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martes, 26 de diciembre de 2017

El Renacimiento del Idioma Hebreo – Parte 3




El Hebreo en el Hogar

Ben-Yehuda comenzó la implementación de su plan empezando por su propia casa. Él estableció la norma de que no se podía hablar otra lengua en casa excepto el hebreo. Quería que su familia fuera un modelo para los demás. Y entonces, cuando D’vorah se quedó embarazada, él anunció que el bebé que ella llevaba se convertiría en el primer niño hebreo verdadero en 2000 años porque sólo tendría permitido escuchar hebreo bíblico.38 Eso significaba que no tendría compañeros de juegos, y quedaría casi totalmente aislado en casa.

Sus amigos estaban espantados ante tal fanatismo. Ellos suplicaron a Ben-Yehuda que cambiara de idea, argumentando que el niño crecería como un mudo o como un idiota.39 Pero Ben-Yehuda no cedería.

En 1882 D’vorah dio a luz a su primer hijo, un niño llamado Ben-Zion Ben-Yehuda, con el significado hijo de Sión e hijo de Judea.40 Y tal como Ben-Yehuda había prometido, el hijo fue mantenido aislado del mundo para que no se “contaminara” oyendo una lengua extranjera.

Los amigos y vecinos continuaron protestando contra el aislamiento del niño. Y su acoso comenzó a ser más apasionado cuando pasaron 4 años sin que Ben-Zion hablara nada. Lo único que hacía era balbucear. Pero poco tiempo después de su cuarto cumpleaños, habló su primera palabra – Abba, que significa “padre”.41 Desde ese momento él habló un torrente de palabras y, como su padre, ¡comenzó a inventar nuevas palabras para los objetos que había en la casa!42

El Periódico Hebreo

Ben-Yehuda lanzó la publicación de un periódico poco después de su llegada a Jerusalén, no sólo porque era parte de su plan maestro, sino también porque necesitaba los ingresos para vivir. A la población general de Jerusalén le gustó el periódico. Nunca habían visto nada como aquello en hebreo. A los colonos de los pueblos agrícolas dispersos a lo largo de Palestina les encantó. Pero los judíos ortodoxos estaban determinados a acabar con él y lo intentaron en varias ocasiones.

Para publicar el periódico, Ben-Yehuda tenía que crear constantemente nuevas palabras. Su primer desafío fue encontrar una palabra para “periódico”. La palabra usada en Jerusalén era michtav-et, que literalmente significa, “una carta del tiempo”. Ben-Yehuda consideró que era tosco, así que tomó la palabra hebrea para “tiempo” e, improvisando un poco, apareció con la palabra nueva, itton, que recibió la aceptación del público.43

Otras palabras para las que tuvo que fabricar nuevas palabras hebreas fueron soldado, avión, deporte, muñeca, helado, gelatina, tortilla, pañuelo, toalla, bicicleta — y cientos más —.44

Algunas veces sus nuevas palabras eran rechazadas. Una de ellas fue la que él presentó para “tomate”. La palabra común en uso era agbanit, tomada de una palabra raíz que significa “amar sensualmente”. Ben-Yehuda pensó que ésta era inapropiada, así que acuñó la palabra badurah. Los hablantes de hebreo se adhirieron a agbanit.45

Ben-Yehuda era un purista. Él nunca transferiría simplemente una palabra como “telégrafo” al idioma hebreo a través de una transliteración. No, la nueva palabra tenía que estar basada en una palabra hebrea raíz.46

La Oposición

 Un dibujo de Eliezer Ben-Yehuda, de un autor desconocido

La oposición a los esfuerzos de Ben-Yehuda nunca le abandonó durante su vida. Los ortodoxos fueron implacables en sus esfuerzos en prevenir que su lengua santa se convirtiera en un idioma secular.47

