Días Oscuros por Delante
Las Buenas Noticias
1) El Regreso de Jesús
Las buenas nuevas para el pueblo judío no comienzan hasta el regreso de Jesús a esta tierra, al final de los siete años de Tribulación. Después de que los judíos hayan llegado al fin de sí mismos, debido a su persecución sin precedentes durante la segunda mitad de la Tribulación, Jesús aparecerá en los Cielos, y el remanente restante se arrepentirá y lo aceptará como su Mesías.
Así es como Moisés lo describió en general antes de que los hijos de Israel entraran en su Tierra Prometida (Dt. 4:30): “Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz”.
El profeta Zacarías lo describe con mayor detalle (Zac. 12:10): “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”.
El clímax de este gran día se relata en el siguiente capítulo (Zac. 13:1): “En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia”.
Jesús mismo declaró en Mateo 23:37-39 que Él no regresaría a esta tierra hasta que un remanente de los judíos estuviera listo para recibirlo como su Mesías.
2) Reunión en Fe
Cuando Jesús regrese, todos los judíos creyentes en el planeta tierra serán reunidos en Jerusalén. La reunión actual es en incredulidad. Ésta al final de la Tribulación será una reunión en fe. Esta reunión se menciona en varios lugares de las Escrituras hebreas. Aquí hay una de la época de Moisés (Dt. 30:1-4):
Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios, y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará.
3) Primacía
Luego se nos dice en las Escrituras que Jesús comenzará Su reinado milenario estableciendo a Israel como la nación principal del mundo. Jesús reinará desde Jerusalén como Rey del Mundo. David, en su cuerpo glorificado, reinará como Rey de Israel. Los creyentes, en sus cuerpos glorificados, serán esparcidos por toda la tierra para reinar con Jesús sobre las naciones gentiles.
Isaías dedica tres capítulos completos (60 a 62) a una descripción de las bendiciones que Dios derramará sobre el pueblo judío durante el Milenio. Sólo considere por un momento algunas de las bendiciones que Isaías menciona:
- La gloria Shejiná del Señor aparecerá sobre la nación (Is. 60:2): “…sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria”.
- La ayuda extranjera vendrá de todas las naciones de la tierra (Is. 60:5-6, 10, 16): “…La riqueza de las naciones vendrá a ti. Traerán oro e incienso…”.
- Israel será reconstruido (Is. 61:4): “Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas…”.
- Israel recibirá el respeto de las naciones por primera vez en su historia. Zacarías 8:23 dice que los judíos serán tan respetados, que cuando uno pase, diez gentiles agarrarán su túnica para que puedan caminar con él. Isaías lo expresa de esta manera (Is. 60:2-3): “…sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento”. Isaías añade (Is. 60:15): “En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos”.
- La paz y la alegría de la nación estarán garantizadas (Is. 60:17): “…pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores”.
- El pueblo judío será un canal de bendiciones para todas las naciones (Is. 61:11): “Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones”.
- La ciudad de Jerusalén será adornada con bendiciones (Is. 62:1-3, 7): “Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha. Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo… [Dios restablecerá] a Jerusalén, y la [pondrá] por alabanza en la tierra”.
- Y la razón de todo esto es que el Señor hará de la nación de Israel y de la ciudad de Jerusalén Su hogar durante Su reinado milenario (Is. 60:13): “…Yo honraré el lugar [Jerusalén] de mis pies”. Ezequiel confirma esta declaración en Ezequiel 43:7: “Y me dijo: Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre…”.
La Protección de Dios
Israel tiene algunos días muy difíciles por delante, pero Dios les ha hecho maravillosas promesas en las que pueden confiar:
- “He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel” (Salmos 121:4).
- “Ninguna arma forjada contra ti prosperará” (Is. 54:17).
- “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Is. 41:8-16).
Nuestra nación necesita prestar atención a estas promesas de Dios. En los últimos años, hemos ejercido una enorme presión sobre Israel para que siga un camino de apaciguamiento “intercambiando tierra por paz”. En el proceso, hemos alentado cada vez más a los enemigos jurados de Israel. Si continuamos maltratando a Israel, estamos garantizando nuestra propia destrucción.
Resumen
En conclusión, las Escrituras enseñan que Israel no sólo sobrevivirá, sino que la nación emergerá como la nación principal en todo el mundo a medida que Dios cumpla Sus promesas al pueblo judío y venga a vivir en medio de ellos.
Qué día tan glorioso será, no sólo para Israel, sino para todo el mundo. Se acerca un día de victoria absoluta para Israel — eso también significará la victoria para la Iglesia.
En el Salmo 122 se nos dice que debemos “orad por la paz de Jerusalén”. Las Escrituras dejan en claro que Jerusalén nunca experimentará paz hasta que Jesús regrese. Entonces, cuando ora por la paz de Jerusalén, está orando por el regreso del Señor.
También se nos dice en el Nuevo Testamento que oremos la frase aramea, “¡Maranata!”, que significa: “¡Oh Señor, ven!” (1 Corintios 16:22). Así que cada mañana, mientras se despierte, ore por la paz de Jerusalén y luego mire al cielo y clame en su corazón: “¡Maranata, Maranata, Maranata, ven rápido, Señor Jesús!”.
Y en el glorioso día en que se responda a esa oración, el remanente judío gritará: “¡Baruj Haba B'shem Adonai!”, que significa: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” (Mateo 23:39).
Lea la parte 1 aquí
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Will Israel Survive?
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