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martes, 8 de septiembre de 2015

El Rapto en 2 Tesalonicenses 2:3

Por Dr. Thomas Ice


Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
— 2 Tesalonicenses 2:3 —

Creo que existe una fuerte posibilidad de que 2 Tesalonicenses 2:3 esté hablando del Rapto. ¿Qué quiero decir? Algunos pretribulacionistas, como yo, pensamos que el sustantivo griego apostasia, usualmente traducido “apostasía”, es una referencia al Rapto y debería ser traducido “partida”. Por lo tanto, este pasaje estaría diciendo que el día del Señor no vendrá hasta que el Rapto venga antes que él. Si apostasia es una referencia a una partida física, entonces 2 Tesalonicenses 2:3 es una fuerte evidencia a favor del pretribulacionismo. 

El Significado de Apostasia

El sustantivo griego apostasia se utiliza solamente dos veces en el Nuevo Testamento. Además de 2 Tesalonicenses 2:3, se presenta en Hechos 21:21 donde, hablando de Pablo, se dice, “que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar (apostasia) de Moisés”. La palabra es un compuesto griego de apo, “fuera de”, e istemi, “estar de pie”. Por lo tanto, tiene el significado básico de “alejarse de” o “partida”. El Léxico Griego de Liddell y Scott define apostasia en primer lugar como “deserción, rebelión”; y luego, en segundo lugar como “partida, desaparición”[1]. Gordon Lewis explica cómo el verbo del que se deriva el sustantivo apostasia apoya el significado básico de partida en lo siguiente: 

El verbo puede significar remover espacialmente. Hay pocas razones entonces para negar que el sustantivo pueda significar tal remoción espacial o partida. Puesto que el sustantivo se usa sólo una vez más en el Nuevo Testamento de apostatar de Moisés (Hechos 21:21), difícilmente podemos concluir que su significado bíblico está necesariamente determinado. El verbo se usa quince veces en el Nuevo Testamento. De éstas quince, sólo tres tienen que ver con un alejamiento de la fe (Lucas 8:13; 1 Timoteo 4:1; Hebreos 3:12). La palabra se usa para apartarse de iniquidad (2 Timoteo 2:19), de hombres impíos (1 Timoteo 6:15), del templo (Lucas 2:27), del cuerpo (2 Corintios 12:8), y de personas (Hechos 12:10, Lucas 4:13)[2].

“Es con plena certeza de un adecuado estudio exegético y con plena confianza en los idiomas originales”, concluye Daniel Davey, “que el significado de la palabra apostasia es definido como partida”[3]. Paul Lee Tan añade lo siguiente:

¿Qué precisamente quiere Pablo decir cuando dice que “la apostasía” (2:3) debe venir antes de la tribulación? El artículo definido “la” denota que éste será un evento definido, un evento diferente de la aparición del Hombre de Pecado. La palabra griega para “apostasía”, tomada por sí misma, no significa apostasía religiosa o deserción. Tampoco la palabra significa “caer”, ya que los griegos tienen otra palabra para eso [pipto, yo caigo]. La mejor traducción de la palabra es “partir”. El apóstol Pablo se refiere aquí a un evento definido al que llama “la partida”, y que tendrá lugar justo antes del inicio de la tribulación. Éste es el Rapto de la Iglesia[4].

Así que la palabra tiene el significado básico de partida, y depende del contexto determinar si se utiliza en el sentido de partida física o una partida abstracta, como un abandono de la fe.

La Historia de la Traducción 

Todas las siete primeras traducciones inglesas de apostasia tradujeron el sustantivo como “partida”. Son las siguientes: Wycliffe Bible (1384); Tyndale Bible (1526); Coverdale Bible (1535); Cranmer Bible (1539); Breeches Bible (1576); Beza Bible (1583); Geneva Bible (1608). [5] Esto apoya la noción de que la palabra realmente significa “partida”. De hecho, la traducción latina de Jerónimo, conocida como la Vulgata, de alrededor del año 400 EC, traduce apostasia con la “palabra discessio, que significa ‘partida’”. [6] ¿Por qué fue la Versión King James la primera en apartarse de la traducción establecida de “partida”?

Theodore Beza, el reformador suizo fue el primero en transliterar apostasia y crear una nueva palabra, en lugar de traducirla como otros habían hecho. Los traductores de la Versión King James fueron los primeros en introducir la nueva traducción de apostasia, como “apostasía”. La mayoría de los traductores ingleses han seguido a la KJV y a Beza en apartarse de traducir apostasia como “partida”. Una buena razón jamás fue dada.