En un determinado momento, los líderes askenazíes vinieron a los gobernadores otomanos y acusaron a Ben-Yehuda de traición, basándose en una cita de su periódico que ellos deliberadamente habían traducido mal. Esto resultó en su arresto, juicio y condena. Y aunque estaba en libertad bajo fianza, pendiente de apelación, le prohibieron seguir publicando el periódico. El fue llevado a juicio por el barón Edmond de Rothschild (1845-1934), un filántropo francés que apoyaba el sionismo, y que pagó sobornos a fiscales y jueces.48 Durante esta crisis legal, Ben-Yehuda y su familia fueron formalmente excomulgados por los líderes askenazíes.49

La oposición de los judíos seculares no fue tan apasionada, pero fue también persistente. Vino principalmente por medio de una falta de interés. Después de todo, la mayoría de judíos que formaban el núcleo del movimiento sionista en la década de 1890 y principios del siglo XX eran humanistas, socialistas o comunistas, y la mayoría eran agnósticos o ateos. Ellos no tenían ningún interés en hablar una lengua bíblica.

Theodor Herzl (1860-1904), considerado el padre del sionismo, es un buen ejemplo. Él fue un hombre completamente secular. Él consideraba al hebreo inviable, y prefería al alemán.50 Otros sionistas abogaban por el yiddish.

Ben-Yehuda era un gran admirador de Herzl y viajó para reunirse con él personalmente en varias ocasiones, pero nunca conseguía hacerlo. Finalmente consiguió reunirse con Herzl en 1898 cuando él vino a Palestina para dialogar con el káiser Wilheim II durante la visita del líder alemán a tierra santa. Herzl mostró una total falta de interés en las ideas de Ben-Yehuda. Aquella noche Herzl escribió en su diario:51

También me reuní con un joven fanático que intentó convencerme de que nuestro movimiento necesita adoptar el hebreo como nuestro idioma nacional. ¡Esto es, por supuesto, ridículo!

Las Dos Esposas Fieles

Ben-Yehuda y su esposa, D'vorah, en 1882, un año después de su matrimonio

A través de todo el estrés y la tensión de vivir en un ambiente nada amistoso mientras luchaba con una enfermedad mortal y luchando constantes batallas para alcanzar lo que parecía una tarea imposible, Ben-Yehuda fue ayudado y constantemente animado por dos esposas destacables.

La primera fue D’vorah que le dió cinco hijos mientras le ayudaba a editar su periódico. Ella sufría en silencio mientras era desdeñada por sus vecinos y mientras apenas tenía suficiente dinero para poner comida en la mesa. Ben-Yehuda siempre se refería a ella como “la primera madre hebrea en 2000 años”, porque ella fue la primera en dar a luz niños que crecieron hablando hebreo como su lengua nativa.52

D’vorah contrajo la tuberculosis de su marido y murió repentinamente en 1891 a la edad de 37. Las palabras de Ben-Yehuda en honor de ella, que publicó una semana más tarde en su periódico, consistieron simplemente en una cita de Jeremías 2:2 — “Me he acordado de ti, de la amabilidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando viniste en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada” (traducción de Ben-Yehuda) —.53

El duelo de Ben-Yehuda fue aumentado dos meses después cuando su tercer hijo más joven murió durante una epidemia de gripe.54 Él tenía entonces 33 años, y necesitaba consuelo desesperadamente y ayuda.

Una vez más, la ayuda vino de la familia Jonas. Poco antes de su muerte, D’vorah había escrito a su hermana más joven, Paula, pidiéndole que ocupara su lugar como esposa de Ben-Yehuda.55 Solomon Jonas y su esposa quedaron horrorizados por la petición, pues consideraban que era una garantía de muerte para otra hija. Pero como su hermana mayor, Paula no podía ser disuadida. Ella siempre había amado a Ben-Yehuda, y consideraba que formaba parte de su destino ocupar el lugar de su hermana y ayudarle en el logro de su monumental tarea. Ella sólo tenía 19 años, así que su familia entera decidió ir con ella y emigrar a Palestina.56

Paula escribió a Ben-Yehuda con la noticia y le pidió que le enviara una lista de posibles nombres hebreos para ella. Como su hermana, ella deseaba cambiar su nombre. Ben-Yehuda le envió la lista y ella escogió el nombre de Hemda, no porque le gustara como sonaba, sino por su significado: “amada o apreciada”.57

Hemda demostró ser tan fiel, ingeniosa, solidaria y servicial como D’vorah lo había sido. Durante sus 30 años con Ben-Yehuda (1892-1922), ella le dio 6 hijos. Ella recorrió toda Europa varias veces para recaudar fondos para su investigación y publicaciones. Y ella fue quien encontró a un prestigioso editor alemán para publicar su diccionario.

