Por Dr. David Reagan
La Advertencia de Romanos 1
En Romanos capítulo 1, Pablo habla acerca de cómo Dios trata con una nación rebelde que Él ha bendecido. Si la nación persiste en su rebelión después de que ha sido advertida por naciones proféticas y juicios correctivos, Dios dará un paso hacia atrás y bajará su cobertura de protección y permitirá que la maldad se multiplique (versos 22-25). El resultado será una revolución sexual, como la que ocurrió en nuestra nación en la década de 1960.
Si la nación ignora este juicio, Dios dará un paso hacia atrás una segunda vez y bajará Su cobertura de protección incluso más. Esto producirá una plaga de perversión sexual en la forma de homosexualidad (versos 26-27). Comenzamos a experimentar esto al inicio de este siglo.
Si la gente sigue negándose a arrepentirse, Dios retrocederá una tercera vez y entregará a la nación a una “mente reprobada” (versos 28-32). Ahí es donde estamos hoy. Sólo considere, por ejemplo, las siguientes dos fotos que fueron tomadas recientemente en manifestaciones en Washington, D.C.
"Si Jesús regresa, mátenlo de nuevo".
"Apuesto que el infierno es fabuloso".
Nuestra Rebelión Continua
El 26 de junio es el día en que el destino de nuestra nación fue sellado. Ése fue el día que nuestra Corte Suprema decidió legalizar la abominación del matrimonio entre personas del mismo sexo. En el proceso, los jueces que consintieron decidieron ignorar nuestra Constitución, despreciar 2,000 años de civilización occidental, y despreciar la Palabra de Dios.
El arrepentimiento es lo único que puede salvar a nuestra nación — no Hillary Clinton o Donald Trump, o cualquier otro político —. Pero, ¿cómo puede el arrepentimiento tener lugar cuando el pecado está tan arraigado e incluso es celebrado?
Nuestra herida se ha vuelto incurable. Ya no podemos esperar la supervivencia como nación cuando estamos alzando nuestro puño contra Dios y despreciando abiertamente Su Palabra.
Considere de nuevo las palabras amenazantes del profeta Nahúm (Nahúm 1:2-3):
Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable.
Esperanza Individual
La única esperanza que nos queda es la esperanza individual que la Palabra de Dios nos da cuando aceptamos a Su Hijo, Jesús, como nuestro Señor y Salvador.
Esa esperanza es grande más allá de las palabras, y me aferro a ella en fe, recordándome diariamente que, mientras todo el mundo se está burlando de Dios y Su Palabra, Él se sienta en el Cielo y se ríe — no porque no le importe, sino porque tiene la sabiduría y el poder de orquestar todo la maldad de Satanás y el hombre para el triunfo de Su Hijo (Salmo 2:1-9) —.
¡Maranata!
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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
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