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miércoles, 10 de febrero de 2021

La Profecía de la Semana de Milenios (parte 1 de 2)

La Teoría del Día Milenial

Por Dr. David R. Reagan


Las Escrituras contienen una profecía implícita que sugiere fuertemente que somos la generación terminal — la que experimentará el Rapto de la Iglesia. 

Pero antes de echarle un vistazo, consideremos un hecho que la mayoría de los cristianos parecen desconocer. ¿Sabía que hay una profecía en el Antiguo Testamento que claramente establece la época de la Primera Venida del Señor? Se encuentra en el libro de Daniel, en el capítulo 9, comenzando con el versículo 24. Por lo general, se conoce como la “Profecía de las 70 Semanas de Años”.

La Designación de Daniel para la Venida del Mesías

El nombre de la profecía viene del hecho de que Daniel profetiza que ciertos eventos ocurrirán entre el pueblo judío durante un período de 490 años, o 70 semanas de años. Afirma muy claramente que el Mesías vendrá antes que terminen 483 de estos años. La preguntan, entonces, que surge inmediatamente, es: ¿Cuál es el punto de partida para la cuenta regresiva de estos años? Daniel dice que la cuenta regresiva comenzará con “la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén” (Daniel 9:25).

Después de que el imperio babilónico fue derrocado por los medos y los persas, tres reyes persas emitieron edictos con relación al regreso de los judíos a su tierra natal. El primero se produjo en 538 a.C., cuando Ciro autorizó a Zorobabel a reconstruir el templo en Jerusalén (Esdras 1:1-3). El segundo, emitido por Artajerjes en 457 a.C., le dio a Esdras para reinstituir los servicios del templo, nombrar jueces y enseñar la Ley (Esdras 7:11-26). En 445 a.C., Artajerjes emitió un decreto para que Nehemías reconstruyera la ciudad de Jerusalén y sus murallas (Nehemías 2:1-8).

A simple vista, el tercer decreto, el emitido a Nehemías, parece ser el candidato más obvio para la fecha de inicio de la profecía, porque es el único que se relaciona específicamente con la reconstrucción de la ciudad. Por esa razón, la mayoría de los comentaristas la han seleccionado como el comienzo de las 70 semanas de años.

Utilizando 445 a.C. como el punto de partida, los expertos en cronología bíblica han concluido que el punto terminal de los 483 años sería el 27 d.C. como el más temprano, y el 33 d.C. como el más tardío. Las diferencias dependen de si calcula utilizando años solares o años lunares de 360 días.

El punto, por supuesto, es que Jesús nació alrededor del 4 al 6 a.C. y, por lo tanto, Su llegada se ajusta a la profecía, ya que Su nacimiento ocurrió antes del último punto terminal posible de la profecía. Y este hecho presenta un problema importante para los judíos, ya que niegan que Jesús fuera el Mesías. Si no lo era, ¿entonces cómo pueden explicar que el Mesías no nació dentro del período de tiempo de Daniel? Después de todo, reconocen a Daniel como un profeta legítimo de Dios. 

El punto principal que quiero señalar es que la profecía de Daniel reveló claramente la época de la Primera Venida del Señor. Y, de la misma manera, hay profecías tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento que revelan la época de la Segunda Venida del Señor — no la fecha, sino la época general. Y es mi argumento que esas profecías apuntan a nuestro tiempo y, por lo tanto, somos la generación terminal.

Una Profecía Implícita

Una de las más importantes de esas profecías es la que está implícita en el relato de la Creación de Génesis 2, como se encuentra en Génesis capítulo 2:

1) Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.

2) Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.

El relato de la Creación, que consiste de seis días de trabajo seguidos de un día de descanso, es la plantilla de Dios para el tiempo que se repite una y otra vez a lo largo de las Escrituras. Considere la siguiente evidencia.

1) La Semana de Días — Seis días de trabajo seguidos de un shabat de descanso. 

2) La Semana de Semanas — Siete semanas de cuarenta y nueve días entre la Pascua y la Fiesta de Pentecostés, que concluye con día de reposo de Shabat.