El Diccionario Hebreo

Uno de los logros más grandes de Ben-Yehuda fue la creación de un diccionario del idioma hebreo. Él comenzó el proyecto creando una nueva palabra para “diccionario”. La expresión que la gente había estado usando era sefer millim, que significaba “libro de palabras”. Él acortó esto en una sola palabra, millon.58

Ben-Yehuda dedicó la mayor parte de su vida a buscar palabras hebreas antiguas que se habían perdido. Él también procuró encontrar el origen de las palabras y ejemplos de su uso, así como el cambio en sus significados a lo largo de los siglos. Él rastreó bibliotecas de toda Europa y Oriente Medio. Y cuando viajó a EEUU para escapar durante la Primera Guerra Mundial de la persecución turca, dedicó cuatro años a buscar en las grandes bibliotecas de la nación, que estaban en el noreste.59

Cuando huyó de Palestina en 1914, había acumulado cerca de 450,000 notas. Las empaquetó y las envió al consulado estadounidense en Jerusalén para que fueran resguardadas.60 Esas notas fueron tomadas de más de 40,000 libros que había consultado y que habían sido escritos en un periodo de más de 2,000 años.61

Lo que él buscó producir era mucho más de la idea que tenemos para un diccionario. Su meta era nada menos que conseguir una enciclopedia de la lengua hebrea. El proporcionó definiciones de cada palabra en hebreo, francés, alemán e inglés. Identificó el origen de cada palabra e indicó sus palabras hermanas en otras lenguas semíticas. Proporcionó sinónimos y antónimos. Trazó los cambios en el significado de la palabra a lo largo de los siglos. Y proporcionó abrumadores ejemplos del uso de la palabra en frases, para ayudar al lector a ver cómo usar la palabra en conversaciones.62 Por ejemplo, el diccionario proporcionó 235 expresiones de la palabra lo, que significa “no”, y 210 para ken, que significa “sí”.63

El primer volumen, publicado en 1908, cubría solo las letras aleph y beth (a y b).64 Hay 22 letras en el alfabeto hebreo, de las cuales cinco tienen diferentes formas cuando se usan al final de una palabra.

En la cuarta parte de esta serie sobre el renacimiento del idioma hebreo, veremos acerca del triunfo de Ben-Yehuda y la situación del hebreo hoy.


Lea la parte 1 aquí.
Lea la parte 2 aquí


Traducido por cortesía del hermano Pablo Losa Uría

En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Revival of the Hebrew Language



Notas

38) St. John, page 87.

39) Ben-Yehuda, page 147.

40) Ibid., page 139.

41) Ibid., pages 146-147.

42) Ibid., page 147.

43) St. John, page 285.

44) Ibid., pages 285 and 287. See also: Fellman, page 3.

45) Ibid., page 288.

46) Ibid., pages 282-283.

47) Ben-Yehuda, pages 114-115.

48) Drucker, pages 56-58; Ben-Yehuda, pages 224-229; and St. John, pages 195-210.

49) St. John, pages 203-204.

50) NSW Board of Jewish Education, “Eliezer Ben-Yehuda,” www.bje.org.au, page 1.

51) Ben-Yehuda, page 265.

52) St. John, page 87.

53) Drucker, page 45.

54) Ben-Yehuda, page 198.

55) Ibid., pages 191-192.

56) Ibid., pages 211-212.

57) Ibid., page 205.

58) St. John, page 284.

59) Ben-Yehuda, pages 315-335.

60) Ibid., pages 306-307.

61) Ibid., page 221.

62) St. John, pages 310-311.

63) Drucker, page 67.

64) Yaffah Berlontz, “Hemda Ben-Yehuda,” Jewish Women’s Archives, www.jwa.org.

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