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domingo, 16 de septiembre de 2018

¿Cuál es el Destino de los Estados Unidos? – Parte 6

¿Arrepentimiento o Juicio?



Los Paralelos

Consideremos los paralelos una vez más entre Judá y los Estados Unidos. La antigua Judá fue bendecida con grandes líderes, libertad, prosperidad y bendiciones espirituales — todas las cuales hemos disfrutado.

Pero, como Judá, nos hemos desviado hacia el orgullo y la rebelión. Y, como con la antigua Judá, Dios ha respondido con advertencias proféticas y juicios correctivos. Ahora estamos cortejando Su destrucción. 

Una Pregunta Crucial

Esto nos lleva a una pregunta muy importante: ¿Por qué los Estados Unidos deberían ser tratados de forma diferente? La respuesta, por supuesto, es que Dios no nos está tratando de forma diferente. Él ha levantado voces proféticas para llamarnos al arrepentimiento, y ha enviado juicios correctivos. Y nuestra respuesta ha sido una de patriotismo, cuando la respuesta necesaria es el arrepentimiento.

Los Ataques del 11/9

Después del 11/9, mi esposa notó una explosión de calcomanías para vehículos que decían: “¡Qué Dios Bendiga a los Estados Unidos!”. Un día, ella se dirigió a mí y dijo: “Esas calcomanías están equivocadas, porque Dios ya ha bendecido a los Estados Unidos”.

Entonces, diseñó lo que ella consideraba una calcomanía más apropiada: “¡Qué los Estados Unidos Bendigan a Dios!”.



Los ataques del 11/9 fueron una llamada de atención para nuestra nación. Pero, en lugar de despertar a la necesidad del arrepentimiento, reaccionamos como un hombre somnoliento que pulsa el botón de repetición en su despertador, se da la vuelta, y vuelve a dormir.

Y, por eso, nuestra sociedad ha seguido arrastrándose hacia Gomorra.

La Decadencia de la Sociedad

Permítanme tomar un momento para enfatizarles cuán seria se ha vuelto la decadencia de la sociedad. Sólo una persona de mi edad puede apreciar cuán radicalmente y cuán rápidamente se ha desintegrado nuestra sociedad.

Cuando yo nací…

Los abortistas eran enviados a prisión. 
El embarazo fuera del matrimonio era considerado escandaloso. 
La homosexualidad era considerada antinatural e inmoral. 
La pornografía era despreciada como una perversión. 
Las drogas eran medicamentos que comprabas en una droguería (farmacia, nota del traductor).
El matrimonio era sagrado. 
Vivir juntos era un tabú. 
El divorcio era una desgracia. 
El matrimonio entre personas del mismo sexo estaba más allá de incluso la imaginación más salvaje y depravada.
Ser ama de casa era honrado, y la guardería era provista por las madres en sus hogares. » El abuso infantil era algo inaudito. 
Las damas no maldecían ni fumaban. 
La palabra “maldición” era considerado lenguaje flagrante en una película. 

La primera película importante en usar una mala palabra fue Lo que el Viento se Llevó, de 1939. La película terminaba con la frase, “Francamente, cariño, me importa un comino”. En 2013, una película llamada El Lobo de Wall Street, protagonizada por Leonardo di Caprio, ¡tenía la palabra j en ella 544 veces en 180 minutos!

En 1997, el veterano actor de televisión, Steve Allen, denunció la creciente inmundicia contenida en películas y programas de televisión diciendo: “Nos hemos convertido en una sociedad donde los vulgares entretienen a los bárbaros”. ¡Y eso fue hace 20 años!

Un Respiro Temporal

Es cierto que, en Su gracia y misericordia, Dios nos ha dado un respiro temporal — una ventana de gracia a través de la milagrosa elección de Donald Trump en 2016.


Incidentalmente, creo que el factor crucial en la producción de ese milagro fue la cruzada de oración de Franklin Grahama, que él llevó a todas las capitales estatales de nuestra nación. En cada parada, él comenzaba su presentación con las mismas palabras:

“No tengo esperanza en el partido demócrata, y no tengo esperanza en el partido republicano. Cero esperanza. Nuestra única esperanza es Dios”. 

Y procedió a llamar a nuestra nación a la oración y al arrepentimiento.

Creo que es muy interesante que, en 1980, cuando Ronald Reagan fue elegido, Francis Schaeffer, una de las voces proféticas de Dios para los Estados Unidos, también se refirió a la elección de Reagan como una “ventana de gracia” de Dios, y lo fue. Pero tan pronto como su mandato terminó en 1989, nuestra sociedad retomó el camino que había dejado en su rechazo de los valores judeocristianos y siguió con su espiral descendente hacia el hoyo secular y pagano del humano.

El Presidente Trump está haciendo muchas cosas bien, mientras que sigue proclamando que él va a “Hacer Grande a los Estados Unidos de Nuevo”.

Pero no cuente con eso. Nadie puede hacer que nuestra nación sea grande de nuevo mientras continuemos en nuestra rebelión abierta contra Dios y Su Palabra.


