miércoles, 1 de julio de 2020

Observaciones del Editor: ¡Libertad!




Un amigo mío recientemente me envió un mensaje de texto que contenía una percepción profunda. Decía: “La respuesta del pueblo estadounidense a la pandemia ha demostrado que tiene tanto miedo a la muerte que está dispuesto a dejar de vivir”.

Era muy similar a un comentario que había leído el día anterior en un artículo del columnista sindicado a nivel nacional y ministro ordenado, Mychal Massie. Él lamentaba la forma en la que el pueblo estadounidense había “rendido tan rápidamente libertades esenciales a cambio de un poco de seguridad temporal”. Observó: “El hecho de que todos vamos a morir escapó de las masas por temor a que vayan a morir”.

Es sorprendente lo dispuestos que estamos a entregar nuestras libertades fundamentales ante una crisis.

Afortunadamente, nosotros en este ministerio no tuvimos que enfrentar este desafío porque nuestra sede se encuentra en una zona rural en cinco acres de tierra que nos fue entregada en 1983 por uno de nuestros fideicomisarios. Aunque nuestra dirección postal es McKinney, Texas, en realidad estamos ubicados a siete millas al este de McKinney, en un área no incorporada.

Tenemos la bendición de contar con un juez del condado que está dotado de sentido común y una actitud de respeto por las libertades civiles. Se negó a  emitir una orden de quedarse en casa, y se negó a ordenar que las empresas cerraran. En cambio, simplemente le pidió a la gente que tuvieran cuidado a través del distanciamiento social, el lavado de manos, y el uso de máscaras faciales, según corresponda.

Fueron los alcaldes del condado quienes emitieron órdenes draconianas para que la gente se quedara en casa y para que las empresas cerraran.

Dado que no estamos ubicados dentro de los límites de la ciudad, sólo las directrices generales del juez nos aplicaban. Continuamos, por lo tanto, operando como de costumbre, excepto que hemos practicado el distanciamiento social, y desinfectamos regularmente las manijas de las puertas, los interruptores de luz y las superficies comunes. Uno de los miembros de nuestro personal, con problemas de salud subyacentes y otra con un nuevo bebé decidieron que sería mejor para ellos trabajar desde casa, y lo hemos permitido. Pero, de lo contrario, hemos seguido yendo a trabajar todos los días, y hemos continuado con todas nuestras actividades normales.

Estoy agradecido de que no tuvimos que violar ninguna orden que se nos haya aplicado porque, de lo contrario, lo habría hecho, porque nadie me iba a decir que nuestra operación era “no esencial”. Podemos ser considerados irrelevantes desde un punto de vista pagano o secular — como fue el caso en muchas áreas de nuestra nación — pero, desde un punto de vista espiritual, considero que nuestra operación es absolutamente esencial. Además, la Declaración de Derechos no es una lista de recomendaciones.

El Dr. Reagan se muestra arriba con Rachel Houck, quien es la Directora de Operaciones del Ministerio.

En respuesta a la pandemia, nos preparamos inmediatamente para proveer servicios especial para ayudar a las personas a enfrentar la pandemia. Publicamos una edición especial de esta revista, para ayudar a las personas a entender la pandemia desde un punto de vista espiritual. Preparamos un programa especial de televisión diseñado para hacer lo mismo. Y comenzamos a producir breves videos diarios para nuestro sitio web, que fueron diseñados para dar esperanza a las personas. 

Estaba consternado  por la rapidez con la que la gente estaba dispuesta a renunciar a sus libertades básicas de movimiento, reunión y empleo. Y lo peor está por venir, porque creo que la cura va a demostrar ser peor que el virus. Eso es porque hemos destruido nuestra economía y hemos acumulado rápidamente una deuda abrumadora. ¿Qué libertades estarán dispuestos a entregar los estadounidenses para conseguir comida en sus mesas?

Puedo garantizarles que hay tiranos esperando tras bastidores, relamiéndose, listos para abalanzarse y ofrecer “seguridad” a cambio de lealtad.


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe

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