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miércoles, 28 de febrero de 2018

Libro: Israel en la Profecía Bíblica — Capítulo 12 (Parte 4)

La Redención de Israel


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IV. La Reunión en Fe

Cuando Yeshúa regrese a esta tierra, en lo que los cristianos llamamos la Segunda Venida (Hebreos 9:28), Él reunirá a todos los judíos creyentes y sobrevivientes que queden en el mundo en su patria Israel.

Ya ha habido dos reuniones de los judíos en Israel. La primera fue después de su cautiverio babilónico. Esta reunión comenzó el año 536 a.C. cuando Ciro, el rey de Persia, acordó permitir que los judíos capturados por Babilonia regresaran a Jerusalén. La segunda comenzó al final del Siglo XIX, cuando los judíos respondieron a la visión de Theodor Herzl de una patria restablecida, al hacer aliá a lo que entonces se llamaba Palestina. Esta reunión continuó a lo largo del Siglo XX.

La Última Reunión

La tercera reunión al final de la Tribulación será muy diferente, ya que será una reunión en fe. Fue primero profetizada por Moisés en el último discurso que dio a los Hijos de Israel antes de que entraran a su Tierra Prometida (Deuteronomio 30:1-5):

1) Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios,

2) y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,

3) entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios.

4) Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará;

5) y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.

Muchos años después, el profeta Ezequiel describió maravillosamente en detalle el tierno amor de Dios que lo impulsará a provocar esta reunión en fe (Ezequiel 34:11-16):

11) Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré.

12) Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.

13) Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados del país.

14) En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su aprisco; allí dormirán en buen redil, y en pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de Israel.

15) Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor.

16) Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la engordada y a la fuerte destruiré; las apacentaré con justicia.

Isaías describe la increíble alegría que será evidenciada por este remanente que ha encontrado a su Mesías y es reunido en su tierra natal (Isaías 35:10):

Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.

V. Regeneración Espiritual

Los profetas dejan en claro que esta tercera y última reunión del pueblo judío consistirá de aquellos que hayan sido espiritualmente regenerados al aceptar a Yeshúa (Jesús) como su Mesías.

De nuevo, Moisés dijo que esta reunión no ocurriría hasta que “te convirtieres [el pueblo judío] a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz…con todo tu corazón y con toda tu alma" (Deuteronomio 30:2). Moisés declaró además que éste sería el tiempo cuando “Dios circuncidará tu corazón…para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma” (Deuteronomio 30:6).

De la misma manera, Ezequiel afirmó que, cuando esta reunión se lleve a cabo, Dios “esparcirá agua limpia” sobre el pueblo judío, y serán limpios de todas sus “inmundicias e ídolos” (Ezequiel 36:25). Ezequiel continúa, hablando por el Señor (Ezequiel 36:26-28):

26) Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

27) Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.

28) Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.

VI. Un Nuevo Pacto

En ese momento, el pueblo judío será llevado a una nueva relación con Dios. Será una que estará basada en un Nuevo Pacto — el pacto que entró en vigor con la muerte de Jesús.

Ezequiel se refiere a él como un “pacto sempiterno” (Ezequiel 16:60) y un “pacto de paz" (Ezequiel 34:25 y 37:26).

La descripción más detallada de este Nuevo Pacto es dada por el profeta Jeremías (Jeremías 31:31-34):

31) He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.

32) No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.

33) Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

34) Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

De nuevo, Jeremías está hablando del Nuevo Pacto que se hizo válido con la muerte de Jesús. El escritor del libro de Hebreos del Nuevo Testamento afirmó esta verdad en Hebreos 9:15, cuando declaró que Jesús “es el mediador de un nuevo pacto…”. También afirmó que este nuevo pacto “ha declarado caduco al primero” (Hebreos 8:13 RVR-2015).

Lea la parte 1 aquí 
Lea la parte 2 aquí
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Lea la parte 5 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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