El Uso del Artículo 

Es importante señalar que Pablo usa un artículo definido con el sustantivo apostasía. ¿Qué significa esto? Dave observa lo siguiente:

Puesto que el idioma griego no necesita un artículo para hacer definido al sustantivo, queda en claro que con el uso del artículo se está haciendo referencia a algo en particular. En 2 Tesalonicenses 2:3 la palabra apostasía está precedida por el artículo definido, lo que significa que Pablo es apuntando a un tipo particular de partida, claramente conocido a la iglesia de Tesalónica[7].

El Dr. Lewis ofrece una respuesta probable cuando señala que el artículo definido sirve para diferenciar una palabra y para llamar la atención hacia ella. En este caso, él cree que su propósito es “denotar una referencia previa”. “La partida a la que Pablo se refirió previamente fue ‘nuestra reunión con él’ (v. 1) y nuestro ‘arrebatamiento’ con el Señor y los arrebatados muertos en las nubes (1 Tes. 4:17)”, señala el Dr. Lewis[8]. La “partida” era algo de lo que Pablo y sus lectores claramente tenían un entendimiento mutuo. Pablo dice en el verso 5, “¿No os acordais que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?”.

El uso del artículo definido también apoyaría la noción de que Pablo habló de un evento claro y discernible. Sin embargo, el Nuevo Testamento enseña que la apostasía ya había llegado en el Siglo I (Hechos 20:27-32; 1 Tim. 4:1-5: 2 Tim. 3:1-9; 2 Pedro 2:1-3; Judas 3-4; 17-21) y, por tanto, dicho proceso no denotaría un evento claro, según lo exigido por el lenguaje de este pasaje. La comprensión de partida como el rapto satisfaría el matiz de este texto. E. Schuyler English explica lo siguiente: Una vez más, ¿cómo estarían los tesalonicenses, o los cristianos de cualquier siglo desde entonces, calificados para reconocer la apostasía cuando debería venir, asumiendo, simplemente por el bien de esta investigación, que la Iglesia podría estar en la tierra cuando ésta llegue? Ha habido apostasía de Dios, rebelión contra Él, desde que el tiempo comenzó [9].

A lo que fuera que Pablo se estuviera refiriendo en su referencia a “la partida”, era algo que los creyentes tesalonicenses y él habían discutido a profundidad anteriormente. Cuando examinamos la primera carta de Pablo a los tesalonicenses, él nunca menciona la doctrina de la apostasía, sin embargo, prácticamente cada capítulo en esa epístola habla del Rapto (1:9-10; probablemente 3:13; 4:13-17; 5:1-1). En estos pasajes, Pablo ha usado una variedad de términos griegos para describir el Rapto. No debería sorprender que él usa otro término para hacer referencia al Rapto en 2 Tesalonicenses 2:3. El Dr. House nos dice:

Recuerde que los tesalonicenses habían sido extraviados por la falsa enseñanza (2:2-3) que el Día del Señor ya había llegado. Esto era confuso, porque Pablo ofreció una gran esperanza, en la primera carta, de una partida para estar con Cristo y un rescate de la ira de Dios. Ahora una carta que pretende ser de Pablo parece decir que primero tendrían que pasar el Día del Señor. Pablo entonces aclaró su enseñanza previa, haciendo hincapié en que no tenían ninguna necesidad de preocuparse. Ellos nuevamente podrían ser consolados porque la partida que él había discutido en su primera carta, y en su enseñanza mientras estaba con ellos, seguía siendo la verdad. La partida de los cristianos para estar con Cristo, y la posterior revelación del inicuo, argumenta Pablo, son prueba de que el Día del Señor no había empezado como habían pensado. Esta comprensión de apostasia tiene mucho más sentido que la opinión de que van a ser consolados (v. 2) porque una deserción de la fe debe preceder al Día del Señor. Todo el segundo capítulo (así como 1 Tesalonicenses 4:18, 5:11) sirve para consolar (véase los versículos 2, 3, 17), suministrado por una reconfirmación de la venida de Cristo, como se enseña en su primera carta [10].

