¿Es Esencial para la Fe Cristiana?
La Iglesia de la Natividad en Belén
El Nacimiento Virginal de Jesús
Para preparar el escenario para nuestro estudio, consideremos un pasaje de Mateo 1, versículos 18-21.
Voy a presentar estos versículos de una versión de la Biblia con la que quizás no estén familiarizados. Se llama el Nuevo Testamento Judío. Es una traducción de David Stern, un judío mesiánico que vive en Jerusalén.8 El propósito de esta traducción es mostrar que el Nuevo Testamento es un libro que fue escrito por judíos y que está inmerso en la cultura judía. Lo hace restaurando los nombres judíos de las personas y lugares que han sido anglicados en nuestras traducciones inglesas. Considere cuidadosamente este pasaje muy familiar:
18 He aquí de qué modo tuvo lugar el nacimiento de Yeshúa el Mesías. Cuando su madre Miryam quedó comprometida en matrimonio con Yosef, antes de que se casasen, se descubrió que ella estaba embarazada por el Ruach HaKodesh (el Espíritu Santo).
19 Su futuro marido, Yosef, era un hombre justo, de manera que hizo planes para romper en silencio el compromiso, en lugar de que ella se viese sometida a la vergüenza pública.
20 Pero mientras estaba pensando en esto, se le apareció en sueños un ángel de ADONÁI y le dijo: “Yosef, hijo de David, no temas llevarte a Miryam a casa como tu mujer porque lo que ha sido concebido en ella lo ha sido por el Ruach-HaKodesh.
21 Ella dará a luz un hijo, y tú deberías ponerle por nombre Yeshúa (que quiere decir: “ADONÁI salva”) porque Él salvará a Su pueblo de sus pecados”.
22 Todo esto sucedió a fin de que se cumpliese lo que ADONÁI había dicho por medio del profeta:
23 “La virgen concebirá y dará a luz un hijo y llamarán su nombre Emmanuel (el nombre significa “Dios está con nosotros”).
El Ataque Satánico
Como puede ver, la Biblia afirma claramente que Jesús nació de una virgen. Y no creo que sea exagerado decir que Satanás odia el hecho del nacimiento virginal. Lo odia porque éste atestigua la divinidad de Jesús, y Satanás está determinado a hacer todo lo posible para convencer al mundo de que Jesús era sólo un hombre.
Como ejemplo, considere una de las canciones contenidas en el popular musical de Broadway y película llamada, “Jesucristo Superestrella”. En una de las escenas clave en la producción, María Magdalena entona una canción acerca de Jesús mientras está durmiendo. Las palabras van así (énfasis añadido):9
Yo no sé cómo amarle
Ni qué hacer, cómo hablarle
Él cambió algo en mí
Ya no soy la misma, soy otra mujer
Desde que me miró.
No puedo comprenderlo
me emociono con verlo,
Sé que es un hombre más
Y he tenido tantos, debo saber,
Que es un hombre más, sólo uno más.
Observe las palabras, “es un hombre más, sólo uno más, es sólo un hombre”. Satanás ha orquestado ataques como éste contra el hecho del nacimiento virginal desde que fue proclamado a los pastores en Belén.
Los filósofos y científicos se burlan de él como nada más que un “mito infantil”. Los líderes judíos, desde los primeros tiempos, lo han calificado como “un engaño cruel”. Lo más triste de todo es que muchos teólogos cristianos modernos afirman que es “una leyenda no esencial”.
¡Los ataques de Satanás han sido muy exitosos!
Hoy en día, el nacimiento virginal es negado flagrantemente en muchos seminarios cristianos. De hecho, me atrevería a decir que es la doctrina más ridiculizada de la fe cristiana. Generalmente es desestimada como nada más que un “mito recién llegado” imaginado por un grupo de pastores ignorantes en el primer siglo.
Esta observación está apoyada por las encuestas. En 1998, el grupo Harris realizó una encuesta a más de 7,000 clérigos en los Estados Unidos, y encontró los siguientes porcentajes de clérigos que niegan el nacimiento virginal:10
19% del clero luterano estadounidense
34% de pastores bautistas estadounidenses
44% de sacerdotes episcopales
49% de ministros presbiterianos
60% del clero metodista
79% de pastores congregacionales
Esta incredulidad entre el clero está afectando al público general estadounidense. En 1998, el año en que se realizó la encuesta al clero, el 83% de los estadounidenses creían en el nacimiento virginal. Diez años después, ese porcentaje había caído más de 20 puntos a 61%.11
Sin embargo, ¡estas encuestas muestran que entre el público general hay mucha más fe en la Palabra de Dios que entre el clero!
La Ambivalencia en la Época de Jesús
Lo interesante es que esta ambivalencia acerca del origen de Jesús no es nada nuevo. Incluso en la época de Jesús, Su origen era una cuestión de ambivalencia y especulación constante.
En Juan 6 se nos dice que los líderes judíos se burlaron de Su afirmación de que había venido del cielo. Ellos dijeron, “¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?”.
En Juan 7 se nos dice que algunos de los residentes de Jerusalén rechazaron la afirmación de Jesús de ser el Mesías porque dijeron, “Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea”.
Y, en Juan 8, se nos dice que algunas de las personas acusaron a Jesús de haber nacido de fornicación, mientras que otros afirmaron que era un samaritano mestizo.
Otra cosa interesante es que Jesús mismo reveló la razón de toda esta ambivalencia acerca de Su origen. Esto es lo que Él tenía que decir al respecto en Mateo 16:13-17
13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a Sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Note cuidadosamente el último versículo. Jesús dijo que Su divinidad había sido revelada a Pedro por Dios el Padre. El punto es que la única forma en la que alguien podrá conocer la deidad de Jesús es mediante una revelación divina de parte de Dios. El hombre nunca llegará a este conocimiento a través de la filosofía, la teología o la ciencia. Debe ser revelado.
La Madonna y el Niño, por Il Sassoferrato
El hombre, a través de su propio conocimiento, siempre concluirá que Jesús fue un gran erudito, un maestro inspirado, un profeta visionario, un líder moral — o lo que sea.
Pero el hombre, razonando por sí mismo, siempre perderá el hecho central de que Jesús es el Hijo del Dios Viviente. Y, por lo tanto, el hombre operando en la carne siempre negará el nacimiento virginal, porque el nacimiento virginal y la deidad de Jesús son inseparables.
Si Jesús es Dios, entonces debe nacer de Dios. No puede nacer de padres humanos. Por lo tanto, mi posición es que negar el nacimiento virginal es negar la deidad de Jesús.
Como puede ver, sin el nacimiento virginal, Jesús es — en las palabras del musical de Broadway — “sólo un hombre más”, nacido con la defectuosa naturaleza pecaminosa que todos heredamos de Adán. Y si Jesús es sólo otro hombre, entonces usted y yo no tenemos esperanza alguna. Es por eso que el nacimiento virginal no es un asunto periférico. Es fundamental para la fe cristiana.
Lea la parte 1 »»aquí
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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
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