Páginas

miércoles, 17 de junio de 2020

El Mayor Misterio de la Profecía Bíblica (parte 1 de 4)




Hay muchos misterios en la profecía bíblica. Por ejemplo, cuando Apocalipsis 17:5 menciona “Misterio Babilonia” como el cuartel general del Anticristo, ¿se está refiriendo al sitio de la antigua Babilonia o a la Roma moderna? ¿Y qué acerca de 2 Tesalonicenses 2:8-12? ¿Significa este pasaje que aquellos que escuchan el Evangelio y lo rechazan antes del Rapto continuarán haciéndolo durante la Tribulación?

Éstas son preguntas difíciles y muy debatidas. Incluso aquellos que creen en la interpretación de la profecía por su sentido llano no está de acuerdo con las respuestas. Y la razón es sencilla: la profecía no siempre es precisamente clara. Y eso, a su vez, brinda espacio para un desacuerdo honesto en cuanto a su significado. 

He estudiado intensamente la profecía bíblica durante 40 años. Creo que entiendo la mayor parte. Pero, definitivamente hay áreas donde es como mirar en un espejo oscuro (1 Corintios 13:12). Y por eso, he compilado una lista de preguntas para el Señor, porque se nos promete que, cuando Él regrese, nos aclarará todas las cosas (1 Corintios 13:9-12).

El gran maestro bíblico, Vance Havner (1901-1986), planteó el problema de esta manera:1 

Hay muchas preguntas que la Biblia no responde sobre el Más Allá. Pero, creo que una razón se ilustra con la historia de un niño sentado ante un plato de espinaca cuando hay un pastel de chocolate al final de la mesa. Va a tener un mal momento comiendo esa espinaca cuando sus ojos estén en el pastel. Y si el Señor nos hubiera explicado todo sobre lo que está por venir, creo que tendríamos un momento difícil con nuestras espinacas aquí abajo.

Con respecto a la profecía, la Biblia contiene muchas profecías detalladas sobre Israel en los tiempos del fin y eventos del tiempo del fin como el Rapto, la Tribulación, y el Milenio. Pero tiene muy poco que decir sobre el Estado Eterno.
Se nos dice que los redimidos vivirán en cuerpos nuevos en una Nueva Jerusalén, que estará ubicada en una Tierra Nueva (Apocalipsis 21:1-8).

Más allá de eso, todo lo que se nos dice es que Dios descenderá a la Tierra Nueva para vivir en la Nueva Jerusalén con nosotros y que veremos Su rostro y le serviremos para siempre (Apocalipsis 22:3-4).

El Mayor Misterio

Para mí, el mayor misterio de la profecía bíblica se relaciona con algo que se dice sobre el Estado Eterno.

Pero, primero, para aquellos de ustedes que no estén familiarizados con el libro de Apocalipsis, permítanme presentarlo en orden cronológico.2 En los capítulos 1 al 3, Jesús se le aparece al apóstol Juan en la Isla de Patmos 65 años después de Su muerte, sepultura y resurrección. A través de Juan, Jesús les asegura a Sus iglesias que está con ellas en medio de su persecución por el Imperio Romano. En ese momento, Juan es raptado al Cielo (Apocalipsis 4:1), donde experimenta la increíble sala del trono de Dios y la gloriosa adoración que la llena constantemente (capítulos 4 y 5).

El Señor luego comienza a darle a Juan un panorama profético de los eventos del tiempo del fin:

Capítulos 4-18 — La Tribulación

Capítulo 19 — La Segunda Venida

Capítulo 20 — El Milenio

Capítulos 21-22 — El Estado Eterno

Cerca del final del capítulo 21, mientras Juan está describiendo en detalle los diversos aspectos de la Nueva Jerusalén, donde los redimidos residirán para siempre, de repente interpone lo que para muchos es una declaración impactante acerca de naciones que estarán en la Tierra Nueva fuera de la Nueva Jerusalén:

24) Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

25) Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

26) Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.

27) No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Tampoco es eso todo lo que se dice acerca de estas naciones. En el siguiente capítulo, Juan habla de ver un Río de la Vida que fluye desde el trono de Dios, con el Árbol de la Vida a cada lado del río dando doce tipos de frutas cada mes (Apocalipsis 22:1-2). Y luego viene la siguiente declaración misteriosa: “…y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones” (Apocalipsis 22:2).


Estos versículos plantean algunas preguntas intrigantes:
  • ¿Quiénes son las naciones en la Tierra Nueva afuera de la Nueva Jerusalén?
  • ¿Por qué estas naciones necesitan sanidad?

Soluciones Propuestas a la Identidad de las Naciones

La mayoría de los comentarios simplemente ignoran estos versículos y las preguntas planteadas por ellos. Por ejemplo, no encontrará ningún comentario en los libros sobre Apocalipsis escritos por personas notables como Charles Swindoll, W. A. Criswell, Donald Grey Barnhouse, William Hendriksen, H. A. Ironside, Herbert Lockyer y Ray Stedman.

Incluso el mejor y más detallado libro jamás escrito sobre el Estado Eterno — El Cielo, por Randy Alcorn — no logra desarrollar estos versículos enigmáticos en alguna profundidad.3

En el segundo segmento de nuestro estudio sobre el mayor misterio de la profecía bíblica, veremos tres posibles soluciones al enigma de las naciones eternas.


Lea la parte 3 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe

Original article

No hay comentarios:

Publicar un comentario