La Partida y El Que Restringe 

Puesto que los pretribulacionistas creen que el Retenedor mencionado en los versos 6 y 7 es el Espíritu Santo, y enseña un Rapto pre-tribulación, entonces no debería ser sorprendente ver que hay una progresión similar de pensamiento en la progresión del verso 3. Allan MacRae, Presidente del Faith Theological Seminary en una carta a Schuyler English ha dicho lo siguiente con respecto a este asunto:

Me pregunto si has notado el llamativo paralelo entre este versículo y los versículos 7 y 8, un poco más abajo. Según tu sugerencia, el versículo 3 menciona la partida de la Iglesia ocurriendo primero, y luego habla de la revelación del hombre de pecado. En los versículos 7 y 8 nos encontramos con una secuencia idéntica. El versículo 7 habla de la remoción de la Iglesia; el versículo 8 dice: “Y entonces se manifestará aquel inicuo”. Así pues, un examen cercano del pasaje muestra una unidad y coherencia interna, si tomamos la palabra apostasia en su sentido general de “partida”, mientras que un examen superficial fácilmente daría lugar a una interpretación errónea como “caída”, debido a la proximidad de la mención del hombre de pecado [11].

Kenneth Wuest, un erudito del griego del Moody Bible Institute añade el siguiente apoyo contextual para tomar apostasia como una partida física:

Pero entonces hee apostasia de la que Pablo está hablando, precede a la revelación del Anticristo en su verdadera identidad y es hoo katechon lo que frena su revelación (2:6). La hee apostasia, por lo tanto, no puede ser una apostasía general en la Cristiandad que precede a la venida del Anticristo, ni puede ser la apostasía particular que es el resultado de sus actividades al hacerse a sí mismo el solo objeto de culto. Además, lo que frena su revelación (v. 3) está vitalmente conectado con hoo katechon (v. 7), El que retiene el mismo evento. Este último es, en mi opinión, el Espíritu Santo y Sus actividades en la Iglesia. Todo lo cual significa que llego a la ineludible conclusión de que la hee apostasia (v. 3) se refiere al Rapto de la Iglesia, el cual precede al Día del Señor, y que retiene la revelación del hombre de pecado quien marca el comienzo del aspecto mundial de ese periodo[12].

Conclusión

El hecho de que apostasia muy probablemente tenga el significado de partida física es un claro apoyo para el pretribulacionismo. Si esto es cierto (el Dr. Tim LaHaye y yo creemos que lo es), entonces esto significa que una secuencia profética clara es presentada por Pablo temprano en su ministerio apostólico. Pablo enseña en 2 Tesalonicenses 2 que el Rapto ocurrirá primero, antes de que el Día del Señor comience. No es hasta después del comienzo del Día del Señor que el Anticristo es desatado, dando como resultado los eventos descritos por él en el capítulo 2 de 2 Tesalonicenses. Ésta es la única interpretación que provee esperanza para un pueblo desconsolado. ¡Maranata!


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Original article

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Notas
_______________________________________
[1] Henry George Liddell and Henry Scott, A Greek-English Lexicon, Revised with a Supplement [1968] by Sir Henry Stuart Jones and Roderick McKenzie (Oxford, Eng.: Oxford University Press, 1940), p. 218.
[2] Gordon R. Lewis, "Biblical Evidence for Pretribulationism," Bibliotheca Sacra (vol. 125, no. 499; July 1968), p. 218.
[3] Daniel K. Davey, "The 'Apostesia' of II Thessalonians 2:3," Th.M. thesis, Detroit Baptist Theological Seminary, May 1982, p. 27.
[4] Paul Lee Tan, The Interpretation of Prophecy (Winona Lake, IN: Assurance Publishers, 1974), p. 341.
[5] H. Wayne House, "Apostasia in 2 Thessalonians 2:3: Apostasy or Rapture?" in Thomas Ice and Timothy Demy, eds., When the Trumpet Sounds: Today's Foremost Authorities Speak Out on End-Time Controversies (Eugene, OR: Harvest House, 1995), p. 270.
[6] House, "Apostesia", p. 270.
[7] Davey, "Apostesia", p. 47.
[8] Gordon R. Lewis & Bruce A. Demarest, Integrative Theology 3 vols in 1 (Grand Rapids: Zondervan, 1996), vol. 3, p. 420.
[9] E. Schuyler English, Re-Thinking the Rapture (Neptune, NJ: Loizeaux Brothers, 1954), p. 70.
[10] House, "Apostesia", pp. 275-76.
[11] Allan A. MacRae, Letter to E. Schuyler English, published in "Let the Prophets Speak," Our Hope, (vol. LVI, num. 12; June 1950), p. 725.
[12] Kenneth S. Wuest, Letter to E. Schuyler English, published in "Let the Prophets Speak," Our Hope, (vol. LVI, num. 12; June 1950), p. 731.

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