Nuestra Sociedad en Caos
La Personalidad del Presidente Trump
Otro factor que ha contribuido a nuestra actual “tormenta perfecta” es uno que la mayoría de los conservadores no quieren reconocer. Es el ego monumental del presidente Trump. Una vez más, he advertido repetidamente que, las políticas del presidente Trump están de acuerdo con los principios judeocristianos y deben aplaudidas y apoyadas, su constante alarde de su riqueza, su sabiduría y su grandeza, constituyen un peligro para sí mismo y para la nación, porque Dios aborrece el orgullo. Considere las siguientes escrituras:
Proverbios 16:5 — “Abominación es al SEÑOR todo altivo de corazón; de ninguna manera quedará impune”.
Jeremías 9:23 — “Así ha dicho Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas”.
Isaías 2:12 — “Porque el día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo lo arrogante, y será abatido”.
Proverbios 16:18 — “Antes del quebranto está la soberbia, y antes de la caída, la altivez de espíritu”.
Proverbios 26:12 — “¿Te has fijado en quien se cree muy sabio? Más se puede esperar de un necio que de gente así”.
Mateo 23:12 — “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.
Santiago 4:6 — “…Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.
Éstas son advertencias asombrosas y aleccionadoras. Una vez más, Dios aborrece el orgullo. No podemos esperar que bendiga a una persona orgullosa. Recuerde al rey Nabucodonosor. Mientras se felicitaba por su grandeza, fue reducido a la locura.
Un segundo problema personal que caracteriza al presidente Trump, y que es responsable de gran parte del odio y división en nuestra nación hoy, son sus respuestas juveniles a sus críticos. En lugar de lidiar con sus críticas, los ataca personalmente en tuits que a menudo son toscos, groseros, e incluso vulgares.
Una de las voces proféticas de Dios en la actualidad es Albert Mohler, Jr., el Presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur, en Louisville, Kentucky. Recientemente habló sobre el problema de la personalidad del presidente Trump. En junio, en una entrevista con la revista The New Yorker, Mohler llamó a Trump “una enorme vergüenza” para los evangélicos debido a su “mal comportamiento” y las “deficiencias evidentes en su carácter público y privado”. Sin embargo, Mohler dijo que iba a votar por el Presidente, porque “la alternativa es impensable”.
Una cosa favorable sobre Trump, además de sus valores conservadores, es que ha cumplido su palabra concerniente a las promesas políticas que hizo en 2016. De hecho, creo que sería muy difícil encontrar un Presidente que haya sido tan fiel a sus promesas. Nos hemos acostumbrado tanto a que los políticos nos mientan sobre lo que harán si son elegidos, que es particularmente reconfortante encontrar a uno que realmente haga lo que dice.
En la cuarta y última parte de esta mirada a la “tormenta perfecta” que se cierne sobre Estados Unidos, examinaremos cómo la destrucción está llegando a nuestros cimientos.
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