El Cianotipo de la Profecía Bíblica
La Puerta Oriental en la antigua ciudad amurallada de Jerusalén tiene un lugar muy especial en mi corazón, ya que fue esa puerta la que Dios usó para abrir mis ojos a Su Palabra Profética.
Era el año 1967. La ocasión fue la Guerra de los Seis Días. Mientras el destino del nuevo Estado de Israel pendía de un hilo, yo buscaba diariamente en los periódicos cualquier información que pudiera encontrar acerca de la guerra.
El punto de inflexión llegó el 7 de junio, cuando el ejército israelí atravesó la Puerta del León y devolvió el control de la ciudad antigua de Jerusalén al pueblo judío por primera vez en 1,897 años.
Una Declaración Misteriosa
Al día siguiente leí un fascinante relato acerca de uno de los grupos de comandos judíos que habían estado involucrados en el asalto a la ciudad.
El artículo afirmaba que algunos miembros del grupo habían sugerido agarrar fuera de guardia a los defensores jordanos, al volar la sellada Puerta Oriental. Pero el líder del grupo, un judío ortodoxo, había protestado vehementemente la idea, declarando que “la Puerta Oriental sólo puede ser abierta cuando el Mesías venga”.
Esa declaración llamó mi atención. Me pregunté acerca de qué estaba hablando el individuo. No sabía nada acerca de la Puerta Oriental, excepto que era la única puerta de la ciudad que conducía directamente al Monte del Templo. No estaba al tanto de que estaba sellada, ni tampoco sabía que su apertura estaba relacionada bíblicamente con el regreso del Mesías.
Una Profecía Extraordinaria
Decidí investigar un poco acerca del asunto, y esa decisión inició mi estudio de la profecía bíblica. Había estado asistiendo a la iglesia durante 30 años, pero, al igual que la mayoría de los cristianos, no sabía nada acerca de la profecía bíblica. El tema era generalmente ignorado por los predicadores en la iglesia de mi niñez.
Mi concordancia me dirigió rápidamente al pasaje que el judío ortodoxo había aludido. Lo encontré en Ezequiel 44. El contexto es un recorrido sobrenatural del futuro Templo Milenial que el Señor le está dando a Ezequiel (40:1-3).
En el capítulo 43, el Señor le da a Ezequiel una visión de la gloria de Dios entrando al Templo Milenial desde el Este, a través de la Puerta Oriental. El Señor entonces le dice a Ezequiel: “Hijo de Hombre, éste es el lugar de Mi trono y el lugar de las plantas de Mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre” (43:7).
El Señor le revela luego a Ezequiel que la Puerta Oriental estará cerrada y no será re-abierta hasta que el Mesías regrese en gloria (Ezequiel 44:1-3).
Una Decisión Trascendental
El escenario estaba preparado para el cumplimiento de esta profecía hace más de 400 años, en 1517, cuando los turcos conquistaron Jerusalén bajo el liderazgo de Solimán el Magnífico. Él ordenó que las antiguas murallas de la ciudad fueran reconstruidas y, en medio de este proyecto de reconstrucción, por alguna razón desconocida, ordenó que la Puerta Oriental fuera sellada con piedras.
Abundan las leyendas en cuanto al por qué Solimán cerró la Puerta. La más creíble es que mientras las murallas estaban siendo reconstruidas, un rumor recorrió Jerusalén de que el Mesías venía. Suleimán convocó a algunos rabinos judíos y les pidió que le dijeran acerca del Mesías. Ellos describieron al Mesías como un gran líder militar que sería enviado por Dios desde el Este. Él entraría por la Puerta Oriental y liberaría la ciudad del control extranjero.
Suleimán decidió entonces poner fin a las esperanzas judías, al ordenar que la Puerta Oriental fuera sellada. También puso un cementerio musulmán en frente de la Puerta, creyendo que ningún santo judío se contaminaría a sí mismo caminando a través de un cementerio musulmán.
Un símbolo profético
La Puerta Oriental ha permanecido sellada desde entonces. El cementerio musulmán aún bloquea la entrada. La antigua ciudad amurallada tiene 8 puertas, y la Puerta Oriental, y sólo ella, está sellada — tal como fue profetizado en Ezequiel 44 —. El mundo llamaría a eso una “coincidencia sorprendente”. Yo lo llamo una “Diosidencia”*.
* (Nota del editor: En el capítulo original, escrito en inglés, el autor usa un juego de palabras —“God-incidence” — que rima con la palabra “coincidence”).
La Puerta Oriental es prueba positiva de que la Biblia es la Palabra de Dios. Su sello es una evidencia clara que estamos viviendo en los tiempos del fin. La Puerta aguarda el regreso del Mesías. Entonces y sólo entonces, será abierta.
Una Visión
Tengo una visión de cómo será ese glorioso día. Está relacionada con la Primera Venida del Señor. Creo que Jesús va a repetir Su entrada triunfal a Jerusalén cuando Él regrese.
Cuando Él vino la primera vez, Jesús cabalgó un burro desde el Monte de los Olivos hacia el Valle del Cedrón y hasta la Puerta Oriental, donde entró al Monte del Templo para Sus últimos días de enseñanza. Mientras hacía ese viaje, el Valle del Cedrón estaba lleno de miles de admiradores que habían escuchado acerca de la resurrección de Lázaro. Ellos ondeaban hojas de palmera y cantaban, “¡Hosanna al Hijo de David!”. A los pocos días, algunos de los miembros de esa muchedumbre voluble estaban gritando, “¡Crucifíquenle!”.
En Apocalipsis 19 se nos dice que, cuando Jesús regrese, vendrá como un conquistador militar victorioso, cabalgando por el aire en un caballo blanco sobrenatural. En Isaías 63 se nos dice que Él vendrá desde el Este, y en Zacarías 14, se nos dice que tocará tierra en el Monte de los Olivos, desde el que ascendió al Cielo.
Apocalipsis 19:14 dice que todos los Redimidos vendrán con el Señor. ¡Piense en ello! Aquellos de nosotros que somos salvos estaremos ahí para ser testigos del regreso del Señor. Zacarías 14 dice que Él pronunciará una palabra que destruirá sobrenaturalmente al Anticristo y sus fuerzas.
Luego, creo que seremos testigos de una repetición de la entrada triunfal del Señor a Jerusalén. Con ángeles revoloteando arriba, junto con millones de santos glorificados, Jesús cabalgará hacia el Valle del Cedrón y hasta la Puerta Oriental en Su caballo blanco y, cuando se acerque a la Puerta, ésta se abrirá sobrenaturalmente. Luego entrará a la Ciudad de David y, a los gritos triunfales de “Hosanna al Hijo de David”, será coronado como el Rey de reyes y Señor de señores.
Creo que de eso se trata Salmo 24:7-10 cuando dice:
7) Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
8) Y entrará el Rey de gloria.
¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla.
10) ¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová de los ejércitos,
Él es el Rey de la gloria.
Una Invitación
Le invito a entrar conmigo al fascinante y espiritualmente enriquecedor mundo de la profecía bíblica. Permítame ser su guía a una visión general del plan maestro de Dios para el futuro.
Y, a medida que avancemos, recuerde ser un buen bereano, al probar todo lo que tengo que decir contra las Escrituras (Hechos 17:10-11).
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