Páginas

martes, 5 de abril de 2016

Una Entrevista con el Primer Papa

Los católicos deberían creerle a su primer Papa


Simón Pedro tiene su primer encuentro con el Mesías. Imagen tomada de la película, Jesús de Nazareth.

(Nota del editor: Mike Gendron es el fundador del Ministerio Proclamando el Evangelio en Plano, Texas. Nació y fue criado como católico y se convirtió en un empresario muy exitoso. Después de descubrir a Jesús como su Señor y Salvador, Mike dejó su carrera, entró al seminario, y ha estado predicando y enseñando a tiempo completo desde entonces. Su página web es: pro-gospel.org)

El apóstol Pedro desempeñó un papel prominente en la Iglesia Primitiva. Poco después de que abandonara su carrera como pescador para seguir a Cristo, se convirtió en pescador de hombres. Varios de sus sermones fueron registrados en el Libro de los Hechos, y sus dos epístolas están incluidas en las Escrituras divinamente inspiradas.

Puesto que a los católicos se les ha enseñado que Pedro fue su primer Papa, he desarrollado algunas preguntas para arrojar algo de luz en su teología, eclesiología y soteriología. Todas las respuestas provienen directamente de sus escritos y sermones. Es mi oración que aquellos de nosotros que hemos sido santificados por la verdad compartiremos estas verdades gloriosas con nuestros amigos y seres queridos católicos. 

Preguntas Cruciales

Pedro, ¿fue usted el primer Papa y el jefe supremo de la Iglesia del Primer Siglo?
“Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos… apacentad la grey de Dios” (1 Pedro 5:1-3).

¿Es usted la roca sobre la cual Jesús edificaría Su Iglesia?
Jesús es “piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa… La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra…” (1 Pedro 2:4, 7-8).

¿Fue usted infalible?
Pablo se me opuso de frente porque yo no estaba en armonía con la verdad del Evangelio (Gálatas 2:11, 14).

¿Deberíamos confesar nuestros pecados a los sacerdotes?
“Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón…” (Hechos 8:22).

¿Deberíamos orar a María y los santos?
Ora al Señor (Hechos 8:22).

¿Puede alguien ser salvo aparte del Señor Jesucristo?
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).

¿Qué le diría al Papa Francisco, quien enseña que los ateos pueden seguir su conciencia para entrar al Cielo?
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina” (2 Pedro 2:1).

“Los indoctos e inconstantes tuercen las epístolas de Pablo, como también las otras Escrituras, para su propia perdición (2 Pedro 3:16).

¿Puede alguien estar seguro de que ha heredado la vida eterna?
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe…” (1 Pedro 1:3-5).

¿Es posible que la gracia o indulgencias de Dios sean compradas para la remisión de pecados?
Dios nos rescata “no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo…” (1 Pedro 1:18-19).

¿Puede una persona nacer de nuevo a través del bautismo de agua?
La única forma de ser regenerado es haber sido “renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:23).

¿Debería Jesucristo ser hecho una ofrenda por el pecado durante el sacrificio de la misa?
Cristo sufrió “una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu” (1 Pedro 3:18). 

¿Es el sacerdocio católico necesario para mediar entre Dios y el hombre?
Cada creyente, que es llamado de las tinieblas a la luz admirable de Cristo, es hecho un sacerdote con el propósito de ofrecer sacrificios espirituales a Dios y proclamar Sus perfecciones (1 Pedro 2:9).

¿Debería Jesús seguir siendo representado como un hombre muerto colgando de una cruz o como un bebé en los brazos de María?
El Cristo resucitado, “habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades (1 Pedro 3:21-22).

¿Qué deberíamos hacer en estos días de gran engaño?
“…Guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:17-18).

Resumen

Portada de la revista Time, con la leyenda: "El Papa del Pueblo".

Existe un profundo contraste entre las enseñanzas divinamente inspiradas de Pedro y las opiniones falibles e impías del Papa Francisco. La enorme disparidad entre las instrucciones de estos dos hombres, que los católicos llaman “Papa”, muestra hasta qué punto la Iglesia Católica Romana se ha apartado de la fe de los apóstoles. ¡Qué Dios nos dé a todos una mayor compasión por las numerosas víctimas de este engaño religioso!

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Read article in Lamplighter magazine:

No hay comentarios:

Publicar un comentario