¿Cuál Será?
Aplicación a los Estados Unidos
Ahora, apliquemos estos principios a los Estados Unidos. Como he señalado muchas veces antes, creo que Dios levantó esta nación con el propósito de usar nuestros grandes recursos naturales e ingenio técnico para difundir el Evangelio por todo el mundo.
A medida que cumplimos Su propósito, Él derramó bendiciones sobre nosotros — bendiciones como libertad y prosperidad incomparables y un inmenso poder e influencia mundial. Incluso nos dio la bendición de servir como la nación clave en el renacimiento y la crianza de la nación de Israel.
Pero, como la antigua Judá, nos enamoramos de nuestra riqueza y poder, y comenzamos a darle la espalda a Dios.
- El Todopoderoso Dólar se convirtió en nuestro dios.
- La avaricia se convirtió en nuestra motivación.
- Los juegos de azar se convirtieron en un pasatiempo nacional.
- El sexo se volvió nuestra obsesión.
- Nos convertimos en el mayor consumidor mundial de drogas ilegales.
- Expulsamos a Dios de nuestras escuelas.
- Legalizamos el aborto.
- Respaldamos la perversión moral.
- Y nos convertimos en el contaminador moral del planeta a través de nuestras películas y programas de televisión violentos, morales y blasfemos.
La Respuesta de Dios
Mientras nos revolcábamos en la revolución sexual de la década de 1960, Dios comenzó a levantar voces proféticas como David Wilkerson, que llamaban a esta nación al arrepentimiento. Y, en los años posteriores a ese tiempo, Él ha levantado muchas más voces proféticas, 13 de las cuales identifico en mi libro, Las Voces Proféticas de Dios para los Estados Unidos. Cuando nos negamos a arrepentirnos, los juicios correctivos comenzaron a caer.
- La Guerra de Vietnam, que ocurrió inmediatamente después de la revolución sexual de la década de 1960.
- Los ataques del 11 de septiembre (2001) — Dios permitió que los terroristas tuvieran éxito al atacar los dos símbolos de nuestro orgullo: Las Torres Gemelas en Nueva York, que representaban nuestra riqueza; y el Pentágono, en Washington, D.C., que representaba nuestro poder.
- El Huracán Katrina (2005) — Sin lugar a dudas, la respuesta de Dios a nuestra inmoralidad y el obligar a Israel a abandonar la Franja de Gaza. La tormenta se formó repentinamente en el Golfo el último día de la retirada de la Franja de Gaza y azotó Nueva Orleáns justo cuando se preparaba a celebrar su festival homosexual anual.
- El Desplome de la Bolsa de Valores de Septiembre de 2008 — De nuevo, una respuesta a nuestros intentos de forzar a Israel a entregar su tierra. Éste ocurrió en la víspera de Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío, y el mercado cayó 777 puntos — lo que indicaba la firma de Dios.
- La Elección de Barack Obama (2008) — Dios nos dio la clase de líder que merecíamos: un hombre que fue el más pro-aborto, pro-homosexual, anti-capitalista, y anti-Israel en toda la historia de nuestra nación.
- “La Tormenta Perfecta” de 2020 — Una pandemia combinada con un desplome del mercado de valores, el colapso de nuestra economía y el pandemonio en las calles.
La Decadencia de la Sociedad
Permítanme tomarme un momento para enfatizarles cuán grave se ha vuelto la decadencia de nuestra sociedad. Sólo una persona de mi edad puede apreciar cuán radicalmente y con qué rapidez se ha desintegrado nuestra sociedad.
Nací en 1938, cuando los autos todavía tenían estribos y la gasolina costaba 20 centavos de dólar por galón. Cuando nací…
- Los abortistas eran enviados a prisión.
- El embarazo fuera del matrimonio era considerado escandaloso.
- La homosexualidad era considerada antinatural e inmoral.
- La pornografía era despreciada como una perversión.
- Las drogas eran medicamentos que comprabas en una droguería (farmacia, nota del traductor).
- El matrimonio era sagrado.
- Vivir juntos era un tabú.
- El divorcio era una desgracia.
- El matrimonio entre personas del mismo sexo estaba más allá de incluso la imaginación más salvaje y depravada.
- Ser ama de casa era honrado, y la guardería era provista por las madres en sus hogares. » El abuso infantil era algo inaudito.
- Las damas no maldecían ni fumaban.
- La palabra “maldición” era considerada lenguaje flagrante en una película.
La primera película importante en usar una mala palabra fue Lo que el Viento se Llevó, de 1939. La película terminaba con la frase, “Francamente, cariño, me importa un carajo”. En 2013, una película llamada El Lobo de Wall Street, protagonizada por Leonardo di Caprio, ¡tenía la "palabra j" 544 veces en 180 minutos!
En 1997, el veterano actor de televisión, Steve Allen, denunció la creciente inmundicia contenida en películas y programas de televisión diciendo: “Nos hemos convertido en una sociedad donde los vulgares entretienen a los bárbaros”. ¡Y eso fue hace 20 años!
En la tercera parte de esta serie, que determina lo que lo Biblia tiene que decir sobre un futuro avivamiento o revolución en Estados Unidos, nos daremos cuenta de que el humanismo ha ganado la batalla cultural.
Para leer la la parte 1, haga clic aquí
Ministerio En Defensa de la Fe
Revival vs. Revolution
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