Nuestra nación, como Judá, ha ido demasiado lejos en su rechazo de Dios. Creo que hemos alcanzado el punto donde nuestra herida se vuelto incurable. La elección de Trump no es un presagio de nuestro futuro. Y puedo demostrarlo con tres hechos brutales.

Después de ocho años de la administración más impía en la historia estadounidense:

1) El Presidente Obama dejó el cargo con una aprobación del 60%.

2) Su heredera designada, Hillary Clinton, recibió 3 millones de votos más que Trump.

3) Y el futuro de nuestra nación —  los mileniales (18-29 años de edad) — apoyó a un socialista abierto (Bernie Sanders, nota del traductor), y cuando no logró la nominación, votaron abrumadoramente por Clinton.

La Realidad Más Brutal

Pero más importante que estos tres hechos es la ignorancia de la Palabra de Dios, que ha llegado a caracterizar tanto a nuestra nación como a los cristianos profesantes. Esta ignorancia se refleja en las últimas encuestas realizada por la Asociación Barna, ¡que muestran que sólo el 9% de estadounidenses son cristianos que creen en la Biblia! Y aún más impactante, ¡sólo el 17% de los cristianos profesantes son verdaderamente cristianos creyentes en la Biblia!

¿Y qué es lo que determina a un cristiano creyente en la Biblia? Las respuestas a las siguientes seis preguntas:

1) ¿Existe la verdad moral absoluta?

2)  ¿Es la Biblia totalmente precisa en todos los principios que enseña?

3) ¿Es Satanás un ser real y no simplemente una fuerza simbólica?

4) ¿Pueden las personas ganar su camino al Cielo haciendo buenas obras?

5) ¿Vivió Jesús una vida sin pecado?

6) ¿Es Dios el omnisciente y omnipotente creador del mundo quien aún gobierna el universo hoy?

De nuevo, sólo el 9% de los estadounidenses pueden responder estas preguntas bíblicamente, y sólo el 17% de los cristianos profesantes pueden hacerlo. ¿Es de extrañar que una encuesta nacional reciente del Instituto de Cultura y Fe Estadounidense George Barna revelara que?:
  • El 77% de los estadounidenses creen que el divorcio es aceptable.
  • El 71% cree que las relaciones sexuales entre adultos solteros son aceptables.
  • El 69% cree que tener un bebé fuera del matrimonio es aceptable.
  • El 58% cree que ver pornografía es aceptable.

O, considere lo que las encuestas de opinión pública están mostrando con respecto al matrimonio entre persona del mismo sexo: la aceptación del matrimonio homosexual ha aumentado rápidamente de un 37% en 2007 a un 62% en 2018. La aceptación entre los evangélicos blancos ha aumentado del 14% en 2007 al 35% en 2018.

¡La última encuesta en 2018 muestra que Alabama es el único estado en la Unión donde una mayoría de personas se oponen al matrimonio homosexual!

Nuestra nación necesita despertar al hecho de que legalizar una abominación no la hace moral. Así es como lo expresó una organización:

La legalidad no es sinónimo de moralidad. La esclavitud estaba mal, aun cuando fuera legal. El aborto está mal, aunque sea legal. El “matrimonio” homosexual está mal, aunque sea legal. 

El Triunfo del Humanismo

Mis amigos, tenemos que afrontar el hecho de que hemos perdido la guerra cultural. El humanismo ha triunfado. Ahora somos una nación rogándole a Dios que nos lleve del juicio a la destrucción.

Si el Presidente Trump es sucedido por otra persona ideológica liberal como Obama o Bernie Sanders, apoyado por un Congreso liberal, el giro será rápido e impresionante.
  • Todas las órdenes ejecutivas de Trump se revertirán de la noche a la mañana.
  • La Segunda Enmienda estará bajo un ataque concertado.
  • El aborto será promovido.
  • La legislación sobre el discurso del odio se ampliará para prevenir que las personas hablen contra el movimiento de la perversión sexual.
  • Israel será abandonado.
  • Las expresiones del cristianismo se limitarán a los edificios de la iglesia.

La gente dice, “Pero la Corte Suprema se mantendrá como un muro de protección contra la marea de paganismo y secularismo”. Mi respuesta es: “No cuente con ello”.

Nuestra constitución no especifica el número de jueces en la Corte Suprema. Esto es determinado por el Congreso. Un presidente radical con un Congreso que lo apoye puede socavar a la Corte al aprobar legislación para aumentar los miembros de 9 a 11 y para permitir nombramientos adicionales para cada juez que permanezca en la corte más de los 70 años. 

Sí, Roosevelt intentó esto en 1937, cuando estaba en el apogeo de su popularidad y fracasó. Pero lo que la mayoría de la gente olvida o no sabe es que, después de determinar originalmente que la Corte Suprema tendría seis jueces, el Congreso ha cambiado el tamaño de la Corte cinco veces aumentando o disminuyendo el número de jueces  — cada vez por razones políticas.

En la séptima y última parte de nuestra serie concerniente al destino de los Estados Unidos, consideraremos si hay alguna esperanza para los Estados Unidos. 


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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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