Cambio. Parece inevitable en un mundo que se está saliendo de control. Los mismos cuerpos que habitamos están en un estado constante de flujo—si no perceptible momento a momento, entonces evidente a medida que sacamos instantáneas de años pasados.
Sólo hay Uno que es constante: Dios Todopoderoso. Él testificó sobre Sí mismo: “Yo, el SEÑOR, no cambio” (Malaquías 3:6). Jacobo, el hermano de Jesús, llamó al Señor nuestro “Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación” (Jacobo 1:17). Y el escritor de Hebreos testificó que “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8).
A muchas personas no les gusta el cambio, por lo que es un gran consuelo saber que Dios es una constante singular. Él es la Roca inmutable que anclará nuestra fe hasta que entremos en Su presencia y lo contemplemos cara a cara.
A medida que el Ministerio Cordero y León completa su proceso de transición de años de duración, muchos de ustedes sin duda se han preguntado qué cambios ocurrirían. ¿Cómo se ajustarán nuestro mensaje y misión bajo un nuevo liderazgo?
Permítanme decir enfáticamente que el mensaje del Ministerio Cordero y León no cambiará. Continuaremos proclamando el pronto regreso de Jesucristo a tantas personas como sea posible lo más rápido posible. Dados mis antecedentes militares, esa declaración de misión guiará todo lo que hagamos. En todo caso, tenemos la intención de redoblar nuestros esfuerzos para cumplir esa misión con una urgencia cada vez mayor.
Los artículos en esta edición de la revista Lamplighter destacarán la visión que proyectaremos, las razones por las que existe la profecía bíblica y el papel crucial que el Señor todavía quiere que cumplamos.
Habiendo reconocido ya que a muchas personas no les gusta el cambio, me doy cuenta de que algunos de ustedes pueden querer que todo permanezca estático. Pero, para mantenernos frescos e interesantes, debemos comunicarnos de maneras que lleguen a nuevas audiencias y nuevas generaciones. Ninguno de los ajustes que haremos representará un cambio por el simple hecho de cambiar; estamos esforzándonos intencionalmente por lograr nuestra misión e impactar vidas para el reino de Dios.
Otro aspecto de nuestro ministerio no cambiará. El Ministerio Cordero y León seguirá dependiendo del Señor para atraer los corazones de hermanos y hermanas en Cristo de ideas afines de todo el mundo, para unirse a nuestros esfuerzos con sus oraciones y contribuciones financieras. Él nos ha bendecido más allá de toda medida, mientras nos hemos esforzado por servirle con valentía. Juntos cumpliremos la misión a la que Él nos ha llamado—asegurarnos de que Él reciba el crédito. Oramos para que aprovechen la oportunidad de asociarse con nosotros.
Juntos, podemos regocijarnos de saber que estamos viviendo en la época del regreso del Señor. Muy pronto, Jesús—que es el mismo ayer, hoy y siempre—efectuará el cambio que todos anhelamos. En un abrir y cerrar de ojos seremos cambiados.
¡Ven, Señor Jesús!
Director y Evangelista Sénior
Ministerio En Defensa de la Fe
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