3) La Semana de Meses — Los siete meses que contienen las siete fiestas de Israel, comenzando con la Pascua en la primavera y concluyendo con la Fiesta de los Tabernáculos en el otoño, que es una celebración de descanso de las labores agrícolas del año.

4) La Semana de Años — Siete años seguidos de un año sabático, cuando se permite que la tierra descanse del cultivo. 

5) La Semana de las Semanas de Años — Cuarenta y nueve años previos a la celebración del 50º aniversario del Jubileo, y ese año será un año de descanso.

6) La Semana de los Milenios — La idea de que 6,000 años de luchas y humano serán seguidos por 1,000 años de descanso durante el Reinado Milenario del Mesías. 

El último ejemplo de la plantilla de semana que se menciona anteriormente es el tema de este artículo. Es un concepto en el que algunos judíos y cristianos han estado de acuerdo durante los últimos dos mil años. 

Un Posible Ejemplo Pre-Judío

De hecho, hay evidencia de que el concepto es anterior a la fundación del pueblo judío con el llamado de Abraham. Las referencias a la teoría de los 7,000 años se pueden encontrar en los escritos atribuidos a Enoc, quien vivió en la séptima generación desde Adán, y fue el abuelo de Noé. En los Rollos del Mar Muerto se encontraron porciones de al menos diez citas del Libro de Enoc.

Estos escritos no son canónicos, pero hay una cita de ellos en el libro de Judas del Nuevo Testamento (versículos 14-15). Describe la Segunda Venida del Mesías, señalando que, según Enoc, el Mesías vendrá un día en juicio para derramar la ira de Dios sobre los “pecadores impíos”.

Sabemos por fuentes no bíblicas que el Segundo Libro de Enoc declaró que habría 7,000 años de historia, y que el comienzo del 8,000 marcaría el inicio del Estado Eterno (2 Enoc 33:1).1

Ya sea que estos escritos daten de la época de Enoc o fueran escritos más tarde por alguien que usó su nombre, indican que la idea de 7,000 años de historia humana en esta tierra es una tradición muy antigua.

Ejemplos Judíos

La referencia judía más antigua existente a la Semana de Milenios es probablemente la que se encuentra en el Talmud, que hace referencia a una declaración atribuida a la escuela profética establecida por el profeta Elías:

Seis mil años es la duración del mundo. Dos mil de los seis mil años se caracterizan por el caos; dos mil años se caracterizan por la Torá, desde la era de los Patriarcas hasta el final del período mishnaico; y dos mil años son el período de la venida del Mesías (Sanedrín 97a). 

Este concepto se repite en un midrash del siglo 10 d.C. llamado Tanna D’vei Eliyahu. (Un midrash es un comentario sobre partes de las escrituras hebreas). Dice lo siguiente:2 El mundo existirá por 6,000 años. En los primeros 2,000 hubo desolación (sin Torá, desde Adán hasta Abraham); 2,000 años la Torá floreció, y los siguientes 2,000 años es la era mesiánica (Él debería haber venido al comienzo de los últimos 2,000 años; el retraso se debe a nuestros pecados). Por supuesto, el Mesías vino al comienzo de los últimos 2,000 años, pero no fue reconocido por el pueblo judío.

Rabino Baruch S. Davidson

Este concepto de 6,000 años de trabajo y conflicto humano seguidos por 1,000 años de descanso sigue vivo entre los rabinos judíos y lo están enseñando. Tome, por ejemplo, al rabino Baruch S. Davidson, de Brooklyn, NY, que es un escritor de Jabad, un movimiento jasídico judío ortodoxo. Cuando se le preguntó sobre la teoría de los 7,000 años, respondió:3

El Talmud nos dice que este mundo, como lo conocemos, durará seis mil años, con el séptimo milenio marcando el comienzo del Shabat cósmico, la era mesiánica. Trabajamos seis días a la semana, y en el Shabat descansamos y disfrutamos de los frutos de nuestro trabajo; lo mismo ocurre con los milenios.

La aceptación generalizada del concepto de 7,000 años entre los sabios judíos de hoy se ilustra por el hecho de que la idea es aceptada “a través de la división askenazi-sefardí, la división hasidim-misnagdim, y a través de las perspectivas racional del Talmud y la mística de la Kábala”.4


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe


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