertas de Viena, donde una vez más, las fuerzas occidentales obtuvieron una victoria milagrosa contra probabilidades abrumadoras.
Después de este segundo intento de conquistar Europa, el islam cayó en un estado de depresión y estancamiento, hasta que se despertó en el siglo XX debido a varios factores:
- La acumulación de grandes riquezas — debido al descubrimiento de vastos yacimientos de petróleo en tierras árabes.
- El restablecimiento de la nación de Israel — interpretado por clérigos islámicos como Jomeini como un juicio de Alá debido al estancamiento y la apostasía islámicos.
- El posicionamiento de las fuerzas armadas de EE.UU. — el emplazamiento durante la década de 1990 de tropas estadounidenses en todo el Oriente Medio en respuesta a la invasión iraquí de Kuwait.
- La invasión de la cultura occidental en el mundo musulmán — debido a la penetración de películas, programas de televisión y bienes de consumo occidentales.
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