lunes, 6 de enero de 2020

La Fe y las Obras en Santiago 2:14-26

Por Dr. Charles C. Bing



¿Enseña este pasaje que las obras son un componente necesario para la salvación? Muchos responderían que Santiago no está diciendo que las obras son un requerimiento necesario para la salvación, sino que un resultado necesario de la salvación. Otros objetan que esto sigue haciendo que la salvación dependa de las obras. ¿Cómo se puede reconciliar este pasaje con la salvación sólo por gracia que nos enseña Pablo en Romanos 3-5 y Efesios 2? Veamos las siguientes observaciones:

1. Existen todas las indicaciones de que los lectores eran cristianos. Ellos nacieron de arriba (1:18), poseían la fe en Cristo (2:1), y se llamaban hermanos (1:2, 1:19; 2:1, 2:14; 3:1; 4:11; 5:7, 5:10, 5:12, 5:19).

2. El hipotético “alguno” de 2:14 se identifica como “alguno vosotros” en 2:16. Santiago supone que podría haber individuos entre sus lectores cristianos que pueden tener fe sin obras.

3. El contexto está encerrado por el tema del juicio (2:13; 3:1). El único juicio para los cristianos es el Tribunal de Cristo, que está basado en las obras del creyente o en la falta de éstas (1 Cor. 3:13; 2 Cor. 5:10). Esto se ajusta exactamente a la preocupación de Santiago.

4. La palabra “salvo” se usa a menudo para los cristianos cuando son librados de algún destino indeseable (1 Cor. 5:5). Santiago utiliza esta palabra para el posible destino de un cristiano en 1:21; 5:15, 5:20. Se  usa en 2:14-26 para referirse a un cristiano que es librado del indeseable destino de que se quemen sus obras en el Tribunal de Cristo (1 Cor. 3:12-15) y perder sus recompensas (2 Juan 7-8). Por eso el provecho del que habla Santiago no es la salvación, sino las ventajas acumuladas en esta vida y la siguiente.

5. Santiago no está preocupado con la realidad de la fe de sus lectores, sino con la calidad (1:3, 1:6; 2:1; 5:15) y la utilidad (1:12, 1:26; 2:14, 2:16, 2:20) de su fe. Santiago no está diciendo que la fe se va a manifestar a sí misma con obras, pero que sin obras la fe es inútil o sin provecho en esta vida y la siguiente. El mayor deseo de Santiago es que los lectores se conviertan en “hacedores de la Palabra” (1:22) que es lo mismo que “hacedores de obras” para ser “bienaventurado en lo que hace” (1:25). Por ejemplo, la fe que persevera en los problemas obtendrá una recompensa de Dios (1:3-12); y la fe que es misericordiosa hacia otros recibe la misericordia de Dios en el Tribunal de Cristo (2:8-13). Pero la fe que no trabaja es "inútil" para recibir estas bendiciones e “inútil” para ayudar a otros (1:26; 2:20). Por lo tanto, la palabra “muerta” debe entenderse como inútil o infructuosa en lugar de no-existente.

6. En 2:19 la fe de los demonios también demuestra la inutilidad de la fe sin obras. Su fe no los puede salvar de ninguna manera, porque es sólo una fe en el monoteísmo, no una fe en Jesucristo. El punto de esta mención es que, debido a que ellos “sólo” tiemblan, no hacen ninguna buena obra para aliviar su terrible juicio. Su fe es inútil para ellos.

7. Muchos reconocen que cuando Santiago habla de ser “justificados por obras” (2:21, 2:24, 2:25), no está hablando de la justificación imputada que nos salva eternamente como la usa Pablo (Ro. 3:24; 4:5). Esto sería una contradicción en la Biblia. Santiago está hablando de una vindicación delante de los demás. Pablo reconoce este uso de la palabra 'justificación' en Ro. 4:2. Existen dos tipos de justificación en la Biblia. Una relacionada con la justicia práctica que nos vindica delante de las personas. La otra relacionada con la justicia judicial que nos vindica delante de Dios. Santiago obviamente usa el sentido práctico porque Abraham fue justificado judicialmente en Génesis 15:6 (2:23), antes de que ofreciera a Isaac en Génesis 22 (2:21). Su vindicación delante de los demás se ve cuando ellos le llaman “amigo de Dios” (2:23). Por lo tanto, la fe de Abraham fue “hecha perfecta” o maduró al ser demostrada (2:22).

8. En 2:26 Santiago no está diciendo que la fe fortalece las obras, sino que las obras fortalecen la fe. Son las obras que hacen que la fe sea útil, así como el espíritu hace que el cuerpo sea útil. El problema no es si la persona tiene fe o no, sino cómo puede hacer que la fe le aproveche o que le sea útil al cristiano.

Conclusión

Este pasaje en Santiago está escrito para motivar a los cristianos a hacer buenas obras, las cuales van a hacer que su fe madure y que les aproveche a ellos y a otros. No hay contradicción entre Santiago y Pablo. Cuando Pablo habla de la justificación sólo por medio de la fe, él está hablando de la justicia judicial delante de Dios. Cuando Santiago está hablando de la justificación por la fe con obras, él está hablando de una justificación práctica que se demuestra delante de otras personas. En Romanos 3-5, Pablo está explicando cómo obtener una nueva vida en Cristo. En Santiago, él está explicando cómo hacer que se aproveche esa nueva vida.

Si este pasaje se toma como para demostrar una salvación “real” a través de las obras, entonces inevitablemente las obras se convierten en algo necesario para la salvación — una total contradicción con Efesios 2:8-9. También, no existe ninguna mención de un criterio de exactamente qué tipo o cuántas obras verifican la salvación. Esto abre la puerta al subjetivismo y mina la base objetiva de la seguridad — la promesa de la Palabra de Dios de que todo el que cree en la obra de Cristo será salvo.

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